Not My Highschool Sweetheart +Capítulo 3+

Tres son multitud

 

Escuché el teléfono entre sueños y presioné los parpados, el sonido constante del teléfono me molestaba. Me terminé sentando de golpe y tocando mi temporal con fuerza. Pero que dolor tenía. Parpadee un par de veces y el teléfono seguía sonando sin ser contestado. Miré a mi alrededor, estaba en el pequeño sillón de la sala, frente a mi Taec roncaba con fuerza aun completamente dormido, parecía como si el fastidioso sonido no pudiese alcanzarlo. Me levanté tropezando un poco con el cuerpo que estaba dormido sobre la alfombra, pero aun así me las arreglé para llegar hasta el teléfono.

-Buenos días- dije con la voz adormilada y después fue acompañado por un bostezo.

-¿Cómo estuvo la sesión fotográfica? – La voz de Onew retumbó en mi cabeza.

-Bastante bien, aunque de último momento – mi cabeza dolía tanto que me tomó un momento notar que algo andaba raro – ¿Cómo supiste? – Dije cuando noté que no había hablado con mi hyung desde la tarde de ayer.

-Lo estuve leyendo en los estados de Key, parece que los tuvo trabajando en exceso. – Solo Key encontraría tiempo para contar a todos por internet todo lo que sucedía mientras trabajábamos como locos.

-Es mejor que Jonghyun no se entere. – Reí y me acerqué al refrigerador para conseguir algo de agua. Otra vez sufría de una cruda horrible, mi boca estaba seca, me sentía enfermo y la cabeza me estaba por explotar.

-¿Ayer hicieron fiesta? – Onew me preguntó y recordé como había empezado el final. Primero Jonghyun sacó una botella para acompañar el helado y luego Key llegó gritando que lo había logrado y luego se quejó de que Jonghyun era un ebrio pero comenzó a tomar también. De un rato a otro a había varias botellas y Taec bailaba sobre la mesa mientras Jonghyun cantaba karaoke y Key reía con intensidad mientras tomaba fotos.

-Algo parecido – dije mirando las botellas vacías esparcidas en la cocina.

-¿El alto de las fotos es el modelo que consiguieron? – Solo Onew podía ser tan curioso de la vida de alguien.

-Sí, su nombre es Taec – comencé a tirar las botellas en una bolsa de plástico.

-¿A qué hora se fueron a su casa?

-Nadie se fue, todos se quedaron a dormir aquí hyung.

-¿Hasta Key?-

-Sí, él está en el cuarto de Jonghyun.-

-¿Con Jonghyun? –

-Disculpa – una voz interrumpió en la cocina y dirigí la mirada a su procedencia. En el marco de la puerta blanca se encontraba Choi Minho con un aspecto impecable, parecía que ya se había duchado, peinado y traía un traje limpio -¿Iras al trabajo o algo así?- Abrí los ojos ampliamente y levanté mi vista al reloj de la pared.

-¡DEMONIOS! – Tiré la bolsa deprisa y tomé el teléfono – Perdona hyung, llegaré tarde.

-¡Espera Taemin! ¡No me has contestado! – Colgué deprisa y salí corriendo mientras el alto se movía de mi camino.

-¡KIBUM! – Corrí hasta el cuarto de Jonghyun pisando a este último que seguía sobre la alfombra.

-AIGOOO – Jonghyun se quejó sentándose completamente despeinado y miro alrededor para luego volver a acostarse abrazando uno de los cojines. –Aún es muy temprano nena.-

-¡Llegarás tarde al trabajo Key! – Lo sacudí un poco y el parpadeo un par de veces.

-¡WAAAA! ¿Qué hora es? – Key saltó de la cama y salió a la sala.

-Son las 8:15 – Minho habló mientras pateaba a Taec que parecía aún no notar nada.

-¡RAYOS! – Key tomó varias ropas que habían quedado regadas. -Préstame tu baño Taemin – Afirmé y luego lo vi correr y encerrarse en el baño.

-¿Cuánto va a tardar?- Taec preguntó con los ojos cerrados.

-Tratándose de Key – pensé un momento – posiblemente 40 minutos o más.

-Entonces está decidido, hoy llamaré para decir que estoy enfermo – Taec volvió a hablar y luego se acomodó en el sillón.

-¿Y él? – Minho señaló a Jonghyun que seguía aferrándose al cojín.

-Él no trabaja – pisé el estómago de Jonghyun y este solo se giró. – Creo que anoche trabajó por toda su vida.

-¿Y tú? ¿A qué hora debes estar? –Miré al alto.

-Yo entro a las 8:30 –miré el reloj de nuevo – mejor corro a vestirme.

-Te puedo llevar, yo entro a las 9:00.

-Está bien, no es necesario, queda cerca – me dirigí a mi cuarto y cerré la puerta detrás de mí. Ya era demasiado ahora Choi Minho era con el primero en cruzar palabras en la mañana, dormía en mi habitación y le seguía debiendo cada vez más favores.

Tras cambiarme en pocos minutos solo acomodé mi cabello y me dediqué a salir. Podría arreglarme en el baño del trabajo sin problemas, así que aun llegaría a tiempo si alcanzaba el autobús. Tomé mi mochila y puse mis gafas de una vez. En esos días era cuando fácilmente las olvidaba.

-¿Listo? – Escuché a alguien preguntar mientras salía y observé que Minho aún seguía ahí. –Vamos entonces, llegarás con más tiempo si te llevo – tomó sus llaves y saco.

-No es necesario – me volteó a ver y luego sonrió para ponerse detrás de mí y empujarme hacía la puerta.

-Yo digo que lo es – abrió la puerta y me hizo salir con él.- Además terminé durmiendo en tu habitación, solo fui un inquilino incómodo.

-El más incómodo de todos – dije mientras bajamos las escaleras.

-Por eso debo hacer las cosas convenientes ahora – dijo amenamente y llegamos hasta el lobby.

-Vamos – dijo y avanzó, solo pude quedarme observando su amplia espalda y seguro caminar. – Me volteo a ver y comencé a caminar de nuevo. Ya no hablamos, solo subimos a su auto y di las direcciones para quedarme observando el camino en silencio mientras íbamos en el coche de lujo.

-Llegamos – Mencionó y sacudí mi cabeza para despertar de mis pensamientos. Comencé a abrir la puerta.

-No lo soy – dije deprisa y el me volteo a ver con cara de confusión. – No soy nada seguro de mí mismo, de hecho esta experiencia ha sido incómoda y dolorosa. – Me bajé y él se bajó también del otro lado.

-¿Taemin?- Con solo decir mi nombre sabía que las cosas no estaban nada bien.

-Solo pretendía para no seguir siendo un perdedor ante ti, pero solo me da más y más coraje, por lo menos podrías haber sido fracasado o feo para que tuviese suficiente valor. Pero solo sigues mostrándote como alguien superior. – Me giré con dirección a mi edificio.- Sé que nos hemos encontrado por casualidades y yo te busqué una vez, pero prefiero que no nos volvamos a encontrar.-

Avancé todo el camino hasta la entrada pasé deprisa y llegué hasta el elevador. Suspiré y me miré en el espejo que formaba la pared trasera del estrecho espacio, con mis gruesas gafas. –No has cambiado nada Taemin miré al piso. Esos días había pensado que me podría enfrentar contra Choi Minho sin problema, pero él me había sobrepasado. Se había vuelto aún más brillante.

 

 

 

-PFF ¡Apestas a alcohol! – Jen tapó su nariz con sus dedos mientras yo pasaba a sentarme a mi cubículo.

-Anoche fue de locos.

-Sí, vi algunas fotografías en el Facebook de Key – dijo haciendo clic un par de veces en su computadora. – Aquí estas bailando con un chico alto, y aquí con un chico rubio y Key tiene miles de selfies.

-¡¿QUÉ?!- Me levanté deprisa para ver lo que estaba diciendo Jen. – Demonios, Key es un posteador ebrio – dije mirando todas las fotos y luego noté una en el grupo -¿Qué es eso?

– Jajajajaja posteador – se mofó de mi elevado uso de vocabulario – ¿Esto? – Jen seleccionó la foto que estaba señalando y al instante pude notar. –Es un chico durmiendo, no lo vi en ninguna otra foto ¿Qué está abrazando?

Me acerqué a ver la fotografía y me quedé mirando fijamente a las sombras obscuras.

-Parece… – Creí identificar lo que se trataba pero en ese momento mis pensamientos fueron interrumpidos.

-¡Ahí viene la jefa! – Corrí a sentarme mientras Jen cerraba la página deprisa.

Los peores días de trabajo definitivamente son aquellos donde debes luchar contra la cruda y el malestar mientras trabajas. Más si tus compañeras tienen una dieta rara de pescado y tofu apestoso. Deseaba no volver a beber nunca jamás pero sabía que no funcionaría hace unos días me lo había propuesto y al final había sido arrastrado de nuevo.

 

El día pasó tranquilo en el trabajo mientras veía la pantalla un poco más repuesto sin dejar de beber un vaso de agua tras otro. Voltee a ver mi celular que había estado apagado por un largo tiempo debido a que había olvidado conectarlo entre todo el ajetreo nocturno.

-22 llamadas perdidas – Jen mencionó mientras también observaba la pantalla -¿Dejaste embarazada a alguien?

-¡¿QUÉ?! – Le pregunté alarmado mientras desconectaba el teléfono y miraba la lista.

-No es posible – La chica del cubículo contiguo se asomó – Taemin no es así.

La miré desconcertado.

-¿Cómo es…? –Jen preguntó haciendo una cara de molestia después de mirarme observarla sin entender lo que sucedía.

-Pues me refiero… – Miró a otro lado donde alguien más se asomaba – es qué…

-Ella se refiere a…- la chica que se había asomado interrumpió – a que Taemin es un buen chico – dijo después de la pausa lo que me hizo quedar aún más desconcertado. Nunca había interactuado bien en situaciones sociales así que solo me limité a sonreír nerviosamente y luego me gire a mirar mi celular.

Jen se asomó por mi hombro y de reojo pude ver como una chica jalaba a la otra.

-No les hagas caso – Jen dijo suave y cambió el tema antes de que pudiese mencionar algo – todas son de Jonghyun.-

-¿Se habrá peleado con Key? – Pregunté mientras marcaba al celular de mi compañero. – ¿Jonghyun hyung? – Dije tan pronto se conectó la llamada algo preocupado.

-¡Taemin! – Soltó con fuerza mi compañero de casa por el teléfono – debes venir pronto.

-¿Sucedió algo? – Interrogué aún más intranquilo.

-Sí, se puede decir que sucedió algo grande, ya no tardes – colgó rápido y comencé a guardar mis cosas.

-¿Qué pasó? – Jen me miró alterada.

-No lo sé – tomé mi mochila – parece ser importante. Te cuento mañana – me levanté y me despedí con una reverencia antes de salir corriendo.

 

 

Llegué en un parpadeo afuera de mi edificio y me recargué en mis rodillas con ambas manos agachándome para tomar aire, después de tremenda corrediza. Tomé tres largos respiros y me adentré hacía las escaleras para subir con prisa. Seguí por el pasillo hasta la puerta y cuando la abrí el departamento se veía limpio de nuevo.

Inspeccioné alrededor esperando cualquier cosa que estuviese fuera de su lugar, parecía que el problema no residía ahí. Tal vez se trataba algo que había pasado a Jonghyun.

Entré a la cocina y tampoco pude verle. Miré hacía su puerta y me dirigí hacía ella, toqué un par de veces, pero como no hubo respuesta la abrí para encontrarme con la habitación vacía y más desordenada de lo acostumbrado. Giré de nuevo para ver alrededor, no entendía lo que sucedía. Jonghyun me había apresurado pero ni estaba ahí.

Me quité la mochila y me dirigí a mi habitación para dejar las cosas y tomar ropa fresca. Ya que Jonghyun no estaba y había salido algo temprano podía tomarme un baño para refrescarme y quitar el olor a alcohol de mi cuerpo. Luego podría hablarle.

Me desvestí sin problemas y salí con la toalla amarrada en mi cintura hacía el baño. El agua caliente me sentó muy bien mientras golpeaba mi espalda después de tallarme y lavarme salí del baño y usé la bata mientras me secaba el cabello.

Aún no había nadie alrededor cuando salí del baño, me dirigí a la cocina aún en bata y con la toalla en mi cabeza y abrí el refrigerador con la idea de tomar un poco de agua. Pero la lata de cerveza llamó más mi atención, no había nada mejor después de un baño caliente. Abrí la lata y me dejé caer en el sillón tomando mi celular para llamar a Jonghyun.

Pero luego una extraña idea llegó a mi mente y no pude librarme de ella mientras presionaba el celular entre mis dedos. Lleno de curiosidad me dirigí a mi habitación dejando el celular de lado.

Entré y me agaché debajo de la cama jalando la caja que había revuelto hace unos días buscando cualquier cosa que me conectara con mi Noona.

Pude ver mis viejos anuarios, fotografías, mis zapatillas de la escuela y luego miré el objeto que me había intrigado desde esa mañana. Tomé la chaqueta de mi uniforme de preparatoria y recordé la foto que me había enseñado Jen esa mañana.

-Estoy seguro que era esto – Miré la caja de nuevo, no podría saber si alguien había movido algo por que había revuelto todo hace unos días. Pero aun así esa foto aunque estaba obscura se podía ver a Choi Minho abrazando algo como esto. La caja estaba lejos del borde de la cama. – No creo que se estirara y la tomara – miré hacía el lugar donde se había quedado dormido, la caja estaba en el centro debajo de la cama, más hacía los pies -¡Waaaaa! – Desacomodé mi cabello con ambas manos – esto no tiene sentido – me dije volviendo a mirar la cama -¿Qué es lo que tramas Choi Minho?-

Volví a ver la caja esperando encontrar otra pista pero en ese momento la puerta del departamento anunció la llegada de alguien. Corrí hacía la sala esperando que se tratase de Jonghyun y me explicase lo que estaba pasando.

-¿Qué sucedió? – Pregunté al notar que el abría la puerta y luego se hacía a un lado.

-Ya no pasó nada – dijo con una sonrisa y luego miré asombrado al chico que le seguía cargando torpemente un bonche de bolsas con alimentos – he solucionado todo. – Dijo con orgullo y cerró la puerta después de que el chico de cabello castaño entró intentando no dejar caer nada – te presento a nuestra nueva criada.

-¡Oye! – El chico reclamó y varias de las bolsas se cayeron.

-¿Onew hyung? – Pregunté intrigado al verlo ahí mientras intentaba volver a levantar las bolsas sin soltar las otras.

 

 

 

 

 

-¿Por qué estás aquí hyung? –Pregunté mientras guardábamos todas las cosas en la cocina y el mayor solo me sonrió.

-Dile qué fue lo que hiciste esta mañana – Jonghyun dijo poniéndose junto a él su rostro lleno de alegría y abriendo la boca como siempre lo hacía cuando algo le parecía interesante.

-Renuncié a mi trabajo – dijo sonriendo y mi compañero afirmó mientras que abría amplio los ojos.

-Y… ¿Cuáles son tus planes ahora? – Jonghyun simuló acercar un micrófono cerca de la boca de mi primo. Este solo pudo subir su mano a su cabeza para rascar su nuca con una enorme sonrisa.

-Deseo abrir mi propio restaurante de pollo – terminó diciendo con anhelo.

-¿Pollo? – Pregunté sin saber que pensar.

-Sí, el mejor de la ciudad – dijo Jonghyun pasando el brazo por los hombros de mi primo.

-¿De esta ciudad? – Ambos afirmaron.

-Por eso se quedará con nosotros – Jonghyun  dijo sonriendo.

-¿Con nosotros? – Seguía sin poder conectar los puntos, el siempre responsable Jinki había renunciado a su trabajo y se había mudado de la nada en un abrir y cerrar de ojos.

-Solo es por un tiempo Taemin – dijo sonriendo y tomó un paquete de leche de banana para acercarlo a mí. Tomé la bebida de sus manos recordando cómo se había vuelto una costumbre de que comprara cosas como esa para mí desde niños.-Tengo ya mi primera inversión y no quiero gastar mucho tiempo buscando un departamento mientras abro el restaurante. Además hice un trato con Jonghyun.

-¿Un trato? – Pregunté al escucharlo mientras rompía el sello de la leche con una delgada pajilla y luego miré hacía la persona que empezaba a escabullirse por la puerta de la cocina -¿Qué trato hyung?- Volví a preguntar con una mirada aguda mientras sorbía de la leche.

-Eso… es – Jonghyun rio nerviosamente.

-Yo pagaré toda la renta mientras me quede aquí y haré las tareas de la casa – Onew dijo con orgullo.

-Hyung – Dije con voz firme y Jonghyun salió corriendo deprisa. Mi reacción fue seguirlo tan rápido como pudiese. Atravesó la puerta que daba al pasillo y le seguí sin detenerme, corrí tan rápido tras el intentando detenerle antes de que llegase a las escaleras al otro lado del estrecho recinto.

Estuve por alcanzarlo pero llegó antes a la puerta de las escaleras, para mi suerte rebotó después abrir la puerta cayendo de sentón en el piso como si hubiese golpeado contra un muro.

-Lo siento- se escuchó una voz hablar desde la puerta y me acerqué a ver de quién se trataba.

-Taec hyung- dije sonriendo al ver quien había detenido al fugitivo.

-¿De que estas hecho? – Jonghyun sobaba su nariz – ¿Acaso eres de ladrillo? – El alto extendió su mano y ayudó a mi compañero a levantarse -¿Qué te trae por aquí? – Jonghyun preguntó y luego miré que Taec sacaba su celular y lo dirigía hacia mí.

-Vine a entregar algo – el flash me cegó por un momento y luego sacudí mi cabeza.

-¡Oye! – Me quejé y luego me di cuenta que aún seguía en bata -¡Borra eso! – Intenté quitarle en celular pero el rápidamente lo metió en su traje.

-Es una moda interesante bailarín– dijo riendo – traigo algo de comer – enseño una bolsa de plástico que cargaba en su mano izquierda. –  Vamos, vamos.-

 

 

 

Cuando terminé de cambiarme salí a la sala donde estaban todos reunidos atacados de risa por las fotos de la noche anterior.

-No recuerdo haber usado esa cacerola de sombrero. – Dijo Jonghyun mientras pasaban las fotos.

-Yo no recuerdo haber bailado con Taemin – siguió mientras mostraba la imagen del celular.

Onew se asomó a verla y luego se recargó en el respaldo para seguir riéndose con fuerza.

-Yo no puedo creer que Key haya podido tomar y subir todas esas fotos después de beber tanto – dije mirando la pequeña pantalla.

-Es un fotógrafo experto – Taec dijo riendo.

-Una de las miles habilidades de Key – Onew agregó y todos lo volteamos a ver un momento deteniendo nuestras risas.

-Es cierto. – Interrumpí después de un momento -¿Qué era lo que venías a traer?-

-Aaaaa – buscó dentro del bolsillo interno de su traje, sacó un bolígrafo y lo acercó a mí.

-Mi pluma – dije tomándola con curiosidad.

-Minho me dijo que la entregara, al parecer se quedó en el coche esta mañana. –Agregó y afirmé, no me había dado cuenta que no tenía ese bolígrafo conmigo. A veces solo los dejaba perder.

-Gracias – dije un poco ido ¿Taec había venido solo para eso?

-No hay de qué – se puso de pie y tomó sus cosas. – Ya es hora de que vaya al gimnasio. – Se levantó y me miró de una forma rara. –Taemin ¿Me acompañas a la salida?

Lo miré confundido y afirmé. Jonghyun estaba por seguirme pero Onew lo detuvo pidiendo que le ayudar a terminarse los bocadillos. Salí con el alto sin entender lo que sucedía se había puesto algo serio. Bajamos el primer grupo de escaleras y en el descanso se detuvo por completo.

-¿Taec hyung? – Interrogué mientras lo veía congelado ahí.

-Taemin – habló con cierto nivel de seriedad – te lo diré amablemente porque me agradas. – Me quedé petrificado al escuchar eso. – No sé qué le hayas dicho a Minho, pero te aseguro que si lo vuelvo a ver así, no te lo perdonaré.

Después de eso me quedé petrificado en ese lugar, Taec se alejó en algún momento pero me quedé ahí, sin entender lo que había sucedido. No sé cuánto tiempo pasó pero cuando escuché pisadas en los escalones inferiores solo subí deprisa para volver al pasillo.

Me quedé fuera de la puerta un momento, en algún momento había dejado de pensar en lo que Taec había dicho y me había centrado en mis propios recuerdos.

 

Flashback

Estaba ahí, parado frente a ese chico con cabello negro algo largo, yo no le conocía.

-¿Qué quieres mocoso? – Preguntó mientras yo tomaba aire, había corrido por toda la escuela solo para encontrarlo.

-No te conozco. – Comencé y el chico me miró raro – tampoco sé lo que hiciste. –Seguí con un poco más de confianza – pero si vuelves a dañar a Kibum, tendré que hacer algo al respecto-.

El chico se mofó de mí y miró hacia otra dirección.

-¿También tú has caído en su acto de inocente? – Dijo sin volver a verme.

-No – dije con seguridad y dirigió su mirada a mí – él se ha vuelto en un amigo que quiero proteger.

-No gastes tu tiempo en personas como esa – se giró y comenzó a caminar. Lo odié en ese momento ¿Quién era él para decirme en quien debía gastar mi tiempo? ¿Por qué todos se guiaban por la apariencia que se le había dado a Key? ¿Por qué nadie se tomaba el tiempo para saber cuál era la realidad?

Fin del Flashback

 

Esas preguntas no dejaron mi cabeza, pero nunca pude abrir la puerta hacia mi apartamento. Una parte de mí bien sabía que debía ir a otro lugar. Me empecé a odiar a mí mismo mientras caminaba por la calle sin poder detenerme, sabiendo que no me gustaba el destino al que me dirigía. Pero una fuerza aún más poderosa que mi disgusto y mi pasado me seguían jalando.

Me pegunté varías veces que haría el héroe de mis historias, de seguro indagaría más en el asunto. También buscaría la bondad en aquello que parecía ser vil y ruin.

Pero esas solo eran historias ¿Verdad Noona? Este mundo si tenía villanos odiosos, no aquellos con una profunda carga emocional que justificaba sus acciones. Suspiré cuando noté que estaba afuera de esa elegante puerta en el amplio pasillo.

-Él no es tan malo- escuché la suave voz, aquella que me daba calor mientras acariciaba mi cabeza intentando consolarme después de ser golpeado. Pero no quería escuchar eso, la heroína de mi historia debía siempre salvarme a mí y mi orgullo masculino era pisoteado una y otra vez mientras me cuidaba como una hermana mayor.

-Él no es tan malo – volvió a resonar en mi cabeza y eso me indujo a tocar la puerta un par de veces. Por un momento no hubo ningún sonido pero después de un rato pude escuchar como los cerrojos de la puerta comenzaban a moverse.

-¿Taemin? – La persona detrás de la puerta preguntó lleno de asombro mientras sus ojos estaban rojos, posiblemente por el cansancio y se encontraba con pijama – ¿Todo está bien? – Preguntó preocupado y  se hizo un lado para que pasara al interior del amplio departamento – ¿Viniste caminando? – Volvió a preguntar aun sin obtener respuesta de mí.

Todo al interior del departamento estaba a obscuras apenas se podía ver unos cuantos hilos de luz atravesando por las ventanas. Ya era bastante tarde, me tomó mucho tiempo darme cuenta que habían pasado horas desde que Taec me había confrontado.

-¿Quieres algo de tomar? – Se dirigió hacia la cocina y lo detuve con el primer sonido de mi voz.

-Perdona- es todo lo que pude decir. No era nada bueno con las palabras, pero eso era todo lo que podía decir. Había odiado la forma brusca en que le había pedido que me evitara. Y le había culpado por nuestros encuentros que solo habían sucedido por casualidad.  Me estaba comportando como un malcriado como si todos los problemas fueran para mí y mi mayor odio era que él me estaba agradando, mi enemigo jurado, la persona que más debía odiar, ya no era tan mala persona. Simplemente temía por su brillo, porque debía ser así con alguien que cambió para bien. Podía seguir odiando al universo por no castigarlo pero eso no solucionaría nada.

-No debes disculparte- dijo sonriendo y siguió a la cocina. Como lo odiaba, definitivamente lo odiaba -¿Quieres algo de comer? – Se asomó antes de entrar.

-Te odio Choi Minho – Dije bajo y él se quedó en silencio mientras tomaba cosas del refrigerador – Dije que te odio – subí un poco la voz.

-Escuché a la primera – dijo tranquilo y comenzó a cortar fruta.

-Por lo menos debes decir algo – me acerqué a él lleno de ira. Porque no solo me confrontaba, porque debía seguir con esa falsa amabilidad. Soltó el cuchillo y me volteó a ver.

-Si eres seguro de ti mismo, nunca has sido un perdedor – comenzó a levantar la voz – ¡No soy nadie superior a ti! ¡Y también te odio!-

-¡YO TE ODIO MÁS! –Respondí deprisa – ¡ODIO QUE MUESTRES ESA FALSA SONRISA Y PRETENDAS SER AMABLE!-

-¡YO ODIO QUE TE MUESTRES COMO UNA VÍCTIMA TODO EL TIEMPO!- Se alejó de la mesa y tomó el cuello de la camisa.

-¡TU FUISTE QUIÉN ME VOLVIÓ LA VÍCTIMA! –Dije sin contenerme con el deseo ferviente de seguirle gritando a Choi Minho.

-¡NO TIENES NINGUN DERECHO A DECIRME QUE YA NO TE VEA! – Dijo avanzando, empujando mi cuerpo contra la pared.

-¡ES MI ÚNICA MANERA DE LUCHAR CONTRA TI! –Tomé el cuello de su camisa de la misma forma que él tomaba el mío.

-¡YO NUNCA HE PODIDO LUCHAR CONTRA TI! – Se quedó anonadado y pude ver cómo me miraba fijamente fue soltando el agarre de mi cuello despacio y poco a poco bajó sus manos. –No puedo luchar contra mí – agregó suave.

-Tonto – solo pude decir eso y solté su cuello – ambos pensamos que debíamos luchar el uno contra el otro. – Me senté en una silla y él pasó a sentarse al otro lado de la mesa para quedarnos en silencio un momento.

-Me volví amable por tu culpa – dijo después de un momento y lo miré asombrado. – Siempre envidié tu absurda y molesta amabilidad, la veía tan falsa. Pero al final solo quise ser así de amable.

Me burlé de él por un momento y luego volví a hablar – yo imité tu odiosa confianza en ti mismo y el deseo de ponerme primero ante todos los demás. – El comenzó a reír y le miré confundido.

-Odiamos la parte de nosotros que hay en el otro – dijo sin dejar de reír y después de razonarlo también comencé a reír. De verdad odiaba esa amabilidad porque sentía que lo hacía débil y no podía confrontarlo, era aquello que siempre había odiado de mí.

Reímos por un buen rato, frustrados de que no podíamos enfrentarnos a nuestros pasados yo por qué ya no existían y exasperados porque habíamos dedicado tanto tiempo en esa extraña meta. Después comenzamos a comer mientras seguíamos enunciando tonterías que habíamos cometido, éramos tan estúpidos los dos, pero Choi Minho me ganaba.

-¿Entonces de verdad no me pudiste reconocer en el club? – Dije tomando del té que había servido el alto. El miró en otra dirección antes de contestar.

-Tu cabello cambia de color ¿Cómo quieres que te reconozca todo el tiempo?-

-Vaya forma de herir mi orgullo, por lo menos debías recordar mejor a tus víctimas.- Pensé por un momento y dejé la taza caer en la mesa con un golpe -¡Pero reconociste al instante a Key!-

-Key es peculiar por todos lados –se atrevió a agregar y solo pude reír, estábamos simples desde que habíamos descubierto nuestra torpeza. Mi risa se detuvo un instante mientras bostezaba ampliamente, el cansancio me había alcanzado.

-Debemos dormir – el chico se puso de pie – puedes quedarte en mi cuarto, dormiré en el sillón. – Negué en ese mismo instante.

-No seas amable- me levanté y caminé hacía la puerta.

-No seas orgulloso – me miró fijamente y luego se giró.

-Duerme en el sillón mosca, luego me culparás si te pasa algo en la calle mientras vas a casa – sonreí al escuchar ese tono.

-En ese caso dormiré bien – corrí y me dejé caer en el sillón estirándome a lo largo – si me haces algo mientras duermo me las pagarás Choi Minho.

-Lo mismo digo Lee Taemin – dijo entrando a su habitación y cerrando la puerta.

-Descansa Minho – agregué suave mientras cerraba los ojos.

 

 

 

-¡Por fin! ¡Llegó el fin de semana! – Jonghyun gritó el viernes en la noche al salir de la regadera solo con una toalla en la cintura. Mi primo Onew y yo volteamos a verlo un momento por el escándalo que había armado y luego regresamos a ver la televisión mientras comíamos galletas.

-¡Anímense chicos! – Dijo parándose frente a nosotros bloqueando la tele y ambos solo movimos la cabeza a un lado para seguir viendo. -Vamos, tenemos que estar pronto en el bar.

-¿Tenemos? – Pregunté sin dejar de ver el programa.

-Sí, hoy es importante, andemos – Jonghyun se movió – yo iré, primero espero verlos ahí a las 10:00.

Ambos escuchamos eso, pero estábamos molidos. Miré el reloj y apenas eran las 6:00 así que decidí esperar. Jonghyun se arregló y salió del departamento después de una hora y nosotros nos quedamos ahí. Esa semana había dormido mal dos días y luego había ayudado a Onew corriendo de un lado a otro buscando una buena locación para su restaurant.

El teléfono sonó después de un rato mientras seguíamos viendo la televisión.

-Bueno- levanté mi celular mientras estaba recargado en el sillón  y Onew estaba sentado en el piso frente la mesita.

*¿Ya vienen?* La voz de Key preguntó desde un lugar bastante ruidoso.

-¿A dónde? – Dije medio ido.

*Pues aquí, al bar* Parpadee un par de veces al escuchar eso *Jonghyun se presenta a las 11:00*

-¡La canción de Jonghyun! – Dije levantando la voz y miré a Onew que me observaba con una galleta en la boca confundido -¿Qué hora es? – Pregunté mientras corría a la puerta a ponerme los zapatos.

-Son 10:15, me dijo que estarían aquí a las 10:00 para ayudarle – miré hacia Onew y le empecé a hacer señas con las manos para que se apresurara.

-Llegamos en 15 minutos Key – Onew se apresuró al escuchar y solo tomé las llaves antes de salir del departamento.

Corrimos a buscar un taxi en la calle frente a los departamentos. Era algo difícil para un viernes en la noche, pero no había mucho tiempo. Al final detuvimos uno en la parada del autobús y con el tráfico tardamos aproximadamente treinta minutos en llegar.

Entré corriendo al bar para notar que debía regresar porque mi primo se había tropezado. Tras ayudar a Onew volvimos a entrar.

-¿Dónde se habían metido? – Key preguntó tan pronto nos acercamos a la mesa en donde estaba.

-Es una historia complicada – dije algo avergonzado intentando no tener que explicar que nos habíamos quedado viendo tele y olvidado el asunto por completo.

-Nos quedamos viendo tele – mi primo soltó sin vergüenza y solo pude apenarme. Kibum me lanzó una fuerte mirada y luego miró hacía Onew.

-Si serán primos – se quejó y las luces del bar bajaron en intensidad y las del escenario fueron encendiéndose.

El escenario era pequeño y estrecho, cuando se presentaba una banda apenas había espacio para la batería. Pero ahora había solo un banquito y un micrófono.

-¿Va de solista? – Key me preguntó acercándose a mi oído y afirmé. Le estaba por decir que había dejado su banda cuando Jonghyun entró al escenario dejándome asombrado. No tenía su look rockero, ahora traía una camisa y pantalones pegados. Estaba de azul marino y blanco y había cambiado su peinado por algo más suave.

Hizo una reverencia y se pasó a sentar con su guitarra acústica. Miré alrededor y noté que también los asistentes eran diferentes a lo normal. Siempre que había estado ahí para una presentación de Jonghyun las personas que estaban en el lugar tenían una vibra más pesada y había mucho cuero negro, ahora todo se veía más bohemio y tranquilo, hasta Key encajaba en ese lugar.

-¿Es un nuevo género para él? – Onew preguntó y me asombré al verlo ahí, en algún momento se había movido entre Key y yo.

-Sí, es la primera vez que compone una canción así – dije sonriendo al escuchar sonar el primer acorde de una suave melodía.

-¿Lo es? – Key preguntó asombrado y miró fijamente al escenario, la música era suave y agradable. Me costaba pensar en pasos de baile para ella, pero la letra sonaba tan sincera y hermosa.

Por un rato pensé que si las heroínas de mis libros tuviesen un tema musical sería algo así. Con leves notas suaves y una voz fuerte insistente en el deseo de poder hacer que sus sentimientos alcancen a esa persona que hasta ahora solo ha aparecido en sus sueños.

Solo fue una canción pero al final todos aplaudieron como si se hubiese tratado de un concierto completo. Jonghyun hizo una reverencia y salió sonriendo mientras sujetaba su guitarra con fuerza.

-Tiene muy buena voz – mi primo mencionó mientras nos volvíamos a sentar después de haber aplaudido de pie. Noté que Key no se había sentado y seguía observando hacía donde Jonghyun había salido. – Vamos por una cerveza –Onew tomó de los hombros a Key y se acercaron a la barra, volví a ver hacía el escenario. Tal vez debía ir a felicitar a Jonghyun, no sabía cuánto tiempo estaría ahí.

Me levanté pero no tardé en chocar contra alguien debido a que me dedicaba a ver hacia el escenario. -Cuidado bailarín – el muro contra el que choqué dijo alegre.

-Taec hyung – sonreí al verle – voy a felicitar a Jonghyun.

-Yo tengo una cita justo ahora – señaló hacia la puerta donde una chica con un vestido rojo apretado esperaba con los brazos cruzados – ¿Le puedes decir que estuvo genial? – Afirmé entre el bullicio de la gente hablando y luego me despedí solo moviendo la mano.

Logré llegar hasta detrás del escenario, pasando entre varias chicas. Esto de seguro se le subiría a la cabeza a Jonghyun, volvía chocar entre la multitud.

-Perdón- disculparme fue mi primer reacción pero luego levanté mi vista.

-Ya estás agrediéndome mosca- Minho estaba parado contra la pared del estrecho pasillo y había chocado directamente con él.

-Solo es una más de las que te debía – me recargué a su lado también recargándome contra la pared – ¿Has visto a Jonghyun?

-Se está cambiando – miró alrededor a todas las chicas que esperaban – parece como si ya fuese una superestrella.

Cada vez que la puerta se abría las chicas se empezaban a empujar de un lado al otro y armaban un escándalo. Varias veces intentamos evitar ser golpeados, pero al final una chica empujó a otra contra nosotros.

-¡Fíjate! – Empezó a decirme y luego levantó la vista hacía Minho. –Perdón oppa – agregó en un tono de voz diferente.

-Espera – la miré fijamente – tu estuviste en nuestro departamento.-

-¿Taemin? – Se acercó a verme y yo afirmé. Ella había estado una mañana ahí y había desayunado conmigo hotcakes mientras Jonghyun estaba desaparecido.

-¿Se conocen? –El alto nos preguntó y ambos afirmamos.

-Conocí a Taemincito cuando salía con Jonghyun – acarició mi cabeza como si fuese un cachorro o algo así.

-Taemincito – crucé los brazos simulando estar molesto y Minho se atacó de risa.

-Taemincito – se volvió a reír con fuerza después de pausar un momento para soltar el apodo.

-Aaaa – la chica se giró – Jonggie está por salir – la puerta se volvió a abrir y todas las chicas se abalanzaron.

-Mejor deberíamos felicitarlo luego – Minho dijo con sabiduría y yo afirmé.

-¿Qué es este escándalo? – Alguien preguntó junto a nosotros.

-Quieren ver al cantante de hoy – el alto contestó y volví a afirmar. Para luego voltear y darme cuenta que se trataba de Jonghyun.

-¿Qué haces aquí? – Pregunté asombrado al verlo con su ropa común y su peinado regular, junto a nosotros.

-¿Cómo qué qué hago aquí? –Me dijo tranquilo. – Me acabo de presentar.

-Shhh – Minho cubrió su boca – tus fans te van a hacer pedacitos. – El bajito movió la mano del alto de su boca.

-¿Mis fans? – Jonghyun miró al grupo que seguía dando empujones para pasar por la puerta.

-¡Jonghyun! – Una chica grito y varias se giraron.

-Aaaaa – Jonghyun afirmó un par de veces – esas no son fans – tomó la guitarra que estaba recargada en la pared deprisa – son exes – y salió corriendo después de eso hacía la puerta al final del pasillo que daba hacía el callejón.

Varias del grupo de chicas no tardaron en seguirlo y otras se quedaron ahí como derrotadas.

-¿Tantas exes? – El alto preguntó mientras nos dirigíamos de regreso a las mesas del bar y afirmé.

-¿Taemin? – Alguien más me llamó y me giré para ver que se trataba otra de las chicas, me asombró que no hubiese notado que conocía a varias en el grupo.

-Hola Noona – hice una reverencia a la chica y esta me imitó.

-¿Cómo ha estado todo? – Preguntó con cierto cuidado y me vino a la mente que tenía tiempo sin verla, ella había salido con Jonghyun cuando… mi mente pasó de un lugar a otro -¿Taemin? – Volvió a preguntar  y me sacó de mis pensamientos.

-Lo siento, todo ha estado mucho mejor – dije sonriendo nerviosamente y ella me sonrió.

-Quería saber si podría pedirte una cita – incliné un poco la cabeza.

-¿Con Minho? – Señale al chico alto que estaba tras de mí.
-No – la chica negó nerviosamente – me refiero…-

-No seas tonto – Minho me pegó en la nuca pero no con fuerza – quiere una cita contigo-.

-¿Conmigo? –Me señalé confundido y la chica afirmó con la cara roja. Me sentí un poco avergonzado por ponerla en esa situación -¿Está bien el próximo fin  de semana? – Pregunté sin saber que más decirle.

-Claro – la chica tomó mi teléfono de mi mano y empezó a escribir su número. –Me llamas luego para decidir a donde vamos – me sonrió y volvió a hacer otra reverencia antes de irse despidiéndose alegremente.

Minho comenzó a avanzar –tomemos una cerveza – dijo algo serio y afirmé sonriendo. Fuimos hasta el bar por las bebidas y luego volvimos a la mesa donde estaban Key y Onew platicando tranquilamente.

-¿Dónde te habías metido? – Key preguntó demandante y luego le lanzó una mirada a Minho de desagrado.

-Fuimos a felicitar a Jonghyun, pero fue algo imposible- me senté y bebí de la espuma sonriendo.

-Y luego la mosca consiguió una cita – Minho agregó antes de tomar un largo trago a su cerveza.

-¿Con quién? – Key miró alrededor analizando a todas las chicas del bar.

-Es una Noona que conozco – dije tranquilo, no pensaba darle tanta importancia. Solo deseaba mostrarle a ella que me encontraba bien.

-¿La conozco? – Afirmé y suspire un poco mirando las pequeñas burbujas de la cerveza moverse. -¿De dónde? – Key siguió interrogando.

-La viste en el hospital – dije serio y suave dejando a Key en silencio.

-Deberíamos comer algo – Onew cambió el tema e intenté mirar hacia el lado discretamente, para saber si Minho había puesto alguna cara de curiosidad ante el tema que todos los demás entendíamos sin tantas palabras y del cual no se permitían hablar frente a mí.

-Creo que deberíamos ir a un club mejor – Key dijo lleno de energía.

-Yo paso – formé una cruz con mis brazos – la última vez que fui a un club desperté en la cama de un tipo arrogante.

-Yo también, la última vez que estuve en un club un tipo terminó vomitándome – el alto agregó tranquilo y decidí darle un codazo en las costillas.

-En ese caso iré solo –Key se puso de pie.

-Yo también voy – Jonghyun dijo riendo recargándose en mi hombro y el de Minho.

-Wow, sobreviviste – Minho agregó y bebió más de su cerveza.

-Es mi habilidad especial – Jonghyun sonrió -¿A dónde vamos?-

-A un club – Key se puso sus lentes obscuros.

-Yo también voy – Onew se levantó rápido y miré a todos listos.

-Rayos, vamos pues – dije bebiendo rápido mi cerveza y levantándome.

-¿Y tú altote? – Jonghyun miró a Minho con ojos suplicantes.

-Ya qué – se levantó. –Aunque no estoy vestido para ir a un club.

-Yo tampoco – me atreví a decir antes de que Key lo señalara.

-Ni Onew – nuestro fashionista amigo se fue contra la última víctima que quedó.

-Wow ¿Entonces califico como vestido? – Kibum comenzó a avanzar.

-No, pero para ti ya no existe ninguna esperanza-.

 

 

Al final había sucedido de nuevo, me habían dejado solo en la pista de baile. No sé por qué seguía intentando ir a clubs con Kibum. El primero en desaparecer había sido Jonghyun que se había ido tras una chica, luego había llegado otra de vestido negro corto y había jalado a Minho del cuello de la camisa.

Key no tardó en encontrar un chico con quien coquetear y Onew… creo que mi primo era más lamentable que yo, solo había ido tras de Kibum para vigilar que estuviese bien. De un momento a otro me sentí cansado, no había parado de bailar desde que habíamos llegado y me había comportado bastante bien. No había bebido nada ahí, parecía que era el momento de marcharme.

Pero no pude alejarme del lugar porque alguien tomó mi muñeca, me giré rápido a ver y se trataba de Minho quien sonreía amplio.

-¿Estás bien sacamocos? – Pregunté acercándome a su oído notando lo enrojecido de sus mejillas. El negó aun con una sonrisa. Miré alrededor y lo jalé para salir de la pista.

-¿Tomaste demasiado? – Dije cuando entramos al baño.

-Mira, estamos otra vez en un baño – por alguna razón eso me causo un poco de gracia.

-Mójate la cara chico que remarca lo obvio – él se acercó al lavabo y abrió la llave solo para terminar vomitando ahí. –Rayos – maldije mientras lo movía de ahí pasando su brazo por mis hombros para ponerlo en el siguiente lavabo y limpiarlo un poco -¿Me éstas haciendo pagar por la de la otra vez? – Interrogué mientras limpiaba su rostro con papel de baño y agua.

-No, no más que pagar, aún debo mucho – empujó mi mano.

-Muy bien, hora de marcharnos –volví a pasar su brazo por mi hombro y lo llevé hasta la salida. Lo senté en una de las bancas que estaban en la calle y empecé a buscar un taxi.

-Waaa, por que no pasa ninguno – dije exasperándome y sentándome junto a Minho que estaba ya casi dormido.

-Soy un fenómeno – habló suave y luego comenzó a llorar – soy un engendro – empezó a golpear su pecho.

-Hey, deja eso – intenté detenerle.

-Lo soy – empujó mis manos – hasta esa chica lo dijo.

-No debes hacer caso a lo que digan  – dije volviendo a levantarme para seguir buscando un taxi.

-Tú no sabes, tu eres normal –miré a Minho retorcerse en la banca. – Siempre es tan vergonzoso… perdona soy gay… ¿Por qué debo decir perdón? – Me acerqué a él y me puse de cuclillas mientras lo veía seguir presionando su cabeza con ambas manos, sin dejar de llorar. – Debo disculparme porque soy una aberración, ya no tengo ni una pisca de orgullo.

-¡Nadie es una aberración! – Lo regañé fuerte y claro, y él alzó su vista para verme fijamente. – Tu mismo estás hiriendo tu orgullo – dije un poco más suave – seas lo que seas no tiene nada de malo. – Me abrazó tan rápido que me quedé sorprendido, simplemente se quedó sentado en la banca y apoyándose en mi cuerpo aun en cuclillas. – Te guste lo que te guste siempre serás el sacamocos Choi Minho – dije dando un par de golpecitos en su espalda. Y luego lo escuché roncar sobre mi hombro. –Desgraciado Choi Minho, como te odio-.

 

 

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