El ritmo de la Luna Llena

Casa del ritmo de la Luna Llena

 

 

Dibujo de Taemin
Casaritmo

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El ritmo de la Luna Llena +Capítulo 01+

01

La basura de unos es el tesoro de otros

La lluvia no tardaría en caer el cielo gris comenzaba a manifestarse con fuertes ruidos. El ambiente olía a tierra mojada y la gente comenzaba a abandonar las calles. Decidí correr sabía que era lo suficientemente rápido para llegar a casa antes de ser atrapado por la lluvia.
Mi entrenamiento había estado genial, de seguro ganaríamos en la copa de la ciudad sin problemas. A mis 17 años mi vida parecía ir en la dirección correcta y se trataba de una vida simple y feliz.
Un trueno de mayor magnitud hizo que corriera más rápido, solo me encontraba a unas cuadras de mi casa y con mi velocidad alcanzaría a llegar en unos pocos segundos. Pero para mi suerte algo se metió en mi camino.
Fue doloroso, una dolorosa caída. Voltee en todas las direcciones para saber si alguien me había visto tropezar, no quería pasar una mayor vergüenza. Luego me asomé a donde me había tropezado. De entre la basura podía observar un pedazo de pantalón y un zapato. Estaban en un orden anatómico que daba miedo, definitivamente era una pierna, una delgada pierna. Empecé a retroceder aun en el piso, cuando me fije que debajo de una bolsa de basura se encontraba una mano.
Estaba por correr pero la mano se empezó a mover al mismo tiempo que una gota de lluvia recorría mi rostro. Me acerqué cautelosamente y removí algunas bolsas para encontrar algo bastante inusual.
En el piso, frente a mí, se encontraba un ser humano, un chico, por poco y pienso que se trata de una chica, pero al fijarme bien pude ver a un niño con rasgos muy finos. Parecía estar bien, pero la imagen aun así asustaba.
La lluvia empezó a caer con mayor intensidad empapando la ropa del chico, su rostro hizo una mueca de incomodidad. La única solución que tuve fue cargarlo y llevarlo hasta mi casa que no se encontraba lejos. No podía dejar a nadie en ese clima.
No hubo ningún problema cuando llegué a mi casa por que mi padre había salido de nuevo y mi hermano tenía ya un año viviendo cerca de la universidad. Prácticamente vivía solo.

Conseguí ropa seca, preparé sopa caliente y acosté al chico en mi cama, lo cobijé con cuidado esperando ver alguna reacción pero parecía que no iba a suceder nada, mientras esperaba sentado en el piso y recargado en la cama el sueño me atacó y mis parpados se volvían más y más pesados.

Escuché un ritmo, el ritmo se repetía de nuevo, poco a poco estaba despertándome.
Ring Ding Dong
Ring Ding Dong
Mi celular continuaba sonando, me giré, aun estaba en piso y mi teléfono a unos cuantos centímetros de mí.
-Buenos días – contesté mientras me sentaba.
-¿Cuáles buenos días? ¿No sabes la hora qué es?
-Hola Key, gracias por despertarme.
-Deje de agradecer y ven ahora mismo por que estas por llegar tarde a clases – me paré rápidamente al ver la hora del reloj sobre mi escritorio.
-Mi record de ayer es de 12.34 minutos, se que puedo hacer menos esta vez, espérame en la puerta del salón Key. – Colgué rápidamente, me cambié, revisé al chico que aun estaba dormido y salí corriendo con mis zapatillas deportivas a toda velocidad.

-Te dije que llegaría a tiempo – dije frente a Key que ahora estaba por empezar a regañarme en la puerta del salón.
-Si no fuera por mí, nunca llegarías a clases.
-Mira un nuevo record 12.16 minutos, cada día soy más rápido – dije revisando mi cronómetro y recuperando mi aliento.
-No me importa tu velocidad, arregla ese cabello antes de que entremos a clases, y mira tu uniforme…
Key no terminó su regaño por que ahora el profesor entraba al salón y se disponía a comenzar la clase.
Key se la pasó regañándome a distancia en todas las clases por no poner atención, pero aun me preocupaba por el chico que había dejado en casa.

-Los cachorros después de vagar mucho tiempo caen completamente dormidos cuando encuentran un lugar seguro – Jonghyun hablaba con Key sobre un perrito que acababa de adoptar – fue tan cálido tener al cachorro dormido en mis brazos.
-¿Te lo encontraste en la calle así como si nada?- Key parecía muy interesado.
-Estaba en un basurero, a veces la gente es muy insensible con eso, pero es muy juguetón y alegre ¿Quieres venir a mi casa a conocerlo?
-¿De verdad puedo ir a tu casa a ver el cachorro?
-Claro baby, será muy divertido ¿Y tu que dices Minho?
– Yo creo que no puedo hoy – debía ir a ver al chico que había encontrado, además de que Key me había dicho con la mirada que si me atrevía a ir estaba muerto.
-Lastima viejo, sería excelente que viéramos películas también.
-Lo siento, pero tengo entrenamiento – en realidad no mentía tenía entrenamiento, pero últimamente era mi pretexto para todo. Key esperaba que lo ayudara en su situación.
-Bueno entonces nos vemos a la salida – Jonghyun se despidió y se fue con su grupo de amigos de su mismo año, mientras que yo me quedé con Key almorzando bajo ese árbol. No pensé que fuera buena idea decirle que me había encontrado un chico, aunque fuera mi mejor amigo, simplemente era muy bizarra la frase. Key encontré un chico en la basura, cada vez que la escuchaba en mi cabeza sonaba más rara.
Regresamos a clases y el profesor me regañó varias veces, pero estaba preocupado. Si el chico ya había despertado estaría asustado y confundido, me preguntaba si habría comido algo, si se encontraba bien, si no estaba enfermo o cualquier otra cosa o escenario que pudiera crear mi mente.
Cuando salimos sentí un alivio enorme, decidí faltar ese día al entrenamiento, pero debía aparentar por que si no Key me regañaría y Jonghyun sospecharía algo.
-¿Cuánto tiempo más debo dejarlos solos? – pregunté a la salida mientras acompañaba a Key hasta la puerta principal.
-Lo siento, prometo que no será mucho, es solo que aun no reúno el valor suficiente – Key estaba nervioso de nuevo.
-Tomate tu tiempo, tu mismo lo dijiste esto va a afectar toda tu vida y es tu única oportunidad, sigue luchando – por ahora solo podía darle ánimo ya habían pasado 2 semanas desde que me había dicho sobre sus sentimientos hacía Jonghyun y ahora estaba intentando confesarse.
-Chicos disculpen la tardanza, entramos al salón de música por un bolso que había olvidado una de las chicas, fue una misión secreta – Jonghyun ahora aparecía casi gritando aquello que debería ser un secreto- ¿Vas a venir Minho?
-Lo siento, ya debo ir a entrenar.
– ¿Me estas abandonando? – ahora ponía una cara triste y empezaba a hacer un puchero.
– No Jonghyun, yo solo…
-Jajajajaja, no te creas muchacho – dijo mientras daba golpecitos en mi hombro – sigue esforzándote con el futbol, seguro de que a la próxima vendrás.
Me despedí de los dos y fingí ir hacía las canchas, cuando estuvieron lo suficientemente lejos salí corriendo de la escuela.

La casa estaba en completo silencio cuando llegué, así que decidí ir primero a mi habitación, cuando entré el chico aun se encontraba en ese mismo lugar donde lo había puesto desde la noche anterior, aun dormido y parecía no haber despertado en todo ese tiempo.
-Debes estar exhausto – dije mientras lo cobijaba otra vez y recogía la sopa del día anterior.
Me fui a cambiar y cociné un nuevo plato de sopa, no era muy bueno cocinando pero conocía como hacer una buena sopa. Me senté de nuevo junto a la cama y comencé a ver ese rostro. Era bastante fino y con grandes labios, cualquiera lo confundiría con una chica. Su cabello estaba desalineado y teñido de un color claro, sus manos eran delgadas y finas. Regresé a su rostro tratando de memorizar cada detalle. Cuando sus ojos se abrieron de golpe. El susto me hizo retroceder un poco.
-¿Estas bien? – pregunté después de observar que el chico veía de un lado al otro – ayer te encontré donde la basura y te traje aquí cuando empezó a llover – parecía confundido, pero no asustado.
El chico se sentó en la cama y comenzó a ver de un lado al otro, como si buscara algo. Luego fue hasta el rincón donde había puesto su ropa a secar y sacó algo del bolsillo. Lo tomó con fuerza en su mano y regresó a la cama.
-Deberías comer algo – el dije mientras se volvía acostar y sujetaba ese algo con fuerza frente a su pecho.
Volteo a verme otra vez, parecía que no me había notado en todo ese rato. Se volvió a sentar y empezó a dar pequeños sorbos a la sopa mientras aun presionaba ese objeto contra su pecho. Me quedé en silencio mientras lo veía comer, parecía que tenía mucha hambre, se veía tan inocente y feliz comiendo.
-Si quieres algo más solo dime – le dije mientras recogía los platos y el se recostaba de nuevo. Me empezaba a gustar el papel de enfermero, más que nada por que mi paciente era bastante lindo y callado.

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