-Gracias Taemin, ya puedes ponerte la camisa – el profesor me había analizado rápidamente después de que se le pasó el asombro causado al ver la marca – ¿Nos dejarías un momento a solas? – ahora me volteaba a ver mientras Jinki afirmaba con su cabeza permitiéndome salir.
-Está bien, tomaré algo de agua – dije con mi sonrisa y salté de la mesa, desde que había visto a esa cosa hace unas horas el dolor había desaparecido, pero mi preocupación había aumentado, tendría que hacer algo rápidamente.
-Sabes Onew – sonreí, parecía que el profesor y mi hermano eran muy buenos amigos – los humanos marcamos aquello que nos pertenece – ya habían empezado su plática sobre mí, se suponía que no debía escuchar pero la curiosidad me mataba – por ejemplo marcamos las reses con las iniciales de nuestra familia con un proceso muy doloroso para el animal. En África los animales son adornados con la pintura de las tribus y en la India ocurre lo mismo con los elefantes
-¿Entonces esa cosa marcó a Taemin como su pertenencia? – Grandioso yo le pertenecía a ese demonio desde pequeño, lo que me faltaba -¿Pero por qué la marca crece?
-Creo que indica la pertenencia y control que tiene sobre tu hermano, entre mayor sea la marca más de él le pertenecerá – se volteo y tomó unos papeles del escritorio – también revisé su salud y es un triste panorama Jinki – sostuve el aliento al oír estas palabras.
-¿Qué pasa? – el rostro de mi hermano se llenaba de miedo.
-Parece que esa marca también le va quitando su vida de forma gradual, su corazón no late como antes y deseo hacer análisis para ver su sangre, temo lo peor…
-¿Qué es lo peor? – Jinki se acercó lleno de miedo mientras el profesor lo veía con ojos de súplica.
-Está por dejar este mundo – dijo agachando la cabeza, parecía que le dolía bastante – necesitamos la ayuda de un experto, llamaré en este mismo instante – era obvio que no le gustaba ver sufrir a mi hermano. Por alguna razón lo sabía, siempre supe que esto pasaría desde que había hecho el trato, pero no deseaba preocupar a nadie. Ahora debía formar un nuevo plan… Un ruido detrás de mi hizo que volteara y pude ver un libro sobre el sillón.
Me acerqué al libro y lo sostuve con suavidad, no recordaba haberlo visto en ese lugar, pero luego me fijé en la página que se encontraba, en ella había el dibujo de una mujer desnuda con piel verde unida a un gran monstruo por una cadena.
Decidí leer, algo me invitó a hacerlo, era un cuento corto dentro de un libro con una portada de una chica árabe.
-Las mil y una noches – leí el título, conocía ese libro, en especial por algunas historias como la de los 40 ladrones y la lámpara mágica, pero esta era completamente diferente.
Dos hombres caminaban con un destino fijo y en el camino se encontraban a un enorme demonio el que tenía una mujer demonio danzando alrededor de él y unida por una cadena a su cintura. Por temor a la mujer demonio obedecieron sus palabras y lo hicieron con ella, después de que terminaron todos rendidos en el suelo cercas del gran demonio la mujer demonio les pidió sus anillos y los agregó a una argolla con cientos de ellos.
La demonio lo dijo claramente – estas son todas las veces que lo he engañado – los hombres se fueron con una moraleja bastante extraña, simplemente no esperaba leer algo así, pero me recordó a la chica del parque, gracias a ella me había salvado de Minho (como mi madre llamaba a eso).
Flash Back
Esa cosa me jalaba por el parque, mientras yo intentaba zafarme, parecía muy molesto, era obvio que lo había insultado al gritarle, pero por lo general solo me asustaba un poco y seguía molestándome.
-¡Ya basta!- Gritaba mientras me seguía jalando, parecía que no había nadie alrededor -¿A dónde me llevas? – Me dolía mucho la muñeca, estaba presionando con mucha fuerza.
-A divertirnos, no puedo tener un delicioso bocadillo conmigo y no sacarle provecho – su voz ahora tenía el tono normal, me calmé un poco pero aun me aterraba la idea de lo que estaba pasando, tal vez lo mejor era no hacerlo enojar nunca. Quería llorar, pero nunca lo haría en su presencia.
-Vaya, vaya, con que tienes uno nuevo – una voz junto a un árbol nos hizo voltear.
-A ti no te importa que tenga o no tenga – Minho contestó de forma retadora y ante nuestros ojos apareció una chica con una cadena que amarraba su cintura.
-Tienes razón, no me importa – dijo avanzando hacia nosotros – pero tu afición a los seres puros me da asco – dijo acercándose un poco más y deteniéndose por la cadena que la jalaba.
-¿Qué quieres? – Otra vez su voz seguía con ese tono molesto y luego vi como la chica trataba de acercarse y sentí el jalón que me ubicó detrás de su espalda.
-Te están buscando – dijo tranquilamente dándose la vuelta – ya pasaste mucho tiempo en el mundo de los humanos, es obvio que te llamarían tarde o temprano.
-Entonces ya voy. Y deja de estarte paseando por ahí – dijo con una sonrisa de lado – o podría contarle y estarías en problemas – la chica lo miró molesta y desapareció al instante.
-Lastima, yo estaba por disfrutar de algo delicioso – dijo molesto y luego volteo a verme – te dejaré un adelanto, no quiero privarte de ese placer – lo veía bastante confundido. Pero antes de darme cuenta ya estaba en mi rostro y presionaba sus labios con los míos, el movimiento era demasiado, sentía como su lengua intentaba hacer presión para abrir mi boca. Empecé a empujar y golpear mientras que cerraba con más fuerza mis dientes, pero su fuerza era demasiada y sostenía mi cintura sin problemas. Terminó abriendo mi boca, y su larga lengua jugaba dentro de ella, seguía golpeando y empujando, lancé un pisotón pero nada, el continuaba robándose mi respiración y lastimándome con sus filosos dientes. Me mordió por última vez el labio y sentí el sabor a sangre en mi boca, luego él se dedicó a lamer la herida. Soltó un quejido separándose un poco, era algo repugnante y erótico la forma en que disfrutaba mi sangre.
-Sabes demasiado bien, lo sabía, creo que en el futuro me será más difícil contenerme ahora que te he probado – lijo lamiendo una última vez mi barbilla y soltándome con delicadeza, mientras tomaba un profundo respiro bañado con mi aroma, lo odiaba, de verdad llegaría a odiarlo con todo mi corazón – me voy por ahora – se volvió a acercar provocándome un escalofrío – pero cuando regrese terminaré lo que empecé.
Tan solo recordarlo me provocaba nauseas, de verdad esa chica, fuera lo que fuera me había salvado. Podría ser como la mujer del cuento. Era demasiado raro, la infidelidad ocurría a aquel que era más posesivo y le daba menos libertades a su pareja, creo que ese era la moraleja de la historia. Aunque estaba llena de simbolismo y significado.
-¿El quería hacer eso conmigo? – La duda en forma de afirmación inundó mi cabeza y me quedé paralizado, me tardé mucho en darme cuenta que era lo que había pasado en el parque, tal vez si era demasiado inocente – pero él es un chico – me dije intentando sacar esa idea escalofriante. –El no es un chico, es un demonio – por fin lo veía, él quería hacer eso y yo no me había dado cuenta y cuando volviera las cosas se pondrían peor. Solté el libro del susto.
-¿Taemin estás bien? – Jinki estaba ahora frente a mí y me empezaba a sacudir para que reaccionara.
-Si hyung estoy bien – sacudí la cabeza para recobrar el conocimiento. Lo estaba preocupando de nuevo, eso era lo que menos deseaba, se suponía que yo me encargaría de todo – solo estaba leyendo.
-¿Qué leías? – Jinki me veía asombrado.
-Las mil y una noches – contesté con una sonrisa. Después de eso nos despedimos del profesor y salimos de su casa de forma tranquila, era obvio que mi hermano no deseaba preocuparme.
-Hyung – lo llamé sosteniendo su mano y el solo se sonrojó un poco, mi hermano era demasiado tímido incluso conmigo -¿Las mil y una noches son recopilaciones de cuentos verdad?
-Si Taemin – siempre que me daba una lección o enseñaba algo se tranquilizaba, era como una super enciclopedia, de verdad admiraba mucho a mi hermano – de hecho creo que son historias de India, China, Persia, Siria y Egipto. Todas ellas de diferentes lugares, por eso es un libro importante.
-¿Eso quiere decir que algunas de esas historias fueron reales? – Tan pronto pregunté esto mi hermano apretó mi mano con fuerza, era obvio que podían serlo, si lo que me estaba pasando era real, las historias de ese libro también estaban llenas de demonios.
-Puede ser – dijo dando un leve suspiro – pero en la mayoría de los casos la astucia del hombre derrota a los demonios – era obvio que en otros no, por eso se entristecía – pero sabes – ahora me volteaba a ver con su gran sonrisa – Sherezada es una chica asombrosa – se detuvo y acomodó mi cabello – su astucia hizo que siguiera contando estas historias para que el rey no la matara y manteniéndolo interesado por mucho tiempo logró vivir una larga vida y feliz como reina. Nunca vio la muerte como una opción – era obvio que mi hermano sabía de mi plan. Pero no importaba que hiciera, ya estaña decidido, posiblemente Sherezada era muy astuta desde el principio y yo demasiado torpe.
-Hyung, vamos más rápido – dije al ver como Jinki seme quedaba viendo con algo de lástima y tristeza – creo que hoy cenaremos pollo – me adelanté un poco y dije esto gritando mientras saludaba con mi mano. La respuesta fue inmediata por que el corrió tan aprisa que me costó seguir su paso.
Pasaron días tranquilos sin eso cerca el dolor estaba presente, pero todo era mucho mejor.
-Ya no lo soporto Taemin- Jonghyun me había sacado del salón bastante molesto y ahora me empujaba hasta la azotea.
-¿Qué? – Pregunté torciendo la cabeza.
-Han pasado dos días y eso sigue en mi casa – dijo pareando una roca del techo.
-¿Eso? ¿Key? – Parecía que las cosas no seguían muy bien, esperaba que para este momento Jonghyun aceptara a Kibum.
-Si la cosa que se parece a Key, me va a volver loco – puso sus manos en la cabeza y empezó a jalar si cabello.
-¿Por qué? – Pregunté casi riéndome, me dolía mucho dejarlos juntos, pero era parte de mi plan y sabría que Jonghyun lo amaría como antes, pero se sentía tan bien verlo sufriendo por eso, alimentaba mi ego, pero ahora debía solucionar este problema. Debía unirlos rápidamente para desaparecer de este mundo y todos estuvieran bien, no quería arrastrarlos conmigo.
-Limpia todo el tiempo, se la pasa regañándome, continuamente critica mi ropa, compra muchas cosas inclusive ropa para él, no puedo evitar que salga, cocina para mí, me arropa en la noche – lo miré confundido y traté de decir algo – espera hay más, trata de no molestarme y sale de la casa cuando me enfado, se porta demasiado amable conmigo a veces, insiste en que quiere verte y sigue teniendo esos ojos y esa voz – deseaba reír, pero debía contenerme – ¿No es lo más horrible que puede pasar? – No aguanté más y solté la potente risa.
-Jonghyun, estás describiendo a Key de toda la vida – dije riendo con tal fuerza que tuve que sostener mi estómago para suprimir el dolor – Key está siendo Key como siempre, de hecho me alegra bastante.
-No te rías Taemin, mi problema es que eso es demasiado como Key – dijo dándome un golpe en la cabeza – no sé cuánto tiempo más podré soportar viendo a este Key sin pensar que es el otro – se sentó algo triste en el borde recargándose en la maya de seguridad.
-¿Por qué no quieres pensarlo? –Dije sentándome junto a él, convencerlo de que era Kibum era el primer paso para que ellos estuvieran juntos.
-Porque no quiero dañar al otro Key, el siempre fue importante para mí, de hecho creo que…
-Lo amabas – lo interrumpí al ver que se empezaba a trabar. El solo asintió y luego comenzó a llorar, de verdad era muy sensible, eso también me gustaba de él.
-Perdóname Taemin – ahora consideraba mis sentimientos, de verdad era muy especial, Key era un chico con suerte y Jonghyun también, eran el uno para el otro, me sentí mal por tardarme tanto tiempo en darme cuenta.
-No tienes que disculparte – dije acercándome y acostándome en su hombro, me gustaba su suave aroma, pero ahora olía a ropa limpia y suavizante, Kibum también lavaba su ropa, sonreí contento – siempre lo supe.
-Creo que fui el único idiota que no se dio cuenta – dijo recargando su cabeza sobre la mía.
-Yo creo que Kibum no lo sabe – dije viendo hacia el frente – nunca dejé que se enterara, a veces soy muy posesivo – dije riéndome, esperando el perdón de mis amigos.
-Está bien, posiblemente el no sentía lo mismo por mi – dijo levantando su cabeza y volteó a verme con los ojos llorosos.
-Sigues siendo bastante tonto – dije dándole un golpecito en el hombro- no cualquier chico vuelve de la muerte para estar al lado de la persona que ama.
-¿Key volvió por ti? – Me preguntó asombrado y me paré molesto mientras de la daba un coscorrón.
-Demasiado tonto Jonghyun – le dije alejándome – ¡Es obvio que volvió por ti! – grité desde la puerta hacia la escaleras dejándolo con los ojos muy abiertos en esa azotea.
Salí de clases aprisa, quería ir a ver a Key antes de que Jonghyun regresara a casa. Lo bueno es que hoy tenía ensayo en su club, pero cuando llegué algo andaba mal, sentí como el dolor de mi pecho disminuía y esa voz sonaba por el pasillo al departamento.
-Creo que es hora de que hagas tu parte del trato – esa horrible voz estaba en su modo odioso, me acerqué a la puerta.
-Ya te dije que no pienso hacerlo – dijo Kibum algo molesto y escuché como se rompió un plato.
-Tú eres mi pertenencia y si te digo que te deshagas de Onew deberás hacerlo, o es que acaso no quieres que Taemin se aleje sin dolor para que puedas estar con Jonghyun, se que no le harías algo a ese chico.
-No quiero – empezaba a llorar – no quiero – vi a Kibum tirarse en el piso – no pienso hacerlo.
-Tu lujuria te ha llamado estos día, no podrás resistirlo por mucho, por eso eres un ser perfecto, al final no pensarás en los demás, solo en ti mismo y te desharás del hermano de tu amigo sin problema.