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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 13+

13.- El aroma nocturno, que desprende tu piel

Key
El profesor logró hacer que el doctor se retirara aunque fue algo complicado, pero teníamos que armar un plan.
-La marca ha salvado a Taemin todos estos años – Jonghyun fue el primero en decir lo que nadie quería decir.
-Es la misma cosa inexplicable que hace que Key ande por ahí –el profesor habló y lo miré molesto por la forma en que lo dijo – lo siento – entendió mi mirada. – Pero es la verdad. Hasta el momento no sabemos como ocurre todo esto y que es lo que esa criatura quiere en verdad.
-Es obvio esa cosa quiere a Tae – dijo Jonghyun algo molesto – pero primero quiere hacerlo sufrir.
-No me parece tan obvio – dije interrumpiendo – si quería a Taemin pudo tomarlo desde pequeño por lo que nos han contado, sin embargo parece que también quiere a Onew, pero con él es más complicado. Si no, simplemente no hubiese deseado hacer un trato conmigo por él. Por otro lado le dio más tiempo de vida a Taemin, es algo que simplemente no puedo llegar a comprender.
-Tal vez le gustan más los adolescentes o era demasiado pequeño para tocarlo – Jonghyun me respondió.
-Es un demonio, según los relatos no importa la edad, además si los mismos humanos violamos a niños pequeños no entiendo porque un demonio no lo haría – el profesor habló, haciendo que deseara que se pudiera revolver mi estómago por tan cruel realidad – si lo que desea es a Taemin creo que tenía las capacidades para llevárselo hace mucho tiempo, creo que lo que desea es la decisión de Taemin.
-Libre albedrio – dije mientras miraba un punto fijo – el hizo lo mismo conmigo, me dio a entender que todo era mi elección. Parecía que disfrutaba que uno escogiera el camino que él quería.
-¿Pero qué quiere que haga Taemin? – Jonghyun se puso frente a mí y me preguntó con una triste mirada.
-No sé que quiera, pero creo que hay algo más, porque los sucesos de ayer no cuadran con su forma de actuar – el profesor tenía razón – ayer atacó a Taemin sin darle una opción y sin su modus operandi común.
-¿Sin su modus… qué? – Jonghyun interrumpió.
-Sin la manera que siempre lo hace – me molesté por un momento ante la ignorancia de Jonghyun.
-Lo siento, no todos preferimos estudiar que ir a divertirnos – Jonghyun se quejó.
-Debo buscarlo – dije cuando vi el rostro quejumbroso de Jonghyun – se que si lo llamo vendrá, después de todo me trata como si fuera de su propiedad.- Salí corriendo a toda prisa de la casa.
-Espérame voy contigo – Jonghyun me siguió mientras avanzaba por la calle con dirección al parque. Por alguna razón sabía que debía ir a un lugar obscuro y conocía el lugar perfecto.
Corrí entre los árboles hasta llegar al pequeño cobertizo intentando idear un plan de cómo llamarlo. Jonghyun no tardó en alcanzarme en ese lugar junto a su ángel que me veía muy asustada por el lugar en que nos encontrábamos.
-¡Hey tu! ¡Ven aquí! ¿No ves que te tengo un trato? ¿Qué pasó con eso de que siempre sabías todo y veías todo? – Seguía gritando y mirando en todas direcciones.
-Deja de gritar, apenas pasaron las tres de la tarde y aun no me recupero – una voz que me inquietaba se alzó suavemente de una de las esquinas más obscuras – ¿Qué es ese trato?
-Sé lo que tiene Taemin – me aventuré a decir.
-Sé que sabes, ya era hora de que alguien se diera cuenta, esperé demasiado para que algún humano ignorante lo notara – dijo saliendo de las sombras cruzando los brazos y recargándose en el pared.
-¿Cómo querías que lo notaran si ocultaste todos los síntomas? – Jonghyun dio un paso mientras tenía una voz llena de ira.
-No hubiese durado mucho si no hacía eso, de por si la vida de los humanos ya es fugaz – dijo sin moverse de esa pared. Jonghyun estaba por responderle pero lo interrumpí.
-¿Por qué lo hiciste? – Giró la cabeza para verme -¿Por qué le diste más tiempo?
-Para entretenerme más – pude sentir esas mentiras al instante.
-¡Mientes! – Dije en un solo grito haciendo que me mirara con mayor interés.
-Mentir es algo común en mí, pero también lo es aferrarme a aquello que quiero poseer y Taemin es algo que deseo poseer – dijo con un poco de honestidad, pero no podría saberlo, todo el tiempo parecía estar mintiendo.
-Eres un maldito – Jonghyun intentó golpearlo pero parecía que ahora no podía hacerlo.
-En este lugar esa chica no puede hacer nada, se considera maldito- el dijo caminando hacía mi – buena elección Kibum – estaba por tocar mi rostro pero Jonghyun se puso entre nosotros.
-Déjalo – ahora lo miraba con ira.
-¿De qué trato querías hablar? – Dijo retrocediendo un poco.
-Quiero cambiar – dije pasando frente a Jonghyun – mi vida por la de Taemin.
-Tu vida no vale tanto – dijo al instante.
-Pero ese fue el primer cambio ¿No es así? ¿No puedo invertirlo? – Me sentía impotente en esta circunstancia.
-Ese no fue el primer cambio – dijo tranquilo – además la vida de un humano vale más que la de un pseudo-demonio – ahora me miraba dando a entender que de verdad ya no era humano.
-Además el no se quiere quedar, si él no lo desea no puedo hacer nada, ya intenté convencerlo pero el chico está preparado desde pequeño para esfumarse.
-Espera, Taemin ha de tener razones para quedarse – Jonghyun habló – danos tiempo para convencerlo y luego te puedes llevar mi vida a cambio.
-¿Para qué quiero la vida de un fastidioso humano? – Ante esta respuesta Jonghyun se empezó a irritar.
-Dinos, te daremos lo que quieras – dije empezando a llorar.
-Por ahora solo quiero a su hermano, pero ninguno de ustedes está dispuesto a dármelo y Taemin no aceptará irse a cambio de él. Así que es hora de resignarnos y entender que ustedes nunca pueden ganar.
-Tu tampoco ganas todo – Jonghyun lo enfrentó – no estás obteniendo lo que quieres.
-Cuida tus palabras chico, recuerda que Kibum aun me pertenece – la amenaza lo hizo retroceder. “Eso” empezó a caminar hacia la puerta – No crean que vine ayudar, ni hice un acto de bondad, soy un demonio, tampoco me llamen con tanta falta de respeto, si quieren verme llámenme por mi nombre, es Minho – abrió la puerta para salir – y el cambio que hizo ese chico es porque ustedes estuvieran juntos, par de idiotas como si pudieran separarse, ya es demasiado tarde – simplemente salió y me dejé caer en el piso llorando amargamente.
-Tranquilo, encontraremos una solución – Jonghyun se puso junto a mí y me rodeo con sus brazos.
-No debí hacer que mis padres discutieran – empecé a llorar más fuerte – nada de esto hubiese pasado.
-Fue un accidente, no fue tu culpa ni la de nadie, todo pasó por un descuido – ahora me acariciaba la espalda.
-Siempre lo supieron, sabían cómo te veía y cuando me vieron en ese lugar contigo estallaron – seguía lleno de culpa, desde el momento de mi muerte, no lo había notado.
-No te culpes más, cúlpame a mí, por abrazarte en ese momento, por no entender lo que sentía, por estar a punto de besarte y tu madre me descubrió, no fue tú culpa, yo fui quien causó todo. No quiero que te sigas torturando, por favor tortúrame a mí, no te dañes más.
Lo miré sorprendido, aun no podía pensar que esas palabras salían de su boca, estaba por besarme, mis padres no se enojaron por el simple abrazo. Por un momento olvidé el accidente, simplemente la culpa desapareció, no fue nadie y a la vez fuimos todos, muchas causas y muchos efectos, pero así es la vida llena de causas y muchos efectos que le siguen. Levanté mi rostro para encontrarme con su bello rostro con piel perfecta.
El ya me esperaba con su mirada, si hubiese levantado mi rostro ese día, me pregunto si hubiera sido de la misma manera. No tarde en sentir la presión de sus labios sobre los míos, sus cálidas manos recorriendo mi fría espalda. Rodé su cuello son mis manos y me puse jugar con su cabello mientras empujaba su cabeza para sentir mayor presión en mis labios. Nos separamos asombrados y se sentó a mi lado.
-Disculpa, yo… – no dejé que dijera nada más, tomé su mano y me levanté.
-Debemos irnos de aquí – le dije ahora con nuevas esperanzas, aun debíamos hablar con Taemin, sabía que podría haber una solución, yo había vuelto de la muerte – a ella le afecta mucho este lugar – dije señalando a la esquina junto a la ventana donde se encontraba la pequeña ángel asustada.
-¿Cómo es ella? – Me preguntó poniéndose de pie y ayudándome a pararme.- Quiero poder verla como tú.
-Es muy tierna – era la única forma de describirla por el momento – y creo que ya la has visto, pero por luego te la enseñaré, por ahora debemos ir a casa de Taemin.

Tae
Desperté en mi cama algo mareado y confundido, sabía que había logrado llegar a casa antes de las 2:30 y por eso estaba vacía, también recordaba que había llegado demasiado cansado y Minho había desaparecido rápidamente.
-Hijo ¿Te encuentras bien? – Mi madre estaba sentada junto al borde de mi cama – Llevas dormido desde ayer, intenté despertarte varias veces, pero no pude, hasta tenías fiebre. Estuve muy preocupada, tú nunca te enfermas.
-Estoy bien mamá – dije algo cansado aun pero sentándome en la cama como si nada – no te preocupes.
-Me alegra porque estás castigado – su tono cambió drásticamente – ¿Qué pensabas en salirte así de la casa, como un ladrón? ¿Dónde te fuiste a meter? ¿Desapareciste y hasta la policía vino a buscarte?
-¿La policía? – Interrumpí a mi madre algo asombrado.
-Están locos, creen que tu profanaste la tumba de Kibum – dijo algo exasperada – te vinieron a buscar también cuando estabas enfermo, pero tu amigo Minho los echó al instante.
-¿Minho vino? – Las ansias de preguntar me ganaron, sabía que debía andar por ahí pero escuchar de que estaba era muy raro.
-También vino Jonghyun a buscarte, lo vi con otro chico en la entrada pero cuando llegué solo estaba él. Creo que me acostumbré a verlo con Kibum – me abrazó al instante – Se que ha sido difícil para ambos hijo pero deben apoyarse y no hacer cosas solo por su tristeza. No quiero perderte – sus lágrimas rodaban y las podía sentir caer en mi pijama.
-Tranquila mamá – dije abrazándola también – no me perderás – mentí para reconfortarla.
-Gracias mi niño – dijo separándose – ahora buscaré a tu hermano, estaba muy preocupado hasta permitió la visita de Minho, yo sé que no le agrada– eso último fue muy raro. Pero salió rápidamente del cuarto y no tardó en entrar mi hermano lentamente y se recostó a mi lado sobre la cama. No cruzó palabras por un buen rato, lo que me pareció muy curioso.
-No sé qué decirte primero – eso fue lo primero que pudo decir me acomodé a su lado.
-¿No piensas regañarme primero? – Ese podía ser un buen comienzo.
-Minho ya me contó lo que hicieron – me asombré bastante – creo que al que debería regañar es a él por hacer lo que hizo, pero no es como si pudiera ser de influencia para un demonio.
-No creo que nada pudiera influir en él – dije riendo.
-Taemin – dijo de forma seria en casi un susurro – estás muriendo – pude sentir como temblaba parecía por llorar.
-Eso lo sé, fue parte del trato – dije intentando calmarlo.
-No entiendes – seguía recostado ahí con un tono triste – estás muy enfermo, no te queda mucho tiempo, el trato es lo que te mantiene con vida. Más bien la marca.
-¿Esto? – Miré la marca central sobre mi pecho jalando de mi pijama – con que ese era el truco – mi hermano me volteó a ver asombrado, en sus ojos decía por qué no le das importancia. Pero algo en mí ya lo sabía, no es como si supiera de mi enfermedad, pero sabía que algo inevitable estaba en mí.
-No te preocupa, aunque logre liberarte morirás, no quiero que eso pase – mi hermano levantó su torso y se giró para verme.
-No me liberes – dije con una sonrisa – solo deja que las cosas pasen, de todos modos esperaba que pasara – dije tranquilo.
-Pero no podrás hacer nada más ¿No querías estudiar medicina? ¿Y tus amigos? ¿Y mamá? ¿Qué hay de mí? – Negué con la cabeza.
-Se que dejo a todos en buenas manos Jinki-hyung – dije sentándome.
-Por favor no te rindas – los ojos de mi hermano se llenaron de súplica.
-El tenía razón – dije mirando a la otra esquina de tu cuarto – tu ángel es hermoso hyung.
-¿A qué te refieres? – Jinki me veía confundido.
-Tienes un bello ángel que cuida de ti es una chica alta y bella – Jinki volteó al otro lado del cuarto con curiosidad – se que puedes verlo hyung – me miró curioso – tu puedes ver esas cosas, es solo que siempre vez las cosas malas. Pero si te fijas también hay muchas cosas buenas – él se sentó y clavó la vista hacia donde yo miraba.
-Tú siempre vez las cosas buenas, pero aun así tienes una actitud negativa hacia la vida –me regaño.
-Tú siempre vez el lado positivo, pero esta vez date el lujo de ver las cosas buenas y no buscar las malas para encontrar un punto de luz en la obscuridad, solo encuentra una luz que brilla más.- Dije tomando su cabeza con mis dos manos y girándola hacia una esquina del cuarto.
-Una luz tenue… – dijo mirando asombrado – es una figura borrosa… fue interrumpido por la llegada de alguien corriendo que se aventó directo a la cama.
-Ya era hora de que despertaras, estábamos muy preocupados por saber si te volverías a levantar – Jonghyun me presionaba la cabeza con fuerza.
-Estoy bien Jonghyun, deja de lastimarme – dije contento y luego vi a una chica que saltaba también por el cuarto, parecía un ángel pero se veía menos celestial y sus alas eran más pequeñas. Más si las comparabas con las del ángel de mi hermano. No tardó en notar que la estaba viendo y me dedicó una cálida sonrisa.
-Bien yo no diré nada, pero de seguro Kibum te va a regañar, abriré la ventana para que entre – se puso de pié y caminó hasta la ventana. No tardó en entrar Key con una cara de susto una vez que estuvo abierta.
-¿En qué pensabas por irte de esa forma y luego volver para dormitar varios días? – Ese fue su saludo inicial.
-Lo siento – dije esto al verlo serio y parado junto a la ventana. No pasó mucho tiempo a que corriera a abrazarme.
-No lo vuelvas a hacer – me dijo presionando mi cuerpo con fuerza, por un momento creí que me dejaría sin aire. – Y tu Jonghyun, si vuelves a sugerir que suba por un árbol créeme que te mato – giró su cabeza para verlo -Tenemos que hacer un nuevo plan – dijo aun sosteniéndome.
Todos nos acomodamos en la cama y me contaron todo lo ocurrido con el profesor, con Minho y la policía. La verdad se veían entusiastas en poder decidir como librarme de esto y las nuevas ideas del profesor.
No pueden hacer mucho>> Una voz se escuchó en mi cabeza y pude notar que todos la oyeron por que se detuvieron de hablar y miraban confundidos.
-Un ángel – dijo Kibum primero que nadie – pero no lo veo.
-Porque aún no se muestra – dije al notar que el ángel de mi hermano daba unos pasos al frente – y posiblemente Jonghyun no podrá verlo. –Desde hace rato notaba que Jonghyun no podía ver a la chica que se divertía en la habitación viendo la escena.
Todo fue mi culpa>> En ese momento el resplandor se hizo más fuerte y observé como Key clavaba la mirada a ese lugar. Mi hermano tampoco tardó en notarlo y se cayó del borde de la cama al instante.
Jonghyun seguía viendo confundido.
-¿Eres un ángel? – Mi hermano preguntó desde el piso.
Soy su ángel Lee Jinki>> Escuchamos otra vez en nuestras cabezas.
-No es justo también quiero verlo – dijo Jonghyun poniéndose de pie.
Discúlpeme, solo pocos pueden verme>> Jonghyun siguió mirando a todos lados Lo mismo pasa con mi joven compañera >> señaló al ángel de Jonghyun <>
También debo pedir una gran disculpa a todos ustedes>>
-¿Por qué? – Me asombre de ver un ángel disculparse.
Minho causó todos estos problemas por mi culpa>>
-¿A qué se refiere? – Kibum se levantó para preguntarle.
Su venganza era contra mí, ustedes fueron arrastrados por mi falta de experiencia y mi pasado>> La chica parecía muy triste, en ese momento Jinki se puso de pie también.
Les debo una explicación desde hace tiempo, pero no deseaba romper nuestras leyes ni atraerlos a nuestros conflictos>>
-¿Y ahora por qué es diferente? –Jonghyun preguntaba algo curioso desde el otro lado de la habitación.
Ahora tengo el permiso divino para pasar por algunas de nuestras leyes y contarles lo sucedido, por el momento Minho no se va a acercar así que acomódense no quiero incomodarlos con mi relato>>
Key y Onew se volvieron a sentar, Jonghyun solo se acomodó en la pared, yo solo seguía en la cama esperando.
No soy un ángel mayor solo soy un humilde siervo más del señor, por cuestiones del destino terminé conociendo a Minho el demonio mientras intentaba salvar al niño que cuidaba. Los demonios como Minho se alimentan de niños pequeños que están solos en la noche, pero yo rompí las reglas y protegí a mi humano presentándome ante él y pidiendo misericordia. Por ese momento funcionó y la verdad la curiosidad de ambos nos puso a hacernos preguntas, después de varios años en que me venía a preguntar cosas de ángeles y yo le preguntaba sobre los demonios el desarrollo una necesidad de hacerme caer en su juego>>
-Me asombra que no lo intentara durante años – Jonghyun habló en medio del silencio de la habitación porque todo ocurría en nuestras mentes.
Para los demonios los ángeles somos seres aburridos, solo aquellos que libran batallas o los ángeles mayores los entretienen>> Contestó con una sonrisa y luego prosiguió -Hacer caer a un ángel de la guarda es una tarea imposible, no sentimos deseo y solo amamos a quien cuidamos, no necesitamos nada más. Pero el seguiría intentando. Tras la muerte de la creatura del señor que había cuidado me debí quedar un tiempo más entre la familia para dar paz y esperanza, como dicta nuestra ley. En ese tiempo Minho intentó con más anhelo. Lamentablemente rompí la ley por segunda vez y sin alguien a quien dar amor incondicional terminé enamorándome del persistente demonio>>
Todos nos miramos asombrados, no esperábamos que un ángel pudiese contar una historia como esa. Bueno supongo que los demás no pensaban escuchar a un ángel contarles algo a lo largo de su vida.
Pero como ángel no siento deseo, la verdad me conformaba con verlo hacer excentricidades todo el tiempo, como no puedo mentir él se enteró de mis sentimientos e intentó con más anhelo intentar atraparme en su juego, pero eso era más que imposible>>
-Eso debió frustrarlo bastante, había influido en ti pero no de la manera que deseaba – Key dijo haciéndose para delante.
Estaba molesto, pero no parecía tan molesto, nunca supe lo que sentía, los ángeles tampoco no hacemos la ilusión de ser amados de regreso, nos conformamos solo con amar, como mi compañera>> Observó a la chica que también se veía inmersa en el relato.
-Es ese sentimiento de ver a la persona que amas feliz y no necesitas nada más – corroboró Kibum mientras lanzaba una mirada a Jonghyun que respondió al instante.
Amar sin nada a cambio, pero siguiendo siempre las órdenes de Dios. Y así fue, me asignaron a un nuevo humano y me marché, sin remordimientos ni ganas de quedarme solo porque era mi deber divino y estaba dispuesto a cumplirlo>>
-¿El se molestó porque lo dejaste? – Jinki habló por primera vez en todo el rato.
-El estaba herido por que lo dejaste – contesté, eso era lo que sentía de Minho cuando hablaba del tema –los demonios dicen que no pueden amar pero si desear, el te deseaba a su lado – Todos me voltearon a ver confundidos – Pero también están los otros demonios – dije mirándola.
Tienes razón Minho estuvo en problemas con otros de su grupo, eso nunca lo entendí pero parecían un grupo de demonios que se entretenían en el mundo y su líder se molestó bastante con él. No lo entendí hasta que apareció esa noche Minho debía llevarse al humano en mi cuidado como venganza para vagar libremente como antes y dar a entender a todos en su grupo que no había influido mi presencia en él, así que por eso vino por Lee Jinki>>
-¿Pero si me quería a mi por qué está molestando a Taemin? –Mi hermano se puso otra vez de pie.
No puedo explicarlo, pero esa noche el cambió de parecer>>
-¿No querría que Onew diera la vida por su hermano? Parece que le gusta hacernos elegir.
-¡No él no quiere eso! – Mi hermano gritó y todos volteamos a verlo –Intenté hacer el cambio pero él lo rechazó, ahora solo quiere a Taemin – temblaba y apretaba sus puños con fuerza.
No comprendo sus planes, no es como si antes los comprendiera, pero mis errores los han arrastrado a todos, me siento arrepentido, espero su perdón>>
-¿Pero hay algo que podamos hacer? – Jonghyun volvía a hablar – aun debe haber formas de salvar a Taemin.
-Tú debes conocer un modo de salvarlo ¿Cómo podemos hacer que viva? – Key también preguntaba, yo solo analizaba la historia, y me empezaba a preguntar si era cierto eso de que los demonios no podían amar.
Taemin ya perdió la vida, no queda nada por hacer conforme su muerte, pero puede alcanzar la salvación aun>>
-El aún puede ir a ese cálido lugar brillante – Key dijo absorto en otros pensamientos.
Exacto, aun puede entrar al paraíso si es lo que desea, perdóname Kibum, por no darte esa opción>>
-Esa fue mi decisión – dijo Key – no es necesario disculparse, pero no quiero que Taemin pierda esa oportunidad.
-¿Estás diciendo que piensas dejar morir a mi hermano solo para que valla al cielo? – Jinki gritó molesto.
-Cálmate Onew – Jonghyun intervino – no hay mucho que podamos hacer, Key solo intenta hacer lo único que podemos. A mí también me duele, pero ya oíste al doctor rechoncho ese, no hay muchas posibilidades para Taemin está en las manos de Minho y no quiero que se salga con la suya.
-No creo que nosotros debamos decidir – Key volteo a verme -¿Qué es lo que quieres Taemin? – Todos me miraron.
Solo tú puedes conseguir la salvación, es tu propia decisión>>
-Por favor – mi hermano volvió hablar aun muy alterado – deben ayudarlo – parecía dirigirse a los ángeles – el aun es muy joven, no hagan decidir como desea morir, eso es demasiado cruel – las lágrimas pasaban por sus mejillas, yo no pensaba en mi inminente muerte, si no en las razones de Minho.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 12+

12.-El trato está hecho

Tae
No llegamos a ver el amanecer en el océano, pero pudimos observar el sol de la mañana desde la playa. No había mucha gente y el sonido de las olas era muy agradable. Era el chico más feliz solo viendo la escena. Las gaviotas volaban sobre el tono azul con destellos producidos por ese claro sol. En algunos lugares el mar chocaba con las rocas produciendo columnas de espuma blanca que brillaba de forma alegre.
-¿Piensas quedarte todo el tiempo solo observando? –No me moví ante esa voz, en esos momentos ya no me importaba mucho lo que pensaba. –Mi bocadillo tiene gustos peculiares, siempre me dan tanta hambre las miradas llenas de ilusión y soñadoras, deseo probarte.
-No puedes – dije con seguridad sin dejar de clavar mi mirada en el paisaje. Seguía inmerso en mis pensamientos cuando alguien tropezó conmigo.
-¡Fíjate mocoso! – Un chico fornido que parecía venir a tomar el sol se veía bastante molesto. – No te quedes sentado en el medio del paso – dijo levantando su puño. De seguro planeaba golpearme. Más que nada para sorprender a la chica que tenía agarrada de su brazo, con cabello largo y lucía más joven que él.
-Disculpe – me apresuré a decir pero la chica se puso en frente de él.
-Noooo, opaaaaa – su voz sonaba fastidiosa mientras arrastraba las palabras. No sonaba tan curioso como cuando Key lo hacía, si no que era desagradable. – Mi lindo opaaaaa no debería molestarse por chicos torpes, mejor llévame por algo para desayunar.
-Claro que sí cariño – los dos comenzaron a avanzar, no caminaron muy lejos y luego el chico se tropezó y cayó sobre la arena con toda la cara, quise soltar una carcajada, pero ahora “eso” reía sin control.
-Jajajajaj, el pedazo de carne se lo merecía – seguía riendo junto a mí.
-¿Odias a las parejas felices? – Me limité a preguntar.
-Odio cualquier cosa feliz, me provoca arrancarle la felicidad a todas las cosas, pero lo que más odio son las cursilerías – dijo sentándose – por que no solo acepta la tipa que le atrae físicamente el pedazo de carne ese y el otro debería aceptar que se la quiere tirar.
-Muchas relaciones no se basan en eso – por alguna razón ahora era más fácil conversar con Minho, desde que estuvimos en el camión y él se sentó del otro lado del pasillo me gustaba discutir sus extrañas y algo tétricas ideas. Le agradecía al medallón que me había dado mi hermano, ahora entendía un poco más del ser que me arrancaría la vida.
-Pero todos los humanos están llenos de lujuria y solo buscan placer, cuando estás en una relación mueres por ser tocado, por sentir las yemas de los dedos acariciando el otro cuerpo, por saborear el dulce elixir de su boca, por morder cada tramo de su piel, el dulce aroma que desprende y el dulce sabor que te deja.- Me alejé un poco, pero hasta ahora parecía tener algo de sentido su discurso – y después de probarlo de esa manera, de haberlo disfrutado, de haberte inundado de placer, disfrutas su sangre y su carne y te dejas llevar por la deliciosa sensación de engullirlo.- Y Minho lo hacía de nuevo, me dejaba completamente trastornado.
-¿Qué pasa si quieres más? – Temí preguntar -¿Si te volvió completamente loco esa sensación? ¿Si deseas tener a esa persona a tu lado para siempre? ¿O si la deseas tanto pero simplemente la quieres más que tu deseo de tocarla?
-Toda una masa humana soñadora – dijo esto y me obligó a voltear – Los humanos debería solo dejar que los invada el placer y hacernos las cosas más fáciles. Pero es cierto y odio ese hecho, que muchos de ustedes quieren más, se conforman con estar a su lado como esa chica ilusa que se conforma con desayunar junto a su novio hecho de músculos. Lamentablemente por mucho que diga amar esa chica, ese hombre de carne solo busca otra cosa – lo miré sorprendido. Luego vi la pareja que estaba ya lo bastante lejos, deseé pararme y correr tras esa chica y decirle sobre su novio. – No puedes decirle nada, los humanos son tan idiotas y simples como para aferrarse a una ilusión y si se lo dices no te lo creerá.
-Pero alguien debe decírselo – musité algo molesto, deseaba decirle aunque no me creyera. Así que me paré deprisa pero su voz detuvo mi andar.
-¿Cuántas veces negaste los sentimientos de Jonghyun hacía Key? ¿Cuántas veces los negó él? –Abrí ampliamente mis ojos y luego me volví a dejar caer sobre la arena – Los humanos tienen ojos pero prefieren estar ciegos, prefieren no ser lastimados. Por eso los demonios somos seres superiores aquello que nos gusta lo tomamos, lastimamos pero nunca somos lastimados y no amamos. Amar es para las criaturas creadas por él.
-¿Entonces los demonios nunca se enamoran? – Por alguna razón quise preguntar.
-No, ese sentimiento es innecesario, los demonios deseamos – dijo y luego vio al cielo. Miré también el sol ya estaba en lo más alto, luego empecé a escuchar cantos con miles de voces coordinadas, sonaba hermoso y el brillo que rodeaba todo era pálido y placentero.
-¿Qué es eso? – Pregunté mientras veía a todos lados figuras brillantes que se detenían un momento a cantar. Para luego ver como Minho se presionaba el estómago como si sufriera dolor.
-Es hora del Ángelus – dijo retorciéndose – debo buscar una sombra.- Parecía que de verdad estaba sufriendo, no sabía qué hacer, también parecía que no podía moverse.
Busqué en todos lados hasta que vi un pequeño toldo cerca de un negocio cerrado. Por un momento pensé en tomar a Minho y llevarlo, pero luego recordé el medallón.
Lo volví a mirar, lanzaba quejidos de dolor mientras los cánticos aumentaban en volumen y las oraciones comenzaban, parecía dolerle y mucho. Tomé el medallón y vacilé un momento luego lo pasé por mi cabeza para librarme y tomar a Minho.
-Te ayudaré – le dije pasado su brazo por mi hombro – por allá hay un poco de sombra, es mejor que nada.- Su cara estaba llena de incredulidad y dolor. Logré levantarme junto con él y dimos pasos torpes hasta el toldo. Lo dejé sentarse en una esquina recargado a uno de los postes donde había bastante sombra.
-Estúpido bocadillo – dijo entre una respiración forzada – te podías haber librado de mi por un tiempo.
-Cada vez que pienso que me libro de ti regresas haciendo algo que me hace enojar más, así que no tiene ningún sentido dejarte sufriendo bajo el sol – dije sentándome a su lado al ver que su equilibrio fallaba.
-Las creaturas del de arriba son demasiado torpes – dijo recargándose en mi. Luego pasó su nariz por mi cuello. – Tienes un embriagante aroma, déjame aspirarlo solo hasta que pase. – En ese momento cerró los ojos y se quedó inmóvil. Solo por unos minutos pareció un chico normal. Pero cuando los cánticos y las oraciones terminaron sentí su lengua recorrer mi garganta hasta mi oreja.
Me paré rápidamente dejándolo caer sobre la arena y tomé el medallón de mi bolsillo para ponérmelo, el seguía acostado en la arena. Recargaba su cabeza en sus manos que se apoyaban en la blanca superficie con los codos, parecía que no pensaba detenerme. Sin perderlo de vista me puse el medallón.
-Bien hora de marcharnos – dijo poniéndose de pie –si me puse así en medio día no quiero que me veas a las tres de la tarde.
Simplemente seguía asombrado de su extraña actitud, a lo mejor no me había detenido ni hecho nada más como agradecimiento. Pero no creo que los demonios pudieran agradecer, todo era muy raro, mil preguntas rondaban en mi cabeza, y aunque había preguntado muchas cosas estás últimas horas solo tenía más dudas.
-¿Por qué pude oír los cánticos y ver la luz? – Esa fue la primera que se dignó a salir.
-Porque ahora puedes ver ángeles – contestó como si se tratara de lo más obvio.
-¿Pero porqué? – Dije confundido – Hasta anoche no podía verlos.
-No pienso decírtelo o si quieres te puedo dar una mentira, la mayor parte del tiempo contesto con mentiras – dijo avanzando como si nada hacía el andador junto a la playa. Me pregunté que había sido verdad y que era mentira de lo que me había contado. Pero mientras subíamos las escaleras una fuerte ráfaga me empujó.
Parecía que me iba a golpear pero sentí que alguien me sujetaba de la espalda y luego me vino el olor a quemado.
-¡Tus manos! – Pude decir después de analizar la situación mejor. Minho me sostenía al borde de las escaleras, se había movido aprisa y ahora me sujetaba mientras sus manos se quemaban al contacto con mi cuerpo. Pero el parecía ignorarme y lanzaba una mirada asesina al inicio de las escaleras donde había otro chico que tenía una cadena en su mano. Con rápido movimiento la jalo y la chica de la vez del parque apareció en el otro extremo.
Minho me acomodó al final de las escaleras sobre la arena, pero no dejó de ver al chico del otro lado. Su mirada indicaba que también era un demonio como él.
-Yo quería ayudarte para que terminaras pronto lo que se te había indicado – dijo avanzando un par de escalones jalando la cadena que sujetaba a la chica – pensé que si le rompía las piernas podrías cogértelo pronto y volver como se te había indicado.
-Como siempre ayudando a los demás – respondió Minho con una mirada llena de ira – pero no puedo ni tocarlo, ahora por tu culpa tardaré en sanar – dijo mostrando ambas palmas que parecían hechas de ceniza.
-Tu capacidad de sanar se ha vuelto una verdadera incomodidad para mí – dijo avanzando más en las escaleras llegando frente a mi alto compañero – se suponía que vendría a recoger tu cuerpo en un jodido estado después del ángelus.
-Lastima, parece que tengo más habilidades de las que crees – el chico lo miró con odio ante la respuesta de Minho.
-Minho, creí que aprenderías tu lección de no jugar con criaturas puras solo por tu deseo. Entiendo la necesidad de hacer caer a un ángel, pero un humano ¿Qué es lo que estás pensando?- Dijo volteando a verme y me causó un escalofrío.
-Me pregunto qué pensaré – dijo girando la cabeza al mar y hablando con un tono irónico como siempre – creo que no en la misma mierda que tu – dijo esto y el chico intentó golpearlo pero Minho dio un salto hacia atrás.
-Me estás provocando – dijo mirándolo bastante molesto y jaló la cadena para que la chica quedara frente a mí – creí que solo eras un demonio de lujuria, pero parece que quieres algo de mi ira.
-Sabes perfectamente que la ira no me va muy seguido – dijo como si nada y se dispuso a caminar escaleras arriba – yo decido como hacer las cosas con mis pertenencias y no me interesa lo que tu o él digan, para mí no tiene sentido que lo forcé y lo haga mío sin su voluntad, es más delicioso cuando el cae en el pecado ¡Vámonos Taemin!
Caminé un poco hacía la derecha para esquivar a la rara pareja y subir por las escaleras. Pero el chico sostuvo mi muñeca.
-Te castigarán otra vez Minho – dijo el sosteniendo con fuerza mi brazo – y todo por el alma de un chico insípido y moribundo. Te entendía mejor cuando se trataba de un ángel, pero un jodido humano de mierda, no te servirá de nada, solo te satisfacerá una vez y luego qué – su presión me dolía pero podía ver el humo saliendo de esa muñeca, se estaba haciendo daño por Minho y se veía algo de desesperación en sus ojos ¿A los demonios pueden importarle otros demonios?
-¡Detente! – La chica habló al fin y arrancó la mano del chico de cabello café y algo bajito de mi muñeca. – Te estás lastimando – dijo sujetando la mano con delicadeza – sabes que no puedes detener a Minho una vez que escogió una presa, ya déjalo, la vida del chico es corta, cuando termine el volverá.
-No creo volver – Minho habló ahora desde arriba de las escaleras – así que ya no vengan a buscarme y no vuelvan a tocar lo que me pertenece si no quieren que les arranque los brazos ¡Vamos Taemin!

El viaje de regreso fue algo incómodo, parecía que Minho se hundía en los recuerdos y miraba al exterior temiendo por las tres de la tarde. En cambio la conversación con los demonios me había dado un trago amargo. Sabía que iba a desaparecer pronto, pero el término moribundo me asustaba. Sabía lo que Minho deseaba de mí pero el simple hecho de oírlo de esa forma me causaba un sentimiento de inquietud. Pero esas cosas pasaron a segundo plano mientras intentaba descubrir el pasado del chico alto que se había vuelto a sentar del otro lado del pasillo con miedo a tocarme.
-Minho – decidí preguntarle, después de todo el autobús iba casi vacío – ¿Un ángel fue una de tus pertenencias, como nos llamas?
-El ángel nunca lo fue – dijo algo molesto – creí que había caído pero simplemente se fue – dijo suspirando y luego me volteó a ver con una sonrisa pícara – pero puedo comerme a cualquier ángel que yo quiera, solo que son tan poca cosa y no me llaman la atención.
En ese momento comencé a reír y él me miró asombrado.
-El ángel de esa mujer te miró como molesto – dije aun riendo – y luego dijo que si tú lograbas hacer un ángel caer con tus trucos él podía convertirte en un santo.
-Dile que se muestre al cobarde – dijo poniéndose de pie y todos en el autobús voltearon a verlo – siempre se esconden de nosotros – Me costó un buen rato para convencerlo de que se sentara.
-Es la primera vez que escucho un ángel hablar – dije después de un rato acomodándome en el sillón para tomar una siesta, el cansancio me invadía por completo.
-Parece que no queda mucho tiempo – dijo él y volteé algo cansado a verlo – si quieres estar más tiempo aquí, podemos hacer otro trato, puedes entregarme a tu hermano y te daré más tiempo – negué con la cabeza, sentía que estaba preocupado por mí, pero posiblemente solo se tratara del sueño que tenía en ese momento.
-No quiero más tratos – dije con palabras cansadas – menos por mi hermano.
-Pero no tienes mucho tiempo – dijo cambiándose de lugar para quedar a mi lado – solo un par de días. Puedo extender la marca y hacer que te quedes más, soy tan poderoso que puedo –volví a negar con mi cabeza y el sueño me ganó por completo.

Key
-Kibum, Kibum – escuchaba voces a mi alrededor que me llamaban y alguien me sostenía podía sentir un brazo debajo de mi cuello y una mano en mi hombro. Poco a poco abrí los ojos y mire a Jonghyun que me sostenía y Onew mirándome fijamente.
-¿Estás bien? – Onew preguntó primero.
-Sí – dije con una sonrisa. – Solo hablaba con una amiga – ahora confundí a los dos chicos.
-Onew creo que si se hizo daño – Jonghyun lo volteó a ver con curiosidad –el muerto viviente está diciendo disparates.
-No me hice daño Jonghyun – dije molesto e incorporándome aprisa – ella me quiso mostrar algo.
-¿Qué ella? – Onew preguntaba aun más asombrado.
-El ángel de Jonghyun – dije como si nada pasara y me puse de pie – ¿No teníamos que ir con el profesor? – dije caminando en la dirección que iban antes de introducirme en los recuerdos de esa chica. Llenos de un sentimiento cálido y tristeza.
-Espera Key – Jonghyun corrió a mi lado, llamándome Key. Eso era demasiado para mí -¿Tengo un ángel?
-Claro y ella cuida bien de ti – dije contento, pero no pensaba contarle sobre la historia de ella, parecía que no quería que se enterara. No por ahora – Ya casi es medio día, ya faltaste a clases Jonghyun, no hay mucho que podamos hacer por ahora más que ir a ver al profesor de Onew.
Onew afirmó y llegamos hasta ese lugar, claro en el camino fuimos discutiendo de todo como siempre lo hacíamos, pero ahora Jonghyun me trataba como un igual, aunque aun hacía los chistes de zombis, muertos vivientes y vampiros.
Al tocar el timbre salió el hombre que apenas conocía que nos había ayudado la última vez, cuando me desmayé. Era lato con cabello descuidado, llevaba lentes y estaba muy mal vestido, tanto que provocaba un deseo enorme de arrancarle las viejas ropas fuera de moda y quemarlas en el patio.
-Bienvenidos- saludó con una amplia sonrisa.
-Buenos días profesor – Onew saludó formalmente – ya tiene un nuevo plan para que probemos.
-Pasen primero – dijo abriendo la puerta y haciendo un ademán con su mano.
Nos sentó en la sala y nos invitó café por alguna razón acepté aunque aun no me acostumbraba a comer, simplemente nunca tenía apetito.
-Los resultados de Taemin llegaron esta mañana – dijo rompiendo una nueva discusión entre Jonghyun y yo sobre cómo debía comer cuando iba de visita.
-¿Y qué pasó? – Onew se puso de pie para preguntar -¿La marca le estaba quitando la vida? ¿Cuánto tiempo le queda?
-Aun no estoy seguro, el doctor dijo que vendría personalmente a explicarnos – dijo calmado dando un sorbo al café – por ahora quiero hacerle un examen médico al joven Kim Kibum, si él me lo permite, solo mientras llega el doctor.
-¿Para qué? – Jonghyun se puso de pie molesto – creí haberte dicho que lo dejaras en paz, Key no es ninguna rata de laboratorio.
-No deseo hacerle daño y sé que quieres que se quede contigo, pero tengo curiosidad de saber cómo funciona su cuerpo.
-No funciona – eso fue lo único que pude decir mientras veía a Jonghyun. Acababa de oír que deseaba que me quedara con él.
-Por eso solo haré un sencillo análisis médico, no tardará mucho y Jinki puede estar presente – decidí que no tenía nada de malo y terminé accediendo ante dicho examen médico. Aunque Jonghyun se molestó bastante y se quedó sentado en el sillón con los brazos cruzados.
-Haz lo que quieras – eso fue lo único que me dijo, no quería que se molestara así pero también tenía curiosidad.
-Primero quiero escuchar tus latidos – dijo tomando el estetoscopio. En ese momento solo pude reír.
-Mi corazón no late desde el día de mi muerte – dije aun entre risas y él se acercó deprisa para escucharlo. También descubrió que no respiraba, que no necesitaba comer ni dormir, para el todo era demasiado raro. Probó mis reflejos y eran perfectos, mis pupilas se dilataban de forma normal ente la luz, mis tímpanos aun percibían sonido.
Todo un misterio médico, mientras que el sufría por intentar entender mi cuerpo Onew solo se quedaba viendo su celular y revisaba la hora.
-No temas – dije mientras el profesor salía por comida para probar mi sentido del gusto –Taemin está bien, lo puedo sentir. – Dije al denotar su preocupación. – El dijo que regresaría por la tarde y así será.
-Aun así me preocupa, está con esa cosa y Taemin nunca había salido de noche y mucho menos pasaba la noche fuera de casa sin avisar y si no era contigo o con Jonghyun.
-Siempre lo envidié por eso – dije intentando llevar a Onew a otro tema, si seguía preocupándose así por su hermano se iba a desgastar – nunca pude quedarme a dormir con Jonghyun, nunca lo invité a mi casa y siempre decía que tenía algo más que hacer cuando me invitaba.
-¿Y eso por qué? – Me preguntó muy curioso, nunca le había podido decir esto a nadie, pero no sentía vergüenza, así que no importaba.
-Tenía ese sentimiento que me invadía, el deseo de querer tocarlo, de que me tocara, de que no podría parar si me lo ponían enfrente dormido e indefenso – por fin me liberaba de ese peso, se sentía muy bien decir los pecados.
-Pero eso es normal, uno piensa que no podrá detenerse, pero se asombra del autocontrol que puede llegar a tener – su respuesta me asombró bastante.
-Oh – lancé una risita -¿Onew –hyung tienes a alguien que te gusta? – El abrió grandes los ojos, como si hubiera descubierto su mayor secreto pero no obtuve ninguna respuesta por que el profesor entró con una charola con diferentes tipos de comida.
Las pruebas duraron un rato más hasta que apareció el doctor en la puerta bastante agitado y sosteniendo los papeles frente a él.
El doctor pasó como si nada a la sala y se sentó.
-Viejo amigo, tráeme un vaso con agua – mandó desde el sillón y luego preguntó -¿Quién es el chico?
-Mi hermano, pero no se encuentra aquí – dijo Onew algo molesto por la actitud de ese hombre.
-Pero debo llevármelo a la clínica en este mismo momento – al decir esto Jonghyun se levantó.
-Primero díganos usted lo que nos tiene que decir y luego nosotros decidiremos si lo llevamos o no – parecía exaltado por algo.
-Aquí está el agua – entró el profesor entregando el vaso y el hombre bajito y regordete lo tomó aprisa.
-El chico tiene una enfermedad terminal – fue lo primero que dijo, algo que no nos asombró tanto.
-Bueno eso ya nos lo suponíamos doctor Park, pero queríamos saber de qué se trata – dijo el profesor Kim bastante tranquilo, nosotros solo nos empezábamos a desesperar.
-No – el doctor se puso de pie – no entienden, el chico tiene una enfermedad terminal desde pequeño, una rara enfermedad en la que su sistema inmunológico ataca sus propios órganos, en este momento no debería ni poder moverse – ahora si nos había asombrado.
-¿A qué se refiere? – Onew fue el primero en hablar mientras todos nos lanzábamos miradas.
-A que es un defecto de nacimiento, las personas que la padecen rara vez llegan a los 8 años y es difícil detectarla porque tienen un alto número de defensas, pero la sangre de este chico está contaminada, el hígado, los riñones y hasta dudo que los pulmones estén funcionando, parece que viviera con otra cosa.
-Taemin nunca se enferma – Jonghyun habló primero y todos volteamos a verlo. Pero el tenía razón, todos sabíamos que era muy raro, pero Taemin nunca había tenido ni un simple resfriado, por lo menos eso nos contaba.
-¡La marca! – El profesor habló y corrió por un libro de estante, uno de los símbolos principales en la marca, en el pecho de Taemin es este. Levantó un libro sobre Egipto y en él se veía la cruz egipcia como todos la llamaban.
-Ank – Onew se levantó con dirección al libro – el símbolo de la inmortalidad, de la vida después de la muerte, de la vida eterna.- Parecía perdido dentro de las páginas.
-Creí que era una coincidencia porque de ella se bifurcaban más líneas y volutas – el profesor respondió y ahora el doctor era el que estaba confundido.
-Ahora me dirán que el chico sobrevive con una simple marca, Kim Minwoo deja esas tonterías y deja que el chico valla a la clínica, ha vivido más de lo que se esperaba, el doble de su tiempo pero aun así una falla cardiaca es inminente.- Me levanté en ese mismo instante al igual que Jonghyun.
-¿Quiere decir que Taemin de todos modos va a morir? – Me asustaba saberlo.
-¿Cuánto tiempo le queda? – Jonghyun preguntó un instante después de mí.
-El chico morirá a menos que le haga un trasplante, pero para entrar a la lista necesita estar en la clínica y en sus condiciones con todo y aquello que lleva reteniendo su colapso no tiene más que unos días – dijo sentándose como si perdiera las esperanzas – puedo convencerlos de que sea el primero en la lista porque en su sangre está una posible cura para esta enfermedad, pero aun así, las probabilidades son bajas.
-¡Ya basta! – Onew gritó – no quiero oír más.- Parecía dolido, el profesor empezó a acariciar su espalda pero Onew solo retiró su mano y se fue caminando de una forma lenta. Nadie pudo decir nada, el simplemente salió por la puerta lentamente mientras dejaba un camino de desesperación y tristeza.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 11+

11.- Ya nada niega la verdad

Tae
El sonido era estruendoso, el ambiente estaba cargado de olor a cigarro, alcohol y todo tipo de esencias, todo tipo de personas, todos disfrutaban el ambiente de forma diferente.
Me fijé bien en lo que me rodeaba, todos bailaban me quería unir a ellos, la música empezaba a invadir mis oídos de forma adictiva. Las vestimentas eran variadas, en el centro del club había unas cuantas plataformas donde diferentes bailarines se divertían, a las orillas había personas tomando, riéndose o en un estado más apasionado.
-Toma, apaga tu sed – me dijo el chico con el que ahora me encontraba en la pista. Por alguna razón eso y yo habíamos sido acogidos por ese grupo de chicos mientras que esperábamos la entrada al club.
-Gracias – contesté tomando la botella de cerveza, me moría de sed así que acepté el gesto del chico alto con cabello pintado de un tono claro. Desconocía su nombre o el de alguno de sus amigos, pero no me importaba en lo más mínimo me gustaba llevarme por la embriagante música, seguí bailando no dándole más importancia.
Los chicos de ese grupo entraban y dejaban la pista a ratos, las chicas parecían querer bailar todo el tiempo, pero no lo hacían sin pareja. Yo bailaba a ratos con ellas, porque no quería alejarme de ese lugar mi cuerpo me pedía a gritos bailar.
-Bailas muy bien y eres muy lindo – dijo una de ellas abrazándome, provocándome que me sonrojara. Su aliento apestaba a alcohol y se tambaleaba.
-Tranquila, no asustes al chico – dijo el tipo alto que se había quedado a mi lado casi toda la noche. La apartó y se la llevó de regreso, otro chico más me jaló con él y terminamos bailando energéticamente sobre una de las plataformas. Parecían chicos divertidos, me hubiese gustado ser su amigo, pero ya no tenía tiempo para eso, esa noche solo disfrutaría.
Las luces cambiaron un poco y la música se tornó más movida, el club se llenó de una nueva melodía, Hands Up, la conocía bien. Key y Jonghyun adoraban esta canción y siempre se ponían a saltar levantando la mano al escucharla. Seguí moviéndome con el ritmo, pronto vi como varias personas me observaban al moverme pero simplemente no me importo.
Luego alguien tocó mi hombro y decidí voltear.
-Toma – el chico alto había vuelto y me entregaba otra cerveza – tenemos que hacer lo que dice la canción – gritó cerca de mí y seguimos bailando.
Pasó un rato hasta que sentí que el sudor bajaba por mi espalda y el aire se escapaba de mis pulmones, ni mis fuertes y rítmicas bocanadas permitirían que me recuperara. Decidí ir a sentarme un momento, igual la canción que estaban tocando no era de mis preferidas.
-¿A dónde…? – No escuché bien al chico alto y me acerqué un poco más para oír lo que me preguntaba. -¿A dónde vas? – Ahora si había oído. Me acerqué a su oreja a contestar.
-Me sentaré un momento – le dije.
-Vamos a la barra – tomó mi mano y me jaló a ese lado.
-¿Por qué no vamos a la mesa? – Dije pero el volteó confundido -¿Por qué no vamos a la mesa? – Grité ahora cerca del oído.
-Tu amigo la está ocupando – me gritó de regreso y decidí voltear en la dirección de la mesa donde los chicos descansaban y dejaban sus bebidas y donde las chicas pusieron sus suéteres y bolsos.
Y ahí estaba el demonio haciendo sus tareas demoníacas. Ahora besaba a una chica de forma apasionada en uno de los pequeños sillones. La chica estaba prácticamente sobre él y la tomaba de la cintura con fuerza, ambos ya se mecían demasiado.
-¿Qué quieres tomar? – La voz del chico lo despertó de seguir viendo esa escena y apretando los puños con fuerza.
-Creo que nada, será mejor que me vaya ahora que esta distraído – dijo en tono de voz normal, lo cual no era fácil de escuchar en ese lugar. Me di la vuelta y me dispuse a salir.
-¿Ya te vas? – El chico me siguió y me preguntaba esto al oído. Solo afirmé –entonces te acompaño – caminó a mi lado hasta la salida. Tenía mis oídos aturdidos por la música, pero hasta el aire se sentía más limpio.
-¿Dónde vives? – El chico me preguntó aun con tono de voz alto.
-No te preocupes puedo llegar solo – dije sin problemas estaba algo mareado y feliz, por así decirlo, pero solo habían sido dos cervezas, podía aguantarlas.
-No lo creo – dijo riendo – caminas bastante raro. – Se acercó más y tomó mi mano – Yo te llevaré.
Me empezó a jalar con demasiada emoción y velocidad, si iba tan rápido claro que mi cabeza daría más vueltas. Ahora recordaba que Jonghyun siempre me decía que las personas debían aprender a beber, aunque era obvio que él no sabía cómo. Siempre terminaba poniéndose muy mal, simplemente no tenía autocontrol.
Y ahí estaba de nuevo llenando mi mente con sus recuerdos, a estas alturas esperaba haberlo olvidado o simplemente haberme rendido por completo. Pero el corazón es testarudo y la razón débil.
Cuando me fijé el chico me había arrastrado hasta un callejón y me empujó contra la pared de una forma muy brutal. Luego me tomó de las manos y las puso contra la pared.
-No me puedo resistir más a algo tan lindo como tu – dijo y luego me plantó sus labios sobre los míos.
¿Qué sentía en este momento? Confusión creo, simplemente no lo entendía, debería sentir miedo. Pero no lo sentía, debía estar preocupado, pero algo simplemente me decía que ese tipo tendría su merecido dentro de poco.
-Eres muy obediente – dijo alejándose de mis labios con su respiración acelerada y luego se dispuso a bajar a mi cuello.
-No me gusta compartir lo que me pertenece – una voz se hizo presente en el callejón y lo obligó a voltear. Detrás de él apareció la sombra negra a la que más temía y al ver mi cara de susto giró su cabeza sobre su hombro – ahora que has tocado lo mío debes ir directo al infierno – Minho tomaba su forma humana tras de él y lo empujaba con un solo brazo para que saliera volando directo contra la pared del frente. Golpeó el muro fuerte y luego cayó dos metros abajo sobre un montón de basura.
Me volteó a ver con una mirada de odio, pero ahora sus ojos no eran rojos. Volvían a tomar el tono café con solo un ligero toque de rojo en los bordes.
-¿Desde cuándo dejas que cualquiera te toque? – Dijo molesto avanzando hacía mi.
-No hay mucha diferencia entre él y tú – dije molesto y comencé a avanzar fuera de ese callejón.
-Creo que aun no entiendes que me perteneces bocadillo – dijo y luego vi una luz que provenía de detrás de mí. Gire y vi su mano en llamas, como cuando era pequeño, luego chasqueó los dedos y el cuerpo de ese chico se incendió en una llama verde.
El gritaba y se retorcía del dolor mientras que las llamas lo cubrían.
-¡Detente! – Grité viendo la horrible escena.
-Espero que te sirva para recordar quien soy – dijo chasqueando de nuevo y el chico estaba libre de las llamas y parecía no estar herido.
-Ni lo intentes, lo recuerdo a cada momento – dije girándome para regresar a casa.
-Debes seguir bailando – dijo parándose frente a mi – me estaba entreteniendo bastante con tu seductor bamboleo.
-Estabas más entretenido con otra cosa – seguía molesto por eso.
-No me dejas tocarte, tenía que quitarme la sed con otra cosa – dijo acercándose y soplando en mi oreja para luego volver a aspirar – pero creo que la comida chatarra no se compara con este fino bocadillo gourmet.
-Me regreso a casa – dije caminando otra vez, por un momento me había petrificado, pero no podía tocarme, aunque aun así intentaba provocarme.
-Es tu noche de placer – dijo a mi lado – ha de haber otra cosa que desees hacer en esta vida – me hizo pensarlo un momento, pero había otra cosa que deseaba hacer además de bailar sin control.
-Una película de terror – dije con la mirada perdida. Nunca había visto una, no me llamaban la atención me parecían absurdas. Mi hermano las adoraba y Kibum y Jong me habían invitado a una unos días antes de mi torpe confesión y la muerte de Key.
-Conozco un cine abierto, vamos – dijo empezando a avanzar. Nunca pensé que conociera un cine, que conociera algo.
-¿No me vas a decir que estoy desaprovechando o una de tus locas e inmorales lecciones sobre el placer? – Pregunté asombrado, no esperé que accediera tan fácil.
-Si quieres una lección de placer puedo ofrecértela mi bocadillo – dijo mirándome – pero esta es tu noche y tú decides – se giró para seguir caminando.
Caminé por la acera un rato y luego me tropecé sin caer.
-No quiero que te mallugues mi fruto prohibido – dijo mirándome y parecía que había tratado de detenerme por si me caía, pero era obvio la razón por la que no me había tocado – si solo bebiste dos cervezas, me asombra lo poco que aguantas.
-Vamos por mi película para que vuelva a casa – dije avanzando a su lado con orgullo, fingiendo que estaba bien – y deja de ponerme más apodos raros.
-El alcohol te vuelve aun más rebelde – dijo caminando detrás de mí. – Te ayudaría a caminar, pero debes quitarte el medallón.
-Creí que ayudar no estaba en tu vocabulario demonio posesivo – hablaba normal con él, lo que me asombraba – además no pienso quitármelo esta vez no me engañarás para que lo haga.
-No tengo que engañarte, al final tu mismo me permitirás tener todo, ya te lo había advertido, tu alma, tu vida y tu cuerpo me pertenecerán – volvía con su discurso habitual, ya me había acostumbrado, a lo que más le temía ahora solo parecía una molestia.
Seguí avanzando con un poco de dolor de cabeza y luego me di cuenta que había seres brillantes. No eran solo algunos, todo se empezaba a llenar de ellos.
-¿Qué son esos? – Presioné mi frente y cerré mis ojos tratando de acomodar mi vista.
-Son ángeles, eso deben ser, por el momento creo que son ángeles.
-Hay muchos – dije abriendo los ojos y entrecerrándolos intentado identificar las formas.
-Claro que sí, todos tienen un ángel – dijo caminando ignorando.
-¿Por qué están mirándote? – Pregunté al notar como todos se paraban o giraban al vernos pasar.
-Porque soy un demonio – dijo como si nada pasara.
-¿Por qué se quedan parados y no hacen nada? – Volví a preguntar, parecía que lo fastidiaba.
-Yo qué se, no los puedo ver – dijo molesto y avanzando más rápido – solo se muestran cuando quieren, malditos esclavos empáticos.
-¿Por qué los puedo ver? – Era raro que los viera de repente.
-Bien ahora me siento observado, tenías que decirme que me estaban viendo, aunque sentirme observado por ellos, me parece excitante – había cambiado el tema. Pero aun así me intrigaban tanto las criaturas, había tantas como personas en la calle, si una detrás o junto a cada persona.
-¿Todas las personas tienen ángeles? – Pregunté para ver si mi observación era correcta.
-Si casi todas – dijo girando en una calle.
-¿Jonghyun tiene uno? – Necesitaba saberlo.
-Deberías sacarlo de tu mente, esa también me pertenece. Pero sí el fastidioso tiene un ángel aun más fastidioso y odioso que él. No deja de estar jodiendo y no sigue las reglas como los otros – me alegré un poco al oír sobre esto.
-¿Y Key? – Sabía que Kibum era un caso diferente.
-El ya no tiene ángel, pero si tenía uno era un ser moralista y me encantó cuando se lo arrebaté, se sintió tan bien como cuando como carne – dijo enfrente del cine al que se refería. Me asombré que aun estuviese abierto. Nos paramos un momento ahí afuera, parecía que la plática relacionada con los ángeles le afectaba.
-¿Y mi ángel? – Pregunté a lo mejor él lo había visto alguna vez.
-No tienes – dijo serió.
-Tienes razón, hice un pacto contigo, supongo que no merezco un ángel – dije algo triste, pensé que si lo podría ver el me daría una solución para mi asunto – ¿Y mi hermano?
-Tu hermano puede ver pero no desea ver seres puros, solo los obscuros, pero si girara su vista vería el ser más perfecto y hermoso junto a él – me dolió, era la primera vez que decía algo así – bien para que no te quejes yo pagaré los boletos – sacó una cartera rosada de piel de su pantalón.
-¿De dónde sacaste eso? – Pregunté suponiendo la respuesta, cuando todos dejaron las cosas en la mesa del club él se ofreció a cuidarlas, eso había sido bastante raro.
-De la mesa del club – dijo pidiendo los boletos al hombre adormilado que veía la televisión en la taquilla – los humanos son demasiado ingenuos.
Tras decirle algunas cosas que solo ignoró entramos al cine, entonces descubrí que clase de lugar era. Estaba lleno de parejas que se besuqueaban en la obscuridad. No se podía ver mucho pero toda clase de gemidos y sonidos provenían de las butacas, decidí ignorar esto y me senté a ver la pantalla. Mi primera película de terror simplemente no me daba miedo, pero me hacía sentir algo emocionado. Me intrigaba la historia, era una película vieja pero famosa en corea. Dos hermanas que vivían con su madrastra, todo fue tan psicológico y retorcido, ahora entendía porque mi hermano le gustaba verlas aunque estuviera llorando de miedo todo el tiempo.
-Eso fue interesante – salió estirándose Minho – los humanos tiene una concepción muy tonta sobre los espíritus. Pero obtuve buenas ideas para divertirme. – eso no era buena idea no quería que se subiera a mi cuerpo en la noche debajo de las sábanas. Era una idea escalofriante.
-Está por amanecer – miré hacia las montañas para ver el tono naranja que empezaba a salir.
-Bien en ese caso escoge un último destino – me asombré. Sonaba como los tres deseos del genio de la lámpara. Volvía con Sherezada, parecía que ese libro me perseguiría por un largo tiempo.
-La playa, nunca fui a la playa – era demasiado por pedir, pero no me quería quedar sin decirlo.
-Pediste lo mismo – dijo agachando la cabeza y sacando algo de su pantalón – como no me dejarás tomar una motocicleta. Usemos esto para comprar boletos de autobús – sacó varias carteras negras, rojas, cuadradas, rectangulares. En este momento no me quedo otra más que reír.

Key
Llegamos a casa de Taemin muy temprano, apenas amanecía, pero nos asombramos al ver las patrullas al exterior. Varios oficiales estaban fuera de la puerta de la casa.
-Kibum quédate aquí – dijo Jonghyun dejándome al otro lado de la calle y corriendo hacía la casa. Miré a mi nueva amiga voltearme a ver confundida.
-Cuídalo- sonreí desde el otro lado de la acera y Jonghyun también volteo a verme, luego se giró rápido al verme sonriendo ahí. Me puse detrás de un árbol y decidí esperar y observar desde ahí.
Al principio pensé que la madre de Taemin había exagerado y llamado a la policía, pero tenía que pasar más tiempo para que lo consideraran como desaparecido. No entendía lo que pasaba, pero luego los policías fueron dejando el lugar poco a poco y las patrullas arrancaron para alejarse por la calle principal.
Pasaron unos momentos y Onew y Jonghyun llegaron corriendo hasta donde estaba.
-¿Qué pasó? ¿Qué hacían aquí? – Pregunté mientras los dos recuperaban el aliento.
-Vinieron por Taemin- dijo Jonghyun- parece que un testigo lo vio en el cementerio el día que profanaron tu tumba.
-Ese maldito demonio anda por ahí haciendo que Taemin luzca más culpable – dijo muy molesto el hermano del pequeño.
-Le hablaré al celular –dije tranquilo, no sentía ese tipo de preocupación, sentía necesidad de saber de Taemin, pero no temor a los policías.
-Ya lo intenté, pero no contesta – dijo Onew molesto.
-Bueno Taemin –me contestó al instante.
-Key, buenos días – tan atento como siempre, parecía bien, pero aun así debía decirle algo por no estar en su casa en toda la noche. Fingí un poco de enojo.
-¿Dónde estás? – Pregunté en un tono de demanda – Tu familia está muy preocupada ¿En qué pensabas?
-Lo siento Kibum – dijo algo arrepentido. – Voy en camino a la playa, siempre quise ir.
-¡Espera! –Jonghyun gritó – fuiste a la playa y no me llevaste – gritó contra el teléfono.
-Ese no es el punto Jonghyun – le dije empujándolo.
-¿Por qué? – Onew dijo por lo bajo y miraba el piso mientras presionaba con fuerza sus manos formando apretados puños – ¿Por qué no me contesta a mí?
-¿Hyung? – Se escuchó al otro lado del teléfono.
-¿Por qué te escapaste con eso? ¿Por qué no me dejaste que cuidara de ti? – Onew estaba por llorar.
-Lo siento hyung, me tengo que ir, perdóname, volveré esta tarde – la llamada se cortó.
-Onew vamos con el profesor – le dije tocando su hombro – debemos decirle que eso sigue por aquí.
-Vamos – dijo levantando la mirada y muy decidido.
Empezamos a caminar, pero luego noté que la chica no nos seguía.
-¿Sucede algo? – Siempre iba tras Jonghyun pero ahora solo se quedaba viendo a la casa de Taemin. Negó con la cabeza y luego extendió su mano para que la tomara.
Jong y Onew se me quedaban viendo pero no me importaba hablar con la nada. Tomé la mano pensando que quería decirme algo telepáticamente como siempre. Pero para mi sorpresa todo giró a mí alrededor y miles de rayos de colores me llevaron a otro lugar donde llovía.
Mire a todos lados, estaba en un lugar diferente, un poco más rural. Llovía con fuerza pero no me mojaba, simplemente sabía que no estaba en ese lugar. En un pequeño techo de una parada de camión se encontraba ahí ese ángel pero ahora con una forma más humana traía puesto un uniforme y veía hacía el otro lado de la calle. Frente a ella estaba el más lindo chico con la sonrisa más perfecta.
-Jonghyun – dije suavemente. Ante mis ojos estaba Jonghyun jugando en la lluvia una joven y tierna versión de Jong, debía estar en la secundaria. Vi de nuevo a la chica que estaba a mi lado viendo también la alegre escena, su mirada estaba llena de ilusión, alegría y tal vez amor.
Muchos sentimientos llegaron a mí con esa escena pero luego sentí el dolor, la tristeza, la separación y el deseo de proteger esa sonrisa. Ahora lo entendía ella se había vuelto ángel por Jonghyun.
-¿Por qué me muestras esto? – Le pregunté algo preocupado por la respuesta.
-Temo por lo que venga en el futuro – dijo en mi mente – por eso quiero que tu protejas esa sonrisa si todo termina mal.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 10+

10.- Golpea fuerte en mi pecho

¿En qué momento apareció? Me preguntaba mientras abría mis ojos poco a poco. Esa tarde había sentido dolor, extrañaba esa sensación que presiona tu cuerpo y te estremece, descubrí que no era fácil describirlo. Porque uno está acostumbrado a sentir dolor pero cuando no lo siente no puede describir de qué se trata. He escuchado de personas que nacen sin la habilidad de sentir dolor debido a una enfermedad en los nervios. Es muy peligroso porque no saben que se están haciendo daño a ellos mismos, muchos de los bebés que nacen con esto mueren a corta edad debido a que al no sentir no tienen señales de auto supervivencia. Por mi lado sabía que todo lo que hacía me estaba dañando, no sentía dolor pero tenía un razonamiento si me quedaba más tiempo en ese apartamento sería el único que sufriría. Pensaba todo esto mientras veía eso que había parecido simplemente no le di importancia.
La habitación estaba hecha un desastre, era el resultado de nuestra épica batalla en la tarde. Recordaba poco de lo ocurrido, pero todo se veía tan tranquilo, no sabía si se habían desecho de eso o no. Me sentía mal por no haber ayudado, revisé la habitación, en la obscuridad no pude ver nada irregular – Espero que todos estén bien- pensé mientras veía toda la obscuridad y las sombras que reflejaba esa luz de en medio de esa habitación -¿En qué momento apareció? – Me volví a preguntar al ver esa luz. La volví a ignorar y vi hacía la esquina de la puerta, mi maleta improvisada y mis cosas seguían en el mismo lugar.
Caminé hacia ellas. Quería saber cómo estaba Taemin, cómo estaba Jonghyun, si Onew lo había logrado, todas esas cosas rondaban por mi mente pero no podía quedarme más tiempo, si no me arrepentiría de irme. Pero no deseaba ver a Jonghyun con mi monstruoso ser y vivir una vida que ya no me pertenecía. Tomé mis cosas y decidí salir. Pero para mi sorpresa la luz se puso frente a mí.
-No piensas dejarme salir – la forma humana de esa luz negó con la cabeza -¿Sabes qué no soy una buena criatura? – le hablé de la forma más natural, como si siempre hubiese estado ahí, tal vez siempre había estado ahí, pero nunca me había dignado a verla.
Afirmó con una sonrisa ante mi última pregunta.
-Entonces lo mejor será que me vaya – le dije intentando avanzar de nuevo, pero puso sus brazos sobre mí tratando de detenerme. – No puedo quedarme aquí – sentí como algo cálido recorría mi piel ante su contacto. Ella afirmó, parecía que deseaba que me quedara.
-No quiero que te vayas – una voz resonó en mi cabeza, una voz suave y pacífica, me recordaba a una que había escuchado tiempo atrás.
-¿Eres un ángel verdad? –Pregunté y ella afirmó, al parecer solo podía comunicarse conmigo por pensamientos y di yo deseaba oír eso que me decía. – Entonces sabes que hice un pacto con un demonio y por eso no puedo seguir tu mismo camino – ella afirmó de nuevo. Volví a tomar la maleta que había dejado en el piso.
-Pero quiero que te quedes – su armónica voz me volvió a llenar de paz la mente. –Se que saliste de tu sendero y buscaste el mal por egoísmo, pero me pidieron que te vigilara, tu ángel está preocupada por ti, también tu familia. Además quiero ser egoísta también y pedirte que te quedes con Jonghyun – no entendí porque lo último era egoísta, parecía que esta chica me conocía más de lo que esperaba.
-Lo siento, no puedo seguir dañándome de esta forma, también tengo instinto de auto supervivencia – dije moviéndola a un lado suavemente.
-Vuelve este suplicio tu penitencia – la había pasado y volteé a verla asombrado – se que duele, a mí también me duele, pero todo tiene una razón de ser, y quiero que te quedes con nosotros Key – su armoniosa voz era muy convincente, simplemente decidí escucharla, era lo que debía hacer después de haber ignorado la otra y haber caído como un idiota en la mayor estafa de un demonio pervertido.
-Me quedaré por un tiempo – le dije y ella solo sonrió.
-¿Con quién hablas? – Jonghyun se apareció en el pasillo frotando un ojo como niño pequeño adormilado, despeinado y con su pijama de siempre, solo el pantalón. Mi acompañante solo sonrió y corrió tiernamente hacia él y empezó a brincar a su alrededor.
-Con ninguna persona – contesté al ver la tierna escena de la chica que lo veía como si se tratara el mejor regalo de la tierra. Deseaba yo también tener un sentimiento así de puro.
-¿Ya te encuentras mejor? – Dijo terminando de frotarse un ojo y viéndome con curiosidad. El Jonghyun adormilado era de lo más lindo.
-Sí, gracias – dije aun sin creerme su amabilidad – regresa a dormir – le dije empezando a recoger las maletas que había hecho. Le preguntaría sobre todo lo que había pasado la mañana siguiente.
-Buenas noches – dijo dando la vuelta – tu también intenta descansar un poco más – un vuelco en mi corazón hizo que sintiera un latido, lo que daría porque bombeara sangre por mis venas.
-Ya duérmete – le mandé con mi tono de madre del que siempre se burlaba Taemin – que los ángeles te acompañen – dije por lo bajo viendo como la chica saltaba con alegría detrás de él. – Jonghyun me preguntó ¿Si hubiese muerto por completo y viajado a donde tendría que ir ahora sería tu devoto ángel y me hubiese quedado a tu lado sin dañarte?

Amaneció en el departamento y yo ya me encontraba preparando el desayuno. La comida balanceada y saludable como a Jonghyun le gustaba pero nunca podía prepararse. Escuché un ruido detrás de mí.
-Más te vale que te hayas lavado la cara y las manos antes de presentarte en mi cocina – dije con una sonrisa, me gustaba hacer las labores domésticas para Jong.
-Rápido Kibum, vístete, Onew me habló, esa cosa estaba con Taemin anoche y nunca volvieron a casa – Tomó mi mano y me jaló al exterior de la cocina. Intentó moverme más pero yo me quedé estático mirando fijamente a Jonghyun -¿Qué pasa? – Me preguntó acercando su rostro.
-Me llamaste Kibum – me llené de alegría y luego recordé lo que había dicho después – luego celebro, debemos buscar a mi hijo -Corrí hasta la puerta. Jonghyun también estaba incrédulo de que me hubiese llamado por mi nombre, pero reaccionó rápido al verme en la puerta.

Tae

Mi madre me pasó a la sala y el chico ahora platicaba con mi padre alegremente, mi padre rara vez estaba en casa y ahora platicaba con él.
-¿Qué es lo que quieres? –Pregunté lleno de odio.
-¡Taemin! –Mi madre golpeó mi nuca – Esa no es forma de tratar a un amigo.
-No se preocupe señora Lee, es tarde y llegué de sorpresa – volvía a aparentar como odiaba que lo hiciera – creo que también me molestaría si fuera Taeminnie.
-No tienes derecho a llamarlo Taeminnie – Jinki llegó a la escena más que molesto.
-Hijo, tu también –mi madre lanzó una de sus miradas asesinas – saben que chicos, suban a la habitación de Taemin, yo les llevaré algo allá arriba.
Mi madre empezó a insistir y terminamos los tres lanzando miradas de odio entre nosotros en el pasillo de arriba.
-Hoy me divirtieron bastante – el primero en hablar fue Minho.
-Por qué no desapareces de una vez – Jinki trató de golpearlo.
-No quiero, me agrada estar aquí, deberíamos quedarnos más tiempo Taemin- dijo intentando acercarse a mí, yo seguía asustado de lo de la tarde por lo que intenté retroceder pero la pared se interpuso en mi huida.
-¡Déjalo! – El grito de mi hermano me hizo abrir los ojos que había presionado con fuerza al sentir el frio muro. Su mano tocó el borde de mi rostro y cerré de nuevo los ojos, empezó a acariciar pero…
-¡Un medallón! – Miré a la cosa de enfrente sujetando su mano con fuerza y como esta se veía quemada y aun salía humo y algunas cenizas caían.
-Perfecto – Jinki dijo poniéndose entre esa cosa y yo – parece que no puedes tocarlo, el medallón si funciona.
-Bravo bravo – dijo el chico aplaudiendo – un éxito entre todas las fallas del día de hoy.
-Por lo menos yo tuve un éxito, tu solo fallaste el día de hoy.
-Esta es la guerra Onew, por más que protejas a uno de los tuyos no debes olvidar que los otros también pueden caer – dijo esto acercándose a mi hermano y tomó su rostro con fuerza, Jinki intentó zafarse, pero sus rostros seguían acercándose, relamió sus labios con su larga lengua dispuesto a saborear a mi hermano, como el decía. No lo soporté más y lo empuje.
-¿Pero qué haces? – Gritó verificando las marcas donde lo había tocado, también se había quemado de la misma forma que su mano.
-¿Está todo bien haya arriba? – Mi madre preguntaba desde la sala.
-Si señora Lee – Minho me miró con un profundo odio – solo le contaba algo a Taemin.
-Está bien, pero no hagan tanto ruido – mi madre era una mujer muy ingenua – Jinki, ven a ayudarme a la cocina, deja a tu hermano con su amigo – la reina de la ingenuidad. Miré preocupado a mi hermano.
-Tranquilo todo está bien, no me tardaré, solo recuerda que no puede tocarte – Jinki me dijo tomando mi mano y soltándome suavemente.
-Vaya sabe desaprovechar muy buenas oportunidades – eso lanzaba una sonrisa pícara y lo volteé a ver con duda, me contestó de una forma muy rara – si yo fuera él ya te habría tomado por la fuerza hace mucho tiempo, puede que te hubiese gustado – dijo abriendo la puerta de mi cuarto y entrando como si nada.
-¿Cómo sabías que era mi habitación? – Dije mientras él se acostaba en la cama.
-Ya he estado aquí varias veces – dijo tomando mi pijama de debajo de mi almohada y aspirando su olor – tu aroma es tan tentador y te vez tan delicioso cuando te duermes, me he controlado tanto para no comerte.
-Pues sigue controlándote, dentro de poco te puedes llevar mi alma – respondí molesto al ver como empezaba a morder mi pijama.
-Me controlo bastante bien – dijo sentándose – todos estos años, viéndote tan delicioso, oliendo tan esquicito, el sabor salado de tu piel, tu exquisita sangre, me tomo mi tiempo para detener mis impulsos, pero cuando me molesto simplemente no puedo parar. Esta tarde creí que lo lograría que saborearía más de ti. Pero si piensas que solo quiero tu alma te equivocas, deseo tu cuerpo, tu vida, tu esencia, tu aroma, simplemente lo deseo todo – estaba parado muy cerca de mi suspiraba estas palabras a mi oído sin tocarme. Solo pude cerrar mis ojos, pero luego sentí como se alejaba.- No es tan divertido si no me permites tocarte – dijo acostándose en mi cama y descansando su cabeza en sus brazos para ver el techo – ponte a hacer lo que siempre haces ¿No piensas estudiar hoy como loco para la universidad a la que quiere tu padre que entres?
-¿También piensas meter a mi padre en esto? – Dije molesto al ver que conocía los deseos y ambiciones de mi viejo.
-No tiene sentido, la verdad casi no le tienes aprecio y mi objetivo es dañar todo lo que aprecias, no deberías culpar a ese hombre por arruinar tu vida, cúlpame a mi – dijo girándose para acostarse de lado en la cama y darme la espalda – fue por mi culpa que volviste tu vida tan aburrida, que alejaste a todas las personas, que no tienes sueños ni ilusiones para el futuro, porque sabes que me perteneces y al final vendrás conmigo – el tenía razón, si no tenía amigos y no salía era por temor a él. Por el simple hecho de saber que vendría por mi algún día y me alejaría de todo lo de aquí.
Me senté a estudiar al ver que no diría o haría nada más, por lo menos mi padre y mi madre estarían orgullosos de mí antes de desaparecer eso pensé.
-Key piensa quedarse con Jonghyun – dijo cuando avanzó un poco más la noche, me asombraba que Jinki no hubiese vuelto más que una vez para checar que hacía eso y otra para traer bebidas y algunas galletas. Ya era tarde, mi madre debió suponer que Minho se quedaría esa noche por que no había dicho nada más y todos creían que estaba ya dormido en mi cama. Pero no creo que eso durmiera, solo miraba la pared en silencio, algo me decía que era lo único que hacía.
-Eso es bueno – dije repasando varias fórmulas del libro y haciendo anotaciones con el lápiz.
-Puede que no te quede mucho tiempo en este mundo – dijo girando en la cama para ver de nuevo al techo- tú no eres como los otros con quienes he hecho tratos.
-Soy especial – dije anotando todavía, me había acostumbrado a su presencia en mi cuarto. Tenía varias horas ahí sin moverse – y tú estás herido – dije dándole a entender que sabía lo que pasaba.
-Mi bocadillo tan interesante como siempre – dijo sentándose en la cama –pero me repondré rápido, no debes preocuparte por mí – ahora se ponía de pie.
-Yo no me preocupo por ti – dije aun viendo el libro – no me interesa lo que te pase, si desapareces es mucho mejor para mí.
-Pero yo si me preocupo por ti – lo miré asombrado ante sus palabras ahora estaba recargado en mi escritorio – tu vida es muy aburrida y la piensas abandonar de la misma manera. Cada vez que hacía un trato las personas despilfarraban dinero, comían como locos, bebían sin control, pedían mujeres y se dejaban llevar por los placeres. Tú ni siquiera te has tirado a una chica – se detuvo un momento y luego lanzó una ligera sonrisa – bueno o un chico, comes mucho pero no excedes, rara vez te satisfaces a ti mismo, si no es que lo bajas con una ducha helada, y si lo haces es con la foto de Jonghyun que tienes debajo de tu colchón, ni siquiera vez a otras personas, eres un fiel y asqueroso puritano. Te estoy dando la oportunidad de que hagas las cosas sin control, por lo menos una noche deberías dejarte llevar por el placer.
-Yo paso – dije molesto ante sus palabras – es cierto soy un asqueroso puritano, pero así estoy bien.
-Ha de haber una cosa, solo una cosa que quieras hacer antes de morir – dijo son una pícara sonrisa.
-No quiero hacer eso – dije levantando mi mano dándole a entender que lo tocaría si se acercaba más.
-¿Pero qué tal bailar? – Abrí los ojos – bailar sin control toda la noche hasta no poder más – era lo que más me llamaba la atención, Key me invitaba a veces pero siempre me alejaba de algo tan divertido, si me llegaba a gustar mucho mi vida sería doloroso dejarla, eso pensaba cuando sugerían actividades divertidas – bailar representa el deseo del cuerpo humano, tu cuerpo está lleno de deseo, puedo sentirlo, es como un aroma que surge por los poros de tu piel. Mi delicioso bocadillo se movería a un ritmo exquisito.
Afirmé con mi cabeza y luego escuché a Jinki pasar por el pasillo.
-¿Vendrás verdad? – Minho había abierto mi ventana y ahora se disponía a salir por ella. Abrí los ojos ampliamente. Pensaba en ese momento todos los pros y contras de esa situación.
-Taemin ¿Sigues despierto? – Mi hermano preguntaba fuera de mi puerta.
Me levanté y decidí seguir los grandes ojos que me guiaban al exterior, había caído en su juego una vez más, pero esta vez mi deseo era mayor, simplemente no me podría detener, disfrutaría de esa noche para esfumarme luego.
-No soy Sherezada- repetí en mi cabeza – soy el sultán y estoy cayendo en el engaño.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 09+

09.- Mirada de obscuridad

Había corrido a consolar a Key, no deseaba oír nada más sabía que esa cosa lo quería manipular para que le hiciera algo a mi hermano. Vi como lanzó su mirada y entendí al instante que sus planes eran que me molestara con Kibum, pero yo no haría algo como eso. Sabía que ese trato estaba mal pero no podía culpar a mi amigo, el era demasiado valioso para mi, tanto como mi hermano, no quería un estúpido trato en donde fuera uno u otro.
Lo abracé con fuerza, su cuerpo estaba tan frio, supongo que eso era normal en el ahora.
-Tranquilo Kibum, ignóralo, creí que ignorarlo era la solución – acariciaba su cabello hincado a su lado quería protegerlo, era obvio que se trataba del mismo Kibum de siempre, pero esa cosa lo engañaba con su propio temor de volverse un monstruo.
-¿Taemin? – Me miró con sus ojos llorosos y con ternura, sentí como se aferró tomando mi playera.
-No te preocupes Kibum, el no puede cumplir su parte del trato, así que tu no debes cumplir la tuya – le dije dándole a entender que estaba enterado y no me importaba– quédate aquí con Jonghyun era obvio que él te necesita, yo ya no tengo esa clase de sentimientos por él – había decidido hace tiempo alejarme y eso lo sabía, solo había utilizado esa sucia técnica para deshacerse de Jinki, era obvio que los estudios de mi hermano representaban un peligro para él, bueno esa fue mi conclusión en ese momento. Le lancé una mirada retadora al ver como Kibum se calmaba ante mis palabras y yo arruinaba sus planes. Parecía que podía ser Sherezada.
-¡No me provoques pequeño bocadillo! – Sentí un fuerte jalón en mi brazo que acompañaba estás palabras me jaló un poco más y luego sentí un dolor asombroso en mi espalda provocado por la fría pared. – Tu no deberías meterte en mis planes – estaba muy enojado, no lo había visto así, ni siquiera cuando lo había insultado en el parque.
-¡Suelta a mi niño! – Key forcejeaba contra su brazo, su mano había tomado mis dos muñecas y las había puesto sobre mi cabeza, con una sola mano me levantaba del piso, mis piernas pataleaban tratando de zafarme pero era demasiado duro el amarre. Quise gritar pero mis gritos eran ahogados, vi como Key se levantaba de donde había sido aventado, pero cerré los ojos al instante que esa larga lengua se depositaba en mi cuello y luego los filosos dientes la acompañaban para marcar mi cuello y partes de mi pecho. Un fuerte sonido hizo que abriera los ojos, Kibum había roto una lámpara contra su cabeza, pero él no se detenía.
-Detente, por favor detente – mis lágrimas querían salir, al ver a mi amigo luchando por mí y a punto de presenciar una de las escenas más vergonzosas, parecía que no sería Sherezada, era demasiado débil y tonto. Su mano estaba en mi cintura, sentí como tocaba mi piel debajo de la camisa poco a poco fue subiendo tocándome con bastante calor hasta llegar a mi pezón y apretarlo con fuerza quise gemir pero su lengua se encontró de nuevo en mi paladar y todos los rincones de mi boca, volvía a morder y sofocarme de forma salvaje. Una silla se rompió en la espalda de mi atacante pero eso solo hizo que se separara por un momento.
-Que gracioso –giró su cabeza pero seguía tocando mi tórax y subiendo mi playera- pero ahora no quiero interrupciones – lanzó a Key con tal fuerza que aterrizó en una mesa que estalló ante su peso.
-¡KEY! – Mi corazón se detuvo al ver el cuerpo de mi amigo, atravesado por maderos y vidrios. Luego esa cosa se separó de mi y lanzó una mirada diferente, sus ojos eran más humanos y se veían llenos de tristeza, me quedé embobado viendo esa mirada, ya no me estaba tocando, ni acariciaba mi cuerpo con su asquerosa mano, solo me veía lleno de dolor.
-¡TAEMIN! – El grito de Key y el sonido de mi celular me hicieron voltear, cuando volví a ver a mi atacante su tenebrosa mirada había vuelto y volvía a acercarse a mi rostro, pero pasó de lado hasta mi oreja.
Mordió mi lóbulo una vez y se delimitó el borde de mi oreja con su lengua – Eres más delicioso de lo que recordaba, fueron duros días sin ti – volvió a morder y sentí una punzonada de dolor, mi oreja estaba sangrando el ahora lamía el cálido líquido que bajaba por mi cuello. Pude ver a Kibum con un vidrio en su mano pero al tocar el hombro de esa cosa se rompió en cientos de pequeñas piezas, Key se movía con dificultad pero seguía golpeando la espalda.
-Key – dije suavemente ante la excitación que me producía que lamiera con tanta suavidad y sin lastimarme.
-Eres demasiado puro – dijo alejándose un poco y lanzándome otra mirada confusa – te vuelves cada vez más delicioso, preocupándote primero por los demás cuando tú estás en una situación peligrosa – tomó mi barbilla y obligó a que abriera mi boca, me besó otra vez, pero también fue suave, es como si el odio y el rencor de hace unos momentos hubiera desaparecido, solo le quedaba el deseo.
Algo jaló el cuerpo de Minho y caí al piso, Kibum se me acercó y puso un trapo sobre mi lóbulo, debía de seguir sangrando pero yo ya no lo sentía.
Jonghyun golpeaba con fuerza el rostro del chico alto mientras este le devolvía los golpes.
-¿Key estás bien? – Su cuerpo seguía atravesado por varias cosas -¿No te duele?
-Estoy bien, vamos salgamos pronto de aquí – se levantó y me ayudó a pararme – pero Jonghyun…
-El me dijo que te sacara, ahora sígueme – salimos al pasillo y mi hermano entró con varias cosas velas, polvos y demás, luego se asomó y le entregó un collar a Key.
-Pónselo mientras intentamos esto – Kibum seguía presionando en mi oreja con ese pañuelo blanco y luego retiró un vidrio de su brazo para moverse mejor. Al instante que lo sacó la herida desapareció de forma gradual y no dejó ninguna marca, ambos nos quedamos asombrados.
-De verdad soy un monstruo – dijo viendo el brazo atravesado hace unos momentos.
-Yo creo que es una habilidad asombrosa – dije intentando animarlo – ahora el todopoderoso Key también es indestructible – me volteó a ver aun con los ojos muy abiertos y luego sonó el ascensor y apareció el profesor de Jinki con un libro y otra bolsa de objetos como los que traía mi hermano.
-¡Taemin! – Llegó corriendo a ver mi condición.
-Profesor Kim – lo saludé tranquilo.
-¿Tu hermano ya empezó? – Key asintió – le dije que me esperara, es muy peligrosos que trate de sellarlo él solo – el profesor corrió dentro del departamento y lo seguí, Key trato de detenerme pero terminé jalándolo hasta la puerta para que también lo viera.
Jonghyun y Minho seguían peleando en el interior, Jinki trazaba dibujos con sal en el piso y prendía velas, el profesor llegó a ayudarlo con esto. No comprendía el plan pero parecía ser una extraña ceremonia como la de las películas.
-¡ESTÚPIDO ÁNGEL DEJA DE ENTROMETERTE! – el grito me hizo voltear y vi como Minho le gritaba al aire sobre la cabeza de Jonghyun.
-Creo que le puede hacer daño por culpa de un ángel – volteé a ver a Key diciéndole esto, el afirmó desde el otro lado de la puerta – vamos a ayudar – jalé su mano. No podía quedarme ahí solo viendo mientras todos intentaban librarme de mi pesadilla.
– Me senté junto al profesor y comencé a prender velas
-Taemin – Jinki me lanzó una mirada y luego afirmó con la cabeza, sabía que no me quedaría con los brazos cruzados mientras ellos hacían todo lo posible por detenerlo –Está bien, pero ponte el amuleto que tiene Key – yo afirmé y tome el colguije lo pasé por mi cabeza y seguí prendiendo velas.
-¡Jonghyun mantenlo en ese lugar ¡ – Jinki gritó tomando una tiza y comenzó a correr alrededor de donde ambas figuras peleaban y se daban duros golpes. Escribía cosas que copiaba de un libro.
-¿El experto les dijo que hicieran esto? – Pregunté al profesor al ver la escena sacada de una película.
-Nos lo sugirió, tenemos otras técnicas por si esta no funciona, pero tu hermano quiso que intentáramos cuando escuchó de tu ataque – el profesor me contestaba mientras juntaba las velas encendidas y corría hacia el círculo.
Jinki corrió hacia la derecha para trazar algo más pero se tropezó y golpeo fuertemente el piso. Tomé esta oportunidad para tomar la tiza y continuar lo que hacía siguiendo el diseño del libro mientras el se recuperaba de la caída. Key ponía las velas donde indicaba el profesor y cuando mi hermano se paró y trazó un último diseño gritó.
-¡Está todo listo Jonghyun, sal de ahí! – Así que Jong empujó a Minho y luego saltó fuera del círculo, mi hermano abrió una botellita con agua de color rosado y la lanzó, una luz salió del piso con una brisa con un olor suave entre lavanda y rosas, parecía que la luz rodeaba el círculo.
Minho estaba en medio repasando los símbolos con la mirada en el piso, luego vio a mi hermano.
-Nada mal mi delicioso bocadillo, parece que me has atrapado aquí adentro – rió fuertemente y jaló la cabeza hacia atrás mostrando mayor demencia en su risa.
-¡Minwoo te toca! –Mi hermano lanzó el libro al profesor y el tomó unas tijeras.
– Lo siento Taemin – dijo mientras cortaba un mechón de mi cabello – empezó a hablar en un idioma extraño y luego lanzó el cabello al centro del círculo y cuando pasó por la luz con brisa aromática se transformó en mi. Key estaba a mi lado me abrazó sorprendido, del otro lado Jonghyun abría la boca demasiado grande ante tal escena.
-Ese es tu bocadillo – Jinki dijo cuando el chico que era idéntico a mi dio un paso hacía donde estaba Minho.
-Tienes razón, es igual de lindo que mi interesante bocadillo – dijo tocando el rostro del chico suavemente con su mano – hasta su aroma es el mismo – se acercó más al cuerpo del chico, por un momento me estremecí al ver esto, creo que es por que rara vez puedes ver como aprovechan de ti desde otro ángulo. Pero me dolía que lo tocara de esa manera – pero es un truco barato comparado con el verdadero Taemin – tomó su cuello y comenzó a presionar su garganta el chico llevó sus manos hacia las manos del demonio que lo sofocaban.
-¡Detenlo! – Key gritó – lo está matando – ahora comenzaba a llorar mientras se aferraba a mi brazo.
-Taemin tiene inocencia en su mirada, tiene una sonrisa apagada por su pasado, sus pensamientos son para sus amigos, su mayor emoción es estar enamorado, su conciencia es su mayor carga y su pureza hace que su sabor sea esquicito – seguía presionando, Jonghyun quiso acercarse molesto pero mi hermano jalo su brazo y negó con la cabeza. Yo solo veía asombrado por la forma en que me conocía tan bien – esta solo es una sombra barata de Taemin, no acepto simples retratos, quiero al verdadero – lanzó su mirada hacía mi.
-¿No se supone que no puede ver al exterior? – Jinki preguntó.
-No entiendo lo que está pasando, se supone que no se daría cuenta, que sería engañado por el círculo – la presión en el cuello de mi sombra fue demasiado, un crujido sonó y el chico soltó los brazos que habían forcejeado todo este rato, ahora colgaban inertes a ambos lados del cuerpo del chico. Minho sacó sus manos y luego el cuerpo cayó con la cabeza en una dirección distinta al cuerpo y el cuello con una horrible protuberancia, escondí mi cabeza en el pecho de Key, no podía ver la escena de mi mismo con los ojos sin vida y un cuerpo inerte.
-¿Tienes otro truco verdad? Te espero mi delicioso bocadillo, se que quieres a tu hermano solo para ti.
-Calla de una vez, Minwoo, pasa al plan B.
-Ya lo tengo preparado Onew – volvió a decir otras cosas y Kibum se desmayó, sentí el peso de su cuerpo e intenté detenerlo, veía como se empezaba a convulsionar, estaba por gritar para que parara ese extraño cántico.
-¡Detente! – Jonghyun se me adelantó – le estás haciendo daño a Key –miraba asustado la escena. Pero Minho solo comenzó a reír.
-Es obvio que las criaturas obscuras menores desaparecerían primero – su risa retumbaba en mis oídos.
-¡Cambio de plan Onew! – El profesor Kim lanzó el libro y tomó unos cubos de la maleta, luego le lazó uno a Jinki y otro a Jonghyun – ¡Taemin necesito tu ayuda! Puedes dejar a Key por un momento. Yo también recibí un cubo nos colocamos en cuatro esquinas y ahora Onew y el profesor recitaba juntos raras palabras. Creo que esa había sido la razón por la cual mi hermano no había llegado a casa la noche anterior, me sentía algo inútil viéndolo intentar tanto y yo habiéndome rendido hace muchos años atrás. Vi todo esto con un poco más de esperanza pero mi esperanza aumentó cuando Minho tomó su cabeza con ambas manos y empezó a gritar de dolor. Fue bajando hasta el piso y parece que se retorcía por el sufrimiento. Giré mi cabeza no podía seguir viendo esto. Sentí demasiado calor viniendo de enfrente y volví a levantar la mirada solo para ver como el círculo explotaba como si fuera de vidrio.
El silencio invadió la habitación un rato mientras todos veíamos de un lado al otro, esperando encontrar eso a lo que temíamos.
-¿Lo logramos? – Jonghyun fue el primero en preguntar.
-Parece que si – mi hermano me veía sorprendido.
-¡Nos deshicimos de esa cosa! – el profesor gritó de alegría.
Todos empezamos a saltar por la habitación. Gritábamos, nos abrazábamos e inclusive mi hermano me cargó y me hizo girar de la alegría. Reímos un rato, repasamos la anécdota y al final debíamos salir de ahí.
-Yo puedo llevarme a Kibum – el profesor dijo mientras recogía las cosas. Kibum seguía inconsciente en el sillón. Nos habíamos asustado un rato, porque no respiraba, pero bueno Key no podía respirar. Pero no tardo en quejarse y acomodarse, así que estábamos aliviados de ver que aun tenía su segunda vida.
-Depende de Jonghyun – dije volteando a verlo.
-Está bien aquí – dijo lanzando una mirada al profesor que daba algo de miedo – no es ningún experimento científico, aunque no sea Key, aun es un chico o algo parecido.
-Bueno, pero aun así vendré a verle después – dijo tomando su abrigo y luego salió del departamento.
-¡Gracias Minwoo! – Mi hermano estaba completamente feliz – hora de volver a casa Taemin.
Salimos solo despidiéndonos y viendo como Jonghyun tapaba a Key con una manta, la verdad parecía que ahora lo aceptaba un poco más.
-Creo que Jonghyun y Key se llevarán muy bien de ahora en adelante – dije contento sosteniendo la mano de mi hermano.
-Parece que ahora todo saldrá bien – dijo aun con su enorme sonrisa.
-Muchas gracias hyung – dije acercándome y le di un beso en su mejilla. El se sonrojó al instante y luego solté su mano y corrí para adelantarme – ¡Vamos a casa a cenar! – grité contento corriendo y mi hermano intentó alcanzar mi paso, reía como nunca, ahora quería disfrutar un poco más la vida. Llegué primero a la puerta y la abrí jadeando de alegría, sentí una pequeña punzonada en el pecho.
-Hijo que bueno que llegaste – mi madre me recibió – tú también Jinki, aun me debes explicaciones de anoche – dijo algo molesta. Me disponía a subir para no involucrarme en el regaño de Jinki. –Taemin tu amigo te espera en la sala.
Giré la cabeza ante esas palabras y luego quise asomarme, pero algo me lo impedía, después de tantos años me sentía libre, no me lo podían quitar. Negué con la cabeza, podía ser alguien más.
-Vamos Minho ya estuvo buen rato esperándote, ve con él -mi madre ahora dictaba mi triste sentencia.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 08+

08.- Es densa como la malta

Sentí los rayos del sol sobre mi cara, era un hermoso atardecer, una buena ubicación para una ventana. Una de las pocas cosas buenas de ese apartamento. Nunca había estado en el apartamento de Jonghyun cuando vivía y tampoco lo había dejado que se quedara en mi casa por mucho tiempo. Debía aceptarlo temía a lo que pudiera hacer, ese chico provocaba cosas raras en mi.
-Ya es tarde y aun no recibo la llamada de Onew- estaba hablando detrás de mí, el simplemente ignoraba mi presencia. Pero no me importaba, estaba feliz por estar a su lado aunque fuera solo un momento.
-Posiblemente aun estén con ese profesor – dije mientras empezaba a recoger algo de ropa.
-No toques eso – caminó hasta mí y me arrancó la ropa de mis manos.
-Espera eso es mío – dije al reconocer los pantalones plateados y entallados de mi marca favorita, los había comprado en Italia tan pronto salieron, mi madre me había llevado – mi madre los obtuvo para mí – los jalé de regreso.
-Estos no son tuyos, son del verdadero Kibum – dijo sosteniendo el otro lado – te prohíbo que los toques.
-Te he dicho que son míos, cantante muerto de hambre, los traje desde Italia – dije jalando con más fuerza.
-No me importa que tanto actúes como Key, no eres Key y estos no son tu pantalones –jaló de nuevo y escuché el peor sonido de la tierra, tela fina rasgándose, me paralicé al instante.
-¿Pero qué demonios has hecho? – Grité muy enfadado – arruinaste un par de costosos pantalones, no solo eso animal, este era un recuerdo de mis padres – me detuve un momento, tenía un enorme rengo de sentimientos en ese momento, me quedé viendo la tela, sentía, odio, enojo, tristeza, nostalgia, pasión era toda una gama de sentimientos. Sería por que me estaba acostumbrando a mi cuerpo o por estar cerca de Jonghyun.
-No soy ningún animal – ahora me gritaba de regreso llorando – no quiero que manches la imagen de mi amigo, no quiero que tus sucias manos cojan algo que él amaba tanto.
-Lo siento – dije notando que él tenía razón, yo ya no era ese Key. – Repararé esto mañana – dije dejando los pantalones en el sillón – te los puedes quedar – parecía que el apreciaba esas cosas, mis fotos, mi ropa, algunos de mis libros, podía reconocer todas esas cosas que había llevado a su casa.

Nunca me dio sueño, simplemente no podía dormir, tomé algo de dinero de Jonghyun y salí a comprar muy temprano, debía pagarle luego, pero no era lógico que tomara dinero de mi cuenta. Creo que tras la muerte debería empezar una vida, tal vez lejos de Jonghyun y Taemin para no causar más problemas.
Compré algunos víveres y regresé a hacer el desayuno. La cocina de Jonghyun era un desastre, por lo que me tomó más de lo que esperaba, también le faltaban muchos utensilios y solo tenía palillos de madera desechables que habían sido lavados varias veces para ser usados como vajilla normal, este chico tenía problemas.
-Buenos días – dije alegremente al ver como entraba en su ahora limpia cocina y se quedaba con la boca abierta – ve a lavarte la cara y las manos, no te serviré el desayuno si te quedas ahí todo repugnante.
-No deberías tocar las cosas de los demás – dijo algo molesto y caminó al lavabo para mojarse la cara de una forma abominable, como una persona tan descuidada podía tener tan bella piel. Le pegué con el cucharon y me vio asombrado.
-Ve a tu baño y lávate como se debe – dije ordenándole – preparé tu favorito, pero si no haces lo que te digo me lo comeré todo yo – el miró asombrado la cazuela, tiempo atrás me había dicho que era su comida favorita, eso nunca lo olvidaría. Con eso lo convencí se fue quejándose y pateando cosas hasta el baño – ¡Y no vuelvas a entrar solo con pantalones a la cocina! – eso había estado cerca, estuve por tirarlo y besar su perfecto pecho mientras tocaba su perfecta espalda, era un pervertido, un monstruo pervertido, eso era un ero-monstruo, eso era lo que debía ser. Debía salir pronto de esa casa si quería contenerme, parecía que muerto era aun más difícil que vivo.

No me habló para nada, creo que simplemente seguía molesto, pero no lo culpaba, el tenía algo de razón yo no era Key, se puso su uniforme y salió del departamento. Me quedé sentado en el rincón del sillón que me designó molesto antes de que se fuera, no quería que saliera por ahí a comprar cosas ni que tocara nada en su departamento.
-¡No puedo más! – Grité ante la desesperación de la mugre que me rodeaba.
Saqué una vieja aspiradora que encontré en el closet, que tuve que arreglar para poder sacarla, recogí todas las fotografías y mi vieja ropa y las puse con cuidado en un sillón, eran cosas que ya no me pertenecían, pero estaría muy contento que él las tuviera era le esencia de mi recuerdo en esa casa, con solo eso era feliz.
Lave los pisos, ventanas y aspiré la alfombra, saqué toda esa basura, cuando llegué a su cuarto casi muero de nuevo, latas de cerveza, revistas eróticas, cigarrillos, cajas de pizza y otras envolturas de comida cubrían una capa de ropa que parecía no haber sido lavada en años y enmarcado un montón de papeles, exámenes y tareas se distribuían a las orillas de la habitación.
-Pero que tonto eres para el inglés Jonghyun – dije levantando una hoja donde había sacado un 14 en el examen, luego vi un libro lleno de dibujos y caricaturas del profesor sufriendo varias muertes dolorosas – aunque no creo que ese sea el mayor de tus problemas. Tendré que tener una charla con ese chico sobre todos sus asquerosos vicios – decidí sacar de ese departamento todos esos asquerosos hábitos, fumar, beber, las revistas eróticas (estas últimas no eran tan malas, pero no deseaba que Jonghyun pensara en eso, también dolía).
El baño fue el mayor de los tormentos, ahora nada me salvaría ante tal desgracia, pero me armé de valor e hice que rechinara de limpio. Me debería de sentir cansado pero no podía. Me senté un momento y decidí conseguir algo de ropa, Jonghyun me había dado unas ropas viejas el día anterior. Era lo peor que había vestido en toda mi vida, pero su olor me inundaba los pulmones así que tenía sentimientos divididos ante tales prendas. Bueno cualquier cosa era mejor que el traje de mi funeral cubierto de tierra y sangre de Taemin.
Me levanté y decidí ir por provisiones y algo de ropa, mi ropa ahora era de Jonghyun así que me conformaría con algo sencillo pero con estilo. No encontré dinero, era obvio que mi anfitrión se lo llevaría para que no quisiera salir, pero eso no me impidió dirigirme al distrito comercial.
Debía buscar un trabajo o algo, pero era difícil ir por ahí con el rostro de un muerto al que buscaba la policía, unos lentes negros fueron mi primer solución, lástima que no fueran de marca, pero debía andar por ahí buscando como obtener dinero. Jonghyun tenía razón era un niño consentido que no sabría como valerse en la vida real, o en este caso en la muerte.
Por fin vi una forma de obtener dinero para ropa y la comida de esa tarde. En el parque organizaban un concurso de baile y mis habilidades eran bastante buenas. Así había conocido a Taemin, era buenos días cuando nos juntábamos en la clase de baile y luego conocí a Jonghyun porque me dijo que estaba en la misma prepa a la que yo pensaba ir que también era el lugar deseado por él. Creo que me alegraron la vida de pretensión y vacía que estaba viviendo, no puedo creer que yo haya destruido eso con mi egoísmo.
No importó más participé en ese concurso y gané fácilmente y con mi premio fui de compras. Adoraba las compras, me hacían feliz, pero ahora no podía gastar tanto. Decidí solo comprar lo necesario y volver a casa de Jonghyun a preparar la comida.

-¿Pero qué demonios has estado haciendo? – Jonghyun estaba molesto y gritándome mientras entraba a la casa.
-Solo limpié un poco – dije molesto ante su actitud – tu que vives en un chiquero, no tienes derecho a reclamarme, ahora quítate ese uniforme que pienso lavarlo – no iba a dejar que su discurso de que no eres Key empezara de nuevo, esta bien yo no era Key, pero pensaría en sus intereses por que aun lo consideraba un amigo. El se fue a su cuarto molesto y luego gritó.
-¿Qué pasó? – Llegué corriendo asustado.
-¿Dónde quedaron mis cosas? – Me tomó del borde de mi nueva camisa y me empujó contra la pared.
-Las saqué de aquí, solo te estabas dañando a ti mismo – dije algo molesto ante su actitud y lo miré fijamente.
-¡DEJA DE VERME CON ESOS OJOS! – Salió del cuarto y se fue a sentar a la sala mientras fingía ver la tele.

-Jonghyun, quiero ver a Taemin – dije algo molesto triste por que aun no me contaba.
-No puedes hoy – dijo cortante cambiando el canal.
-¿Por qué no puedo? – Alargué mis palabras en señal de súplica, era una costumbre que tenía para verme más lindo.
-¡POR QUE HOY LO LLEVARON A SACARLE SANGRE! – Se paró de golpe.
-¿POR QUÉ? – Pregunté asustado.
-El profesor quiere hacer más análisis por que teme por Taemin – dijo esto entre lágrimas.
-¡Llévame con él! – Ordené después de un momento de silencio.
-No puedo, déjame solo de una vez.
-Está bien, dejaré tu espacio para que te calmes y cuando vuelva cenaremos – tomé mi abrigo y salí, pensé ir por Taemin, pero no me alejé por si me necesitaba Jonghyun.

Cuando volví el ya se había dormido, se encontraba todo descubierto en su cama, por lo que decidí arroparlo y le acomodé el cabello. Salí corriendo de ese lugar cuando sentí mis mejillas calentarse y enrojecerse ante la tierna escena.
-Ya deja de pensar en esas cosas Kibum – me dije dando golpecitos en la cabeza – solo unos días más y te irás de aquí, solo unos días más.

Una nueva mañana se asomó y tenía otra noche sin dormir, deseaba sentir cansancio y sueño, eso era algo que extrañaba, también deseaba sentir muchas cosas más.
-Ya te levantaste – dije al escuchar al chico que estaba detrás de mi entrar en silencio – espero que te hayas lavado.
-No sigas, no caeré más en el juego – dijo molesto sentándose en la mesa y cruzando los brazos, otra vez sin playera.
-No te preocupes, me pienso ir en unos días – dije sonriendo mirando a las ollas para no tener que voltear de nuevo.
-¿A dónde vas? – Preguntó poniéndose de pie.
-Aun no lo sé – removía el caldo con el cucharón – pero debo valerme por mi mismo.
-No lo hagas – su voz se encontraba en mi oído y sus brazos en mi cintura – no quiero que te lleves el recuerdo – si mi corazón estuviese latiendo se habría detenido al instante, sentía que eso me llevaría al cielo, con eso era más que feliz, ya era suficiente.
-Debo irme, recuerda no soy Key – le dije quitando ese nudo de sus brazos que aprisionaba mi cintura y él se alejó. Luego salió corriendo a su cuarto y salió con el uniforme corriendo de la casa. Le hacía mucho daño, debía irme de ahí pronto. Preparé algunas cosas, pero no logré nada al intentar salir mi propio deseo me detuvo.
-No puedes irte –esa voz regresaba, la horrible voz que me había engañado.
-Debo irme – esta vez no voltearía, esta vez no volvería atrás.
-Sabes que si te vas no te prometo cuidar de Jonghyun ni dejar en paz a Taemin.
-Ya cállate – grité ante sus palabras, tapé mis oídos con fuerza, ya no más, me había ido.
-Necesito que te deshagas del hermano de mi delicioso bocadillo.
-No pienso hacerlo así que déjame – algo tomo mi muñeca y me jaló hacía atrás.
-Sabes que esta mañana Jonghyun corrió a buscar a Taemin, es obvio que si te vas no tardará en olvidarte aun y con todos los bellos recuerdos que quisiste dejarle – su rostro ahora estaba frente al mío.
-No me importa a quién busque, solo déjalos en paz – me volvía a romper, no sabía que hacer. Era tan débil.
-Creo que es hora de que hagas tu parte del trato – volvía a lo mismo, era cierto aun no me deshacía de ese trato.
-Ya te dije que no pienso hacerlo – dije jalando mi brazo con fuerza y tirando uno de los platos de la mesa.
-Tú eres mi pertenencia y si te digo que te deshagas de Onew deberás hacerlo, o es que acaso no quieres que Taemin se aleje sin dolor para que puedas estar con Jonghyun, sé que no le harías algo a ese chico – el tenía razón no quería que saliera herido y ahora deseaba estar con Jonghyun, volví a sentir desesperación y tristeza, ya no me podía mover de ese lugar.
-No quiero – empecé a llorar – no quiero – el peso de mi cuerpo no me permitió estar de pie más, ahora dejaba mis rodillas descansar en el piso– no pienso hacerlo.
-Tu lujuria te ha llamado estos día, no podrás resistirlo por mucho, por eso eres un ser perfecto, al final no pensarás en los demás, solo en ti mismo y te desharás del hermano de tu amigo sin problema – lo sentía él tenía razón al final no resistiría más …
La puerta se abrió de golpe y luego alguien corrió a mí y me abrazó.
-Tranquilo Kibum, ignóralo, creí que ignorarlo era la solución – dijo mientras acariciaba mi cabello, levanté la cabeza y frente a mi estaba Taemin con una enorme sonrisa.
-¿Taemin? – Era el ser más horrible, yo quería hacerle daño al hermano de ese chico solo para mi beneficio.
-No te preocupes Kibum, el no puede cumplir su parte del trato, así que tu no debes cumplir la tuya – sus palabras eran reconfortantes, pero aún así lo volteé a ver algo confundido y entendió al instante – quédate aquí con Jonghyun era obvio que el te necesita, yo ya no tengo esa clase de sentimientos por él – supe al instante que mentía pero parecía que funcionaban sus palabras hacían enojar al chico alto que me había arrastrado a esta pesadilla.
-¡No me provoques pequeño bocadillo! – algo lo separaba de mi lado, me levanté asustado al ver como el chico lo levantaba tomándolo del brazo y luego lo empujaba con fuerza contra la pared. – Tu no deberías meterte en mis planes – se veía muy molesto me acerque a jalarlo pero me empujó a un lado.
-¡Suelta a mi niño! – Grité a todo pulmón y empecé a jalar el brazo con el que sostenía ambas manos sobre su cabeza. Tenía una gran fuerza por que los pies de mi amigo no tocaban el piso. Empezó a morder su cuello y lamer las marcas que iba dejando. Decidí golpearlo con una lámpara, pero esta se rompió al instante de tocarlo.
-Detente, por favor detente –Taemin estaba por llorar, eso estaba abusando de él frente a mis ojos y no podía hacer nada, tomé una silla cuando vi que su mano se escurría debajo de su camisa y empezaba a tocarlo mientras lo besaba evitando sus gritos. La levanté tan alto como pude y golpee de nuevo, solo para que la silla terminara hecha astillas en el piso.
-Que gracioso – dijo lanzándome una mirada mientras subía la playera de Taemin- pero ahora no quiero interrupciones – me lanzó muy fuerte al otro lado de la sala y caí sobre la mesa de cristal, traté de levantarme, pero mi brazo era atravesado por un gran vidrio y mi pierna estaña encajada en una de las patas de la silla que se acababa de romper.
-¡KEY! – El grito de Taemin me asombró, debía doler, pero no lo hacía, ni siquiera había sangre, no podía levantarme, pero me arrastré un poco para tomar algo que llevaba sonando un rato en el piso.
-¡TAEMIN! – El celular de Taemin estaba sonando en el piso, era mi única esperanza, Jonghyun podía golpear a esa cosa, pero Onew contestó.
-¡Esa cosa está haciéndole daño a Taemin! – Grité en el teléfono – rápido ven al departamento de Jong – solté el celular al instante y tomé uno de los vidrios para intentar dañar a nuestra pesadilla, lucharía hasta que mi cuerpo se volviera pedazos.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 05+

05.- Entre lágrimas de plata

-¡Jonghyun! – Alguien me llamaba, pero simplemente no deseaba contestarle, estaba muy cansado, ya no quería despertar- ¡Jonghyun! – su voz seguía sonando, era como si tratara de revivirme, insistía demasiado, solo quiero descansar.
-Jonghyun – una nueva voz apareció parecía que no me dejaría relajarme ese día, solo estaban molestándome – debes responderle – la voz femenina y tranquila se hacía presente y era como un suave susurro, empecé a pensar que no era tan molesta como la otra, tal vez no era tan malo que me llamaran – el te necesita, por favor ayúdalo – sus palabras me convencieron fácilmente y comencé a recobrar fuerzas, sentí una sensación cálida y acogedora recorriendo mi cuerpo y luego sentí como el sol se asomaba por mis párpados abriéndose paso entre las pestañas.
-¡Vamos Jonghyun! – alguien estaba dándome golpecitos en el rostro.
-¿Onew? – Me asombré al ver al hermano de mi amigo tirado frente a mi llorando y tratando de despertarme con desesperación. Luego miré a mi alrededor, simplemente no sabía dónde estaba -¿Qué hacemos aquí?.
-Idiota estabas por tirarte – Onew me lanzó un golpecito y yo caí de lado asombrado, era una azotea, había pensado suicidarme, lo recordaba, pero en mi mente no había razones para ello.
-Rápido levántate – dijo luego poniéndose de pie y extendiendo su mano – tenemos que encontrar pronto a Taemin, miró en aquella dirección – señaló hacia la parte más lujosa de la ciudad y luego una idea vino a mi mente.
-La casa de Key – dije susurrando y llenándome de melancolía, ahora entendía mi aspecto, el día anterior había bebido y buscado pelea para quitarme el sufrimiento de encima, no entendía lo que me pasaba, siempre le había tenido cariño a Kibum y a veces nos propasábamos con nuestros juegos, pero nunca pensé que me llegara a hacer tanta falta.
-Bien debemos ir rápido para allá – me volteo a ver con decisión en su mirada, parecía que algo malo estaba pasando ¿A caso Taemin también sufría una depresión tan grande como la mía? Entonces era normal sufrir así por un amigo. Me sentí aliviado por un momento pero luego me sentí inquieto al pensar que Taemin se podría llegar a sentir de esta manera, aunque era más amigo de Key que yo.
Subimos al taxi, pero yo seguía adentrado en mis pensamientos y con una fuerte resaca. Recuerdo cuando te conocí, ya eras amigo de Taemin, el te trajo a mi vida. Primero te odie, parecía que le ponías demasiada atención al chico y estabas molesto por que me había invitado ese día, luego tu forma de vestir y tu ropa de marca, tu forma de criticar a los demás y la forma en que trataste a mi novia. Definitivamente odiaba todo de ti tu forma de contonearte y hacerme sentir incómodo, tu mirada felina y la forma en que arrastrabas las palabras, tus constantes regaños y tu moral extrema. Ante mis ojos solo eras un ñoño, presumido, hijo de mami y de papi, solo un chico flor obsesionado por la moda.
El taxi se detuvo y apenas me di cuenta pero Onew me jaló para que bajara, luego caminamos a tu casa y el vidrio estaba roto como lo había dejado cuando había entrado con desesperación la primera vez por esa foto. La foto que los tres amábamos donde salíamos felices como simples chicos, después de un tiempo me empezaste a agradar. Tu voz se volvió normal para ti, tu moral me causaba risa y nos protegía de mis tonterías, siempre sabías donde se juntaban las chicas y todas te hablaban sin problemas, te volviste útil para mí. Me enseñaste a vestirme bien e inclusive me alimentabas bien, eras como una madre.
Escuchamos voces sobre las escaleras y Onew me empezó a jalar para subir. Pocas veces estuve en tu casa y tú en la mía, siempre salíamos los tres juntos o tu con Taemin, rara vez querías estar a solas conmigo, es que acaso tu me seguías odiando como al principio que me lanzabas tu mirada de desaprobación.
Onew escuchó las voces en tu cuarto, donde había estado ayer. Era la segunda vez que entraba a tu casa buscando respuestas a mi dolor. Al final terminé tratándote como un buen amigo y me gustaba jugar contigo decirte baby y comportarme de forma curiosa, creí que todo era inocente, pero ahora lo veo tu contoneo me enloquecía, tu voz me crispaba la piel, que cuidaras a Taemin me enojaba y provocaba molestarte. Tu mirada felina me llamaba y yo solo buscaba a otras personas para alejarme, de seguro seguía siendo lo que más podías llegar a aborrecer.
Estábamos fuera de tu cuarto y el chico tembloroso decidió abrir la puerta empapado de temor. Recuerdo el último día que estuvimos juntos tu lloraste y no resistí abrazarte, todo había sido mi culpa, ahora entendía, Taemin lo sabía antes que yo, pero que patético era solo lastimaba más al chico por que no sabía reaccionar ante sus sentimientos y luego me ocultaba de los míos, si pudiera verte una vez más te lo diría, y luego te seguiría, me costaba ver mi vida después de ti. Te sigo odiando entraste a mi vida solo para hacerme dependiente a ti y ahora que te has marchado soy un inútil sin tu compañía, ya no quiero seguir tomando, peleando y buscando mujeres para olvidarte, solo lo hice un par de días y me quedé asqueado, hasta me contagiaste tu ridícula moral.
-Taemin, por favor reacciona – arrastraste tus palabras y entraron a mis oídos taladrando mi cabeza, no era la resaca era algo aun más doloroso, como las visiones que había buscado al oler tu ropa, al escanear tus fotos con mi mirada, al entrar en tu espacio. Era esa visión que intentaba atrapar y vivir con ella como un último recurso, por fin la encontraba.
Onew abrió la puerta de golpe, al parecer compartía mi visión, pero estaba por detenerlo, porque tu visión debía pertenecerme solo a mí.
Tu grito salió de la habitación y vi aquello que no creí volver a ver jamás, piel de porcelana, mirada felina, tu cabello perfectamente ordenado pensaba seguir admirándote pero todo se apagó ante mis ojos…

-¿Estás bien? – una voz me llamaba, pero decidí tomarme mi tiempo para despertar.
-Tuve un buen sueño – dije aun con los ojos cerrados tratando de recordar con todo detalle lo que había sucedido en mi sueño, su voz, su figura, su piel blanca su mirada de asombro al verme ahí. Había encontrado el cielo de Kibum, pensé dormir un poco más pero la mis ojos se empezaron a abrir y vieron hacia una esquina donde un chico de cabello algo rubio se encontraba en el piso presionando su cabeza con ambas manos y una mirada de terror -¿Onew? – me apresuré a llamarlo, pero luego me di cuenta que yo estaba sobre la cama, levanté un poco la vista y quedé horrorizado.
-¿Jong? – Esa era su voz.
-¿Quién eres? – retrocedí sobre la cama tratando de alejarme de él. Pero me tropecé con un cuerpo más, me asomé a verlo y ante mí mi mejor amigo con una mirada perdida se encontraba inmóvil en la cama, como perdido. -¡Taemin! ¡Taemin! – empecé a moverlo para que hiciera algo mientras veía a esa cosa frente a mí. Eso era hermoso, no podía negarlo, pero me asustaba bastante tenerlo frente a mi- ¡Vamos levántate!
-No se puede – dijo con los ojos vidriosos.
-¿Quién eres tú y que le hiciste a Taemin? – Le grité mientras me ponía entre él y el cuerpo inerte de mi amigo – ¿Quién te permitió tomar la forma de Key?
-Soy Key – empezó a sollozar – Taemin no despierta.
-¡Tú no eres Kibum! – Sus ojos se abrieron grandes – Kibum murió hace unos días – esas palabras me dolían y me costaba aceptarlas, pero eran la realidad – ¡Ni se te ocurra tocar a Taemin!
-Tienes razón – empezó a mirar las palmas de sus manos – yo ya no soy Kibum, ni Key, ni nada parecido, solo soy un monstruo – se dejó caer al piso y comenzó a llorar como un niño pequeño, su llanto era fuerte y claro. Provocara que me tensara y tuviera la necesidad de abrazarlo, pero no, no caería en ese juego, el no podía ser Kibum. Empecé a sacudir a Taemin, pero no logré nada.
-¡Onew ven a ayudarme de una buena vez! – Le grité al chico catatónico de la esquina, para que se moviera.
-Está así desde que le conté lo que pasó – dijo lo que estaba en el cuerpo de Kibum en el piso aun en llanto.
-¡Pues deja de llorar de una vez y cuéntame! No soporto ver a las personas llorar, termino llorando yo también, así que si tienes que decirme algo, tu zombi, dímelo de una vez – dije asustado pero quería entender que estaba pasando.
-Es cierto estoy llorando – el chico se levanto y empezó a pasar su mano en su rostro para luego ver sus saladas lágrimas – puedo llorar.
-Claro que puedes llorar – estaba por gritarle pero una voz con eco dijo estas palabras. Cuando volteé al otro lado de la habitación un chico alto de abrigo negro, cabello castaño y revuelto y grandes ojos se encontraba mirándonos – tu cuerpo se está acostumbrando a tenerte de regreso –dijo mientras avanzaba a Key, que no era Key, y este lo miraba con odio –pero no te emociones demasiado, hay sentimientos que no podrás recuperar – dijo acercándose más y tocando el cabello de Key. Luego lo tomó de la cintura presionándolo contra su cuerpo y le dijo cerca del oído – deberías agradecerme porque puedes sentir pacer.
Me llené de ira al ver esto y salté rápido de la cama para empujar a ese tipo.
-Jonghyun – lo que parecía Kibum se escondió detrás de mí para alejarse de esa cosa. Lo volteé a ver molesto y decidí aclarar todo.
-No sé lo que seas, pero déjame te digo que estás en el cuerpo de mi amigo y no permitiré que ese chico lo toque de esa manera – el asintió y me dio una hermosa sonrisa, de verdad me confundía pero me giré al ver a esa cosa que empezaba a reírse de una forma macabra -¿Qué demonios eres? – Pregunté apretando mi puño con fuerza.
Rió de nuevo, pero ahora no fue tan tétrico como la vez anterior – ¿Y tú qué humanos eres? –siguió riendo, lo que me hizo molestar y decidí propinarle un buen golpe en el rostro. Como resultado giró su cabeza y observó como su labio comenzaba a sangrar – Me puedes tocar – dijo mirando la sangre – hace mucho que no entro en una buena pelea, creo que le debo agradecer a tu amiga. – Me confundía pero no me importó y traté de golpearlo de nuevo, pero esta vez se giró y me golpeo de regreso, nos empezamos a golpear como podíamos mientras Kibum, lo que estaba en su cuerpo, gritaba que me detuviera.
-Jonghyun detente, no sigas su juego, trata de engañarte – decía tratando de acercarse pero parecía que algo se lo impedía. Entre los golpes vi como se dirigía al otro lado del cuarto y empezaba a mover al chico paralizado – ¡Onew detenlo, le va a hacer daño! – Pero por más que lo movía seguí en su estado de pánico.
-¡Ya basta! – Una nueva voz apareció y luego algo rojo se cruzó en mi camino y ambos terminamos golpeando al obstáculo que se había metido haciendo que este callera.
-¡Taemin! – El grito desgarrador de Key, que no es Key, me hizo notar lo que había sucedido, el chico se había metido en la pelea para detenernos y ambos lo habíamos golpeado. Key, que no es key, corrió para sentarlo con cuidado y luego abrazarlo.
-Estoy bien Key – dijo sangrando de la nariz.
-Claro que no, estás sangrando, tengo que ir por el botiquín – Key, que no es Key ¿O sí lo es? Salió corriendo por la puerta de la habitación.
-Huele bastante bien – el chico alto ahora esta hincado olfateando de cerca a Taemin – tengo ganas de probarte delicioso.
-Aléjate – Taemin dio la orden en una voz monótona y luego le lanzó una mirada. Intentó ponerse de pie, pero el alto se lo impidió.
-Una probadita no le hace daño a nadie – dijo poniéndose frente a él y avanzado hacia su rostro. Taemin retrocedía quedando cada vez más acostado debajo de él y sosteniendo su peso con los codos. Simplemente observe los ojos de miedo de mi joven amigo y reaccioné pateando al chico alto y tomando la mano del pelirrojo. Lo ayudé a levantarse y el chico del piso me lanzó una mirada llena de odio, luego desapareció y antes de darme cuenta ya estaba a mi lado provocándome un buen susto.
-Aquí está el botiquín – Key, que deseaba que fuera Key, entró al cuarto y jaló a Taemin a la cama, presionó su tabique nasal e hizo que pusiera la cabeza hacia atrás. –Quédate un rato así mi niño, voy a ver si puedo hacer que Onew reaccione dándole a oler alcohol – dicho esto tomó la botella del botiquín y se agachó frente al rubio, que había sido de mucha utilidad en una esquina de la habitación.
-Me empiezo a sentir ignorado – dijo el chico alto a mi lado que parecía sentirse mal al no ser el centro de atención. Pero con Key así era, parecía que el mundo gira a su alrededor, aunque eso no era Key, tal vez – que no piensan temerme – dijo de nuevo y fingí no escucharlo – digo sus almas me pertenecen, no deberían solo ignorarme ¿Ese es su nuevo plan para que me vaya? Les diré que no va a funcionar pienso atormentarlos por siempre.
-¿Sus almas? –Me giré para encontrarme con esos ojos que me veían con placer al ver que alguien se había interesado.
-Sí, gracias a ti, sus almas me pertenecen – dijo haciendo que un escalofrió recorriera por mi cuerpo y luego sintiera algo de culpa.
-¡Ignóralo Jonghyun! – Key, que me provocaba como Key, gritaba mientras ayudaba a Onew a ponerse de pie – solo intenta estafarte como a nosotros, pero descubrí que si se aburre y no sigues su juego simplemente se va.
-No tienes por qué decirle eso – dijo cruzando los brazos como niño pequeño y dejándose caer en el sillón.
-¿Onew qué haces aquí? – Taemin se paró y ahora estaba tratando de ayudar a su hermano mientras hacía la cabeza hacia atrás.
-¿Pero qué pensabas Taemin? – comenzaba el regaño, no entendía mucho de lo que estaba pasando pero el chico de mi lado al oír el grito se acomodó hacia adelante.
-Lo siento hyung – dijo jalando su playera – pero no podía quedarme sin hacer nada.
-Trajiste a Key de entre los muertos – dijo dándole un coscorrón – eso te suena lógico.
-Para mi si – dijo el chico al lado mío con una sonrisa de lado en su rostro.
-¡Tu no hables! – Dijo molesto Onew apuntándolo – me pienso deshacer de ti tan pronto como pueda.
-Me gustará verte intentarlo – sonrió burlonamente y cruzó una pierna – pero ahora tengo que sacarlos de aquí, porque viene la policía – lo miré bastante asustado. Luego comenzamos a escuchar sirenas que se acercaban pero solo fue por un momento ya que luego una neblina se empezó a formar en el cuarto y no podía ver lo mismo que antes.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 04+

04. Me he quedado sin nada

-¡Jinki vas a llegar tarde a tu clase! – un grito al otro lado de la puerta despertó mis apacibles sentidos. Sacudí un poco la cabeza intentando averiguar qué era lo que pasaba a mí alrededor. Estaba sentado en el piso, y recargado en la cama, poco a poco recordé lo que había sucedido la noche anterior.
-Jonghyun – me giré rápidamente para buscar al chico de cabello castaño que habíamos traído a casa la noche anterior. Para mi asombro la cama estaba vacía. Mi preocupación aumentó cuando recordé que mi hermano no llegaba la noche anterior así que me paré aprisa y salí de mi cuarto corriendo hasta el de Taemin, esperaba que estuviera en esa habitación con Jonghyun. Pero mis esperanzas me abandonaron al ver su cama en perfecto estado y la habitación inundada por un sepulcral silencio.
-Hijo no despiertes a tu hermano – mi madre estaba ahora detrás de mi – el pobrecito a de estar cansado y es sábado. Mejor arréglate de una buena vez, porque te dejé estudiar esa carrera pero espero que te esfuerces, ese fue nuestro trato.
-Si mamá, solo estaba revisando si tenía un libro que le presté – mentí no quería que mi madre se preocupara por Taemin.
-Bueno apresúrate –me dio una palmadita en el hombro y regresé aprisa a mi habitación. Miré de un lado al otro buscando una solución, decidí cambiarme y fingir que me dirigía a la universidad para librar las sospechas de mi madre. Pero la verdad tenía una muy mala espina de todo lo que estaba pasando.
Empecé a desvestirme cuando uno de mis libros cayó al piso y se abrió en una página muy peculiar. Era una pintura de un demonio que parecía atormentar a una mujer con un blanco vestido, sus ojos saltones y grandes eran el centro de la imagen. Tenía muchos de esos libros, me había vuelto obsesivo con esas cosas desde mi experiencia en la infancia. Mi inútil carrera, según mi madre, también era otra forma de conocer y prepararme para ese día que temía.
Estudios antropológicos con especialidad en ocultismo, cualquier padre se desmayaría si su hijo estudiara algo como eso. Pero nada se podía hacer, era la persona más decidida y lucharía contra eso con todas las herramientas y forma que pudiera tener.
Estaba por cerrar y guardar el libro pero un segundo libro cayó del estante ahora era una copia de Drácula donde se añadía un grabado de cómo había hecho el pacto con el demonio a cambio de la vida inmortal. Me empecé a sentir inquieto, por lo que tomé los libros rápido y los volví a poner en el estante y luego me alejé para seguir cambiándome, cuando terminé de ponerme una playera de manga larga pasando el cuello de la prenda por mi cabeza pude ver como un objeto se acercaba a una enorme velocidad hacía mí. Me alcancé a agachar torpemente y el libro chocó contra la pared y quedó abierto en otro dibujo.
Miré en todas las direcciones buscando la fuente de eso y luego me acerque torpemente al libro, un poco asustado, desde el trauma de mi infancia me había vuelto la persona más asustadiza, muchos amigos me apodaron chiken, por ser miedoso y otra peculiar razón. Cuando estuve lo suficiente cerca pude ver una imagen igual de tétrica que las anteriores.
Dos niños pequeños rodeados de toda clase de demonios y alimañas, era un grabado del siglo XVI, me alejé un poco y luego tomé el libro dando un resbalón. Y salí corriendo a prisa bajando las escaleras y pasando por la cocina.
-¡Jinki el desayuno! – mi madre casi bloquea mi paso, pero no se lo permití. Y seguí corriendo.
-¡Comeré algo en la universidad! – le grité desde fuera de la casa mientras ella se asomaba extrañada, por alguna razón sabía que debía ir primero a la biblioteca.
Después de tomar el autobús y bajarme en el centro de la ciudad entré a la biblioteca con el libro que había volado decidí ir hasta el estante, estaba siguiendo una loca corazonada, pero era la persona más crédula del planeta así que los presentimientos y corazonadas eran como hechos científicos para mí.
Llegué hasta el estante y empecé a pasar los dedos por los libros buscando el número consecutivo del libro que tenía en mis manos, estaba por llegar cuando un pequeño suspiro me hizo voltear al otro lado y vi como un libro salía lentamente del estante y caía frente a mí. No quería creerlo pero era similar a lo que había pasado en casa, por alguna razón no me causaba desconfianza, algo quería darme información estaba petrificado del miedo, pero no desconfiaba de eso.
Me acerqué con precaución al libro, era un libro que conocía muy bien, un libro al que le temía desde mi infancia, un libro que decidí leer antes de encontrarme con eso.
-Fausto – susurré y trague saliva. Voltee a todos lados tratando de averiguar si era otra broma de mis compañeros o de verdad todo estaba pasando -¿Qué es lo que quieres? – empezaba enloquecer, ahora le preguntaba a la nada que era lo que quería, una brisa hizo que unas páginas se movieran y lo siguiente que vi me aterrorizó por completo.
En el libro habían colocado una foto junto a una ilustración de Fausto haciendo su trato con el diablo, pero mi mayor temor era la foto, esa foto que había visto incontables veces en casa, sobre el buró de mi hermano, esa foto que reflejaba su sonrisa antes de que el fatídico día llegara. Ahora la foto del día que habíamos salido a pescar juntos con nuestro padre estaba en las páginas de ese libro.
-¡Taemin! – dije en voz alta y dejé caer el libro por un escalofrió que atravesó mi cuerpo como una descarga eléctrica. Ante este sonido varios libros más cayeron del estante los títulos me eran muy conocidos, El retrato de Dorian Grey, otra vez Drácula y más literatura de ese tipo caía de los estantes y comencé a temer lo peor.
-¿Todo bien? – una chica se asomó y vio el desorden pero se quedó con la boca abierta al ver como los libros caían de la nada. Este era el mejor momento para salir de ahí, tomé la foto del piso y corrí hasta el exterior.
Comencé a escuchar esas voces, siempre me rodeaban pero ahora se volvían más fastidiosas y luego aparecieron esas palabras que había escuchado en mi cabeza aquella noche, las que me habían hecho paralizar cuando vi la criatura en el tejado.
-Tenía tantas ganas de saborearte durante mucho tiempo – escuchaba a Taemin llamarme y llorar detrás de mí pero no me podía mover, parecía estarse repitiendo mi pasado – tienes compañía, creo que esta noche disfrutaré bastante – Luego salió de mi mente y habló claro – Hermosos bocadillos, no deberían salir de noche – ahora estaba más consciente de lo que me rodeaba, pero seguía inmóvil, Taemin me llamaba, eso se acercaba, pero seguía congelado en ese lugar – Jinki, me quedaré con tu hermano – escuché sus palabras en mi mente de nuevo – nunca pensé que cuando te encontrara tendrías algo tan delicioso contigo – escuché que hablaba con Taemin y este caía en ese momento reaccioné y ahí estaba en medio de la callé, las personas se me quedaban viendo. Esto no era como la otra vez, que eso estaba tocando a mi hermano frente a mis ojos, ahora estaba en el centro de la ciudad y me había quedado paralizado.
Caminé aprisa y me alejé de la muchedumbre, luego me di cuenta que había avanzado varias cuadras, hacía la parte donde estaban los edificios más altos. Debía encontrar a Taemin pronto, llamé a su celular, me sentí tonto por no haberlo intentado desde el principio, pero nadie me contestó.
-Ya viste, su alma huele bastante bien – una voz aguda tras de mi me hizo voltear, pero en ese lugar no había nadie.
-Si, ese chico no es un alma totalmente pura, pero tampoco un pecador, sabrá delicioso, solo deja que se tire – volví a buscar la fuente de la voz, pero nada, luego voltee hacia arriba y vi algo sobre el edificio, en ese momento supe de lo que hablaban… lo que fueran. Corrí al edificio, entre empujando a la gente y me escabullí en el ascensor, cuando llegó al último piso de la forma más lenta que se podía, salí disparado a buscar las escaleras, las personas me veían raro. Pero eso no era novedad ese día, veía de un lado al otro buscando, al final del pasillo divisé un señalamiento que indicaba el lugar correcto, corrí empujando a un chico que se puso en mi camino y tropecé con una chica que cargaba una gran cantidad de copias. Pero me levanté rápido y abrí la puerta de las escaleras de emergencia.
Los peldaños parecían eternos, subí entre tropiezos y con problemas para mantener una respiración constante, pero al final logré abrir la puerta esperando haber llegado a tiempo.
Para mi sorpresa lo había logrado llegar a ver cómo el chico de cabello castaño estaba parado en la barda de esa azotea, viendo hacía el frente sobre la calle principal. Pero no podía detenerme ahora, aunque respirara con fuerza y me doliera el estómago. Tomé un poco de fuerzas y aire y grité.
-¡Jonghyun detente! – el chico no volteó a verme y luego escuché más de esas molestas voces.
-Hazlo, ya no tienes nada, qué sentido tiene la vida – seguían rodeando toda la azotea.
-Key – el chico soltó un suspiro y adelantó uno de sus pies. Mi corazón se detuvo, sostuve la respiración y mis ojos se cristalizaron ante el asombro y el llanto que estaba por ocurrir. Pasó un segundo y vi como la figura de ese chico bajara lentamente y se perdía al final del borde de la azotea, cuando quedó solo su cabello ante mi vista corrí y grite intentando llegar, pero en realidad el tiempo se movía muy aprisa aunque para mi fuese una horrible eternidad.
Me tire de rodillas sobre el concreto del edificio y luego escuché gritos de agonía. Levanté mi vista para encontrar a un chico con grandes ojos y cabello obscuro, tenía un largo abrigo negro y me causaba algo de temor ¿De dónde había salido ese chico? Lo miré bien y vi que se dedicaba a lanzar llamas a todos lados en la azotea y estas eran acompañadas por esos gritos de dolor de esas voces que habían llevado a Jonghyun a su muerte.
En ese momento no me importaba que tan extraño o poco creíble fuera todo lo que estaba pasando, mi depresión no me permitía ni siquiera asombrarme. Luego escuché un sonido de tranquilidad, algo que no puedo describir por que no es un sonido que alguna vez hubiera escuchado y luego unas cuantas plumas blancas cayeron del cielo.
-¿Creí que no se metían en asuntos humanos? – el chico de negro habló con una voz que reconocí al instante y me puse de pié tan rápido como pude, solo para ver Jonghyun desmayado recargado en el borde de la azotea. –Pero que molesto me servía más muerto, supongo que ahora tendré que improvisar – el chico hablaba de nuevo, decidí alejarme de él y llegar hasta Jonghyun.
-Jong, despierta, Jong – dije dándole golpecitos en el rostro y luego voltee a ver a el chico.
-¿Qué le hiciste? – me paré furioso ante él.
-Yo nada, mi plan era dejar que las cosas pasaran y luego tomar su alma – dijo con su sínica voz –pero no esperaba encontrar a mi delicioso bocadillo en este lugar – en ese momento estaba seguro, se trataba de esa cosa, aquello que había aparecido en mi mente y la de mi hermano por muchos años.
-Aléjate – grité al ver que se acercaba – no tienes por que estar aquí, ni tienes por qué estar cerca de mi hermano.
-Corrección ahora debo estar cerca de tu hermano – estaba usando su fastidiosa voz de nuevo – no te dije que pensaba quedármelo.
-¡He dicho que te alejes!
-¿Qué piensas hacer?- Se reía de mí – ¿Poner en práctica todos los conocimientos que has adquirido todos estos años? – Desapareció y al siguiente instante ya se encontraba frente a mí – lamentablemente muchos han olvidado cómo usarlos y tu nivel es demasiado bajo como para si quiera hacerme un rasguño.
-¡Cállate! – lancé un golpe con toda la fuerza en mi puño, pero él se esfumó y apareció a mi lado.
-Que gracioso y torpe bocadillo – su risa me fastidiaba – ahora muévete para que pueda llevarme por lo que vine – empezó a avanzar hasta Jonghyun y decidí ponerme en el camino.
-¡No te lo llevarás! – dije tragando saliva y poniéndome entre eso y el chico de cabello castaño.
-Podríamos cambiar – dijo acercando su mano a mi rostro – el por tu hermanito – susurró en mi oreja y la propuesta hizo que me estremeciera. Deseaba aceptar pero una corazonada me lo impidió.
-Ni lo sueñes – dije casi gritando y empujándolo para que se alejara de mí y de Jonghyun – no pienso hacer ningún trato contigo, Jonghyun se queda conmigo y me encargaré de que no le pongas tus sucias manos a Taemin – dije esto y el empezó a atacarse de risa, pero una risa más humana y que no se podía parar, por un momento pareció un chico normal.
-Taemin ya está en mis manos – dijo entre las risas mientras sostenía su estomago por el dolor causado por las mismas. Me paralicé y me volví a dejar caer sobre el techo con las rodillas y luego sujeté mi cara y presioné con fuerza. Debí vigilarlo mejor, debí estar más tiempo con él, no debí dejar que saliera solo, era el peor hermano que podría existir. – Sentimientos de desesperación, hermoso aroma el que producen, si sigues así no me podré resistir – se agachó frente a mí y se acercó a mi cabello – hueles aun más delicioso que la primera vez que te encontré – ahora acariciaba mi cabeza – puedo oler ese deseo en ti, incesto, me gusta tu mente – lo empujé al oír esto último.
-Jamás tocaría a mi hermano – dije furioso, poniéndome otra vez de pie.
-Diría que eres muy aburrido por no hacerlo, pero que tengas moral que impide que te venza el deseo hace que te vuelvas más delicioso, ahora tengo un incontenible antojo de ti – dijo poniéndose de pie, por alguna razón si lo había logrado tumbar cuando lo había empujado – pero no lo haré, tu hermano está primero, solo olfatearlo a la distancia me provoca un apetito insaciable.
-Dime dónde está – le grité otra vez.
-Ese chico intenta alejarlo de mí, pero no puede esconderlo de mí – decía mientras miraba al lado oeste de la ciudad – aunque hubiera sido más divertirlo hacerlo que lo cambiara por el cuerpo inerte del moreno, así podría volver a ver la cara de sufrimiento del chico vanidoso y el dolor de mi suculento bocadillo. – Vio a lo lejos otra vez y luego se dio la media vuelta. –Pero por lo visto ni tu ni ella me van a permitir llevármelo así que regresaré por él en otra ocasión, nos veremos pronto delicioso bocadillo.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 02+

02.- Tu penetrante mirada

-¡Taemin! – alguien gritaba mi nombre, sentía que algo me alejaba de la obscuridad que me había rodeado, me había quedado estático por un rato observando esos ojos a los que tanto les temía, por más humana que fuera su forma sus ojos aun tenían un rojo intenso – ¡Taemin! – me volvían a llamar, así que empecé a retroceder levemente hasta que sentí como la obscuridad que me rodeaba se transformaba en una obscuridad diferente, donde la luna alumbraba el pequeño parque al que había huido.
-¿Taemin dónde estabas? – Sentí una mano en mi hombro y colapse – ¿Estás bien? Pasé por aquí varías veces pero no estabas.
-Volvió hyung – sentí como mis fuerzas me abandonaban y no supe nada más solo pude oír otra vez los gritos de mi hyung.

-Posiblemente se deba a toda la conmoción que ha pasado – una voz masculina hablaba a mi lado.
-¿Entonces fue solo el estrés doctor?
-Si señora, se repondrá en poco tiempo. A veces la tristeza es lo que más daño le hace al cuerpo humano. – Estaba seguro que no había sido la tristeza, fue eso, eso se llevó mucha de mi energía, mi pecho aun dolía y ahora sentía que el dolor se expandía.
-¡Taemin! – mi hyung vio que abrí los ojos y ahora corría hacía mi.
-¿Te sientes mejor hijo? – mi madre también se acercó.
-Estoy bien – mentí – solo estaba cansado
-Taemin – Jinki me miraba muy serio, se veía bastante preocupado – ¿Todo está bien?
-Sí, no te preocupes hyung.

Salí del hospital esa misma tarde, decidí quedarme callado y no hablar de lo sucedido con mi hermano. Conocía a Jinki se preocuparía demasiado por mí e inclusive haría guardia fuera de mi puerta como cuando éramos niños, solo esperaba que esa cosa no volviera por ahora.
La noche fue eterna, ahora temía a la obscuridad y cualquier ruido me mantenía alerta por el temor de hacer algo más que no deseaba. Mi conciencia me carcomía poco a poco, era un asesino y de una de las personas que más me cuidaba, los celos me habían llevado a cometer un horrible crimen.
No deseaba volver a hacerlo, decidí ir hasta la cocina y buscar algo con que opacar mi sed, en la mesa alguien había dejado un cuchillo. Lo observé por un momento, su brillante filo me llamaba, me obligaba a acercarme poco a poco. Llegué hasta el lado de la pieza metálica y comencé a acercar mi mano. La mejor solución era terminar con todo, la única forma de deshacerse de un asesino. Tomé el cuchillo y lo empecé a llevar a mi cuello, era el lugar más seguro para no dejar un cabo suelto, no quería que nadie más muriera por mi culpa. El frio metal estaba cerca…
-¿Qué demonios estás haciendo? – sentí un fuerte golpe y luego caí al piso por el impulso, sobre mí calló mi hermano. Se empezó a incorporar y me lanzó una fuerte mirada – ¿Qué pensabas? Te pudiste haber hecho daño – sus ojos se volvieron cristalinos y las lágrimas querían salir.
-Lo siento hyung – empecé a llorar como niño pequeño, algo me había llevado a eso, no me había podido controlar. Mi pecho volvía a arder y ahora mi hermano me abrazaba con fuerza.
-Quiero que me digas qué pasó realmente Taemin – dijo mientras sujetaba mi cabeza y la oprimía contra su cálido pecho.
-Eso volvió – dije entre llanto mientras me aferraba a su pijama y la estrujaba en mis manos, no quería que me dejara solo, no sabía de lo que era capaz y si esa cosa iba a volver.
-¿Por qué no me lo dijiste? – mantenía la calma y acariciaba mi cabello mientras seguíamos tirados en el piso de mosaicos de la cocina, recargados contra la pared.
-Tenía miedo… -detuve mis palabras y seguí llorando.
-No temas, nos desharemos de eso – dijo tomando mi cara en sus manos y volteándola hacia su rostro – encontraremos una forma – mi hermano era el único que me apoyaba con este temor durante mucho tiempo nadie nos creyó, pero nosotros siempre supimos que si había pasado.
-No – se solté de sus manos y volví a hundir mi cabeza en su pecho – por mi culpa Key está muerto – dije y volví a llorar con fuerza – esa cosa se lo llevó por que yo lo deseé así.
El silencio se presenció, lo sabía mi hermano se quedó ahí sorprendido, de seguro ahora pensaba que era un verdadero monstruo.
-¡No digas eso! – me tomó de los hombros y me alejó de su cuerpo yo solo giré la cabeza para no verlo de frente – la muerte de Kibum fue un accidente, no fue tu culpa y si estuvo relacionado con esa cosa tampoco fue tu culpa – lo volteé a ver muy sorprendido – no dejes que te engañe con sus palabras, solo quiere engañarte.
-Hyung – lloraba de nuevo pero esta vez me sentía un poco mejor, aunque aún sabía que todo había sido por mi causa.

La mañana en la escuela pasó normal, pensé que lo mejor era alejarme de mi madre para que no me siguiera preguntando si estaba bien. Pero entre más tiempo estaba en la escuela más notaba la ausencia de Kibum, aunque por lo general solo me esperara cuando terminaran las clases, todos se veían más apagados sin él fue cuando me di cuenta de que algo más faltaba. Sabía que Jonghyun estaba muy mal estos días y no andaba de un lado para el otro como siempre pero ahora ni su versión triste se encontraba por ningún lado.
Decidí ir a preguntar a su salón y parecía que nadie lo había visto, la verdad me preocupé. No me di cuenta cuando se fue en el funeral, mi hermano dijo que pensaba que estaba con él cuando había desaparecido.
Salí de clases y fui a buscarlo a su departamento, el vivía solo porque su familia era de un pequeño pueblo de pescadores y lo había mandado a estudiar aquí por su cuenta. La verdad no era la mejor idea dejar a Jonghyun vivir solo pero era la única manera de que recibiera buena educación. Subí algunos pisos hasta su puerta.
Intenté tocar pero la puerta estaba abierta.
-Jonghyun-hyung – dije un poco bajo para no molestar y entré para ver un cuarto sin su presencia y más desordenado de lo habitual, el piso estaba cubierto de fotos, parecía que había sufrido bastante. Me dolió el corazón un poco, todas esas fotos eran de Key, ni siquiera Kibum podría tener tantas fotos de sí mismo. Miré de nuevo las fotos y luego noté un marco roto junto a uno de los sillones, era una foto de cuando los tres habíamos ido a acampar, nos veíamos sumamente felices y Key tenía su ropa de siempre, lo que no había sido una buena idea. Esbocé una pequeña sonrisa, habíamos sido tan felices. Luego volví a ver el ostentoso marco y me di cuenta de que eso había estado en la habitación de Key. Era una de las fotos de Key, por eso había tantas, Jonghyun había entrado a la casa de Kibum.
Solté el marco y corrí hasta la parada del autobús, al no pasar nada decidí tomar un taxi, apresuré al chofer, posiblemente Jonghyun había vuelto a casa de Key. Pero debía apresurarme, temía que algo pudiera pasarle. Mientras estaba en el taxi mi celular empezó a sonar.
-¿Dónde estás vine a recogerte a la escuela hace horas? – me había olvidado de mi hermano.
-Lo siento hyung, pero Jonghyun desapareció, voy a buscarlo – colgué al instante por que nos acercábamos a la casa de Key.
Bajé del taxi y pagué rápidamente, luego corrí hasta la puerta para ver que una de las ventanas laterales estaba rota, parecía que la casa se quedaría un tiempo abandonada, más ahora que toda la familia había muerto. Me abrí paso por los vidrios y entré para ver como el lugar se había detenido en el tiempo. Era como si en cualquier momento Kibum y su familia pasarían por la puerta para seguir con su vida. Nada se había movido de su lugar, parecía que nadie había entrado aunque la ventana estuviese rota. Miré de un lado al otro y luego subí, pensé que el mejor lugar para buscar sería la habitación de Key.
Cuando llegué vi la escena más escalofriante de mi vida, la habitación estaba desordenada, la ropa de Kibum estaba en todos lados más de sus fotos se encontraban en el piso, el olor a alcohol y vómito cubrían la habitación. Y la pieza más escalofriante se encontraba sobre la cama cubierta de camisas y pantalones de Key sobre el desorden estaba el chico más alegre, presumido y tiernamente arrogante del que yo me había enamorado, estaba destrozado, sujetaba con fuerza la cobija de Key mientras aspiraba su olor y cubría todo con su sangre.
-¡Jonghyun! – Grité asustado y me acerqué a él, olía bastante mal y estaba lleno de heridas – pero ¿Qué te hiciste? – lo volteé para que respirara mejor, parecía que llevaba dos noches tomando desde que se había perdido en el funeral.
-¡Taemin! – alguien gritó bajo las escaleras.
-¡Hyung acá arriba apresúrate!
-¿Qué pasó? – Jinki se detuvo al ver a Jonghyun en esas condiciones y el estado de la habitación de Key.
-Luego lo averiguamos, debemos de sacarlo de aquí porque si no se meterá en problemas.
-De acuerdo hermanito, le dije al taxista que me esperara afuera, ayúdame a levantarlo y lo llevamos a casa –mi hyung tenía muy buenas cualidades de líder así que hice todo lo que dijo y luego entre los dos lo bajamos por las escaleras y lo subimos al carro, luego nos alejamos del lugar.
Cuando llegamos a casa tuvimos suerte porque nuestra madre no estaba así que acomodamos a Jong en la habitación de Jinki.
-Será mejor que limpiemos sus heridas y luego lo dejemos descansar, espero que no sea nada grave – dijo poniéndose de pie para dirigirse al baño.
-Jonghyun ¿Por qué hiciste esto? – pregunté cuando nos quedamos solos en esa habitación acercándome a su cuerpo para ver su triste condición. Empezó a balbucear y acerqué más mi oído para entender sus leves sonidos guturales.
-Creo que te amo Key – abrí los ojos tanto como pude y sentí como dolía de nuevo – pero no te sientas tan importante, aun no estoy seguro – era obvio que lo estaba volviendo loco. Yo lo quería demasiado pero el ya le pertenecía a otra persona.
-Nunca me pudiste ver de esa manera – dije suavemente sentado en el piso y recargado en la cama – lo amas tanto como para seguirlo hasta en la muerte ¿Verdad? – me dolía aceptarlo, pero tenía tanto tiempo de saberlo. Mi temor se volvía enorme de verdad lo iba a seguir, no los podría separar, eso era prácticamente imposible, Jong y Key estarían juntos hasta en la muerte.
-Ya volví – Jinki entró a la habitación mientras que yo agachaba mi cabeza para cubrir mis lagrimas.
-Te lo encargo hyung – dije poniéndome de pie sin levantar mi cabeza – tengo algo que hacer. Tomé mi abrigo y salí del cuarto rápidamente, luego de la casa para terminar en un parque cercano donde por fin podría aceptarlo, ya no me importaba el dolor, era obvio que yo había causado aun más dolor no solo a Jonghyun si no también a mí.
-¡Tu cosa horrible! – Grite furioso en el parque – ¡Tengo un trato! ¿Qué no oyes que te estoy llamando? ¿No es lo que estaba esperando? ¿Le tienes miedo a la luz? ¿Tengo que buscarte de noche? ¡Contesta de una buena vez espanto!
-No tienes porque ser tan hiriente, te escuché la primera vez – aparecía detrás de mí sentado en una banca, lo reconocía por sus ojos ya que su apariencia era la de un chico alto con cabello un poco largo algo desalineado, parecía estar en forma y sus grandes ojos eran tan rojos como siempre.
-Vengo a hacer ese trato – dije con un tono de voz fuerte y volteándolo a ver con furia.
-Sabría que vendrías – dijo en un tono despreocupado y con una sonrisa, se levantó son un salto de la banca y luego se acercó a adonde estaba, de verdad era alto. Sentí un escalofrió pero esta vez no pensaba retroceder –yo nunca pierdo – dijo mientras acercaba su mano a mi rostro – y no pensaba perder a este interesante bocadillo – tomó un mechón de mi cabello y luego empezó a jugar con él.
-Hagamos el trato y terminemos con esto de una buena vez – le dije bastante enojado y algo nervioso, pero no dejaría que lo notara.
-Eres muy directo – pero deberás esperar – vienes aquí con ese olor tan delicioso y luciendo tan interesante que me es difícil no comerte, así que espera unos momentos a que me calme – soltó mi cabello y se alejó un poco, luego noté que mi abrigo estaba manchado con la sangre de Jonghyun, tenía miedo de preguntar si ese era el olor, al final opté por quitarme el abrigo.
-Si tanto te gusta el olor tómalo – eso volteó con mis palabras y luego le lancé el abrigo. Lo atrapó bastante contento y luego lo volvió a olfatear, para que luego se volviera cenizas en sus manos.
-Me deshice del olor – dijo orgulloso y luego se acercó – pero eso no impide que estés apetitoso, era solo un poco de aderezo.
-Ya déjalo – escondí mi miedo de nuevo – si no vas a escucharme me voy.
-No tengo que escucharte – dijo detrás de mí, se había movido tan aprisa que ni lo había notado – sé que me vas a pedir, tu vida por la de él – asentí aun parado en ese lugar inmóvil y fingiendo valentía – vamos tenemos que ir por el cuerpo – el chico comenzó a avanzar pero yo me quedé donde mismo.
-Con una condición – dije aun nervioso pero trataba de mantener el mismo tono.
-Adelante, dime tu condición – dijo aun con una esa tétrica sonrisa.
-Déjame quedar hasta que los vea juntos –lo dije con la mirada de odio marcada.
-Me parece razonable – dijo acercándose a mí de nuevo – suena a que tenemos un trato, tomó mi brazo y luego desabotonó mi camisa – creo que esto merece otra linda marca en mi aun más interesante bocadillo.
Sentí el dolor de la otra vez, ahora agregaba un nuevo dibujo a mi pecho. Ardía pero a la vez detenía el ardor de la cicatriz anterior.
-Listo – dijo alejando su largo dedo de mi pecho – ahora todos sabrán que me perteneces – se acercó un poco más y me olfateó de nuevo – mi bocadillo interesante huele tan delicioso ¿A caso te has acercado a la muerte estos días? – recordé la noche anterior, definitivamente estaba en una posición peligrosa, pero no me arrepentía de ello.
-Vamos por Kibum – dije alejándolo de mi.
-Bien, espero que estés listo para profanar una tumba – dijo alegremente mientras comenzaba a avanzar en dirección al cementerio

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Hot Cakes (Segunda parte)

El Deshielo

Key y Onew rodearon a Minho decididos mientras este  se defendía por turnos con su paraguas.

-¡Solo detente! – Key rasgo con la daga la gabardina e hizo que retrocediera logrando que Onew lo atrapara.

-¡Suéltame! – El alto se removía en los brazos del castaño que sonreía.

-Buen trabajo Key – Onew sonrió amplio mientras el rubio recuperaba el aliento – debes desistir por ahora Minho – el sonriente habló con seriedad.  – Déjanos hablar con Taemin.

-No desistirá – Minho levantó un poco la mirada al cielo mientras cortaba la frase y luego les miró- ya tuvieron su oportunidad de hablar con él y no sirvió de nada.  Ya ha dejado de ser un ser celeste, ha pasado demasiado tiempo en el espacio humano, si no me deshago de él no podrá haber un nuevo señor de las nubes.

-¡Minho! – Key alzó la voz al escuchar su razonamiento.

– Es más rápido que Taemin vuelva ahora que sabemos dónde está a que nazca un nuevo dios – Onew se apresuró a decir.

-No es así – Minho saltó empujándolo. – Ya está todo preparado para que nazca un nuevo dios de las nubes, solo debo matar al anterior.

Key corrió a gran velocidad acercándose pero el alto lanzó la gruesa y pesada gabardina bloqueando su vista. Cuando la gabardina cayó ya no se podía ver al alto en ningún lado.

-¿A dónde fue? – Key comenzó a buscarlo girando rápido.

-Por Taemin – El alto se levantó despacio.

-Debemos detenerlo – Key se dispuso a correr pero fue detenido por Onew quien lo tomó del brazo.

-No podemos – señaló hacía arriba- acaban de ordenar que no interfiramos. – Key se quedó en silencio para escuchar las palabras que retumbaban en su cabeza.

-Pero… – Le miró suplicante a Onew y este solo pudo suspirar.

-Aun podemos correr hasta allá e intentar disuadirlo – dijo con una sonrisa y Key afirmó algo más tranquilo.

Ambos se dispusieron a correr ignorando las voces que retumbaban con fuerza desde el cielo y que solo ellos podían escuchar.

 

El Pantano

Jonghyun corría cojeando alrededor de la gran rana que lanzaba su lengua sin nada de compasión.

-¡Taemin cuidado! – El chico volvía a ser bloqueado por un tronco que caía, parecía que no había logrado avanzar nada y otra vez el moreno salía volando por los aires y cayendo directamente de estomago en una rama, golpeando con fuerza y sacándole el aire.

-¿Estás bien Jonghyun? – Preguntó desde detrás de un tronco mientras la rana saltaba y hacía que el piso retumbara.

-No te preocupes por mi – El chico se empujó de la rama y cayó desde lo alto directo al piso. Taemin saltó para verlo después del quejido que soltó tras el golpe seco que dio. – Estoy bien – levantó una mano.

La gran rana se puso enfrente de Taemin. – Señor Taemin debe desistir y volver al cielo – dijo con la suave voz.

-¡No le hagas caso! – Jonghyun  grito y la rana se giró un poco tomándolo con la lengua. –

-Le está causando problemas al señor Minho y a todos en este mundo – Habló algo raro debido a que tenía su larga lengua de fuera y cargaba a Jonghyun que empujaba con sus brazos el amarre de su cintura tratando de escapar.

-¡Miente Taemin! – Jonghyun volvió a gritar y la rana lo golpeo con fuerza directamente contra un gran tronco.

-¡Cállate! – La voz de la rana se volvió fuerte y ronca. Y Jonghyun solo pudo reír.

-Solo tiene miedo de desaparecer – siguió riendo mientras el anfibio comenzó a golpearlo agresivamente contra el árbol una y otra vez.

-¿Miedo de desaparecer? – Taemin lo volteo a ver retrocediendo.

-¡Si, solo es miedo! – La rana se detuvo y lo elevó más.

-¡Todos desapareceremos! – Dijo aun ronco mientras seguía subiendo al moreno.

-Pero tú estás desesperado – Jonghyun le lanzó una mirada aguda- El gran señor de los charcos no puede existir sin la lluvia, la lluvia no puede caer sin las nubes. Tu eres el primero en desaparecer si Taemin no vuelve pronto. – Jonghyun tomó una rama mientras seguía subiendo- ¡Solo acepta tu destino! – Empuño el lado filoso directamente sobre la lengua de la rana  y esta soltó un fuerte chillido soltándolo.

El moreno cayó desde muy alto y azotó en el piso con fuerza.

-¡Jonghyun! – Taemin quiso acercase pero el chico se arrodillo torpemente.

-¡Corre Taemin! –Dijo fuerte y el chico se quedó viéndole un rato asustado mientras la rana se seguía quejando de dolor. Taemin retrocedió un poco viéndole y luego comenzó a correr para chocar directamente con el chico alto de playera negra estrecha.

-¿Minho? – Le miró aterrado retrocediendo.

Una roca voló desde atrás y  parecía ir directamente a la cabeza del alto pero este la detuvo con una sola mano.

-¡Déjalo abusivo! – Jonghyun gritó desde atrás lanzando otra roca y el alto la bloqueo con su paraguas

-¡Hey tu! – Minho habló a la rana que parecía estar llorando- ¡Deshazte de ese! – La rana afirmó con los ojos llorosos y tomó a Jonghyun con la lengua.

-¿Por qué escapaste? – El alto se dirigió a Taemin y este le vio algo asustado. Nunca lo había visto tan molesto.

-¡El no escapó! – Jonghyun gritó – ¡Yo lo secuestré! – Comenzó a reír de nuevo y Taemin volteo a verlo.

-¿Sabes que es una ofensa grabe robar a un ser celeste? – Minho lo cuestionó y el moreno solo afirmó.

-¡Jonghyun no mientas! – Taemin gritó – Gracias por todo, pero no debes mentir por mí.

Taemin se armó de valor y se puso frente a Minho. – Por favor déjalo ir.

-No te preocupes Taemin, ya sé que pasará conmigo, estoy destinado a desaparecer, tu solo vete. – Taemin lo volteo a ver mientras el otro seguía en lo alto debido a la rana.

-Déjalo ir – Taemin  le volvió a ver al alto decidido.

-Lo dejaré ir cuando todo acabe – Minho levantó su paraguas – ahora debes rendirte – Taemin negó y el paraguas bajó con fuerza hasta donde se encontraba pero alcanzó a moverse rápidamente.

-Primero debes hablar conmigo – Taemin corrió un poco torpemente entre los arboles derrumbados por la rana que le veía.

-No hay que hablar – le miró directamente corriendo hacía el con destreza- me lo dejaste muy claro con tu espejismo. – El chico se sonrojó recordando lo que había hecho disfrazado como niebla.

-Pero tengo más que decir – la sombrilla cayó justo junto a él cortando otro árbol. Y el chico volvió a correr colina abajo tan rápido como podía. Al seguir solo logró tropezarse y rodó por la colina cayendo en un pantano.

-¡Taemin cuidado! – Jonghyun gritó desde lo lejos y Taemin se giró deprisa para no ser cortado.

-¿Por qué no te rindes? – Minho se paró junto a él mientras el chico se levantaba con dificultad de las anegadas aguas.

-Está resbaloso – dijo riendo mientras se sostenía del alto para no resbalar.

-¡Taemin!- La voz de Key se escuchó en lo alto y luego un fuerte golpe.

-¡TEN CUIDADO! – Jonghyun gritó fuerte antes de quejarse -¡Están ahí abajo!  – Los pasos se fueron acercando pero se detuvieron de golpe y Onew cayó el piso.

-No podemos ir más cerca, nos están deteniendo del cielo- Key tocó la invisible pared que había detenido a Onew y Taemin los miró con una sonrisa.

-¡Minho aun pueden regresar! – Onew gritó fuerte y luego Jonghyun pasó cojeando.

-Espera – Key lo detuvo tomando su brazo.

-Tranquilo, yo no soy del cielo – Jonghyun dijo con una sonrisa.

-Pero te castigarán – Key le miró con preocupación y Jonghyun tomó su mano con cuidado para liberar su brazo.

-No temas, de todos modos desapareceré en menos de un mes- dio un paso para atrás pasando el campo de fuerza- están por abrir la presa que detendrá a este viejo río – sonrío y se giró para seguir cojeando hacía el pantano donde los dos chicos estaban de pie.

Taemin vio bajar a Jonghyun y luego miró a Minho – Minho – Sonrió amplio – Gracias – Minho le miró alarmado y se alejó un poco.

-¿No cederás? –El alto tomaba con la mano temblorosa el paraguas con cualidades de espada.

-No quiero ceder –Taemin volteo al cielo y luego miró al alto – No puedo ceder.

Jonghyun avanzaba tan rápido como podía por la pendiente intentando no tropezar pero con bastantes heridas como para alentar su paso.

El alto suspiro y acarició la cabeza del de cabello cobrizo. –Escucharé ahora lo que me querías decir – le miró tranquilamente – considéralo como tu último deseo.

Taemin le sonrió a Jonghyun quien seguía intentando llegar tomando troncos y luego volvió la mirada al alto. Las lágrimas invadieron sus ojos y un sentimiento melancólico y de alegría lo impulso sobre el pantanoso lodo a abrazar al alto.

El agua les llegaba a las rodillas pero aun así no parecía incomodarle al más bajo que se aferraba con fuerza al alto que observaba asombrado- Minho – después de estar un rato pegado a él levanto la mirada y lo observó con ojos llorosos. – Me quiero quedar en el mundo de los humanos- el alto afirmó con un triste suspiro- ¿Quieres quedarte conmigo aquí? Así te podría ver más y no tendría que verte alejarte cada vez. – Taemin sonrió amplio mientras las lágrimas recorrían sus mejillas. – Porque me duele mucho verte alejarte de mi.

-Taemin – El de cabello obscuro acarició su rostro y Taemin lo miró satisfecho, no le importaba la respuesta negativa de su compañero, con tan solo haber dicho lo que deseaba estaba muy feliz. – Me quiero quedar contigo en el mundo de los humanos – El alto dijo y Taemin lo miró sorprendido abriendo los ojos ampliamente mientras se alejaba un poco. – ¿Sabes qué significa que también quiera esto? – Taemin soltó una mirada de dolor y afirmó.

Minho lo jaló hacía él y lo abrazó con fuerza. Jonghyun se detuvo al verlo y se quedó estático pensando que las cosas estaban tranquilas pero el grito de Key lo alarmó.

-¡NO LO HAGAN! – Key y Onew seguían golpeando la barrera invisible con fuerza y gritado. Jonghyun volvió la vista a la pareja en el pantano.

Taemin se estiró un poco cerrando los ojos y disminuyendo el aliento para besar al alto y luego bajó el rostro apenado.  Minho le miró con una cálida sonrisa y tomó su mentón para acercar su rostro y rozar despacio sus labios para luego hacer mayor presión sintiendo los suaves labios del pelirrojo tan cálidos como su persona. A diferencia de su frío ser lleno de lluvia sintió como esa calidez lo inundaba mientras compartía el néctar de los deliciosos bordes del chico. Mientras cerraba los ojos junto al menor compartiendo el beso estiró su brazo con el paraguas sin separarse de los calientes labios que parecían llenar su vacio ser. Deseaba con todo el corazón quedarse pegado por la eternidad a esos labios pero su mano se alejó lo suficiente para luego con un fuerte movimiento atravesar la espalda del pelirrojo pasar por su cuerpo atravesando también su cuerpo y surgiendo detrás de su espalda.

-Te amo Minho- el chico dijo sobre sus labios y las lágrimas recorrieron las mejillas del alto mientras se aferraba al cuerpo que comenzaba a desaparecer.

-Yo también – Alcanzó a decir mientras su cuerpo parecía caer al pantano difuminándose y desapareciendo como el de las nubes pero dejando gotas de rocío que caían sobre las frías aguas del pantano.

-¡Taemin! – Jonghyun llegó al borde del pantano muy tarde y tras el aparecieron Key y Onew que veían asombrados la escena donde solo algo de vapor y rocío quedaban.

-Se fueron sin dejar rastro – Onew se dejó caer en el piso mientras veía la triste escena.

-¡Esos tontos! – Key comenzó a llorar – ¡Todo para nada!- Jonghyun estuvo en silencio un momento y luego vio hacia el cielo.

-No lo fue – por fin abrió la boca el moreno y Key le miró con ojos llorosos – Ellos tuvieron su momento – sonrió un poco y luego miró hacia el pantano. – Yo también di todo por un momento como ese – miró al cielo de nuevo.

-Tenemos que volver – Onew dijo desde el piso mirando hacia abajo y Key pasó la vista a él – El nuevo señor de las nubes ha nacido, también el nuevo señor de la lluvia. – Key miró molesto a los cielos.

-¡YA LO TENÍAN TODO DESTINADO! ¡MALDITOS! – Key golpeo con fuerza un árbol y Jonghyun se puso de pie.

-Creo que ellos nos controlarán por siempre – sonrió- me gustó conocerles, ahora debo volver y disfrutar los días que me quedan. También disfruten sus vidas, no importa que tan largas o cortas sean, deben ser felices en ellas. – El moreno comenzó a caminar mientras que Key seguía con la vista clavada en él y Onew se levantaba despacio mirando el pantano que parecía tan pacifico y sin señales de las dos creaturas que habían sellado sus destinos por un deseo.

 

 

Epilogo:

-¿No debería estar lloviendo? – Onew le preguntó a un pequeño que parecía tomar cosas de uno de los estantes que parecían formados por un esponjoso material.

-¡Hyung!- El chico de cabello negro y revuelto saltó y dejó caer frutas sobre el blanco piso y estas se hundieron un poco. –Yo… – Le miró con grandes ojos suplicantes, esos ojos obscuros y grandes que combinaban con el cabello del niño de rostro pequeño.

-Minho, no puedes evitar tus deberes así de fácil – dijo actuando serio y luego le brindó una sonrisa.

-¿Minho? – Una mata de cabellos rojizos se asomó detrás de la esponjosa pared y al ver al mayor en el lugar se giró deprisa intentando desaparecer.

-Taemin – Onew habló con voz fuerte – ¿Tu le dijiste a Minho que se quedara? – El pequeño se detuvo en seco algo aterrado.

-No hyung – Minho habló rápido corriendo hasta donde estaba Taemin – yo quise quedarme para jugar con Taemin.

Onew los miró y luego negó con la cabeza.- ¿Qué voy a hacer con ustedes?  – Los niños se tomaron de la mano.

-¡Atraparnos! – El par de pequeños comenzaron a correr alejándose del castaño que sonreía- Una segunda oportunidad – habló hacia el aire – para mí una eternidad como niñero y para el planeta una etapa de largas sequías de seguro. –Miró hacía el frente- Por lo menos Key debería estarme ayudando.

 

 

Sin embargo Key caminaba con un cálido abrigo por una calle abarrotada y miraba a la gente moverse en el frio ambiente del principio de la primavera.

-No se han encontrado muertos ni heridos por el repentino derrumbe en la presa principal ocasionado por el deshielo… – Se detuvo al escuchar las noticias orgulloso y luego siguió caminando alejándose del poblado. Avanzó automáticamente hasta llegar a la cueva que había estado visitando todo ese invierno.

-No tenías por que hacerlo – Una voz lo recibió esta vez y el chico sonrío con superioridad.

-Considéralo una deuda saldada, pero nunca más te haré un favor – Key avanzó quitándose el abrigo y dejándolo en el sillón en el cual estaba sentado el chico de baja estatura, ojos de cachorro y ahora cabello blanco. – ¿Nuevo estilo? – Key sonrió al ver el cambio.

-Creo que esto es tu culpa – señaló su cabeza- ahora seré un río de deshielo por siempre.

-Se te ve bien, solo agradéceme y ya. – Key dijo molesto por la actitud del ser que acababa de salvar.

-Gracias – el chico soltó una mirada tierna y una sonrisa y tomó una chaqueta- Ahora iré por algo de comer.

-¡Oye! – Key se puso frente a él molesto.

-¿Qué sucede? – El de corta estatura le miró despreocupado.

-Tu dijiste que debía ser feliz en mi existencia – le hizo un puchero y el de pelo blanco le sonrío.

-Entonces tomaré la responsabilidad – tomó su mano – vamos a comer algo.

-Eres una bestia- la diva de la nieve giró su rostro aun molesto y el irreverente río besó su mejilla.

-Pero una bestia muy linda – entrelazó sus dedos y lo jaló – ya vamos a comer.

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