Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 11+

11.- Ya nada niega la verdad

Tae
El sonido era estruendoso, el ambiente estaba cargado de olor a cigarro, alcohol y todo tipo de esencias, todo tipo de personas, todos disfrutaban el ambiente de forma diferente.
Me fijé bien en lo que me rodeaba, todos bailaban me quería unir a ellos, la música empezaba a invadir mis oídos de forma adictiva. Las vestimentas eran variadas, en el centro del club había unas cuantas plataformas donde diferentes bailarines se divertían, a las orillas había personas tomando, riéndose o en un estado más apasionado.
-Toma, apaga tu sed – me dijo el chico con el que ahora me encontraba en la pista. Por alguna razón eso y yo habíamos sido acogidos por ese grupo de chicos mientras que esperábamos la entrada al club.
-Gracias – contesté tomando la botella de cerveza, me moría de sed así que acepté el gesto del chico alto con cabello pintado de un tono claro. Desconocía su nombre o el de alguno de sus amigos, pero no me importaba en lo más mínimo me gustaba llevarme por la embriagante música, seguí bailando no dándole más importancia.
Los chicos de ese grupo entraban y dejaban la pista a ratos, las chicas parecían querer bailar todo el tiempo, pero no lo hacían sin pareja. Yo bailaba a ratos con ellas, porque no quería alejarme de ese lugar mi cuerpo me pedía a gritos bailar.
-Bailas muy bien y eres muy lindo – dijo una de ellas abrazándome, provocándome que me sonrojara. Su aliento apestaba a alcohol y se tambaleaba.
-Tranquila, no asustes al chico – dijo el tipo alto que se había quedado a mi lado casi toda la noche. La apartó y se la llevó de regreso, otro chico más me jaló con él y terminamos bailando energéticamente sobre una de las plataformas. Parecían chicos divertidos, me hubiese gustado ser su amigo, pero ya no tenía tiempo para eso, esa noche solo disfrutaría.
Las luces cambiaron un poco y la música se tornó más movida, el club se llenó de una nueva melodía, Hands Up, la conocía bien. Key y Jonghyun adoraban esta canción y siempre se ponían a saltar levantando la mano al escucharla. Seguí moviéndome con el ritmo, pronto vi como varias personas me observaban al moverme pero simplemente no me importo.
Luego alguien tocó mi hombro y decidí voltear.
-Toma – el chico alto había vuelto y me entregaba otra cerveza – tenemos que hacer lo que dice la canción – gritó cerca de mí y seguimos bailando.
Pasó un rato hasta que sentí que el sudor bajaba por mi espalda y el aire se escapaba de mis pulmones, ni mis fuertes y rítmicas bocanadas permitirían que me recuperara. Decidí ir a sentarme un momento, igual la canción que estaban tocando no era de mis preferidas.
-¿A dónde…? – No escuché bien al chico alto y me acerqué un poco más para oír lo que me preguntaba. -¿A dónde vas? – Ahora si había oído. Me acerqué a su oreja a contestar.
-Me sentaré un momento – le dije.
-Vamos a la barra – tomó mi mano y me jaló a ese lado.
-¿Por qué no vamos a la mesa? – Dije pero el volteó confundido -¿Por qué no vamos a la mesa? – Grité ahora cerca del oído.
-Tu amigo la está ocupando – me gritó de regreso y decidí voltear en la dirección de la mesa donde los chicos descansaban y dejaban sus bebidas y donde las chicas pusieron sus suéteres y bolsos.
Y ahí estaba el demonio haciendo sus tareas demoníacas. Ahora besaba a una chica de forma apasionada en uno de los pequeños sillones. La chica estaba prácticamente sobre él y la tomaba de la cintura con fuerza, ambos ya se mecían demasiado.
-¿Qué quieres tomar? – La voz del chico lo despertó de seguir viendo esa escena y apretando los puños con fuerza.
-Creo que nada, será mejor que me vaya ahora que esta distraído – dijo en tono de voz normal, lo cual no era fácil de escuchar en ese lugar. Me di la vuelta y me dispuse a salir.
-¿Ya te vas? – El chico me siguió y me preguntaba esto al oído. Solo afirmé –entonces te acompaño – caminó a mi lado hasta la salida. Tenía mis oídos aturdidos por la música, pero hasta el aire se sentía más limpio.
-¿Dónde vives? – El chico me preguntó aun con tono de voz alto.
-No te preocupes puedo llegar solo – dije sin problemas estaba algo mareado y feliz, por así decirlo, pero solo habían sido dos cervezas, podía aguantarlas.
-No lo creo – dijo riendo – caminas bastante raro. – Se acercó más y tomó mi mano – Yo te llevaré.
Me empezó a jalar con demasiada emoción y velocidad, si iba tan rápido claro que mi cabeza daría más vueltas. Ahora recordaba que Jonghyun siempre me decía que las personas debían aprender a beber, aunque era obvio que él no sabía cómo. Siempre terminaba poniéndose muy mal, simplemente no tenía autocontrol.
Y ahí estaba de nuevo llenando mi mente con sus recuerdos, a estas alturas esperaba haberlo olvidado o simplemente haberme rendido por completo. Pero el corazón es testarudo y la razón débil.
Cuando me fijé el chico me había arrastrado hasta un callejón y me empujó contra la pared de una forma muy brutal. Luego me tomó de las manos y las puso contra la pared.
-No me puedo resistir más a algo tan lindo como tu – dijo y luego me plantó sus labios sobre los míos.
¿Qué sentía en este momento? Confusión creo, simplemente no lo entendía, debería sentir miedo. Pero no lo sentía, debía estar preocupado, pero algo simplemente me decía que ese tipo tendría su merecido dentro de poco.
-Eres muy obediente – dijo alejándose de mis labios con su respiración acelerada y luego se dispuso a bajar a mi cuello.
-No me gusta compartir lo que me pertenece – una voz se hizo presente en el callejón y lo obligó a voltear. Detrás de él apareció la sombra negra a la que más temía y al ver mi cara de susto giró su cabeza sobre su hombro – ahora que has tocado lo mío debes ir directo al infierno – Minho tomaba su forma humana tras de él y lo empujaba con un solo brazo para que saliera volando directo contra la pared del frente. Golpeó el muro fuerte y luego cayó dos metros abajo sobre un montón de basura.
Me volteó a ver con una mirada de odio, pero ahora sus ojos no eran rojos. Volvían a tomar el tono café con solo un ligero toque de rojo en los bordes.
-¿Desde cuándo dejas que cualquiera te toque? – Dijo molesto avanzando hacía mi.
-No hay mucha diferencia entre él y tú – dije molesto y comencé a avanzar fuera de ese callejón.
-Creo que aun no entiendes que me perteneces bocadillo – dijo y luego vi una luz que provenía de detrás de mí. Gire y vi su mano en llamas, como cuando era pequeño, luego chasqueó los dedos y el cuerpo de ese chico se incendió en una llama verde.
El gritaba y se retorcía del dolor mientras que las llamas lo cubrían.
-¡Detente! – Grité viendo la horrible escena.
-Espero que te sirva para recordar quien soy – dijo chasqueando de nuevo y el chico estaba libre de las llamas y parecía no estar herido.
-Ni lo intentes, lo recuerdo a cada momento – dije girándome para regresar a casa.
-Debes seguir bailando – dijo parándose frente a mi – me estaba entreteniendo bastante con tu seductor bamboleo.
-Estabas más entretenido con otra cosa – seguía molesto por eso.
-No me dejas tocarte, tenía que quitarme la sed con otra cosa – dijo acercándose y soplando en mi oreja para luego volver a aspirar – pero creo que la comida chatarra no se compara con este fino bocadillo gourmet.
-Me regreso a casa – dije caminando otra vez, por un momento me había petrificado, pero no podía tocarme, aunque aun así intentaba provocarme.
-Es tu noche de placer – dijo a mi lado – ha de haber otra cosa que desees hacer en esta vida – me hizo pensarlo un momento, pero había otra cosa que deseaba hacer además de bailar sin control.
-Una película de terror – dije con la mirada perdida. Nunca había visto una, no me llamaban la atención me parecían absurdas. Mi hermano las adoraba y Kibum y Jong me habían invitado a una unos días antes de mi torpe confesión y la muerte de Key.
-Conozco un cine abierto, vamos – dijo empezando a avanzar. Nunca pensé que conociera un cine, que conociera algo.
-¿No me vas a decir que estoy desaprovechando o una de tus locas e inmorales lecciones sobre el placer? – Pregunté asombrado, no esperé que accediera tan fácil.
-Si quieres una lección de placer puedo ofrecértela mi bocadillo – dijo mirándome – pero esta es tu noche y tú decides – se giró para seguir caminando.
Caminé por la acera un rato y luego me tropecé sin caer.
-No quiero que te mallugues mi fruto prohibido – dijo mirándome y parecía que había tratado de detenerme por si me caía, pero era obvio la razón por la que no me había tocado – si solo bebiste dos cervezas, me asombra lo poco que aguantas.
-Vamos por mi película para que vuelva a casa – dije avanzando a su lado con orgullo, fingiendo que estaba bien – y deja de ponerme más apodos raros.
-El alcohol te vuelve aun más rebelde – dijo caminando detrás de mí. – Te ayudaría a caminar, pero debes quitarte el medallón.
-Creí que ayudar no estaba en tu vocabulario demonio posesivo – hablaba normal con él, lo que me asombraba – además no pienso quitármelo esta vez no me engañarás para que lo haga.
-No tengo que engañarte, al final tu mismo me permitirás tener todo, ya te lo había advertido, tu alma, tu vida y tu cuerpo me pertenecerán – volvía con su discurso habitual, ya me había acostumbrado, a lo que más le temía ahora solo parecía una molestia.
Seguí avanzando con un poco de dolor de cabeza y luego me di cuenta que había seres brillantes. No eran solo algunos, todo se empezaba a llenar de ellos.
-¿Qué son esos? – Presioné mi frente y cerré mis ojos tratando de acomodar mi vista.
-Son ángeles, eso deben ser, por el momento creo que son ángeles.
-Hay muchos – dije abriendo los ojos y entrecerrándolos intentado identificar las formas.
-Claro que sí, todos tienen un ángel – dijo caminando ignorando.
-¿Por qué están mirándote? – Pregunté al notar como todos se paraban o giraban al vernos pasar.
-Porque soy un demonio – dijo como si nada pasara.
-¿Por qué se quedan parados y no hacen nada? – Volví a preguntar, parecía que lo fastidiaba.
-Yo qué se, no los puedo ver – dijo molesto y avanzando más rápido – solo se muestran cuando quieren, malditos esclavos empáticos.
-¿Por qué los puedo ver? – Era raro que los viera de repente.
-Bien ahora me siento observado, tenías que decirme que me estaban viendo, aunque sentirme observado por ellos, me parece excitante – había cambiado el tema. Pero aun así me intrigaban tanto las criaturas, había tantas como personas en la calle, si una detrás o junto a cada persona.
-¿Todas las personas tienen ángeles? – Pregunté para ver si mi observación era correcta.
-Si casi todas – dijo girando en una calle.
-¿Jonghyun tiene uno? – Necesitaba saberlo.
-Deberías sacarlo de tu mente, esa también me pertenece. Pero sí el fastidioso tiene un ángel aun más fastidioso y odioso que él. No deja de estar jodiendo y no sigue las reglas como los otros – me alegré un poco al oír sobre esto.
-¿Y Key? – Sabía que Kibum era un caso diferente.
-El ya no tiene ángel, pero si tenía uno era un ser moralista y me encantó cuando se lo arrebaté, se sintió tan bien como cuando como carne – dijo enfrente del cine al que se refería. Me asombré que aun estuviese abierto. Nos paramos un momento ahí afuera, parecía que la plática relacionada con los ángeles le afectaba.
-¿Y mi ángel? – Pregunté a lo mejor él lo había visto alguna vez.
-No tienes – dijo serió.
-Tienes razón, hice un pacto contigo, supongo que no merezco un ángel – dije algo triste, pensé que si lo podría ver el me daría una solución para mi asunto – ¿Y mi hermano?
-Tu hermano puede ver pero no desea ver seres puros, solo los obscuros, pero si girara su vista vería el ser más perfecto y hermoso junto a él – me dolió, era la primera vez que decía algo así – bien para que no te quejes yo pagaré los boletos – sacó una cartera rosada de piel de su pantalón.
-¿De dónde sacaste eso? – Pregunté suponiendo la respuesta, cuando todos dejaron las cosas en la mesa del club él se ofreció a cuidarlas, eso había sido bastante raro.
-De la mesa del club – dijo pidiendo los boletos al hombre adormilado que veía la televisión en la taquilla – los humanos son demasiado ingenuos.
Tras decirle algunas cosas que solo ignoró entramos al cine, entonces descubrí que clase de lugar era. Estaba lleno de parejas que se besuqueaban en la obscuridad. No se podía ver mucho pero toda clase de gemidos y sonidos provenían de las butacas, decidí ignorar esto y me senté a ver la pantalla. Mi primera película de terror simplemente no me daba miedo, pero me hacía sentir algo emocionado. Me intrigaba la historia, era una película vieja pero famosa en corea. Dos hermanas que vivían con su madrastra, todo fue tan psicológico y retorcido, ahora entendía porque mi hermano le gustaba verlas aunque estuviera llorando de miedo todo el tiempo.
-Eso fue interesante – salió estirándose Minho – los humanos tiene una concepción muy tonta sobre los espíritus. Pero obtuve buenas ideas para divertirme. – eso no era buena idea no quería que se subiera a mi cuerpo en la noche debajo de las sábanas. Era una idea escalofriante.
-Está por amanecer – miré hacia las montañas para ver el tono naranja que empezaba a salir.
-Bien en ese caso escoge un último destino – me asombré. Sonaba como los tres deseos del genio de la lámpara. Volvía con Sherezada, parecía que ese libro me perseguiría por un largo tiempo.
-La playa, nunca fui a la playa – era demasiado por pedir, pero no me quería quedar sin decirlo.
-Pediste lo mismo – dijo agachando la cabeza y sacando algo de su pantalón – como no me dejarás tomar una motocicleta. Usemos esto para comprar boletos de autobús – sacó varias carteras negras, rojas, cuadradas, rectangulares. En este momento no me quedo otra más que reír.

Key
Llegamos a casa de Taemin muy temprano, apenas amanecía, pero nos asombramos al ver las patrullas al exterior. Varios oficiales estaban fuera de la puerta de la casa.
-Kibum quédate aquí – dijo Jonghyun dejándome al otro lado de la calle y corriendo hacía la casa. Miré a mi nueva amiga voltearme a ver confundida.
-Cuídalo- sonreí desde el otro lado de la acera y Jonghyun también volteo a verme, luego se giró rápido al verme sonriendo ahí. Me puse detrás de un árbol y decidí esperar y observar desde ahí.
Al principio pensé que la madre de Taemin había exagerado y llamado a la policía, pero tenía que pasar más tiempo para que lo consideraran como desaparecido. No entendía lo que pasaba, pero luego los policías fueron dejando el lugar poco a poco y las patrullas arrancaron para alejarse por la calle principal.
Pasaron unos momentos y Onew y Jonghyun llegaron corriendo hasta donde estaba.
-¿Qué pasó? ¿Qué hacían aquí? – Pregunté mientras los dos recuperaban el aliento.
-Vinieron por Taemin- dijo Jonghyun- parece que un testigo lo vio en el cementerio el día que profanaron tu tumba.
-Ese maldito demonio anda por ahí haciendo que Taemin luzca más culpable – dijo muy molesto el hermano del pequeño.
-Le hablaré al celular –dije tranquilo, no sentía ese tipo de preocupación, sentía necesidad de saber de Taemin, pero no temor a los policías.
-Ya lo intenté, pero no contesta – dijo Onew molesto.
-Bueno Taemin –me contestó al instante.
-Key, buenos días – tan atento como siempre, parecía bien, pero aun así debía decirle algo por no estar en su casa en toda la noche. Fingí un poco de enojo.
-¿Dónde estás? – Pregunté en un tono de demanda – Tu familia está muy preocupada ¿En qué pensabas?
-Lo siento Kibum – dijo algo arrepentido. – Voy en camino a la playa, siempre quise ir.
-¡Espera! –Jonghyun gritó – fuiste a la playa y no me llevaste – gritó contra el teléfono.
-Ese no es el punto Jonghyun – le dije empujándolo.
-¿Por qué? – Onew dijo por lo bajo y miraba el piso mientras presionaba con fuerza sus manos formando apretados puños – ¿Por qué no me contesta a mí?
-¿Hyung? – Se escuchó al otro lado del teléfono.
-¿Por qué te escapaste con eso? ¿Por qué no me dejaste que cuidara de ti? – Onew estaba por llorar.
-Lo siento hyung, me tengo que ir, perdóname, volveré esta tarde – la llamada se cortó.
-Onew vamos con el profesor – le dije tocando su hombro – debemos decirle que eso sigue por aquí.
-Vamos – dijo levantando la mirada y muy decidido.
Empezamos a caminar, pero luego noté que la chica no nos seguía.
-¿Sucede algo? – Siempre iba tras Jonghyun pero ahora solo se quedaba viendo a la casa de Taemin. Negó con la cabeza y luego extendió su mano para que la tomara.
Jong y Onew se me quedaban viendo pero no me importaba hablar con la nada. Tomé la mano pensando que quería decirme algo telepáticamente como siempre. Pero para mi sorpresa todo giró a mí alrededor y miles de rayos de colores me llevaron a otro lugar donde llovía.
Mire a todos lados, estaba en un lugar diferente, un poco más rural. Llovía con fuerza pero no me mojaba, simplemente sabía que no estaba en ese lugar. En un pequeño techo de una parada de camión se encontraba ahí ese ángel pero ahora con una forma más humana traía puesto un uniforme y veía hacía el otro lado de la calle. Frente a ella estaba el más lindo chico con la sonrisa más perfecta.
-Jonghyun – dije suavemente. Ante mis ojos estaba Jonghyun jugando en la lluvia una joven y tierna versión de Jong, debía estar en la secundaria. Vi de nuevo a la chica que estaba a mi lado viendo también la alegre escena, su mirada estaba llena de ilusión, alegría y tal vez amor.
Muchos sentimientos llegaron a mí con esa escena pero luego sentí el dolor, la tristeza, la separación y el deseo de proteger esa sonrisa. Ahora lo entendía ella se había vuelto ángel por Jonghyun.
-¿Por qué me muestras esto? – Le pregunté algo preocupado por la respuesta.
-Temo por lo que venga en el futuro – dijo en mi mente – por eso quiero que tu protejas esa sonrisa si todo termina mal.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 10+

10.- Golpea fuerte en mi pecho

¿En qué momento apareció? Me preguntaba mientras abría mis ojos poco a poco. Esa tarde había sentido dolor, extrañaba esa sensación que presiona tu cuerpo y te estremece, descubrí que no era fácil describirlo. Porque uno está acostumbrado a sentir dolor pero cuando no lo siente no puede describir de qué se trata. He escuchado de personas que nacen sin la habilidad de sentir dolor debido a una enfermedad en los nervios. Es muy peligroso porque no saben que se están haciendo daño a ellos mismos, muchos de los bebés que nacen con esto mueren a corta edad debido a que al no sentir no tienen señales de auto supervivencia. Por mi lado sabía que todo lo que hacía me estaba dañando, no sentía dolor pero tenía un razonamiento si me quedaba más tiempo en ese apartamento sería el único que sufriría. Pensaba todo esto mientras veía eso que había parecido simplemente no le di importancia.
La habitación estaba hecha un desastre, era el resultado de nuestra épica batalla en la tarde. Recordaba poco de lo ocurrido, pero todo se veía tan tranquilo, no sabía si se habían desecho de eso o no. Me sentía mal por no haber ayudado, revisé la habitación, en la obscuridad no pude ver nada irregular – Espero que todos estén bien- pensé mientras veía toda la obscuridad y las sombras que reflejaba esa luz de en medio de esa habitación -¿En qué momento apareció? – Me volví a preguntar al ver esa luz. La volví a ignorar y vi hacía la esquina de la puerta, mi maleta improvisada y mis cosas seguían en el mismo lugar.
Caminé hacia ellas. Quería saber cómo estaba Taemin, cómo estaba Jonghyun, si Onew lo había logrado, todas esas cosas rondaban por mi mente pero no podía quedarme más tiempo, si no me arrepentiría de irme. Pero no deseaba ver a Jonghyun con mi monstruoso ser y vivir una vida que ya no me pertenecía. Tomé mis cosas y decidí salir. Pero para mi sorpresa la luz se puso frente a mí.
-No piensas dejarme salir – la forma humana de esa luz negó con la cabeza -¿Sabes qué no soy una buena criatura? – le hablé de la forma más natural, como si siempre hubiese estado ahí, tal vez siempre había estado ahí, pero nunca me había dignado a verla.
Afirmó con una sonrisa ante mi última pregunta.
-Entonces lo mejor será que me vaya – le dije intentando avanzar de nuevo, pero puso sus brazos sobre mí tratando de detenerme. – No puedo quedarme aquí – sentí como algo cálido recorría mi piel ante su contacto. Ella afirmó, parecía que deseaba que me quedara.
-No quiero que te vayas – una voz resonó en mi cabeza, una voz suave y pacífica, me recordaba a una que había escuchado tiempo atrás.
-¿Eres un ángel verdad? –Pregunté y ella afirmó, al parecer solo podía comunicarse conmigo por pensamientos y di yo deseaba oír eso que me decía. – Entonces sabes que hice un pacto con un demonio y por eso no puedo seguir tu mismo camino – ella afirmó de nuevo. Volví a tomar la maleta que había dejado en el piso.
-Pero quiero que te quedes – su armónica voz me volvió a llenar de paz la mente. –Se que saliste de tu sendero y buscaste el mal por egoísmo, pero me pidieron que te vigilara, tu ángel está preocupada por ti, también tu familia. Además quiero ser egoísta también y pedirte que te quedes con Jonghyun – no entendí porque lo último era egoísta, parecía que esta chica me conocía más de lo que esperaba.
-Lo siento, no puedo seguir dañándome de esta forma, también tengo instinto de auto supervivencia – dije moviéndola a un lado suavemente.
-Vuelve este suplicio tu penitencia – la había pasado y volteé a verla asombrado – se que duele, a mí también me duele, pero todo tiene una razón de ser, y quiero que te quedes con nosotros Key – su armoniosa voz era muy convincente, simplemente decidí escucharla, era lo que debía hacer después de haber ignorado la otra y haber caído como un idiota en la mayor estafa de un demonio pervertido.
-Me quedaré por un tiempo – le dije y ella solo sonrió.
-¿Con quién hablas? – Jonghyun se apareció en el pasillo frotando un ojo como niño pequeño adormilado, despeinado y con su pijama de siempre, solo el pantalón. Mi acompañante solo sonrió y corrió tiernamente hacia él y empezó a brincar a su alrededor.
-Con ninguna persona – contesté al ver la tierna escena de la chica que lo veía como si se tratara el mejor regalo de la tierra. Deseaba yo también tener un sentimiento así de puro.
-¿Ya te encuentras mejor? – Dijo terminando de frotarse un ojo y viéndome con curiosidad. El Jonghyun adormilado era de lo más lindo.
-Sí, gracias – dije aun sin creerme su amabilidad – regresa a dormir – le dije empezando a recoger las maletas que había hecho. Le preguntaría sobre todo lo que había pasado la mañana siguiente.
-Buenas noches – dijo dando la vuelta – tu también intenta descansar un poco más – un vuelco en mi corazón hizo que sintiera un latido, lo que daría porque bombeara sangre por mis venas.
-Ya duérmete – le mandé con mi tono de madre del que siempre se burlaba Taemin – que los ángeles te acompañen – dije por lo bajo viendo como la chica saltaba con alegría detrás de él. – Jonghyun me preguntó ¿Si hubiese muerto por completo y viajado a donde tendría que ir ahora sería tu devoto ángel y me hubiese quedado a tu lado sin dañarte?

Amaneció en el departamento y yo ya me encontraba preparando el desayuno. La comida balanceada y saludable como a Jonghyun le gustaba pero nunca podía prepararse. Escuché un ruido detrás de mí.
-Más te vale que te hayas lavado la cara y las manos antes de presentarte en mi cocina – dije con una sonrisa, me gustaba hacer las labores domésticas para Jong.
-Rápido Kibum, vístete, Onew me habló, esa cosa estaba con Taemin anoche y nunca volvieron a casa – Tomó mi mano y me jaló al exterior de la cocina. Intentó moverme más pero yo me quedé estático mirando fijamente a Jonghyun -¿Qué pasa? – Me preguntó acercando su rostro.
-Me llamaste Kibum – me llené de alegría y luego recordé lo que había dicho después – luego celebro, debemos buscar a mi hijo -Corrí hasta la puerta. Jonghyun también estaba incrédulo de que me hubiese llamado por mi nombre, pero reaccionó rápido al verme en la puerta.

Tae

Mi madre me pasó a la sala y el chico ahora platicaba con mi padre alegremente, mi padre rara vez estaba en casa y ahora platicaba con él.
-¿Qué es lo que quieres? –Pregunté lleno de odio.
-¡Taemin! –Mi madre golpeó mi nuca – Esa no es forma de tratar a un amigo.
-No se preocupe señora Lee, es tarde y llegué de sorpresa – volvía a aparentar como odiaba que lo hiciera – creo que también me molestaría si fuera Taeminnie.
-No tienes derecho a llamarlo Taeminnie – Jinki llegó a la escena más que molesto.
-Hijo, tu también –mi madre lanzó una de sus miradas asesinas – saben que chicos, suban a la habitación de Taemin, yo les llevaré algo allá arriba.
Mi madre empezó a insistir y terminamos los tres lanzando miradas de odio entre nosotros en el pasillo de arriba.
-Hoy me divirtieron bastante – el primero en hablar fue Minho.
-Por qué no desapareces de una vez – Jinki trató de golpearlo.
-No quiero, me agrada estar aquí, deberíamos quedarnos más tiempo Taemin- dijo intentando acercarse a mí, yo seguía asustado de lo de la tarde por lo que intenté retroceder pero la pared se interpuso en mi huida.
-¡Déjalo! – El grito de mi hermano me hizo abrir los ojos que había presionado con fuerza al sentir el frio muro. Su mano tocó el borde de mi rostro y cerré de nuevo los ojos, empezó a acariciar pero…
-¡Un medallón! – Miré a la cosa de enfrente sujetando su mano con fuerza y como esta se veía quemada y aun salía humo y algunas cenizas caían.
-Perfecto – Jinki dijo poniéndose entre esa cosa y yo – parece que no puedes tocarlo, el medallón si funciona.
-Bravo bravo – dijo el chico aplaudiendo – un éxito entre todas las fallas del día de hoy.
-Por lo menos yo tuve un éxito, tu solo fallaste el día de hoy.
-Esta es la guerra Onew, por más que protejas a uno de los tuyos no debes olvidar que los otros también pueden caer – dijo esto acercándose a mi hermano y tomó su rostro con fuerza, Jinki intentó zafarse, pero sus rostros seguían acercándose, relamió sus labios con su larga lengua dispuesto a saborear a mi hermano, como el decía. No lo soporté más y lo empuje.
-¿Pero qué haces? – Gritó verificando las marcas donde lo había tocado, también se había quemado de la misma forma que su mano.
-¿Está todo bien haya arriba? – Mi madre preguntaba desde la sala.
-Si señora Lee – Minho me miró con un profundo odio – solo le contaba algo a Taemin.
-Está bien, pero no hagan tanto ruido – mi madre era una mujer muy ingenua – Jinki, ven a ayudarme a la cocina, deja a tu hermano con su amigo – la reina de la ingenuidad. Miré preocupado a mi hermano.
-Tranquilo todo está bien, no me tardaré, solo recuerda que no puede tocarte – Jinki me dijo tomando mi mano y soltándome suavemente.
-Vaya sabe desaprovechar muy buenas oportunidades – eso lanzaba una sonrisa pícara y lo volteé a ver con duda, me contestó de una forma muy rara – si yo fuera él ya te habría tomado por la fuerza hace mucho tiempo, puede que te hubiese gustado – dijo abriendo la puerta de mi cuarto y entrando como si nada.
-¿Cómo sabías que era mi habitación? – Dije mientras él se acostaba en la cama.
-Ya he estado aquí varias veces – dijo tomando mi pijama de debajo de mi almohada y aspirando su olor – tu aroma es tan tentador y te vez tan delicioso cuando te duermes, me he controlado tanto para no comerte.
-Pues sigue controlándote, dentro de poco te puedes llevar mi alma – respondí molesto al ver como empezaba a morder mi pijama.
-Me controlo bastante bien – dijo sentándose – todos estos años, viéndote tan delicioso, oliendo tan esquicito, el sabor salado de tu piel, tu exquisita sangre, me tomo mi tiempo para detener mis impulsos, pero cuando me molesto simplemente no puedo parar. Esta tarde creí que lo lograría que saborearía más de ti. Pero si piensas que solo quiero tu alma te equivocas, deseo tu cuerpo, tu vida, tu esencia, tu aroma, simplemente lo deseo todo – estaba parado muy cerca de mi suspiraba estas palabras a mi oído sin tocarme. Solo pude cerrar mis ojos, pero luego sentí como se alejaba.- No es tan divertido si no me permites tocarte – dijo acostándose en mi cama y descansando su cabeza en sus brazos para ver el techo – ponte a hacer lo que siempre haces ¿No piensas estudiar hoy como loco para la universidad a la que quiere tu padre que entres?
-¿También piensas meter a mi padre en esto? – Dije molesto al ver que conocía los deseos y ambiciones de mi viejo.
-No tiene sentido, la verdad casi no le tienes aprecio y mi objetivo es dañar todo lo que aprecias, no deberías culpar a ese hombre por arruinar tu vida, cúlpame a mi – dijo girándose para acostarse de lado en la cama y darme la espalda – fue por mi culpa que volviste tu vida tan aburrida, que alejaste a todas las personas, que no tienes sueños ni ilusiones para el futuro, porque sabes que me perteneces y al final vendrás conmigo – el tenía razón, si no tenía amigos y no salía era por temor a él. Por el simple hecho de saber que vendría por mi algún día y me alejaría de todo lo de aquí.
Me senté a estudiar al ver que no diría o haría nada más, por lo menos mi padre y mi madre estarían orgullosos de mí antes de desaparecer eso pensé.
-Key piensa quedarse con Jonghyun – dijo cuando avanzó un poco más la noche, me asombraba que Jinki no hubiese vuelto más que una vez para checar que hacía eso y otra para traer bebidas y algunas galletas. Ya era tarde, mi madre debió suponer que Minho se quedaría esa noche por que no había dicho nada más y todos creían que estaba ya dormido en mi cama. Pero no creo que eso durmiera, solo miraba la pared en silencio, algo me decía que era lo único que hacía.
-Eso es bueno – dije repasando varias fórmulas del libro y haciendo anotaciones con el lápiz.
-Puede que no te quede mucho tiempo en este mundo – dijo girando en la cama para ver de nuevo al techo- tú no eres como los otros con quienes he hecho tratos.
-Soy especial – dije anotando todavía, me había acostumbrado a su presencia en mi cuarto. Tenía varias horas ahí sin moverse – y tú estás herido – dije dándole a entender que sabía lo que pasaba.
-Mi bocadillo tan interesante como siempre – dijo sentándose en la cama –pero me repondré rápido, no debes preocuparte por mí – ahora se ponía de pie.
-Yo no me preocupo por ti – dije aun viendo el libro – no me interesa lo que te pase, si desapareces es mucho mejor para mí.
-Pero yo si me preocupo por ti – lo miré asombrado ante sus palabras ahora estaba recargado en mi escritorio – tu vida es muy aburrida y la piensas abandonar de la misma manera. Cada vez que hacía un trato las personas despilfarraban dinero, comían como locos, bebían sin control, pedían mujeres y se dejaban llevar por los placeres. Tú ni siquiera te has tirado a una chica – se detuvo un momento y luego lanzó una ligera sonrisa – bueno o un chico, comes mucho pero no excedes, rara vez te satisfaces a ti mismo, si no es que lo bajas con una ducha helada, y si lo haces es con la foto de Jonghyun que tienes debajo de tu colchón, ni siquiera vez a otras personas, eres un fiel y asqueroso puritano. Te estoy dando la oportunidad de que hagas las cosas sin control, por lo menos una noche deberías dejarte llevar por el placer.
-Yo paso – dije molesto ante sus palabras – es cierto soy un asqueroso puritano, pero así estoy bien.
-Ha de haber una cosa, solo una cosa que quieras hacer antes de morir – dijo son una pícara sonrisa.
-No quiero hacer eso – dije levantando mi mano dándole a entender que lo tocaría si se acercaba más.
-¿Pero qué tal bailar? – Abrí los ojos – bailar sin control toda la noche hasta no poder más – era lo que más me llamaba la atención, Key me invitaba a veces pero siempre me alejaba de algo tan divertido, si me llegaba a gustar mucho mi vida sería doloroso dejarla, eso pensaba cuando sugerían actividades divertidas – bailar representa el deseo del cuerpo humano, tu cuerpo está lleno de deseo, puedo sentirlo, es como un aroma que surge por los poros de tu piel. Mi delicioso bocadillo se movería a un ritmo exquisito.
Afirmé con mi cabeza y luego escuché a Jinki pasar por el pasillo.
-¿Vendrás verdad? – Minho había abierto mi ventana y ahora se disponía a salir por ella. Abrí los ojos ampliamente. Pensaba en ese momento todos los pros y contras de esa situación.
-Taemin ¿Sigues despierto? – Mi hermano preguntaba fuera de mi puerta.
Me levanté y decidí seguir los grandes ojos que me guiaban al exterior, había caído en su juego una vez más, pero esta vez mi deseo era mayor, simplemente no me podría detener, disfrutaría de esa noche para esfumarme luego.
-No soy Sherezada- repetí en mi cabeza – soy el sultán y estoy cayendo en el engaño.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 09+

09.- Mirada de obscuridad

Había corrido a consolar a Key, no deseaba oír nada más sabía que esa cosa lo quería manipular para que le hiciera algo a mi hermano. Vi como lanzó su mirada y entendí al instante que sus planes eran que me molestara con Kibum, pero yo no haría algo como eso. Sabía que ese trato estaba mal pero no podía culpar a mi amigo, el era demasiado valioso para mi, tanto como mi hermano, no quería un estúpido trato en donde fuera uno u otro.
Lo abracé con fuerza, su cuerpo estaba tan frio, supongo que eso era normal en el ahora.
-Tranquilo Kibum, ignóralo, creí que ignorarlo era la solución – acariciaba su cabello hincado a su lado quería protegerlo, era obvio que se trataba del mismo Kibum de siempre, pero esa cosa lo engañaba con su propio temor de volverse un monstruo.
-¿Taemin? – Me miró con sus ojos llorosos y con ternura, sentí como se aferró tomando mi playera.
-No te preocupes Kibum, el no puede cumplir su parte del trato, así que tu no debes cumplir la tuya – le dije dándole a entender que estaba enterado y no me importaba– quédate aquí con Jonghyun era obvio que él te necesita, yo ya no tengo esa clase de sentimientos por él – había decidido hace tiempo alejarme y eso lo sabía, solo había utilizado esa sucia técnica para deshacerse de Jinki, era obvio que los estudios de mi hermano representaban un peligro para él, bueno esa fue mi conclusión en ese momento. Le lancé una mirada retadora al ver como Kibum se calmaba ante mis palabras y yo arruinaba sus planes. Parecía que podía ser Sherezada.
-¡No me provoques pequeño bocadillo! – Sentí un fuerte jalón en mi brazo que acompañaba estás palabras me jaló un poco más y luego sentí un dolor asombroso en mi espalda provocado por la fría pared. – Tu no deberías meterte en mis planes – estaba muy enojado, no lo había visto así, ni siquiera cuando lo había insultado en el parque.
-¡Suelta a mi niño! – Key forcejeaba contra su brazo, su mano había tomado mis dos muñecas y las había puesto sobre mi cabeza, con una sola mano me levantaba del piso, mis piernas pataleaban tratando de zafarme pero era demasiado duro el amarre. Quise gritar pero mis gritos eran ahogados, vi como Key se levantaba de donde había sido aventado, pero cerré los ojos al instante que esa larga lengua se depositaba en mi cuello y luego los filosos dientes la acompañaban para marcar mi cuello y partes de mi pecho. Un fuerte sonido hizo que abriera los ojos, Kibum había roto una lámpara contra su cabeza, pero él no se detenía.
-Detente, por favor detente – mis lágrimas querían salir, al ver a mi amigo luchando por mí y a punto de presenciar una de las escenas más vergonzosas, parecía que no sería Sherezada, era demasiado débil y tonto. Su mano estaba en mi cintura, sentí como tocaba mi piel debajo de la camisa poco a poco fue subiendo tocándome con bastante calor hasta llegar a mi pezón y apretarlo con fuerza quise gemir pero su lengua se encontró de nuevo en mi paladar y todos los rincones de mi boca, volvía a morder y sofocarme de forma salvaje. Una silla se rompió en la espalda de mi atacante pero eso solo hizo que se separara por un momento.
-Que gracioso –giró su cabeza pero seguía tocando mi tórax y subiendo mi playera- pero ahora no quiero interrupciones – lanzó a Key con tal fuerza que aterrizó en una mesa que estalló ante su peso.
-¡KEY! – Mi corazón se detuvo al ver el cuerpo de mi amigo, atravesado por maderos y vidrios. Luego esa cosa se separó de mi y lanzó una mirada diferente, sus ojos eran más humanos y se veían llenos de tristeza, me quedé embobado viendo esa mirada, ya no me estaba tocando, ni acariciaba mi cuerpo con su asquerosa mano, solo me veía lleno de dolor.
-¡TAEMIN! – El grito de Key y el sonido de mi celular me hicieron voltear, cuando volví a ver a mi atacante su tenebrosa mirada había vuelto y volvía a acercarse a mi rostro, pero pasó de lado hasta mi oreja.
Mordió mi lóbulo una vez y se delimitó el borde de mi oreja con su lengua – Eres más delicioso de lo que recordaba, fueron duros días sin ti – volvió a morder y sentí una punzonada de dolor, mi oreja estaba sangrando el ahora lamía el cálido líquido que bajaba por mi cuello. Pude ver a Kibum con un vidrio en su mano pero al tocar el hombro de esa cosa se rompió en cientos de pequeñas piezas, Key se movía con dificultad pero seguía golpeando la espalda.
-Key – dije suavemente ante la excitación que me producía que lamiera con tanta suavidad y sin lastimarme.
-Eres demasiado puro – dijo alejándose un poco y lanzándome otra mirada confusa – te vuelves cada vez más delicioso, preocupándote primero por los demás cuando tú estás en una situación peligrosa – tomó mi barbilla y obligó a que abriera mi boca, me besó otra vez, pero también fue suave, es como si el odio y el rencor de hace unos momentos hubiera desaparecido, solo le quedaba el deseo.
Algo jaló el cuerpo de Minho y caí al piso, Kibum se me acercó y puso un trapo sobre mi lóbulo, debía de seguir sangrando pero yo ya no lo sentía.
Jonghyun golpeaba con fuerza el rostro del chico alto mientras este le devolvía los golpes.
-¿Key estás bien? – Su cuerpo seguía atravesado por varias cosas -¿No te duele?
-Estoy bien, vamos salgamos pronto de aquí – se levantó y me ayudó a pararme – pero Jonghyun…
-El me dijo que te sacara, ahora sígueme – salimos al pasillo y mi hermano entró con varias cosas velas, polvos y demás, luego se asomó y le entregó un collar a Key.
-Pónselo mientras intentamos esto – Kibum seguía presionando en mi oreja con ese pañuelo blanco y luego retiró un vidrio de su brazo para moverse mejor. Al instante que lo sacó la herida desapareció de forma gradual y no dejó ninguna marca, ambos nos quedamos asombrados.
-De verdad soy un monstruo – dijo viendo el brazo atravesado hace unos momentos.
-Yo creo que es una habilidad asombrosa – dije intentando animarlo – ahora el todopoderoso Key también es indestructible – me volteó a ver aun con los ojos muy abiertos y luego sonó el ascensor y apareció el profesor de Jinki con un libro y otra bolsa de objetos como los que traía mi hermano.
-¡Taemin! – Llegó corriendo a ver mi condición.
-Profesor Kim – lo saludé tranquilo.
-¿Tu hermano ya empezó? – Key asintió – le dije que me esperara, es muy peligrosos que trate de sellarlo él solo – el profesor corrió dentro del departamento y lo seguí, Key trato de detenerme pero terminé jalándolo hasta la puerta para que también lo viera.
Jonghyun y Minho seguían peleando en el interior, Jinki trazaba dibujos con sal en el piso y prendía velas, el profesor llegó a ayudarlo con esto. No comprendía el plan pero parecía ser una extraña ceremonia como la de las películas.
-¡ESTÚPIDO ÁNGEL DEJA DE ENTROMETERTE! – el grito me hizo voltear y vi como Minho le gritaba al aire sobre la cabeza de Jonghyun.
-Creo que le puede hacer daño por culpa de un ángel – volteé a ver a Key diciéndole esto, el afirmó desde el otro lado de la puerta – vamos a ayudar – jalé su mano. No podía quedarme ahí solo viendo mientras todos intentaban librarme de mi pesadilla.
– Me senté junto al profesor y comencé a prender velas
-Taemin – Jinki me lanzó una mirada y luego afirmó con la cabeza, sabía que no me quedaría con los brazos cruzados mientras ellos hacían todo lo posible por detenerlo –Está bien, pero ponte el amuleto que tiene Key – yo afirmé y tome el colguije lo pasé por mi cabeza y seguí prendiendo velas.
-¡Jonghyun mantenlo en ese lugar ¡ – Jinki gritó tomando una tiza y comenzó a correr alrededor de donde ambas figuras peleaban y se daban duros golpes. Escribía cosas que copiaba de un libro.
-¿El experto les dijo que hicieran esto? – Pregunté al profesor al ver la escena sacada de una película.
-Nos lo sugirió, tenemos otras técnicas por si esta no funciona, pero tu hermano quiso que intentáramos cuando escuchó de tu ataque – el profesor me contestaba mientras juntaba las velas encendidas y corría hacia el círculo.
Jinki corrió hacia la derecha para trazar algo más pero se tropezó y golpeo fuertemente el piso. Tomé esta oportunidad para tomar la tiza y continuar lo que hacía siguiendo el diseño del libro mientras el se recuperaba de la caída. Key ponía las velas donde indicaba el profesor y cuando mi hermano se paró y trazó un último diseño gritó.
-¡Está todo listo Jonghyun, sal de ahí! – Así que Jong empujó a Minho y luego saltó fuera del círculo, mi hermano abrió una botellita con agua de color rosado y la lanzó, una luz salió del piso con una brisa con un olor suave entre lavanda y rosas, parecía que la luz rodeaba el círculo.
Minho estaba en medio repasando los símbolos con la mirada en el piso, luego vio a mi hermano.
-Nada mal mi delicioso bocadillo, parece que me has atrapado aquí adentro – rió fuertemente y jaló la cabeza hacia atrás mostrando mayor demencia en su risa.
-¡Minwoo te toca! –Mi hermano lanzó el libro al profesor y el tomó unas tijeras.
– Lo siento Taemin – dijo mientras cortaba un mechón de mi cabello – empezó a hablar en un idioma extraño y luego lanzó el cabello al centro del círculo y cuando pasó por la luz con brisa aromática se transformó en mi. Key estaba a mi lado me abrazó sorprendido, del otro lado Jonghyun abría la boca demasiado grande ante tal escena.
-Ese es tu bocadillo – Jinki dijo cuando el chico que era idéntico a mi dio un paso hacía donde estaba Minho.
-Tienes razón, es igual de lindo que mi interesante bocadillo – dijo tocando el rostro del chico suavemente con su mano – hasta su aroma es el mismo – se acercó más al cuerpo del chico, por un momento me estremecí al ver esto, creo que es por que rara vez puedes ver como aprovechan de ti desde otro ángulo. Pero me dolía que lo tocara de esa manera – pero es un truco barato comparado con el verdadero Taemin – tomó su cuello y comenzó a presionar su garganta el chico llevó sus manos hacia las manos del demonio que lo sofocaban.
-¡Detenlo! – Key gritó – lo está matando – ahora comenzaba a llorar mientras se aferraba a mi brazo.
-Taemin tiene inocencia en su mirada, tiene una sonrisa apagada por su pasado, sus pensamientos son para sus amigos, su mayor emoción es estar enamorado, su conciencia es su mayor carga y su pureza hace que su sabor sea esquicito – seguía presionando, Jonghyun quiso acercarse molesto pero mi hermano jalo su brazo y negó con la cabeza. Yo solo veía asombrado por la forma en que me conocía tan bien – esta solo es una sombra barata de Taemin, no acepto simples retratos, quiero al verdadero – lanzó su mirada hacía mi.
-¿No se supone que no puede ver al exterior? – Jinki preguntó.
-No entiendo lo que está pasando, se supone que no se daría cuenta, que sería engañado por el círculo – la presión en el cuello de mi sombra fue demasiado, un crujido sonó y el chico soltó los brazos que habían forcejeado todo este rato, ahora colgaban inertes a ambos lados del cuerpo del chico. Minho sacó sus manos y luego el cuerpo cayó con la cabeza en una dirección distinta al cuerpo y el cuello con una horrible protuberancia, escondí mi cabeza en el pecho de Key, no podía ver la escena de mi mismo con los ojos sin vida y un cuerpo inerte.
-¿Tienes otro truco verdad? Te espero mi delicioso bocadillo, se que quieres a tu hermano solo para ti.
-Calla de una vez, Minwoo, pasa al plan B.
-Ya lo tengo preparado Onew – volvió a decir otras cosas y Kibum se desmayó, sentí el peso de su cuerpo e intenté detenerlo, veía como se empezaba a convulsionar, estaba por gritar para que parara ese extraño cántico.
-¡Detente! – Jonghyun se me adelantó – le estás haciendo daño a Key –miraba asustado la escena. Pero Minho solo comenzó a reír.
-Es obvio que las criaturas obscuras menores desaparecerían primero – su risa retumbaba en mis oídos.
-¡Cambio de plan Onew! – El profesor Kim lanzó el libro y tomó unos cubos de la maleta, luego le lazó uno a Jinki y otro a Jonghyun – ¡Taemin necesito tu ayuda! Puedes dejar a Key por un momento. Yo también recibí un cubo nos colocamos en cuatro esquinas y ahora Onew y el profesor recitaba juntos raras palabras. Creo que esa había sido la razón por la cual mi hermano no había llegado a casa la noche anterior, me sentía algo inútil viéndolo intentar tanto y yo habiéndome rendido hace muchos años atrás. Vi todo esto con un poco más de esperanza pero mi esperanza aumentó cuando Minho tomó su cabeza con ambas manos y empezó a gritar de dolor. Fue bajando hasta el piso y parece que se retorcía por el sufrimiento. Giré mi cabeza no podía seguir viendo esto. Sentí demasiado calor viniendo de enfrente y volví a levantar la mirada solo para ver como el círculo explotaba como si fuera de vidrio.
El silencio invadió la habitación un rato mientras todos veíamos de un lado al otro, esperando encontrar eso a lo que temíamos.
-¿Lo logramos? – Jonghyun fue el primero en preguntar.
-Parece que si – mi hermano me veía sorprendido.
-¡Nos deshicimos de esa cosa! – el profesor gritó de alegría.
Todos empezamos a saltar por la habitación. Gritábamos, nos abrazábamos e inclusive mi hermano me cargó y me hizo girar de la alegría. Reímos un rato, repasamos la anécdota y al final debíamos salir de ahí.
-Yo puedo llevarme a Kibum – el profesor dijo mientras recogía las cosas. Kibum seguía inconsciente en el sillón. Nos habíamos asustado un rato, porque no respiraba, pero bueno Key no podía respirar. Pero no tardo en quejarse y acomodarse, así que estábamos aliviados de ver que aun tenía su segunda vida.
-Depende de Jonghyun – dije volteando a verlo.
-Está bien aquí – dijo lanzando una mirada al profesor que daba algo de miedo – no es ningún experimento científico, aunque no sea Key, aun es un chico o algo parecido.
-Bueno, pero aun así vendré a verle después – dijo tomando su abrigo y luego salió del departamento.
-¡Gracias Minwoo! – Mi hermano estaba completamente feliz – hora de volver a casa Taemin.
Salimos solo despidiéndonos y viendo como Jonghyun tapaba a Key con una manta, la verdad parecía que ahora lo aceptaba un poco más.
-Creo que Jonghyun y Key se llevarán muy bien de ahora en adelante – dije contento sosteniendo la mano de mi hermano.
-Parece que ahora todo saldrá bien – dijo aun con su enorme sonrisa.
-Muchas gracias hyung – dije acercándome y le di un beso en su mejilla. El se sonrojó al instante y luego solté su mano y corrí para adelantarme – ¡Vamos a casa a cenar! – grité contento corriendo y mi hermano intentó alcanzar mi paso, reía como nunca, ahora quería disfrutar un poco más la vida. Llegué primero a la puerta y la abrí jadeando de alegría, sentí una pequeña punzonada en el pecho.
-Hijo que bueno que llegaste – mi madre me recibió – tú también Jinki, aun me debes explicaciones de anoche – dijo algo molesta. Me disponía a subir para no involucrarme en el regaño de Jinki. –Taemin tu amigo te espera en la sala.
Giré la cabeza ante esas palabras y luego quise asomarme, pero algo me lo impedía, después de tantos años me sentía libre, no me lo podían quitar. Negué con la cabeza, podía ser alguien más.
-Vamos Minho ya estuvo buen rato esperándote, ve con él -mi madre ahora dictaba mi triste sentencia.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 08+

08.- Es densa como la malta

Sentí los rayos del sol sobre mi cara, era un hermoso atardecer, una buena ubicación para una ventana. Una de las pocas cosas buenas de ese apartamento. Nunca había estado en el apartamento de Jonghyun cuando vivía y tampoco lo había dejado que se quedara en mi casa por mucho tiempo. Debía aceptarlo temía a lo que pudiera hacer, ese chico provocaba cosas raras en mi.
-Ya es tarde y aun no recibo la llamada de Onew- estaba hablando detrás de mí, el simplemente ignoraba mi presencia. Pero no me importaba, estaba feliz por estar a su lado aunque fuera solo un momento.
-Posiblemente aun estén con ese profesor – dije mientras empezaba a recoger algo de ropa.
-No toques eso – caminó hasta mí y me arrancó la ropa de mis manos.
-Espera eso es mío – dije al reconocer los pantalones plateados y entallados de mi marca favorita, los había comprado en Italia tan pronto salieron, mi madre me había llevado – mi madre los obtuvo para mí – los jalé de regreso.
-Estos no son tuyos, son del verdadero Kibum – dijo sosteniendo el otro lado – te prohíbo que los toques.
-Te he dicho que son míos, cantante muerto de hambre, los traje desde Italia – dije jalando con más fuerza.
-No me importa que tanto actúes como Key, no eres Key y estos no son tu pantalones –jaló de nuevo y escuché el peor sonido de la tierra, tela fina rasgándose, me paralicé al instante.
-¿Pero qué demonios has hecho? – Grité muy enfadado – arruinaste un par de costosos pantalones, no solo eso animal, este era un recuerdo de mis padres – me detuve un momento, tenía un enorme rengo de sentimientos en ese momento, me quedé viendo la tela, sentía, odio, enojo, tristeza, nostalgia, pasión era toda una gama de sentimientos. Sería por que me estaba acostumbrando a mi cuerpo o por estar cerca de Jonghyun.
-No soy ningún animal – ahora me gritaba de regreso llorando – no quiero que manches la imagen de mi amigo, no quiero que tus sucias manos cojan algo que él amaba tanto.
-Lo siento – dije notando que él tenía razón, yo ya no era ese Key. – Repararé esto mañana – dije dejando los pantalones en el sillón – te los puedes quedar – parecía que el apreciaba esas cosas, mis fotos, mi ropa, algunos de mis libros, podía reconocer todas esas cosas que había llevado a su casa.

Nunca me dio sueño, simplemente no podía dormir, tomé algo de dinero de Jonghyun y salí a comprar muy temprano, debía pagarle luego, pero no era lógico que tomara dinero de mi cuenta. Creo que tras la muerte debería empezar una vida, tal vez lejos de Jonghyun y Taemin para no causar más problemas.
Compré algunos víveres y regresé a hacer el desayuno. La cocina de Jonghyun era un desastre, por lo que me tomó más de lo que esperaba, también le faltaban muchos utensilios y solo tenía palillos de madera desechables que habían sido lavados varias veces para ser usados como vajilla normal, este chico tenía problemas.
-Buenos días – dije alegremente al ver como entraba en su ahora limpia cocina y se quedaba con la boca abierta – ve a lavarte la cara y las manos, no te serviré el desayuno si te quedas ahí todo repugnante.
-No deberías tocar las cosas de los demás – dijo algo molesto y caminó al lavabo para mojarse la cara de una forma abominable, como una persona tan descuidada podía tener tan bella piel. Le pegué con el cucharon y me vio asombrado.
-Ve a tu baño y lávate como se debe – dije ordenándole – preparé tu favorito, pero si no haces lo que te digo me lo comeré todo yo – el miró asombrado la cazuela, tiempo atrás me había dicho que era su comida favorita, eso nunca lo olvidaría. Con eso lo convencí se fue quejándose y pateando cosas hasta el baño – ¡Y no vuelvas a entrar solo con pantalones a la cocina! – eso había estado cerca, estuve por tirarlo y besar su perfecto pecho mientras tocaba su perfecta espalda, era un pervertido, un monstruo pervertido, eso era un ero-monstruo, eso era lo que debía ser. Debía salir pronto de esa casa si quería contenerme, parecía que muerto era aun más difícil que vivo.

No me habló para nada, creo que simplemente seguía molesto, pero no lo culpaba, el tenía algo de razón yo no era Key, se puso su uniforme y salió del departamento. Me quedé sentado en el rincón del sillón que me designó molesto antes de que se fuera, no quería que saliera por ahí a comprar cosas ni que tocara nada en su departamento.
-¡No puedo más! – Grité ante la desesperación de la mugre que me rodeaba.
Saqué una vieja aspiradora que encontré en el closet, que tuve que arreglar para poder sacarla, recogí todas las fotografías y mi vieja ropa y las puse con cuidado en un sillón, eran cosas que ya no me pertenecían, pero estaría muy contento que él las tuviera era le esencia de mi recuerdo en esa casa, con solo eso era feliz.
Lave los pisos, ventanas y aspiré la alfombra, saqué toda esa basura, cuando llegué a su cuarto casi muero de nuevo, latas de cerveza, revistas eróticas, cigarrillos, cajas de pizza y otras envolturas de comida cubrían una capa de ropa que parecía no haber sido lavada en años y enmarcado un montón de papeles, exámenes y tareas se distribuían a las orillas de la habitación.
-Pero que tonto eres para el inglés Jonghyun – dije levantando una hoja donde había sacado un 14 en el examen, luego vi un libro lleno de dibujos y caricaturas del profesor sufriendo varias muertes dolorosas – aunque no creo que ese sea el mayor de tus problemas. Tendré que tener una charla con ese chico sobre todos sus asquerosos vicios – decidí sacar de ese departamento todos esos asquerosos hábitos, fumar, beber, las revistas eróticas (estas últimas no eran tan malas, pero no deseaba que Jonghyun pensara en eso, también dolía).
El baño fue el mayor de los tormentos, ahora nada me salvaría ante tal desgracia, pero me armé de valor e hice que rechinara de limpio. Me debería de sentir cansado pero no podía. Me senté un momento y decidí conseguir algo de ropa, Jonghyun me había dado unas ropas viejas el día anterior. Era lo peor que había vestido en toda mi vida, pero su olor me inundaba los pulmones así que tenía sentimientos divididos ante tales prendas. Bueno cualquier cosa era mejor que el traje de mi funeral cubierto de tierra y sangre de Taemin.
Me levanté y decidí ir por provisiones y algo de ropa, mi ropa ahora era de Jonghyun así que me conformaría con algo sencillo pero con estilo. No encontré dinero, era obvio que mi anfitrión se lo llevaría para que no quisiera salir, pero eso no me impidió dirigirme al distrito comercial.
Debía buscar un trabajo o algo, pero era difícil ir por ahí con el rostro de un muerto al que buscaba la policía, unos lentes negros fueron mi primer solución, lástima que no fueran de marca, pero debía andar por ahí buscando como obtener dinero. Jonghyun tenía razón era un niño consentido que no sabría como valerse en la vida real, o en este caso en la muerte.
Por fin vi una forma de obtener dinero para ropa y la comida de esa tarde. En el parque organizaban un concurso de baile y mis habilidades eran bastante buenas. Así había conocido a Taemin, era buenos días cuando nos juntábamos en la clase de baile y luego conocí a Jonghyun porque me dijo que estaba en la misma prepa a la que yo pensaba ir que también era el lugar deseado por él. Creo que me alegraron la vida de pretensión y vacía que estaba viviendo, no puedo creer que yo haya destruido eso con mi egoísmo.
No importó más participé en ese concurso y gané fácilmente y con mi premio fui de compras. Adoraba las compras, me hacían feliz, pero ahora no podía gastar tanto. Decidí solo comprar lo necesario y volver a casa de Jonghyun a preparar la comida.

-¿Pero qué demonios has estado haciendo? – Jonghyun estaba molesto y gritándome mientras entraba a la casa.
-Solo limpié un poco – dije molesto ante su actitud – tu que vives en un chiquero, no tienes derecho a reclamarme, ahora quítate ese uniforme que pienso lavarlo – no iba a dejar que su discurso de que no eres Key empezara de nuevo, esta bien yo no era Key, pero pensaría en sus intereses por que aun lo consideraba un amigo. El se fue a su cuarto molesto y luego gritó.
-¿Qué pasó? – Llegué corriendo asustado.
-¿Dónde quedaron mis cosas? – Me tomó del borde de mi nueva camisa y me empujó contra la pared.
-Las saqué de aquí, solo te estabas dañando a ti mismo – dije algo molesto ante su actitud y lo miré fijamente.
-¡DEJA DE VERME CON ESOS OJOS! – Salió del cuarto y se fue a sentar a la sala mientras fingía ver la tele.

-Jonghyun, quiero ver a Taemin – dije algo molesto triste por que aun no me contaba.
-No puedes hoy – dijo cortante cambiando el canal.
-¿Por qué no puedo? – Alargué mis palabras en señal de súplica, era una costumbre que tenía para verme más lindo.
-¡POR QUE HOY LO LLEVARON A SACARLE SANGRE! – Se paró de golpe.
-¿POR QUÉ? – Pregunté asustado.
-El profesor quiere hacer más análisis por que teme por Taemin – dijo esto entre lágrimas.
-¡Llévame con él! – Ordené después de un momento de silencio.
-No puedo, déjame solo de una vez.
-Está bien, dejaré tu espacio para que te calmes y cuando vuelva cenaremos – tomé mi abrigo y salí, pensé ir por Taemin, pero no me alejé por si me necesitaba Jonghyun.

Cuando volví el ya se había dormido, se encontraba todo descubierto en su cama, por lo que decidí arroparlo y le acomodé el cabello. Salí corriendo de ese lugar cuando sentí mis mejillas calentarse y enrojecerse ante la tierna escena.
-Ya deja de pensar en esas cosas Kibum – me dije dando golpecitos en la cabeza – solo unos días más y te irás de aquí, solo unos días más.

Una nueva mañana se asomó y tenía otra noche sin dormir, deseaba sentir cansancio y sueño, eso era algo que extrañaba, también deseaba sentir muchas cosas más.
-Ya te levantaste – dije al escuchar al chico que estaba detrás de mi entrar en silencio – espero que te hayas lavado.
-No sigas, no caeré más en el juego – dijo molesto sentándose en la mesa y cruzando los brazos, otra vez sin playera.
-No te preocupes, me pienso ir en unos días – dije sonriendo mirando a las ollas para no tener que voltear de nuevo.
-¿A dónde vas? – Preguntó poniéndose de pie.
-Aun no lo sé – removía el caldo con el cucharón – pero debo valerme por mi mismo.
-No lo hagas – su voz se encontraba en mi oído y sus brazos en mi cintura – no quiero que te lleves el recuerdo – si mi corazón estuviese latiendo se habría detenido al instante, sentía que eso me llevaría al cielo, con eso era más que feliz, ya era suficiente.
-Debo irme, recuerda no soy Key – le dije quitando ese nudo de sus brazos que aprisionaba mi cintura y él se alejó. Luego salió corriendo a su cuarto y salió con el uniforme corriendo de la casa. Le hacía mucho daño, debía irme de ahí pronto. Preparé algunas cosas, pero no logré nada al intentar salir mi propio deseo me detuvo.
-No puedes irte –esa voz regresaba, la horrible voz que me había engañado.
-Debo irme – esta vez no voltearía, esta vez no volvería atrás.
-Sabes que si te vas no te prometo cuidar de Jonghyun ni dejar en paz a Taemin.
-Ya cállate – grité ante sus palabras, tapé mis oídos con fuerza, ya no más, me había ido.
-Necesito que te deshagas del hermano de mi delicioso bocadillo.
-No pienso hacerlo así que déjame – algo tomo mi muñeca y me jaló hacía atrás.
-Sabes que esta mañana Jonghyun corrió a buscar a Taemin, es obvio que si te vas no tardará en olvidarte aun y con todos los bellos recuerdos que quisiste dejarle – su rostro ahora estaba frente al mío.
-No me importa a quién busque, solo déjalos en paz – me volvía a romper, no sabía que hacer. Era tan débil.
-Creo que es hora de que hagas tu parte del trato – volvía a lo mismo, era cierto aun no me deshacía de ese trato.
-Ya te dije que no pienso hacerlo – dije jalando mi brazo con fuerza y tirando uno de los platos de la mesa.
-Tú eres mi pertenencia y si te digo que te deshagas de Onew deberás hacerlo, o es que acaso no quieres que Taemin se aleje sin dolor para que puedas estar con Jonghyun, sé que no le harías algo a ese chico – el tenía razón no quería que saliera herido y ahora deseaba estar con Jonghyun, volví a sentir desesperación y tristeza, ya no me podía mover de ese lugar.
-No quiero – empecé a llorar – no quiero – el peso de mi cuerpo no me permitió estar de pie más, ahora dejaba mis rodillas descansar en el piso– no pienso hacerlo.
-Tu lujuria te ha llamado estos día, no podrás resistirlo por mucho, por eso eres un ser perfecto, al final no pensarás en los demás, solo en ti mismo y te desharás del hermano de tu amigo sin problema – lo sentía él tenía razón al final no resistiría más …
La puerta se abrió de golpe y luego alguien corrió a mí y me abrazó.
-Tranquilo Kibum, ignóralo, creí que ignorarlo era la solución – dijo mientras acariciaba mi cabello, levanté la cabeza y frente a mi estaba Taemin con una enorme sonrisa.
-¿Taemin? – Era el ser más horrible, yo quería hacerle daño al hermano de ese chico solo para mi beneficio.
-No te preocupes Kibum, el no puede cumplir su parte del trato, así que tu no debes cumplir la tuya – sus palabras eran reconfortantes, pero aún así lo volteé a ver algo confundido y entendió al instante – quédate aquí con Jonghyun era obvio que el te necesita, yo ya no tengo esa clase de sentimientos por él – supe al instante que mentía pero parecía que funcionaban sus palabras hacían enojar al chico alto que me había arrastrado a esta pesadilla.
-¡No me provoques pequeño bocadillo! – algo lo separaba de mi lado, me levanté asustado al ver como el chico lo levantaba tomándolo del brazo y luego lo empujaba con fuerza contra la pared. – Tu no deberías meterte en mis planes – se veía muy molesto me acerque a jalarlo pero me empujó a un lado.
-¡Suelta a mi niño! – Grité a todo pulmón y empecé a jalar el brazo con el que sostenía ambas manos sobre su cabeza. Tenía una gran fuerza por que los pies de mi amigo no tocaban el piso. Empezó a morder su cuello y lamer las marcas que iba dejando. Decidí golpearlo con una lámpara, pero esta se rompió al instante de tocarlo.
-Detente, por favor detente –Taemin estaba por llorar, eso estaba abusando de él frente a mis ojos y no podía hacer nada, tomé una silla cuando vi que su mano se escurría debajo de su camisa y empezaba a tocarlo mientras lo besaba evitando sus gritos. La levanté tan alto como pude y golpee de nuevo, solo para que la silla terminara hecha astillas en el piso.
-Que gracioso – dijo lanzándome una mirada mientras subía la playera de Taemin- pero ahora no quiero interrupciones – me lanzó muy fuerte al otro lado de la sala y caí sobre la mesa de cristal, traté de levantarme, pero mi brazo era atravesado por un gran vidrio y mi pierna estaña encajada en una de las patas de la silla que se acababa de romper.
-¡KEY! – El grito de Taemin me asombró, debía doler, pero no lo hacía, ni siquiera había sangre, no podía levantarme, pero me arrastré un poco para tomar algo que llevaba sonando un rato en el piso.
-¡TAEMIN! – El celular de Taemin estaba sonando en el piso, era mi única esperanza, Jonghyun podía golpear a esa cosa, pero Onew contestó.
-¡Esa cosa está haciéndole daño a Taemin! – Grité en el teléfono – rápido ven al departamento de Jong – solté el celular al instante y tomé uno de los vidrios para intentar dañar a nuestra pesadilla, lucharía hasta que mi cuerpo se volviera pedazos.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 07+

07.- Y la noche escarlata

 

-Gracias Taemin, ya puedes ponerte la camisa – el profesor me había analizado rápidamente después de que se le pasó el asombro causado al ver la marca – ¿Nos dejarías un momento a solas? – ahora me volteaba a ver mientras Jinki afirmaba con su cabeza permitiéndome salir.
-Está bien, tomaré algo de agua – dije con mi sonrisa y salté de la mesa, desde que había visto a esa cosa hace unas horas el dolor había desaparecido, pero mi preocupación había aumentado, tendría que hacer algo rápidamente.
-Sabes Onew – sonreí, parecía que el profesor y mi hermano eran muy buenos amigos – los humanos marcamos aquello que nos pertenece – ya habían empezado su plática sobre mí, se suponía que no debía escuchar pero la curiosidad me mataba – por ejemplo marcamos las reses con las iniciales de nuestra familia con un proceso muy doloroso para el animal. En África los animales son adornados con la pintura de las tribus y en la India ocurre lo mismo con los elefantes
-¿Entonces esa cosa marcó a Taemin como su pertenencia? – Grandioso yo le pertenecía a ese demonio desde pequeño, lo que me faltaba -¿Pero por qué la marca crece?
-Creo que indica la pertenencia y control que tiene sobre tu hermano, entre mayor sea la marca más de él le pertenecerá – se volteo y tomó unos papeles del escritorio – también revisé su salud y es un triste panorama Jinki – sostuve el aliento al oír estas palabras.
-¿Qué pasa? – el rostro de mi hermano se llenaba de miedo.
-Parece que esa marca también le va quitando su vida de forma gradual, su corazón no late como antes y deseo hacer análisis para ver su sangre, temo lo peor…
-¿Qué es lo peor? – Jinki se acercó lleno de miedo mientras el profesor lo veía con ojos de súplica.
-Está por dejar este mundo – dijo agachando la cabeza, parecía que le dolía bastante – necesitamos la ayuda de un experto, llamaré en este mismo instante – era obvio que no le gustaba ver sufrir a mi hermano. Por alguna razón lo sabía, siempre supe que esto pasaría desde que había hecho el trato, pero no deseaba preocupar a nadie. Ahora debía formar un nuevo plan… Un ruido detrás de mi hizo que volteara y pude ver un libro sobre el sillón.
Me acerqué al libro y lo sostuve con suavidad, no recordaba haberlo visto en ese lugar, pero luego me fijé en la página que se encontraba, en ella había el dibujo de una mujer desnuda con piel verde unida a un gran monstruo por una cadena.
Decidí leer, algo me invitó a hacerlo, era un cuento corto dentro de un libro con una portada de una chica árabe.
-Las mil y una noches – leí el título, conocía ese libro, en especial por algunas historias como la de los 40 ladrones y la lámpara mágica, pero esta era completamente diferente.
Dos hombres caminaban con un destino fijo y en el camino se encontraban a un enorme demonio el que tenía una mujer demonio danzando alrededor de él y unida por una cadena a su cintura. Por temor a la mujer demonio obedecieron sus palabras y lo hicieron con ella, después de que terminaron todos rendidos en el suelo cercas del gran demonio la mujer demonio les pidió sus anillos y los agregó a una argolla con cientos de ellos.
La demonio lo dijo claramente – estas son todas las veces que lo he engañado – los hombres se fueron con una moraleja bastante extraña, simplemente no esperaba leer algo así, pero me recordó a la chica del parque, gracias a ella me había salvado de Minho (como mi madre llamaba a eso).
Flash Back
Esa cosa me jalaba por el parque, mientras yo intentaba zafarme, parecía muy molesto, era obvio que lo había insultado al gritarle, pero por lo general solo me asustaba un poco y seguía molestándome.
-¡Ya basta!- Gritaba mientras me seguía jalando, parecía que no había nadie alrededor -¿A dónde me llevas? – Me dolía mucho la muñeca, estaba presionando con mucha fuerza.
-A divertirnos, no puedo tener un delicioso bocadillo conmigo y no sacarle provecho – su voz ahora tenía el tono normal, me calmé un poco pero aun me aterraba la idea de lo que estaba pasando, tal vez lo mejor era no hacerlo enojar nunca. Quería llorar, pero nunca lo haría en su presencia.
-Vaya, vaya, con que tienes uno nuevo – una voz junto a un árbol nos hizo voltear.
-A ti no te importa que tenga o no tenga – Minho contestó de forma retadora y ante nuestros ojos apareció una chica con una cadena que amarraba su cintura.
-Tienes razón, no me importa – dijo avanzando hacia nosotros – pero tu afición a los seres puros me da asco – dijo acercándose un poco más y deteniéndose por la cadena que la jalaba.
-¿Qué quieres? – Otra vez su voz seguía con ese tono molesto y luego vi como la chica trataba de acercarse y sentí el jalón que me ubicó detrás de su espalda.
-Te están buscando – dijo tranquilamente dándose la vuelta – ya pasaste mucho tiempo en el mundo de los humanos, es obvio que te llamarían tarde o temprano.
-Entonces ya voy. Y deja de estarte paseando por ahí – dijo con una sonrisa de lado – o podría contarle y estarías en problemas – la chica lo miró molesta y desapareció al instante.
-Lastima, yo estaba por disfrutar de algo delicioso – dijo molesto y luego volteo a verme – te dejaré un adelanto, no quiero privarte de ese placer – lo veía bastante confundido. Pero antes de darme cuenta ya estaba en mi rostro y presionaba sus labios con los míos, el movimiento era demasiado, sentía como su lengua intentaba hacer presión para abrir mi boca. Empecé a empujar y golpear mientras que cerraba con más fuerza mis dientes, pero su fuerza era demasiada y sostenía mi cintura sin problemas. Terminó abriendo mi boca, y su larga lengua jugaba dentro de ella, seguía golpeando y empujando, lancé un pisotón pero nada, el continuaba robándose mi respiración y lastimándome con sus filosos dientes. Me mordió por última vez el labio y sentí el sabor a sangre en mi boca, luego él se dedicó a lamer la herida. Soltó un quejido separándose un poco, era algo repugnante y erótico la forma en que disfrutaba mi sangre.
-Sabes demasiado bien, lo sabía, creo que en el futuro me será más difícil contenerme ahora que te he probado – lijo lamiendo una última vez mi barbilla y soltándome con delicadeza, mientras tomaba un profundo respiro bañado con mi aroma, lo odiaba, de verdad llegaría a odiarlo con todo mi corazón – me voy por ahora – se volvió a acercar provocándome un escalofrío – pero cuando regrese terminaré lo que empecé.

Tan solo recordarlo me provocaba nauseas, de verdad esa chica, fuera lo que fuera me había salvado. Podría ser como la mujer del cuento. Era demasiado raro, la infidelidad ocurría a aquel que era más posesivo y le daba menos libertades a su pareja, creo que ese era la moraleja de la historia. Aunque estaba llena de simbolismo y significado.
-¿El quería hacer eso conmigo? – La duda en forma de afirmación inundó mi cabeza y me quedé paralizado, me tardé mucho en darme cuenta que era lo que había pasado en el parque, tal vez si era demasiado inocente – pero él es un chico – me dije intentando sacar esa idea escalofriante. –El no es un chico, es un demonio – por fin lo veía, él quería hacer eso y yo no me había dado cuenta y cuando volviera las cosas se pondrían peor. Solté el libro del susto.
-¿Taemin estás bien? – Jinki estaba ahora frente a mí y me empezaba a sacudir para que reaccionara.
-Si hyung estoy bien – sacudí la cabeza para recobrar el conocimiento. Lo estaba preocupando de nuevo, eso era lo que menos deseaba, se suponía que yo me encargaría de todo – solo estaba leyendo.
-¿Qué leías? – Jinki me veía asombrado.
-Las mil y una noches – contesté con una sonrisa. Después de eso nos despedimos del profesor y salimos de su casa de forma tranquila, era obvio que mi hermano no deseaba preocuparme.
-Hyung – lo llamé sosteniendo su mano y el solo se sonrojó un poco, mi hermano era demasiado tímido incluso conmigo -¿Las mil y una noches son recopilaciones de cuentos verdad?
-Si Taemin – siempre que me daba una lección o enseñaba algo se tranquilizaba, era como una super enciclopedia, de verdad admiraba mucho a mi hermano – de hecho creo que son historias de India, China, Persia, Siria y Egipto. Todas ellas de diferentes lugares, por eso es un libro importante.
-¿Eso quiere decir que algunas de esas historias fueron reales? – Tan pronto pregunté esto mi hermano apretó mi mano con fuerza, era obvio que podían serlo, si lo que me estaba pasando era real, las historias de ese libro también estaban llenas de demonios.
-Puede ser – dijo dando un leve suspiro – pero en la mayoría de los casos la astucia del hombre derrota a los demonios – era obvio que en otros no, por eso se entristecía – pero sabes – ahora me volteaba a ver con su gran sonrisa – Sherezada es una chica asombrosa – se detuvo y acomodó mi cabello – su astucia hizo que siguiera contando estas historias para que el rey no la matara y manteniéndolo interesado por mucho tiempo logró vivir una larga vida y feliz como reina. Nunca vio la muerte como una opción – era obvio que mi hermano sabía de mi plan. Pero no importaba que hiciera, ya estaña decidido, posiblemente Sherezada era muy astuta desde el principio y yo demasiado torpe.
-Hyung, vamos más rápido – dije al ver como Jinki seme quedaba viendo con algo de lástima y tristeza – creo que hoy cenaremos pollo – me adelanté un poco y dije esto gritando mientras saludaba con mi mano. La respuesta fue inmediata por que el corrió tan aprisa que me costó seguir su paso.

Pasaron días tranquilos sin eso cerca el dolor estaba presente, pero todo era mucho mejor.
-Ya no lo soporto Taemin- Jonghyun me había sacado del salón bastante molesto y ahora me empujaba hasta la azotea.
-¿Qué? – Pregunté torciendo la cabeza.
-Han pasado dos días y eso sigue en mi casa – dijo pareando una roca del techo.
-¿Eso? ¿Key? – Parecía que las cosas no seguían muy bien, esperaba que para este momento Jonghyun aceptara a Kibum.
-Si la cosa que se parece a Key, me va a volver loco – puso sus manos en la cabeza y empezó a jalar si cabello.
-¿Por qué? – Pregunté casi riéndome, me dolía mucho dejarlos juntos, pero era parte de mi plan y sabría que Jonghyun lo amaría como antes, pero se sentía tan bien verlo sufriendo por eso, alimentaba mi ego, pero ahora debía solucionar este problema. Debía unirlos rápidamente para desaparecer de este mundo y todos estuvieran bien, no quería arrastrarlos conmigo.
-Limpia todo el tiempo, se la pasa regañándome, continuamente critica mi ropa, compra muchas cosas inclusive ropa para él, no puedo evitar que salga, cocina para mí, me arropa en la noche – lo miré confundido y traté de decir algo – espera hay más, trata de no molestarme y sale de la casa cuando me enfado, se porta demasiado amable conmigo a veces, insiste en que quiere verte y sigue teniendo esos ojos y esa voz – deseaba reír, pero debía contenerme – ¿No es lo más horrible que puede pasar? – No aguanté más y solté la potente risa.
-Jonghyun, estás describiendo a Key de toda la vida – dije riendo con tal fuerza que tuve que sostener mi estómago para suprimir el dolor – Key está siendo Key como siempre, de hecho me alegra bastante.
-No te rías Taemin, mi problema es que eso es demasiado como Key – dijo dándome un golpe en la cabeza – no sé cuánto tiempo más podré soportar viendo a este Key sin pensar que es el otro – se sentó algo triste en el borde recargándose en la maya de seguridad.
-¿Por qué no quieres pensarlo? –Dije sentándome junto a él, convencerlo de que era Kibum era el primer paso para que ellos estuvieran juntos.
-Porque no quiero dañar al otro Key, el siempre fue importante para mí, de hecho creo que…
-Lo amabas – lo interrumpí al ver que se empezaba a trabar. El solo asintió y luego comenzó a llorar, de verdad era muy sensible, eso también me gustaba de él.
-Perdóname Taemin – ahora consideraba mis sentimientos, de verdad era muy especial, Key era un chico con suerte y Jonghyun también, eran el uno para el otro, me sentí mal por tardarme tanto tiempo en darme cuenta.
-No tienes que disculparte – dije acercándome y acostándome en su hombro, me gustaba su suave aroma, pero ahora olía a ropa limpia y suavizante, Kibum también lavaba su ropa, sonreí contento – siempre lo supe.
-Creo que fui el único idiota que no se dio cuenta – dijo recargando su cabeza sobre la mía.
-Yo creo que Kibum no lo sabe – dije viendo hacia el frente – nunca dejé que se enterara, a veces soy muy posesivo – dije riéndome, esperando el perdón de mis amigos.
-Está bien, posiblemente el no sentía lo mismo por mi – dijo levantando su cabeza y volteó a verme con los ojos llorosos.
-Sigues siendo bastante tonto – dije dándole un golpecito en el hombro- no cualquier chico vuelve de la muerte para estar al lado de la persona que ama.
-¿Key volvió por ti? – Me preguntó asombrado y me paré molesto mientras de la daba un coscorrón.
-Demasiado tonto Jonghyun – le dije alejándome – ¡Es obvio que volvió por ti! – grité desde la puerta hacia la escaleras dejándolo con los ojos muy abiertos en esa azotea.
Salí de clases aprisa, quería ir a ver a Key antes de que Jonghyun regresara a casa. Lo bueno es que hoy tenía ensayo en su club, pero cuando llegué algo andaba mal, sentí como el dolor de mi pecho disminuía y esa voz sonaba por el pasillo al departamento.
-Creo que es hora de que hagas tu parte del trato – esa horrible voz estaba en su modo odioso, me acerqué a la puerta.
-Ya te dije que no pienso hacerlo – dijo Kibum algo molesto y escuché como se rompió un plato.
-Tú eres mi pertenencia y si te digo que te deshagas de Onew deberás hacerlo, o es que acaso no quieres que Taemin se aleje sin dolor para que puedas estar con Jonghyun, se que no le harías algo a ese chico.
-No quiero – empezaba a llorar – no quiero – vi a Kibum tirarse en el piso – no pienso hacerlo.
-Tu lujuria te ha llamado estos día, no podrás resistirlo por mucho, por eso eres un ser perfecto, al final no pensarás en los demás, solo en ti mismo y te desharás del hermano de tu amigo sin problema.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 06+

06.- Tu cuerpo me hace falta

Un fuerte dolor inundó mi pecho ese ardor volvía y con mayor fuerza que antes. Me empecé a presionar el pecho intentando detener el dolor ya que este avanzaba por mi cuerpo, veía borrosa la escena inundada de una espesa neblina con olor azufre. Sentí nauseas y me tire de rodillas al piso que no se sentía como piso.
-¡Taemin! – la voz de Key inundó mis oídos y luego vi a mi hermano frente a mí.
-¿Qué está pasando? – Jonghyun se acercó a eso, intentando tener una explicación, me dolía haberlos metido a todos en esto, mucho más por que Jonghyun estaba aquí, se suponía que no debía saber nada, el dolor físico y emocional me dañaban y el temor de que ellos fueran culpados de mi crimen me daba nauseas, pero ahora las sirenas se oían muy distantes, estábamos escapando, pero simplemente no entendía como.
El dolor comenzó a descender y llegamos a un lugar desordenado y tapizado de fotos regadas por e piso.
-¡Mi departamento! – Jonghyun gritó mirando de un lado al otro.
-¿Taemin te encuentras bien? – Mi hermano acariciaba mi cabeza con ternura.
-¿A dónde se fue? – Key buscaba de un lado al otro a eso.
-¿Cómo llegamos aquí? – Jonghyun seguía confundido, desde que lo había visto peleando con eso mi preocupación había aumentado, no quería que él se metiera en esto, pero ahora era seguro que debíamos contarle todo. No había otra forma de explicar sobre Kibum aquí y esa cosa rondando, tal vez si él conocía todos los hechos no sería engañado de forma tan estúpida como me pasó a mí.
-¿Qué es esto? – Kibum recogió una de las fotos regadas por todo el piso de la habitación.
-¡No lo toques! – Jonghyun gritó dejando de lado su inspección y curiosidad a todo – no dejaré que manches algo tan puro – empujó a Kibum y se dispuso a recoger las fotos.
-¿Crees qué era puro? – Kibum agachó la cabeza, se veía dolido, pero yo aun no podía levantarme para evitar que Jonghyun siguiera hablando, era obvio que había lastimado bastante a Key hace unos momentos. Ya era mucho con que él mismo se llamara monstruo y ahora Jonghyun decía que no era Kibum.
-Hyung – intenté pararme pero la presión en mi pecho me lo impidió así que me aferré con fuerza a Jinki.
-¿Taemin qué pasa? – Me retorcí del dolor y sentí como lo que quemaba daba un último estrago con gran fuerza por todo mi cuerpo.
-Esa cosa lo hizo de nuevo – dijo Key acercándose a mí y luego tocó mi frente.
-¿Qué hizo? – Preguntó mi hermano.
-Dice que necesita la energía vital de Taemin para que las cosas pasen – Key me dio una mirada preocupada – pero ahora es diferente – dijo viendo como sufría – la otra vez solo se petrificó después de que regresé, ahora sufre mucho – Key me recostó sobre su regazo mientras se sentaba en el suelo, luego me empezó a acariciar la cabeza mientras me dejaba apretar su mano con fuerza.
-Déjame ver – mi hermano se agachó y empezó a desabotonar mi camisa.
-¿Pero qué…? – Jonghyun lanzó un grito, no deseaba que él lo viera, pero en este momento simplemente no podía hablar – ahora si lo mato – gritó furioso – dime donde está, tu zombie – dijo tomando el cuello de la camisa de Kibum con fuerza.
-¡No lo sé! – Gritó Kibum dando un manotazo a la mano de Jonghyun librándose del amarre- También quiero hacerle daño, pero no puedo ni tocarlo. Simplemente llegó de la nada para tomar la vida de Taemin a cambio de la mía, soy el ser más egoísta que existe – Key lloraba de nuevo, no quería verlo llorar.
-A crecido demasiado – dijo Jinki ignorando la discusión que ocurría y llamando la atención de los chicos.
-¿Crecido? – Jonghyun se agachó -¿Taemin ya tenía eso?
-Desde pequeño – dije entre mi respiración cortada con una mueca de dolor que intentaba esconder detrás de una sonrisa. No quería que Jonghyun se preocupara por mí, me hacía sentir especial pero a la vez patético.
-Tengo que llevarte con el profesor – Jinki se levantó y empezó a mirar su celular. El profesor era uno de los maestros de Jinki en la universidad estaba muy interesado en lo que mi hermano le contaba. Al principio fue escéptico, pero reconoció mi marca de un libro antiguo y después de varias insistencias de su alumno fue convencido.
Mi hermano aun buscaba en su celular cuando este empezó a sonar.
-Bueno – dijo intrigado y todos pudimos oír como la voz del otro lado comenzaba a gritar.
-¡Hijo, Taemin no está en casa! – la voz de mi madre hizo que Jong y Key voltearan a verme. – Me preocupa, hace poco me llamaron para decirme que alguien había robado el cuerpo de Kibum, quería decirle a Taeminnie y darle apoyo, pero no estaba…
-Tranquila mamá está conmigo, vino a recogerme a la universidad – mi hermano mentía, Key dejó de mover la mano que me acariciaba suavemente, parecía que apenas podía creer que había salido de esa tumba. Y Jonghyun simplemente encajaba una fuerte mirada en Kibum, llena de odio y desesperación. Las cosas no estaban bien, ignoré el dolor por un momento y me puse de pié utilizando todas mis fuerzas.
-Vamos a casa Jinki-hyung – dije mirándolo mientras que Kibum se paraba detrás de mi tratando de cuidar que no cayera.
-Pero no estás bien- Jonghyun se me acercó demasiado haciendo que mi corazón latiera y avivando el dolor.
-El tiene razón Tae, debemos llevarte con alguien – mi hermano ya había cortado la llamada.
-Creo que te llevaré al hospital en mi motocicleta – Jonghyun tomó mi mano con fuerza y luego me jaló por la habitación.
-No Jonghyun – dije intentando zafarme y muy bajo, siempre seguía preocupándose así por mí, como podría olvidarlo – no es una buena idea, los médicos no le dan importancia a esto.
-El tiene razón Jong – mi hermano miraba triste al piso – simplemente lo toman como un salpullido o alergia.
-Eso no está bien – Kibum se adelantó a decir – en ese caso llévalo con ese profesor y pronto, esa cosa le quita un poco de su vida cada vez que necesita hacer algo, como ahora que nos trajo hasta aquí.
-¿Tu cómo sabes tanto? – Jonghyun seguía mirando muy molesto a Kibum.
-Simplemente lo sé- Kibun giró su cabeza y lanzó un pequeño quejido – ¡Ya deja de ser tan petulante conmigo y empieza a preocuparte por Taemin que es el que está sufriendo más!– Key lo regañaba y hacía que su cara expresara una enorme confusión.
-Tranquilos iré con el profesor de mi hermano, pero primero debemos ir con mamá porque no quiero que se preocupe hyung – ya había causado bastantes problemas y quería salir de ahí. Jinki solo asintió y me decidió ayudar a caminar hacia la puerta del departamento.
-Voy con ustedes – Kibum se adelantaba e intentó seguirnos, pero mi hermano se detuvo y se giró.
-Lo siento Key, pero no puedes ir, tendrás que quedarte aquí.
-¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE? – El grito de Jonghyun fue impresionante e hizo que Key volteara algo molesto a verlo.
-Lo siento también Jonghyun pero Kibum no puede andar por las calles y mucho menos cerca de personas que lo conocieron –mi hermano lo vio con autoridad.
-Está bien – dijo muy bajo, mirando hacia otro lado – pero ni creas que trataré a eso como Key.
-¡No soy eso! – Key se quejó – está bien Onew, no saldré por ahora, pero me llamarás al celular de Jonghyun para decirme que está pasando.
-¿Por qué mi celular?
-¡Porque yo no tengo! ¿Se te olvida que estoy muerto?
-Me voy por ahora – Jinki volvió a alzar la voz con autoridad – traten de no matarse o rematarse entre ustedes.

Cuando llegué a mi casa decidí tomar un baño caliente después de saludar a mi madre fingiendo que todo estaba bien. Lo bueno de ser un hijo tranquilo es que ni siquiera notó que llevaba las mismas ropas que ayer y que estaba cubierto de tierra.
Tras hablar con el profesor de mi hermano nos dio cita esa tarde en su casa por lo que pasaríamos el resto de la mañana y después de la comida un rato aparentando frente a nuestra madre. Ella odiaba el tema desde que éramos pequeños, pensaba que se trataba de una forma de llamar su atención y nos había llevado varias veces con diversos psicólogos, al final decidimos no hablar más sobre el tema y dejarlo como una etapa de la infancia para nuestros padres.
-¡Taemin! – mi madre gritó desde abajo en las escaleras, era algo temprano para la hora de comer. Me levanté con dificultad de la cama, por alguna razón me sentía un poco mejor – ¡Tienes visitas mi niño! – nadie me visitaba, el único que venía a recogerme a la casa era Kibum y muy rara vez Jonghyun porque inquietaba un poco a mi madre, aunque después de lo que pasó ahora lo trataba como de la familia, la muerte de Key había mostrado un lado muy dulce de Jonghyun que había cautivado a mi madre y no podía negarlo, también a mi.
Bajé por las escaleras pensando que si se trataba de Jong de seguro era por lo de Key, me sentía inquieto al dejarlos solos en ese departamento, me dolía ver a Kibum siendo tratado de esa manera, pero me dolía más el hecho de que estuviesen solos.
-Tu amigo de la escuela vino a verte – mi madre me dijo al oído y señalando hacía la sala.
-¿Qué amigo? – Me asombré bastante, no tenía muchos amigos, simplemente no deseaba que las personas que quería sintieran el miedo que había sentido, pero era idiota, simplemente me terminé apegando de las personas más asombrosas y amables del planeta y ahora estaban en esto.
-Un chico muy agradable y alto – mi madre me sacó de mis tristes pensamientos de cómo arrastraba a todos a mi pesadilla – dijo que se llamaba Choi Minho, también es muy apuesto. – Me paralicé en ese mismo instante, alto y apuesto, esas palabras retumbaban en mis oídos. *No es posible porque dijo agradable * decidí asomarme y creo que mi corazón se detuvo.
-¡Taemminie! – el chico alto de mis pesadillas ahora tenía ropa juvenil y se encontraba sentado en el sillón de mi sala, al verme simplemente se puso de pie – Señora Lee, no debió molestarse, pude haber vuelto otro día. – Mis oídos de seguro me engañaban, no era posible que esa cosa se comportaba de esa forma.
-¿Qué haces aquí? – Lanzaba una mirada llena de odio y ganas de matarlo.
-No seas grosero hijo, no vez que tu amigo Minho vino a verte – mi madre me dio un empujoncito.
-No se preocupe señora, entiendo a su hijo, han sido días duros para él – dijo acercándose y acariciando mi cabeza, yo retiré su mano con fuerza.
-¡Taemin compórtate! – Mi madre estaba muy molesta, la tonta había caído en su juego, pero no pensaba dejar que eso la siguiera manipulando.
-No mamá, no le hagas caso, él es…
-¡Ya basta Taemin! – Me jaló del brazo hacia la puerta – ahora vayan los dos a divertirse, no seas desconsiderado con tu amigo que vino a visitarte tan alegremente.
-Entonces le devuelvo a su hijo en un rato señora. Prometo que no llegaremos tarde.
-Claro que si, gracias por invitarlo ¡Diviértanse! – Mi madre me había entregado con el mismo demonio.
-Ni pienses que voy a ir a algún lado contigo – dije mientras él seguía caminando delante de mí y me detuve.
-Tarde o temprano me deberás acompañar, creí que ya te habías hecho la idea – se acercó a mí , como odiaba cuando lo hacía, me lanzaba esa mirada penetrante e invadía mi espacio personal para sus asquerosas acciones.
-Eso lo sé – dije calmándome un poco, no pensaba retroceder ante esa cosa – pero quiero que me dejes en paz hasta que nuestro trato se termine, también que no molestes a Key, Onew y más que nada a Jonghyun.
-Sigues con lo mismo – con su dedo limitaba mi cara – cada instante eres más esquicito, yo podría hacer que Key y Jonghyun no se llevaran como antes, no es difícil considerando la situación actual así tendrías una oportunidad de quedarte y poseer aquello que más deseas.
-¡Detente! – Empujé su mano con decisión – nuestro trato se queda como antes, yo me quedo hasta que ellos dos estén juntos, no pienso seguir cayendo en tu juego – comencé a caminar hacía el parque – y una cosa más – lo volteé a ver con odio – no te vuelva a acercar a mi madre.
-Pero que adorable bocadillo – ahora aparecía delante de mi rostro haciendo que retrocediera un poco – ¿Crees qué puedes decirme que hacer? – Rió con ironía – todo lo que hago tiene una razón, al final tendré el resultado que deseo, tú me odiarás con toda tu alma, por romperle el corazón a tu madre; transformar a Kibum en un ser perfecto, por destrozar las ilusiones de tu hermano y borrar la sonrisa del chico que más quisiste – se acercó otra vez a mi oído y con leve susurro lanzó las temibles palabras – así te llevaré con más placer.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 05+

05.- Entre lágrimas de plata

-¡Jonghyun! – Alguien me llamaba, pero simplemente no deseaba contestarle, estaba muy cansado, ya no quería despertar- ¡Jonghyun! – su voz seguía sonando, era como si tratara de revivirme, insistía demasiado, solo quiero descansar.
-Jonghyun – una nueva voz apareció parecía que no me dejaría relajarme ese día, solo estaban molestándome – debes responderle – la voz femenina y tranquila se hacía presente y era como un suave susurro, empecé a pensar que no era tan molesta como la otra, tal vez no era tan malo que me llamaran – el te necesita, por favor ayúdalo – sus palabras me convencieron fácilmente y comencé a recobrar fuerzas, sentí una sensación cálida y acogedora recorriendo mi cuerpo y luego sentí como el sol se asomaba por mis párpados abriéndose paso entre las pestañas.
-¡Vamos Jonghyun! – alguien estaba dándome golpecitos en el rostro.
-¿Onew? – Me asombré al ver al hermano de mi amigo tirado frente a mi llorando y tratando de despertarme con desesperación. Luego miré a mi alrededor, simplemente no sabía dónde estaba -¿Qué hacemos aquí?.
-Idiota estabas por tirarte – Onew me lanzó un golpecito y yo caí de lado asombrado, era una azotea, había pensado suicidarme, lo recordaba, pero en mi mente no había razones para ello.
-Rápido levántate – dijo luego poniéndose de pie y extendiendo su mano – tenemos que encontrar pronto a Taemin, miró en aquella dirección – señaló hacia la parte más lujosa de la ciudad y luego una idea vino a mi mente.
-La casa de Key – dije susurrando y llenándome de melancolía, ahora entendía mi aspecto, el día anterior había bebido y buscado pelea para quitarme el sufrimiento de encima, no entendía lo que me pasaba, siempre le había tenido cariño a Kibum y a veces nos propasábamos con nuestros juegos, pero nunca pensé que me llegara a hacer tanta falta.
-Bien debemos ir rápido para allá – me volteo a ver con decisión en su mirada, parecía que algo malo estaba pasando ¿A caso Taemin también sufría una depresión tan grande como la mía? Entonces era normal sufrir así por un amigo. Me sentí aliviado por un momento pero luego me sentí inquieto al pensar que Taemin se podría llegar a sentir de esta manera, aunque era más amigo de Key que yo.
Subimos al taxi, pero yo seguía adentrado en mis pensamientos y con una fuerte resaca. Recuerdo cuando te conocí, ya eras amigo de Taemin, el te trajo a mi vida. Primero te odie, parecía que le ponías demasiada atención al chico y estabas molesto por que me había invitado ese día, luego tu forma de vestir y tu ropa de marca, tu forma de criticar a los demás y la forma en que trataste a mi novia. Definitivamente odiaba todo de ti tu forma de contonearte y hacerme sentir incómodo, tu mirada felina y la forma en que arrastrabas las palabras, tus constantes regaños y tu moral extrema. Ante mis ojos solo eras un ñoño, presumido, hijo de mami y de papi, solo un chico flor obsesionado por la moda.
El taxi se detuvo y apenas me di cuenta pero Onew me jaló para que bajara, luego caminamos a tu casa y el vidrio estaba roto como lo había dejado cuando había entrado con desesperación la primera vez por esa foto. La foto que los tres amábamos donde salíamos felices como simples chicos, después de un tiempo me empezaste a agradar. Tu voz se volvió normal para ti, tu moral me causaba risa y nos protegía de mis tonterías, siempre sabías donde se juntaban las chicas y todas te hablaban sin problemas, te volviste útil para mí. Me enseñaste a vestirme bien e inclusive me alimentabas bien, eras como una madre.
Escuchamos voces sobre las escaleras y Onew me empezó a jalar para subir. Pocas veces estuve en tu casa y tú en la mía, siempre salíamos los tres juntos o tu con Taemin, rara vez querías estar a solas conmigo, es que acaso tu me seguías odiando como al principio que me lanzabas tu mirada de desaprobación.
Onew escuchó las voces en tu cuarto, donde había estado ayer. Era la segunda vez que entraba a tu casa buscando respuestas a mi dolor. Al final terminé tratándote como un buen amigo y me gustaba jugar contigo decirte baby y comportarme de forma curiosa, creí que todo era inocente, pero ahora lo veo tu contoneo me enloquecía, tu voz me crispaba la piel, que cuidaras a Taemin me enojaba y provocaba molestarte. Tu mirada felina me llamaba y yo solo buscaba a otras personas para alejarme, de seguro seguía siendo lo que más podías llegar a aborrecer.
Estábamos fuera de tu cuarto y el chico tembloroso decidió abrir la puerta empapado de temor. Recuerdo el último día que estuvimos juntos tu lloraste y no resistí abrazarte, todo había sido mi culpa, ahora entendía, Taemin lo sabía antes que yo, pero que patético era solo lastimaba más al chico por que no sabía reaccionar ante sus sentimientos y luego me ocultaba de los míos, si pudiera verte una vez más te lo diría, y luego te seguiría, me costaba ver mi vida después de ti. Te sigo odiando entraste a mi vida solo para hacerme dependiente a ti y ahora que te has marchado soy un inútil sin tu compañía, ya no quiero seguir tomando, peleando y buscando mujeres para olvidarte, solo lo hice un par de días y me quedé asqueado, hasta me contagiaste tu ridícula moral.
-Taemin, por favor reacciona – arrastraste tus palabras y entraron a mis oídos taladrando mi cabeza, no era la resaca era algo aun más doloroso, como las visiones que había buscado al oler tu ropa, al escanear tus fotos con mi mirada, al entrar en tu espacio. Era esa visión que intentaba atrapar y vivir con ella como un último recurso, por fin la encontraba.
Onew abrió la puerta de golpe, al parecer compartía mi visión, pero estaba por detenerlo, porque tu visión debía pertenecerme solo a mí.
Tu grito salió de la habitación y vi aquello que no creí volver a ver jamás, piel de porcelana, mirada felina, tu cabello perfectamente ordenado pensaba seguir admirándote pero todo se apagó ante mis ojos…

-¿Estás bien? – una voz me llamaba, pero decidí tomarme mi tiempo para despertar.
-Tuve un buen sueño – dije aun con los ojos cerrados tratando de recordar con todo detalle lo que había sucedido en mi sueño, su voz, su figura, su piel blanca su mirada de asombro al verme ahí. Había encontrado el cielo de Kibum, pensé dormir un poco más pero la mis ojos se empezaron a abrir y vieron hacia una esquina donde un chico de cabello algo rubio se encontraba en el piso presionando su cabeza con ambas manos y una mirada de terror -¿Onew? – me apresuré a llamarlo, pero luego me di cuenta que yo estaba sobre la cama, levanté un poco la vista y quedé horrorizado.
-¿Jong? – Esa era su voz.
-¿Quién eres? – retrocedí sobre la cama tratando de alejarme de él. Pero me tropecé con un cuerpo más, me asomé a verlo y ante mí mi mejor amigo con una mirada perdida se encontraba inmóvil en la cama, como perdido. -¡Taemin! ¡Taemin! – empecé a moverlo para que hiciera algo mientras veía a esa cosa frente a mí. Eso era hermoso, no podía negarlo, pero me asustaba bastante tenerlo frente a mi- ¡Vamos levántate!
-No se puede – dijo con los ojos vidriosos.
-¿Quién eres tú y que le hiciste a Taemin? – Le grité mientras me ponía entre él y el cuerpo inerte de mi amigo – ¿Quién te permitió tomar la forma de Key?
-Soy Key – empezó a sollozar – Taemin no despierta.
-¡Tú no eres Kibum! – Sus ojos se abrieron grandes – Kibum murió hace unos días – esas palabras me dolían y me costaba aceptarlas, pero eran la realidad – ¡Ni se te ocurra tocar a Taemin!
-Tienes razón – empezó a mirar las palmas de sus manos – yo ya no soy Kibum, ni Key, ni nada parecido, solo soy un monstruo – se dejó caer al piso y comenzó a llorar como un niño pequeño, su llanto era fuerte y claro. Provocara que me tensara y tuviera la necesidad de abrazarlo, pero no, no caería en ese juego, el no podía ser Kibum. Empecé a sacudir a Taemin, pero no logré nada.
-¡Onew ven a ayudarme de una buena vez! – Le grité al chico catatónico de la esquina, para que se moviera.
-Está así desde que le conté lo que pasó – dijo lo que estaba en el cuerpo de Kibum en el piso aun en llanto.
-¡Pues deja de llorar de una vez y cuéntame! No soporto ver a las personas llorar, termino llorando yo también, así que si tienes que decirme algo, tu zombi, dímelo de una vez – dije asustado pero quería entender que estaba pasando.
-Es cierto estoy llorando – el chico se levanto y empezó a pasar su mano en su rostro para luego ver sus saladas lágrimas – puedo llorar.
-Claro que puedes llorar – estaba por gritarle pero una voz con eco dijo estas palabras. Cuando volteé al otro lado de la habitación un chico alto de abrigo negro, cabello castaño y revuelto y grandes ojos se encontraba mirándonos – tu cuerpo se está acostumbrando a tenerte de regreso –dijo mientras avanzaba a Key, que no era Key, y este lo miraba con odio –pero no te emociones demasiado, hay sentimientos que no podrás recuperar – dijo acercándose más y tocando el cabello de Key. Luego lo tomó de la cintura presionándolo contra su cuerpo y le dijo cerca del oído – deberías agradecerme porque puedes sentir pacer.
Me llené de ira al ver esto y salté rápido de la cama para empujar a ese tipo.
-Jonghyun – lo que parecía Kibum se escondió detrás de mí para alejarse de esa cosa. Lo volteé a ver molesto y decidí aclarar todo.
-No sé lo que seas, pero déjame te digo que estás en el cuerpo de mi amigo y no permitiré que ese chico lo toque de esa manera – el asintió y me dio una hermosa sonrisa, de verdad me confundía pero me giré al ver a esa cosa que empezaba a reírse de una forma macabra -¿Qué demonios eres? – Pregunté apretando mi puño con fuerza.
Rió de nuevo, pero ahora no fue tan tétrico como la vez anterior – ¿Y tú qué humanos eres? –siguió riendo, lo que me hizo molestar y decidí propinarle un buen golpe en el rostro. Como resultado giró su cabeza y observó como su labio comenzaba a sangrar – Me puedes tocar – dijo mirando la sangre – hace mucho que no entro en una buena pelea, creo que le debo agradecer a tu amiga. – Me confundía pero no me importó y traté de golpearlo de nuevo, pero esta vez se giró y me golpeo de regreso, nos empezamos a golpear como podíamos mientras Kibum, lo que estaba en su cuerpo, gritaba que me detuviera.
-Jonghyun detente, no sigas su juego, trata de engañarte – decía tratando de acercarse pero parecía que algo se lo impedía. Entre los golpes vi como se dirigía al otro lado del cuarto y empezaba a mover al chico paralizado – ¡Onew detenlo, le va a hacer daño! – Pero por más que lo movía seguí en su estado de pánico.
-¡Ya basta! – Una nueva voz apareció y luego algo rojo se cruzó en mi camino y ambos terminamos golpeando al obstáculo que se había metido haciendo que este callera.
-¡Taemin! – El grito desgarrador de Key, que no es Key, me hizo notar lo que había sucedido, el chico se había metido en la pelea para detenernos y ambos lo habíamos golpeado. Key, que no es key, corrió para sentarlo con cuidado y luego abrazarlo.
-Estoy bien Key – dijo sangrando de la nariz.
-Claro que no, estás sangrando, tengo que ir por el botiquín – Key, que no es Key ¿O sí lo es? Salió corriendo por la puerta de la habitación.
-Huele bastante bien – el chico alto ahora esta hincado olfateando de cerca a Taemin – tengo ganas de probarte delicioso.
-Aléjate – Taemin dio la orden en una voz monótona y luego le lanzó una mirada. Intentó ponerse de pie, pero el alto se lo impidió.
-Una probadita no le hace daño a nadie – dijo poniéndose frente a él y avanzado hacia su rostro. Taemin retrocedía quedando cada vez más acostado debajo de él y sosteniendo su peso con los codos. Simplemente observe los ojos de miedo de mi joven amigo y reaccioné pateando al chico alto y tomando la mano del pelirrojo. Lo ayudé a levantarse y el chico del piso me lanzó una mirada llena de odio, luego desapareció y antes de darme cuenta ya estaba a mi lado provocándome un buen susto.
-Aquí está el botiquín – Key, que deseaba que fuera Key, entró al cuarto y jaló a Taemin a la cama, presionó su tabique nasal e hizo que pusiera la cabeza hacia atrás. –Quédate un rato así mi niño, voy a ver si puedo hacer que Onew reaccione dándole a oler alcohol – dicho esto tomó la botella del botiquín y se agachó frente al rubio, que había sido de mucha utilidad en una esquina de la habitación.
-Me empiezo a sentir ignorado – dijo el chico alto a mi lado que parecía sentirse mal al no ser el centro de atención. Pero con Key así era, parecía que el mundo gira a su alrededor, aunque eso no era Key, tal vez – que no piensan temerme – dijo de nuevo y fingí no escucharlo – digo sus almas me pertenecen, no deberían solo ignorarme ¿Ese es su nuevo plan para que me vaya? Les diré que no va a funcionar pienso atormentarlos por siempre.
-¿Sus almas? –Me giré para encontrarme con esos ojos que me veían con placer al ver que alguien se había interesado.
-Sí, gracias a ti, sus almas me pertenecen – dijo haciendo que un escalofrió recorriera por mi cuerpo y luego sintiera algo de culpa.
-¡Ignóralo Jonghyun! – Key, que me provocaba como Key, gritaba mientras ayudaba a Onew a ponerse de pie – solo intenta estafarte como a nosotros, pero descubrí que si se aburre y no sigues su juego simplemente se va.
-No tienes por qué decirle eso – dijo cruzando los brazos como niño pequeño y dejándose caer en el sillón.
-¿Onew qué haces aquí? – Taemin se paró y ahora estaba tratando de ayudar a su hermano mientras hacía la cabeza hacia atrás.
-¿Pero qué pensabas Taemin? – comenzaba el regaño, no entendía mucho de lo que estaba pasando pero el chico de mi lado al oír el grito se acomodó hacia adelante.
-Lo siento hyung – dijo jalando su playera – pero no podía quedarme sin hacer nada.
-Trajiste a Key de entre los muertos – dijo dándole un coscorrón – eso te suena lógico.
-Para mi si – dijo el chico al lado mío con una sonrisa de lado en su rostro.
-¡Tu no hables! – Dijo molesto Onew apuntándolo – me pienso deshacer de ti tan pronto como pueda.
-Me gustará verte intentarlo – sonrió burlonamente y cruzó una pierna – pero ahora tengo que sacarlos de aquí, porque viene la policía – lo miré bastante asustado. Luego comenzamos a escuchar sirenas que se acercaban pero solo fue por un momento ya que luego una neblina se empezó a formar en el cuarto y no podía ver lo mismo que antes.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 04+

04. Me he quedado sin nada

-¡Jinki vas a llegar tarde a tu clase! – un grito al otro lado de la puerta despertó mis apacibles sentidos. Sacudí un poco la cabeza intentando averiguar qué era lo que pasaba a mí alrededor. Estaba sentado en el piso, y recargado en la cama, poco a poco recordé lo que había sucedido la noche anterior.
-Jonghyun – me giré rápidamente para buscar al chico de cabello castaño que habíamos traído a casa la noche anterior. Para mi asombro la cama estaba vacía. Mi preocupación aumentó cuando recordé que mi hermano no llegaba la noche anterior así que me paré aprisa y salí de mi cuarto corriendo hasta el de Taemin, esperaba que estuviera en esa habitación con Jonghyun. Pero mis esperanzas me abandonaron al ver su cama en perfecto estado y la habitación inundada por un sepulcral silencio.
-Hijo no despiertes a tu hermano – mi madre estaba ahora detrás de mi – el pobrecito a de estar cansado y es sábado. Mejor arréglate de una buena vez, porque te dejé estudiar esa carrera pero espero que te esfuerces, ese fue nuestro trato.
-Si mamá, solo estaba revisando si tenía un libro que le presté – mentí no quería que mi madre se preocupara por Taemin.
-Bueno apresúrate –me dio una palmadita en el hombro y regresé aprisa a mi habitación. Miré de un lado al otro buscando una solución, decidí cambiarme y fingir que me dirigía a la universidad para librar las sospechas de mi madre. Pero la verdad tenía una muy mala espina de todo lo que estaba pasando.
Empecé a desvestirme cuando uno de mis libros cayó al piso y se abrió en una página muy peculiar. Era una pintura de un demonio que parecía atormentar a una mujer con un blanco vestido, sus ojos saltones y grandes eran el centro de la imagen. Tenía muchos de esos libros, me había vuelto obsesivo con esas cosas desde mi experiencia en la infancia. Mi inútil carrera, según mi madre, también era otra forma de conocer y prepararme para ese día que temía.
Estudios antropológicos con especialidad en ocultismo, cualquier padre se desmayaría si su hijo estudiara algo como eso. Pero nada se podía hacer, era la persona más decidida y lucharía contra eso con todas las herramientas y forma que pudiera tener.
Estaba por cerrar y guardar el libro pero un segundo libro cayó del estante ahora era una copia de Drácula donde se añadía un grabado de cómo había hecho el pacto con el demonio a cambio de la vida inmortal. Me empecé a sentir inquieto, por lo que tomé los libros rápido y los volví a poner en el estante y luego me alejé para seguir cambiándome, cuando terminé de ponerme una playera de manga larga pasando el cuello de la prenda por mi cabeza pude ver como un objeto se acercaba a una enorme velocidad hacía mí. Me alcancé a agachar torpemente y el libro chocó contra la pared y quedó abierto en otro dibujo.
Miré en todas las direcciones buscando la fuente de eso y luego me acerque torpemente al libro, un poco asustado, desde el trauma de mi infancia me había vuelto la persona más asustadiza, muchos amigos me apodaron chiken, por ser miedoso y otra peculiar razón. Cuando estuve lo suficiente cerca pude ver una imagen igual de tétrica que las anteriores.
Dos niños pequeños rodeados de toda clase de demonios y alimañas, era un grabado del siglo XVI, me alejé un poco y luego tomé el libro dando un resbalón. Y salí corriendo a prisa bajando las escaleras y pasando por la cocina.
-¡Jinki el desayuno! – mi madre casi bloquea mi paso, pero no se lo permití. Y seguí corriendo.
-¡Comeré algo en la universidad! – le grité desde fuera de la casa mientras ella se asomaba extrañada, por alguna razón sabía que debía ir primero a la biblioteca.
Después de tomar el autobús y bajarme en el centro de la ciudad entré a la biblioteca con el libro que había volado decidí ir hasta el estante, estaba siguiendo una loca corazonada, pero era la persona más crédula del planeta así que los presentimientos y corazonadas eran como hechos científicos para mí.
Llegué hasta el estante y empecé a pasar los dedos por los libros buscando el número consecutivo del libro que tenía en mis manos, estaba por llegar cuando un pequeño suspiro me hizo voltear al otro lado y vi como un libro salía lentamente del estante y caía frente a mí. No quería creerlo pero era similar a lo que había pasado en casa, por alguna razón no me causaba desconfianza, algo quería darme información estaba petrificado del miedo, pero no desconfiaba de eso.
Me acerqué con precaución al libro, era un libro que conocía muy bien, un libro al que le temía desde mi infancia, un libro que decidí leer antes de encontrarme con eso.
-Fausto – susurré y trague saliva. Voltee a todos lados tratando de averiguar si era otra broma de mis compañeros o de verdad todo estaba pasando -¿Qué es lo que quieres? – empezaba enloquecer, ahora le preguntaba a la nada que era lo que quería, una brisa hizo que unas páginas se movieran y lo siguiente que vi me aterrorizó por completo.
En el libro habían colocado una foto junto a una ilustración de Fausto haciendo su trato con el diablo, pero mi mayor temor era la foto, esa foto que había visto incontables veces en casa, sobre el buró de mi hermano, esa foto que reflejaba su sonrisa antes de que el fatídico día llegara. Ahora la foto del día que habíamos salido a pescar juntos con nuestro padre estaba en las páginas de ese libro.
-¡Taemin! – dije en voz alta y dejé caer el libro por un escalofrió que atravesó mi cuerpo como una descarga eléctrica. Ante este sonido varios libros más cayeron del estante los títulos me eran muy conocidos, El retrato de Dorian Grey, otra vez Drácula y más literatura de ese tipo caía de los estantes y comencé a temer lo peor.
-¿Todo bien? – una chica se asomó y vio el desorden pero se quedó con la boca abierta al ver como los libros caían de la nada. Este era el mejor momento para salir de ahí, tomé la foto del piso y corrí hasta el exterior.
Comencé a escuchar esas voces, siempre me rodeaban pero ahora se volvían más fastidiosas y luego aparecieron esas palabras que había escuchado en mi cabeza aquella noche, las que me habían hecho paralizar cuando vi la criatura en el tejado.
-Tenía tantas ganas de saborearte durante mucho tiempo – escuchaba a Taemin llamarme y llorar detrás de mí pero no me podía mover, parecía estarse repitiendo mi pasado – tienes compañía, creo que esta noche disfrutaré bastante – Luego salió de mi mente y habló claro – Hermosos bocadillos, no deberían salir de noche – ahora estaba más consciente de lo que me rodeaba, pero seguía inmóvil, Taemin me llamaba, eso se acercaba, pero seguía congelado en ese lugar – Jinki, me quedaré con tu hermano – escuché sus palabras en mi mente de nuevo – nunca pensé que cuando te encontrara tendrías algo tan delicioso contigo – escuché que hablaba con Taemin y este caía en ese momento reaccioné y ahí estaba en medio de la callé, las personas se me quedaban viendo. Esto no era como la otra vez, que eso estaba tocando a mi hermano frente a mis ojos, ahora estaba en el centro de la ciudad y me había quedado paralizado.
Caminé aprisa y me alejé de la muchedumbre, luego me di cuenta que había avanzado varias cuadras, hacía la parte donde estaban los edificios más altos. Debía encontrar a Taemin pronto, llamé a su celular, me sentí tonto por no haberlo intentado desde el principio, pero nadie me contestó.
-Ya viste, su alma huele bastante bien – una voz aguda tras de mi me hizo voltear, pero en ese lugar no había nadie.
-Si, ese chico no es un alma totalmente pura, pero tampoco un pecador, sabrá delicioso, solo deja que se tire – volví a buscar la fuente de la voz, pero nada, luego voltee hacia arriba y vi algo sobre el edificio, en ese momento supe de lo que hablaban… lo que fueran. Corrí al edificio, entre empujando a la gente y me escabullí en el ascensor, cuando llegó al último piso de la forma más lenta que se podía, salí disparado a buscar las escaleras, las personas me veían raro. Pero eso no era novedad ese día, veía de un lado al otro buscando, al final del pasillo divisé un señalamiento que indicaba el lugar correcto, corrí empujando a un chico que se puso en mi camino y tropecé con una chica que cargaba una gran cantidad de copias. Pero me levanté rápido y abrí la puerta de las escaleras de emergencia.
Los peldaños parecían eternos, subí entre tropiezos y con problemas para mantener una respiración constante, pero al final logré abrir la puerta esperando haber llegado a tiempo.
Para mi sorpresa lo había logrado llegar a ver cómo el chico de cabello castaño estaba parado en la barda de esa azotea, viendo hacía el frente sobre la calle principal. Pero no podía detenerme ahora, aunque respirara con fuerza y me doliera el estómago. Tomé un poco de fuerzas y aire y grité.
-¡Jonghyun detente! – el chico no volteó a verme y luego escuché más de esas molestas voces.
-Hazlo, ya no tienes nada, qué sentido tiene la vida – seguían rodeando toda la azotea.
-Key – el chico soltó un suspiro y adelantó uno de sus pies. Mi corazón se detuvo, sostuve la respiración y mis ojos se cristalizaron ante el asombro y el llanto que estaba por ocurrir. Pasó un segundo y vi como la figura de ese chico bajara lentamente y se perdía al final del borde de la azotea, cuando quedó solo su cabello ante mi vista corrí y grite intentando llegar, pero en realidad el tiempo se movía muy aprisa aunque para mi fuese una horrible eternidad.
Me tire de rodillas sobre el concreto del edificio y luego escuché gritos de agonía. Levanté mi vista para encontrar a un chico con grandes ojos y cabello obscuro, tenía un largo abrigo negro y me causaba algo de temor ¿De dónde había salido ese chico? Lo miré bien y vi que se dedicaba a lanzar llamas a todos lados en la azotea y estas eran acompañadas por esos gritos de dolor de esas voces que habían llevado a Jonghyun a su muerte.
En ese momento no me importaba que tan extraño o poco creíble fuera todo lo que estaba pasando, mi depresión no me permitía ni siquiera asombrarme. Luego escuché un sonido de tranquilidad, algo que no puedo describir por que no es un sonido que alguna vez hubiera escuchado y luego unas cuantas plumas blancas cayeron del cielo.
-¿Creí que no se metían en asuntos humanos? – el chico de negro habló con una voz que reconocí al instante y me puse de pié tan rápido como pude, solo para ver Jonghyun desmayado recargado en el borde de la azotea. –Pero que molesto me servía más muerto, supongo que ahora tendré que improvisar – el chico hablaba de nuevo, decidí alejarme de él y llegar hasta Jonghyun.
-Jong, despierta, Jong – dije dándole golpecitos en el rostro y luego voltee a ver a el chico.
-¿Qué le hiciste? – me paré furioso ante él.
-Yo nada, mi plan era dejar que las cosas pasaran y luego tomar su alma – dijo con su sínica voz –pero no esperaba encontrar a mi delicioso bocadillo en este lugar – en ese momento estaba seguro, se trataba de esa cosa, aquello que había aparecido en mi mente y la de mi hermano por muchos años.
-Aléjate – grité al ver que se acercaba – no tienes por que estar aquí, ni tienes por qué estar cerca de mi hermano.
-Corrección ahora debo estar cerca de tu hermano – estaba usando su fastidiosa voz de nuevo – no te dije que pensaba quedármelo.
-¡He dicho que te alejes!
-¿Qué piensas hacer?- Se reía de mí – ¿Poner en práctica todos los conocimientos que has adquirido todos estos años? – Desapareció y al siguiente instante ya se encontraba frente a mí – lamentablemente muchos han olvidado cómo usarlos y tu nivel es demasiado bajo como para si quiera hacerme un rasguño.
-¡Cállate! – lancé un golpe con toda la fuerza en mi puño, pero él se esfumó y apareció a mi lado.
-Que gracioso y torpe bocadillo – su risa me fastidiaba – ahora muévete para que pueda llevarme por lo que vine – empezó a avanzar hasta Jonghyun y decidí ponerme en el camino.
-¡No te lo llevarás! – dije tragando saliva y poniéndome entre eso y el chico de cabello castaño.
-Podríamos cambiar – dijo acercando su mano a mi rostro – el por tu hermanito – susurró en mi oreja y la propuesta hizo que me estremeciera. Deseaba aceptar pero una corazonada me lo impidió.
-Ni lo sueñes – dije casi gritando y empujándolo para que se alejara de mí y de Jonghyun – no pienso hacer ningún trato contigo, Jonghyun se queda conmigo y me encargaré de que no le pongas tus sucias manos a Taemin – dije esto y el empezó a atacarse de risa, pero una risa más humana y que no se podía parar, por un momento pareció un chico normal.
-Taemin ya está en mis manos – dijo entre las risas mientras sostenía su estomago por el dolor causado por las mismas. Me paralicé y me volví a dejar caer sobre el techo con las rodillas y luego sujeté mi cara y presioné con fuerza. Debí vigilarlo mejor, debí estar más tiempo con él, no debí dejar que saliera solo, era el peor hermano que podría existir. – Sentimientos de desesperación, hermoso aroma el que producen, si sigues así no me podré resistir – se agachó frente a mí y se acercó a mi cabello – hueles aun más delicioso que la primera vez que te encontré – ahora acariciaba mi cabeza – puedo oler ese deseo en ti, incesto, me gusta tu mente – lo empujé al oír esto último.
-Jamás tocaría a mi hermano – dije furioso, poniéndome otra vez de pie.
-Diría que eres muy aburrido por no hacerlo, pero que tengas moral que impide que te venza el deseo hace que te vuelvas más delicioso, ahora tengo un incontenible antojo de ti – dijo poniéndose de pie, por alguna razón si lo había logrado tumbar cuando lo había empujado – pero no lo haré, tu hermano está primero, solo olfatearlo a la distancia me provoca un apetito insaciable.
-Dime dónde está – le grité otra vez.
-Ese chico intenta alejarlo de mí, pero no puede esconderlo de mí – decía mientras miraba al lado oeste de la ciudad – aunque hubiera sido más divertirlo hacerlo que lo cambiara por el cuerpo inerte del moreno, así podría volver a ver la cara de sufrimiento del chico vanidoso y el dolor de mi suculento bocadillo. – Vio a lo lejos otra vez y luego se dio la media vuelta. –Pero por lo visto ni tu ni ella me van a permitir llevármelo así que regresaré por él en otra ocasión, nos veremos pronto delicioso bocadillo.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 03+

03.-Acércame al olvido

Vagaba por la obscuridad, creo que ya tenía tiempo haciéndolo o tal vez no, era difícil saberlo, era como si el tiempo no pasara, como si los instantes se escaparan de mis manos ¿Cómo me vería en ese momento? Debía estar hecho un desastre, no recordaba haberme peinado, en realidad no recordaba nada, pero veía algo necesario en peinarme y arreglarme, estaba seguro que tenía que ir algún lado.
-No puedo ir a algún lado sin verme bien – dije en el enorme vació y solo escuchaba un eco. Era tan pacífico y tranquilo todo que me daba bastante miedo. Me volví a preguntar cuánto tiempo llevaba aquí para volver a descubrir que no había tiempo. No me sentía ni cansado, ni adolorido era como si mi cuerpo flotara, como si cualquier dolor desapareciera y como si la paz reinara todo mi interior. El silencio se volvía cada vez más cómodo, no escuchaba nada, ni mi respiración ni los latidos de mi corazón rompían ese funesto pero tranquilo silencio.
Seguía flotando sin dirección, creo que tampoco había dirección en ese lugar, solo era un espacio sin nada, pero con todo a la vez, supongo que el lugar más difícil de explicar eso debía ser. Me podría haber desesperado de estar ahí, pero simplemente no ocurrió, tampoco existía la desesperación o la incomodidad.
-Ya estas cerca – una suave y bella voz me hizo recuperar un poco los sentidos. Dejé de flotar y toque un piso, o eso parecía, ahora caminaba, era como si de la nada supiera la dirección correcta, mis insonoras pisadas me ayudaron a acercarme un poco más y al final de la oscuridad sentí una cálida luz en mi rostro – vamos, ven a la luz, ya no falta mucho.
Esa luz me incitaba a seguirla a sumergirme en ella, su calor y brillo me generaban un placer un a calma extremos. Todos mis sentidos volvieron el olor era lo más fresco y perfumado, mejor que las diferentes colonias que me compraba, el sabor que aspiraba mi boca era dulce y sofisticado, mejor que mis postres y bebidas favoritas, el sentimiento era suave y delicado como una bella seda o las mejores telas de mis conjuntos más preciados, a la vista era lo más brillante y hermoso más que mi imagen en el espejo, eran tan familiar y complejo, sentía como esa voz y muchas otras me llamaban a ese lugar, si ahora también podía escuchar el sonido era hermoso pero….
-Pero … – repetí de nuevo estaba intentando recordar una pieza importante de lo que yo era.
-Pero no es tan hermoso como la voz de ese chico – una voz grave y fuerte apareció detrás de mí.
-Key, está bien, estás por llegar, solo sigue avanzando – la voz tranquila que me llenaba de seguridad me hablaba de frente.
Eran dos sensaciones tan diferentes a mis espaldas una fría y aterradora y frente a mí una cálida y amigable, me dispuse a seguir avanzando, podía ver personas que me esperaban en ese lugar.
-No puedo aceptar un no por respuesta – algo sostuvo mi brazo impidiendo que avanzara.
-Kibum, vamos juntos, no mires hacía atrás y sigue avanzando – la voz amable me seguía llamando.
-Si vas nunca volverás – la otra voz decía cosas extrañas – ¿Acaso piensas dejarlos solos?
-Negué con la cabeza – empezaba a recordar más cosas de quién era.
-¿Qué no era ese tu plan? – la voz seguía diciendo cosas y ahora había hecho que me detuviese por completo – nunca dejar a ese par solos – negué de nuevo con la cabeza.
-Key sígueme, solo ignóralo, el no tiene ningún poder aquí, tú decides –la voz amable se comenzaba a alejar al igual que la luz.
-Tu egoísmo es perfecto, tu vanidad tu mayor virtud, tu avaricia es lo que puede salvarte y tu lujuria… – la voz se detuvo y se escuchó una tétrica risita – tu lujuria es la razón por la que te he escogido. En ese lugar no hay espacio para ti.
-No es cierto Key, solo trata de confundirte – la voz amable empezaba a sonar un poco melancólica – todos son bienvenidos aquí.
-¡Calla de una vez! – la voz detrás de mi ordenó y el lugar retumbó – no vez que este chico hizo todo lo posible para que sus dos amigos nunca estuvieran juntos – sentí un horrible escalofrío era verdad, me había vuelto la tercer rueda desde que conocí a ese par, simplemente no podía permitir su felicidad era de lo peor – Es un chico vanidoso que haría cualquier cosa para conseguir lo que quiere ¿No es así Kibum? –sentí otro escalofrío.
-Es cierto – al fin podía volver a hablar, me dejé caer en el piso y la luz se alejó demasiado.
-No Key, tú no eres malo, debes venir con nosotros, nadie te juzgará, no dejes que te confunda – la voz amable seguía diciendo cosas buenas pero cada vez más difíciles de escuchar.
-Yo te puedo dar lo que tú quieres – giré mi cabeza para ver aquello que me hacía ver lo que en realidad era –te permitiré ser tan egoísta como desees, satisfacer tu vanidad con belleza eterna – una sombra negra con ojos rojos hablaba de forma fluida y alegre – te daré aquello que más codicias y… – se acercó a mí ahora tenía la forma de un chico alto y atlético, con grandes ojos que me obligaban a verlos – y alimentaré tu lujuria como siempre lo has deseado.
-No Key si vas con él nunca podrás regresar – la cálida voz dijo de forma lejana, pero parecía que la luz había desaparecido, solo me invadía esa obscuridad.
-Tú no eres… – dije girando un poco el rostro, aceptaba todos esos pecados, pero solo le correspondían a una persona y nadie más.
-Lo sé, lo sé, soy uno de los seres más inteligentes – dijo poniéndose de pie y alejándose un poco – tú quieres a Jonghyun y eso es lo que tendrás si aceptas mi trato.
-Pero Taemin – recordé por que no podía, todo este tiempo, desde que los conocí sabía que a Taemin le gustaba Jonghyun, no podía hacerlo.
-De eso ya me he encargado, de ahora en adelante tienes el camino libre, solo debes aceptar – empezó a retroceder mientras me seguía viendo.
-¿Qué debo aceptar? – dije poniéndome de pie.
-Debes darme al hermano de Taemin.
-¿Onew? – me asombró bastante, en realidad me llevaba bien con Onew, me agradaba no podía hacerle daño -¿Qué quieres con él?
-Podemos decir que si no lo detengo se volverá un fastidio para mí.
-Lo siento pero no puedo – dije mientras me arrepentía de todo.
-Supongo que no me quedará otra cosa que intentar hacer un trato con Jonghyun, al tipo no le queda mucho tiempo de vida, así que puedo intentarlo.
-Espera ¿Qué le pasa a Jonghyun? – me asombré al oír esto, esa tarde lo había dejado bien, algo triste y molesto pero estaba bien. Mis padres me habían ido a recoger del centro comercial por un compromiso y me habían encontrado con Jonghyun. Ese no había sido el problema, Jonghyun me abrazaba por las hirientes palabras de Taemin, pero solo era un abrazo para consolarme, nada más, aunque mis padres no lo interpretaron de buena manera. Fue cuando pasó, discutían entre ellos mi padre le gritaba a mi madre que ella me había hecho gay por tanta moda que me había impuesto y siempre me trataba como niña. Mi madre le gritaba que eran sus exigencias y comentaba sobre su familia yo solo me quedaba tapando mis oídos en el asiento trasero intentando soportar todo, pero todo se vino debajo de un momento a otro, sentí un poco de dolor, pero no más solo fue un momentáneo dolor y luego la paz y este lugar.
-Si no vuelves, morirá pronto – dijo esa cosa en mi oído al ver que me había perdido en los recuerdos que acababan de volver.
-No espera – simplemente no podía dejar que eso pasara, empecé a llorar – hagamos ese trato, pero prométeme que Taemin estará a salvo y Onew no pasará por nada malo. También debes prometerme que Jonghyun no tendrá nada que ver en esto.
-Lo prometo –dijo con una sonrisa el chico – ahora despierta.
Sus últimas palabras me confundieron, pero de un momento a otro me sentía pesado de nuevo, sentía como había ruido en mi interior, pero era diferente mi corazón seguía callado luego escuché voces.
-Te vez tan apetitoso cuando cavas – reconocía un poco esa voz.
-Deja de jugar por ahí y cava, parece que cavo más rápido que tú – esa voz era aun más familiar.
-Eso jamás, muévete mi suculento bocadillo.
Un golpe se escuchó, abrí los ojos y sentí que no me podía mover libremente, me empezaba a desesperar, pero aun así no me podía mover para entender donde estaba.
-Parece que ya está aquí – en ese momento me di cuenta donde estaba, era un ataúd, estaba encerrado en un ataúd, obscuro y espantoso, con un fuerte olor a tierra. Grite y patalee todo lo que pude, empecé a arañar la tapa.
-¡Key! – alguien gritaba mi nombre, escuché que alguien más golpeaba y arañaba hasta que por fin se abrió – Kibum – un chico de cabello rojizo con la mirada llorosa y lleno de tierra abrió la tapa de esa trampa mortal y ahora me veía de frente mientras yo estaba acostado y confundido.
-¿Taeminnie? – me asombré bastante al ver llorando a mi niño de esa manera, pero me senté para verlo mejor hincado sobre la otra mitad de la tapa de la caja.
-Kibum, no me vuelvas a dejar así – dijo abrazándome con fuerza, solo pude corresponder a su abrazo, su cuerpo estaba helado lo sabía aunque el mío también estuviese helado.
-Toma Taemin – me separé un poco y me quité el saco negro que traía – estás helado – se lo di y él me volteo a ver para estallar en el llanto mientras se lo ponía torpemente.
-Soy la peor persona del planeta –dijo entre el llanto y yo me empecé a levantar del lugar viéndolo confundido. Taemin era la persona más bondadosa e inocente que conocía no tenía por qué decir eso.
-Eres la mejor persona que conozco Taemin – dije agachándome enfrente de él, saliendo por fin de la horrible caja para muerto. – Hasta viniste por mí – ahora tenía una vaga idea, estaba en un cementerio, había estado enterrado pero Taemin me había salvado.
-Es hora de correr – dijo el chico alto que estaba fuera del hoyo y desapareció en un abrir y cerrar de ojos del borde. Luego escuchamos unas voces y voltee a ver a Taemin, el me miró asustado y salimos rápidamente del sepulcro y corrimos detrás de ese otro chico que iba a gran velocidad sin siquiera voltear.
Cansados y de milagro llegamos hasta unas calles luego donde el chico nos esperaba recargado en una pared.
-Son muy lentos – dijo sonriendo de nuevo, había algo en su sonrisa que me causaba pavor –creí que los atraparían y no podría seguir disfrutando.
-Tú nos dejaste atrás – Taemin dijo con la respiración cortada.
-Eso no me importa, no me puedo preocupar por un simple humano y un no muerto –volvió a lanzar esa risita –además si te atrapan mi bocadillo, puedo comerte donde sea. Es solo que no sería tan entretenido como ahora, cuando me aburra todo acabará – de la nada apareció detrás de Taemin, era como si se hubiese desvanecido y aparecido en un nuevo lugar, me asombré pero luego reconocí esa voz, esos ojos y ese cuerpo.
-Ya lo sé, no sigas repitiéndolo – salto algo asustado y se alejó un poco, era obvio que le tenía miedo a esa cosa.
-¡Ya déjalo! – Dije al ver como acercaba su rostro más hacia la oreja de Taemin. Mi cabeza me empezó a doler.
-Parece que empiezas a entenderlo – ahora el chico estaba junto a mí y ponía su mano en mi hombro – espero que recuerdes todo rápido, así podré llevarme lo que me corresponde.
-¡Suelta a Key!– Taemin lo empujó y lo veía bastante furioso – no vez que acaba de levantarse, dale tiempo para que entienda lo que pasó – ahora comenzaba a llorar de nuevo.
– Me pregunto si no te darás cuenta o si lo haces a propósito – el chico aparecía de nuevo en otro lado, ahora junto a Taemin – pero cada vez estás más suculento, tengo tantas ganas de probarte en este momento.
-Dijiste que Taemin estaría bien – dije mirando molesto como ese algo tocaba a Taemin y decía cosas como esas. El dolor de mi cabeza se volvió más agudo y las memorias comenzaron a fluir.
-¿Key estás bien? – Taemin corrió hasta donde me había agachado presionando la cabeza, pero me había dado cuenta de una horrible verdad, algo que temía demasiado y de la tontería que había cometido.
-Yo debería estar muerto.
-Tranquilo Key, todo estará bien – ahora Tae tenía su mano en mi espalda, podía sentirla pero era tan diferente al sentimiento de mi cuerpo. Mi corazón seguía sin latir, mi piel estaba muy pálida, no sentía ni frio ni calor pero percibía la temperatura de la mano de Tae, ahora era algo así como un zombie, no era humano, solo los restos de lo que una vez fue humano.
-No sé porque sufres, si te he otorgado la belleza eterna – la odiosa voz hablaba de nuevo – ¿Qué no era eso una de las cosas que buscabas?
-No de esta manera – ni siquiera podía llorar, simplemente no tenía lágrimas mi cuerpo ya no era el de un humano – me has vuelto un monstruo.
-Claro que no podías volver como un humano normal, deberías agradecerme ahora eres un ser más cercano a la perfección, sin cansancio, sin dolor, sin lágrimas, sin necesidad de respirar o comer, solo disfruta – su voz retumbaba en mi cabeza.
-¿Qué le hiciste a Kibum? – Taemin se había parado enfrente del otro chico.
-Lo hice mejor – contestó con una sonrisa y luego se acercó a su rostro – quieres que haga lo mismo contigo, te aseguro que tiene muchas ventajas – movió un mechón de su cabello detrás de su oreja – disfrutarías mucho mi interesante bocadillo – la lengua de eso tocó la oreja de Taemin haciendo que se estremeciera.
-¡Teníamos un trato! – Grité molesto al ver como Taemin era manipulado por eso.
-Sí, aun lo tenemos, pero tú no has cumplido tu parte – dijo sonriéndome y Taemin volteó a verme confundido – además el también hizo un trato conmigo. Si no, simplemente no hubiera considerado traerte de regreso, pero luego vi potencial en ti.
-¿A qué te refieres? – Taemin lo volteó a ver de nuevo, pude ver algo de miedo en sus ojos – creí que con mi trato bastaba, fue mi culpa – eso empezó a reír.
-Mi dulce bocadillo tiene un alto grado de inocencia, eso lo hace más apetitoso – tomó con su mano el rostro de Taemin – tu amigo murió por un accidente, yo no tuve nada que ver con eso. Gracias por ser tan cándido, manipularte de es muy sencillo, ahora su lengua pasaba por el contorno del rostro de mi amigo mientras este tenía la mirada perdida y lloraba en silencio, había sido engañado igual que yo, ambos le habíamos vendido nuestra alma al diablo.

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Mi primer Minkey +Capítulo 01+

Mi  Primer MinKey

01

Levanté la vista para ver los rayos del sol pasar entre las hojas de los árboles, suspiré de nuevo y vi hacía mi lado esperando respuesta de la persona que me acompañaba.

-¿Qué opinas? – Le pregunté ansioso mientras la chica de labios gruesos y alegre sonrisa seguía las pequeñas letras en su teléfono.

-Aun no termino – dijo levantando la mano para bloquearme y suspiré volviendo a ver hacía las canchas, me asombraba que pudiesen correr tanto en ese calor. Miré como todos los miembros del equipo de futbol corrían a un lado al otro detrás del balón. Yo solo sudaba de pensarlo y pasé mi vista a la refrescante fuente a la entrada de la preparatoria, me daban ganas de desnudarme y correr al lugar. Creo que estaba por hacerlo pero la voz de mi amiga me despertó de mi trance al ver las gotas caer – ¡Es muy lindo! –Abrazó el celular mientras se balanceaba de un lado al otro – ¡Me encantó cuando tomó su rostro y luego cuando…! – Cubrí la boca de mi amiga mientras un grupo de chicos pasaban y ella solo pudo sonrojarse.

-Perdón – dijo cuando bajé la mano al ver que los chicos no habían notado nada respiré aliviados.

-Tu lado fujoshi sale muy fácilmente – me burlé un poco de ella y en respuesta infló los cachetes algo enfadada para luego sonreír.

-No es algo que deba de avergonzarme – dejó el celular a su lado y me miró sonriendo de lado – además te puedo considerar aun más fujoshi que yo. – Soltó una suave risa mientras yo me apenaba algo, aunque no estaba seguro que fujoshi fuera un buen término para mí, el japonés nunca ha sido mi fuerte.

-Volviendo a la historia – tomó su celular cuando la interrumpí y volvió a mirar la pantalla. – Si es tan lindo ¿Por qué nadie la lee? – Bajé la cabeza algo desanimado y ella me miró.

-Creo que es complicado empezar con una pareja no existente – dijo viendo el pequeño blog donde había tratado de publicar – por lo general todos leen fanfiction, algo donde puedan identificar un personaje o sientan que es posible por cómo se tratan ¿Has intentado con alguna banda o grupo? Esos fanfics son muy leídos actualmente.

Negué suave – Me ha costado buscar información y cuando los veo, no sé, siento que no los puedo conocer como a mis mismos personajes, no paso tanto tiempo con ellos-

Mi amiga se puso de pie y comenzó a avanzar de un lado al otro – ¿Te gusta una serie de libros, manga o anime? – Afirmé un poco y luego suspiré.-

-Pero muchos ya han escrito sobre ello, solo quería tener mi propia historia para dedicarme a esto, pero muchas personas ya lo hacen, no creo conseguir ni un lector – la chica se paró frente a mí y negó con su dedo.

-Tú ya tienes una lectora – sonrió amplio y se señaló con la palma extendida sobre el pecho – la alegre Sulli siempre será tu primer admiradora y lectora regular.

-Gracias – sonreí leve al escucharla. Era bueno tener una amiga con esos gustos, al fin y al cabo nos habíamos conocido por nuestra extraña afición.

-Muy bien, busquemos algo de lo que conozcas más – se sentó a mi lado de nuevo cruzando los brazos- ¿Dónde pasas más tiempo y con quienes convives más? –me miró expectante y comencé a pensar.

-En mi casa – ella me miró alzando una ceja – y en la escuela – esperó que le dijera más pero notó que ya no había más lugares solo con verme.

-Contigo no se puede Taemin – dijo molesta- también paso mucho tiempo en la escuela, pero aun así voy a mis clases de teatro y canto y a veces al Karaoke ¿Qué podría haber de interesante en la escuela?  – Sus reclamos se detuvieron y por un momento se quedó helada – ¡Eso es!

Comenzó a buscar en su teléfono deprisa mientras yo intentaba observar lo que hacía.

-¿Qué es? – Pregunté después de un rato al no poder averiguar.

-Mira – me pasó el teléfono con una página con el sello de la escuela – en esta página las chicas hablan de los chicos populares y lindos – comencé a ver publicaciones con fotografías de algunos de mis compañeros entrenando, otros donde parecían acosarlos en la calle y además lugares donde les ponían calificaciones.

-Esto da miedo – seguí viendo las fotografías y Sulli volvió a hablar.

-Conoces a los chicos de la escuela, sabes como son y si lo publicamos aquí, tendrás más lectoras que te ayudaran.  – Sonaba de locos pero al seguir bajando note algo peculiar.

-Mi nombre – Sulli intentó arrebatarme el teléfono y yo me levanté mientras entraba al enlace.

-Espera – Sulli saltaba mientras yo alzaba los brazos – no veas eso – por fin se cargó la página y me giré para ver lo que decía mientras Sulli seguía intentando quitármelo.

-¿Es una ternura? – Vi mi foto con algunos comentarios- ¿Parece niña? ¿Es más joto que.. -Sulli se sonrojó y tomó el teléfono.

-No vayas a leer más, las chicas son muy crueles – afirmé mientras pensaba que clase de imagen podía dar y me volví a sentar. – No te desanimes – Sulli se paró frente a mí.

-No lo haré, pero aun siento que la idea es una locura – ella negó y me enseño una foto.

-No lo es, solo debes poner a dos de los chicos más populares en tu historia.

-¿Quiénes podrían ser? – Miré alrededor, me sentía incomodo intentando imaginarme así a mis compañeros.

-Choi Minho definitivamente – me enseño una fotografía de Minho hyung algo sudado  con su toalla después del entrenamiento – es muy popular y las chicas lo leerían aunque no les interesara el yaoi solo por tener su nombre.

-¡Minho hyung! –Negué con las manos y la cabeza, en donde podría caber eso, de seguro me mataría – me dejará gravemente herido.

-No se enterará, ningún chico sabe de esta página. – Sulli sonrió – además lo conoces, así que es perfecto para tu historia.

-¿Y con quién? – Aún así no podía hacer una historia yaoi con solo un chico – Sulli comenzó a buscar en la página y luego su nombre resonó hacia la entrada.  Las cuatro chicas con las que siempre estaba la estaban llamando.

-Tendremos que verlo luego – tomó su mochila y se comenzó a alejar – se que conseguiremos la pareja perfecta – me dijo a la distancia y luego siguió corriendo para encontrarse con las demás.

Debí escucharla cuando dijo que debíamos verlo luego pero mi día continuó tan monótonamente que en la noche estaba agotado.

 

 

-¿Por qué no se conecta? – Esperaba en mi pequeña habitación, sentado frente a la computadora  a que Sulli apareciera y me pasara la página. Tras ver como nadie leía mi historia ya la idea de  hacer fanfiction con mis compañeros no parecía nada alocada, al final nadie sabría que había sido yo.

-¡Taemin!-

-¿Si mamá? – Me levanté por un momento para ver que sucedía y tras cenar volví a mi ordenador sin señales de Sulli, comenzaba a aburrirme girando en la silla cuando recordé la página y no me quedó de otra que entrar por mis propios medios.

Estuve una hora buscando, fue difícil de encontrar pero al final, estaba ahí por fin, solo debía crear una cuenta con una clave de la escuela. No temí e utilicé la mía con un nombre falso para pasar como chica, quién había creado esta página si se dedicaba bastante a mantenerla actualizada y arreglada, las cosas eran diferentes a la mañana, bajé bastante y volví a ver l foto de Minho hyung, tal vez Sulli tenía razón y era el mejor personaje. Ya había alrededor de 6 o 7 fotos nuevas de él  miré entre las fotos, estaban Onew hyung, Jonghyun de los que podía reconocer, pero me parecían que no encajaban con la historia que merodeaba en mi mente.

Quería escribir una historia simple y con alto grado de sensualidad para atrapar a mis lectores. Alguien que siempre estuviese discutiendo con Minho que fuesen como el agua y el aceite pero en perfecta armonía juntos y entonces lo vi, y lo vi varias veces, alrededor de 12 fotos en las últimas dos páginas.

-Kibum – sonreí ante la idea. Mayormente conocido como Key, era un chico sonriente, divertido, con una personalidad que hacía que todas las chicas quisieran ser sus amigas y estar cerca de él, con la tendencia a creerse perfecto, conocimientos de moda, estilo fashonista y sobreprotector. Varias veces había entrado en conflicto con Minho porque sus personalidades no encajaban sería interesante que tuviesen una relación secreta y prohibida y ante todos aparentaran indiferencia y hasta odio para mantenerse juntos.

Me sentía tan satisfecho con la idea que comencé a escribir, estuve horas desarrollando la historia, los encuentros en el salón de arte, los besos desesperados en el área boscosa detrás de las canchas cuando Minho entrenaba por mucho tiempo y una triste despedida en la enfermería debido a la familia de Kibum. Mi historia se volvió un one shot, un largo y triste one shot. Estaba tan orgulloso que a las 3 de la mañana sin importar que nadie me fuese a leer hasta el día siguiente solo publiqué la historia como anónimo  y me fui a dormir contento. Tal vez nadie me leería pero fue divertido imaginar a Minho así.

 

 

Me levanté ese día aun satisfecho aunque algo cansado y tras todas mis rutinas matutinas salí de casa con dirección a la parada del autobús solo para encontrarme con mi vecino.

-Bu.. buenos días- dije algo avergonzado, definitivamente no era bueno verlo esa mañana, no después de todo lo que había hecho que hiciera en lo que había escrito.

-¿Cómo estas novato? – Sonrió leve y miró hacia la dirección donde el autobús aparecería.

-Bien Minho-hyung – siguió mirando y yo intenté ver en otra dirección.

-No dormiste nada anoche ¿Verdad? – Dijo intentando hacer conversación y yo salté un poco del susto.

-¿Cómo? – Pregunté tragando saliva.

-Tu luz estuvo prendida hasta tarde mocoso, ya estás en la preparatoria, deberías aprovechar cada vez que puedas dormir, vendrán los trabajos finales y lamentarás no haber descansado. – El autobús llegó y Minho subió deprisa yo subí al último sentándome hasta el frente lejos de él. Casi no hablábamos tanto solo por formalidad porque éramos vecinos y nuestras familias se conocían, aun así esa conversación había sido más larga de lo normal. Sentía que había cometido un error y uno muy grave que terminaría pagando si alguien se enteraba.

Llegué pensando que la mejor idea era quitar la historia tan pronto se pudiera, le pediría su teléfono a Sulli y la borraría, no quedaba de otra, pero para mi sorpresa tan pronto entré al salón Sulli me arrastró el exterior. Me llevó algo lejos y sacó su teléfono.

-¿Es tuya verdad? – Me enseño mi historia, tomé el celular y afirmé algo confundido.

-Si ¿Ya la leíste? – Pregunté asombrado.

-¿Qué si ya la leí? Creo que fui la última y eso que mis amigas me llamaron temprano esta mañana para que la leyera – dijo tomando el teléfono y abriendo los comentarios – tienes 217 comentarios hasta ahora, algunas son cosas malas pero a muchas les ha gustado.

-Tengo que borrarlo – dije asombrado, de verdad todo iba demasiado rápido y cada segundo me arrepentía más.

-Tenemos que borrarlo pronto – Sulli me secundó y la miré asombrado. – Te dije que ningún chico sabía de esta página ¿Verdad? – Afirmé confundido. -Bueno – hizo zoom a uno de los comentarios y me acercó el teléfono.

Al instante noté lo que quería que viera, era un comentario bajo el nombre de KEY y decía … Quién hizo esto me las pagará…  miré espantado a Sulli  -¿Cómo es…?

-El creó la página Taemin – Sulli vio alrededor – y ahora todas las chicas de seguro ya lo leyeron, tenemos problemas…

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