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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 12+

12.-El trato está hecho

Tae
No llegamos a ver el amanecer en el océano, pero pudimos observar el sol de la mañana desde la playa. No había mucha gente y el sonido de las olas era muy agradable. Era el chico más feliz solo viendo la escena. Las gaviotas volaban sobre el tono azul con destellos producidos por ese claro sol. En algunos lugares el mar chocaba con las rocas produciendo columnas de espuma blanca que brillaba de forma alegre.
-¿Piensas quedarte todo el tiempo solo observando? –No me moví ante esa voz, en esos momentos ya no me importaba mucho lo que pensaba. –Mi bocadillo tiene gustos peculiares, siempre me dan tanta hambre las miradas llenas de ilusión y soñadoras, deseo probarte.
-No puedes – dije con seguridad sin dejar de clavar mi mirada en el paisaje. Seguía inmerso en mis pensamientos cuando alguien tropezó conmigo.
-¡Fíjate mocoso! – Un chico fornido que parecía venir a tomar el sol se veía bastante molesto. – No te quedes sentado en el medio del paso – dijo levantando su puño. De seguro planeaba golpearme. Más que nada para sorprender a la chica que tenía agarrada de su brazo, con cabello largo y lucía más joven que él.
-Disculpe – me apresuré a decir pero la chica se puso en frente de él.
-Noooo, opaaaaa – su voz sonaba fastidiosa mientras arrastraba las palabras. No sonaba tan curioso como cuando Key lo hacía, si no que era desagradable. – Mi lindo opaaaaa no debería molestarse por chicos torpes, mejor llévame por algo para desayunar.
-Claro que sí cariño – los dos comenzaron a avanzar, no caminaron muy lejos y luego el chico se tropezó y cayó sobre la arena con toda la cara, quise soltar una carcajada, pero ahora “eso” reía sin control.
-Jajajajaj, el pedazo de carne se lo merecía – seguía riendo junto a mí.
-¿Odias a las parejas felices? – Me limité a preguntar.
-Odio cualquier cosa feliz, me provoca arrancarle la felicidad a todas las cosas, pero lo que más odio son las cursilerías – dijo sentándose – por que no solo acepta la tipa que le atrae físicamente el pedazo de carne ese y el otro debería aceptar que se la quiere tirar.
-Muchas relaciones no se basan en eso – por alguna razón ahora era más fácil conversar con Minho, desde que estuvimos en el camión y él se sentó del otro lado del pasillo me gustaba discutir sus extrañas y algo tétricas ideas. Le agradecía al medallón que me había dado mi hermano, ahora entendía un poco más del ser que me arrancaría la vida.
-Pero todos los humanos están llenos de lujuria y solo buscan placer, cuando estás en una relación mueres por ser tocado, por sentir las yemas de los dedos acariciando el otro cuerpo, por saborear el dulce elixir de su boca, por morder cada tramo de su piel, el dulce aroma que desprende y el dulce sabor que te deja.- Me alejé un poco, pero hasta ahora parecía tener algo de sentido su discurso – y después de probarlo de esa manera, de haberlo disfrutado, de haberte inundado de placer, disfrutas su sangre y su carne y te dejas llevar por la deliciosa sensación de engullirlo.- Y Minho lo hacía de nuevo, me dejaba completamente trastornado.
-¿Qué pasa si quieres más? – Temí preguntar -¿Si te volvió completamente loco esa sensación? ¿Si deseas tener a esa persona a tu lado para siempre? ¿O si la deseas tanto pero simplemente la quieres más que tu deseo de tocarla?
-Toda una masa humana soñadora – dijo esto y me obligó a voltear – Los humanos debería solo dejar que los invada el placer y hacernos las cosas más fáciles. Pero es cierto y odio ese hecho, que muchos de ustedes quieren más, se conforman con estar a su lado como esa chica ilusa que se conforma con desayunar junto a su novio hecho de músculos. Lamentablemente por mucho que diga amar esa chica, ese hombre de carne solo busca otra cosa – lo miré sorprendido. Luego vi la pareja que estaba ya lo bastante lejos, deseé pararme y correr tras esa chica y decirle sobre su novio. – No puedes decirle nada, los humanos son tan idiotas y simples como para aferrarse a una ilusión y si se lo dices no te lo creerá.
-Pero alguien debe decírselo – musité algo molesto, deseaba decirle aunque no me creyera. Así que me paré deprisa pero su voz detuvo mi andar.
-¿Cuántas veces negaste los sentimientos de Jonghyun hacía Key? ¿Cuántas veces los negó él? –Abrí ampliamente mis ojos y luego me volví a dejar caer sobre la arena – Los humanos tienen ojos pero prefieren estar ciegos, prefieren no ser lastimados. Por eso los demonios somos seres superiores aquello que nos gusta lo tomamos, lastimamos pero nunca somos lastimados y no amamos. Amar es para las criaturas creadas por él.
-¿Entonces los demonios nunca se enamoran? – Por alguna razón quise preguntar.
-No, ese sentimiento es innecesario, los demonios deseamos – dijo y luego vio al cielo. Miré también el sol ya estaba en lo más alto, luego empecé a escuchar cantos con miles de voces coordinadas, sonaba hermoso y el brillo que rodeaba todo era pálido y placentero.
-¿Qué es eso? – Pregunté mientras veía a todos lados figuras brillantes que se detenían un momento a cantar. Para luego ver como Minho se presionaba el estómago como si sufriera dolor.
-Es hora del Ángelus – dijo retorciéndose – debo buscar una sombra.- Parecía que de verdad estaba sufriendo, no sabía qué hacer, también parecía que no podía moverse.
Busqué en todos lados hasta que vi un pequeño toldo cerca de un negocio cerrado. Por un momento pensé en tomar a Minho y llevarlo, pero luego recordé el medallón.
Lo volví a mirar, lanzaba quejidos de dolor mientras los cánticos aumentaban en volumen y las oraciones comenzaban, parecía dolerle y mucho. Tomé el medallón y vacilé un momento luego lo pasé por mi cabeza para librarme y tomar a Minho.
-Te ayudaré – le dije pasado su brazo por mi hombro – por allá hay un poco de sombra, es mejor que nada.- Su cara estaba llena de incredulidad y dolor. Logré levantarme junto con él y dimos pasos torpes hasta el toldo. Lo dejé sentarse en una esquina recargado a uno de los postes donde había bastante sombra.
-Estúpido bocadillo – dijo entre una respiración forzada – te podías haber librado de mi por un tiempo.
-Cada vez que pienso que me libro de ti regresas haciendo algo que me hace enojar más, así que no tiene ningún sentido dejarte sufriendo bajo el sol – dije sentándome a su lado al ver que su equilibrio fallaba.
-Las creaturas del de arriba son demasiado torpes – dijo recargándose en mi. Luego pasó su nariz por mi cuello. – Tienes un embriagante aroma, déjame aspirarlo solo hasta que pase. – En ese momento cerró los ojos y se quedó inmóvil. Solo por unos minutos pareció un chico normal. Pero cuando los cánticos y las oraciones terminaron sentí su lengua recorrer mi garganta hasta mi oreja.
Me paré rápidamente dejándolo caer sobre la arena y tomé el medallón de mi bolsillo para ponérmelo, el seguía acostado en la arena. Recargaba su cabeza en sus manos que se apoyaban en la blanca superficie con los codos, parecía que no pensaba detenerme. Sin perderlo de vista me puse el medallón.
-Bien hora de marcharnos – dijo poniéndose de pie –si me puse así en medio día no quiero que me veas a las tres de la tarde.
Simplemente seguía asombrado de su extraña actitud, a lo mejor no me había detenido ni hecho nada más como agradecimiento. Pero no creo que los demonios pudieran agradecer, todo era muy raro, mil preguntas rondaban en mi cabeza, y aunque había preguntado muchas cosas estás últimas horas solo tenía más dudas.
-¿Por qué pude oír los cánticos y ver la luz? – Esa fue la primera que se dignó a salir.
-Porque ahora puedes ver ángeles – contestó como si se tratara de lo más obvio.
-¿Pero porqué? – Dije confundido – Hasta anoche no podía verlos.
-No pienso decírtelo o si quieres te puedo dar una mentira, la mayor parte del tiempo contesto con mentiras – dijo avanzando como si nada hacía el andador junto a la playa. Me pregunté que había sido verdad y que era mentira de lo que me había contado. Pero mientras subíamos las escaleras una fuerte ráfaga me empujó.
Parecía que me iba a golpear pero sentí que alguien me sujetaba de la espalda y luego me vino el olor a quemado.
-¡Tus manos! – Pude decir después de analizar la situación mejor. Minho me sostenía al borde de las escaleras, se había movido aprisa y ahora me sujetaba mientras sus manos se quemaban al contacto con mi cuerpo. Pero el parecía ignorarme y lanzaba una mirada asesina al inicio de las escaleras donde había otro chico que tenía una cadena en su mano. Con rápido movimiento la jalo y la chica de la vez del parque apareció en el otro extremo.
Minho me acomodó al final de las escaleras sobre la arena, pero no dejó de ver al chico del otro lado. Su mirada indicaba que también era un demonio como él.
-Yo quería ayudarte para que terminaras pronto lo que se te había indicado – dijo avanzando un par de escalones jalando la cadena que sujetaba a la chica – pensé que si le rompía las piernas podrías cogértelo pronto y volver como se te había indicado.
-Como siempre ayudando a los demás – respondió Minho con una mirada llena de ira – pero no puedo ni tocarlo, ahora por tu culpa tardaré en sanar – dijo mostrando ambas palmas que parecían hechas de ceniza.
-Tu capacidad de sanar se ha vuelto una verdadera incomodidad para mí – dijo avanzando más en las escaleras llegando frente a mi alto compañero – se suponía que vendría a recoger tu cuerpo en un jodido estado después del ángelus.
-Lastima, parece que tengo más habilidades de las que crees – el chico lo miró con odio ante la respuesta de Minho.
-Minho, creí que aprenderías tu lección de no jugar con criaturas puras solo por tu deseo. Entiendo la necesidad de hacer caer a un ángel, pero un humano ¿Qué es lo que estás pensando?- Dijo volteando a verme y me causó un escalofrío.
-Me pregunto qué pensaré – dijo girando la cabeza al mar y hablando con un tono irónico como siempre – creo que no en la misma mierda que tu – dijo esto y el chico intentó golpearlo pero Minho dio un salto hacia atrás.
-Me estás provocando – dijo mirándolo bastante molesto y jaló la cadena para que la chica quedara frente a mí – creí que solo eras un demonio de lujuria, pero parece que quieres algo de mi ira.
-Sabes perfectamente que la ira no me va muy seguido – dijo como si nada y se dispuso a caminar escaleras arriba – yo decido como hacer las cosas con mis pertenencias y no me interesa lo que tu o él digan, para mí no tiene sentido que lo forcé y lo haga mío sin su voluntad, es más delicioso cuando el cae en el pecado ¡Vámonos Taemin!
Caminé un poco hacía la derecha para esquivar a la rara pareja y subir por las escaleras. Pero el chico sostuvo mi muñeca.
-Te castigarán otra vez Minho – dijo el sosteniendo con fuerza mi brazo – y todo por el alma de un chico insípido y moribundo. Te entendía mejor cuando se trataba de un ángel, pero un jodido humano de mierda, no te servirá de nada, solo te satisfacerá una vez y luego qué – su presión me dolía pero podía ver el humo saliendo de esa muñeca, se estaba haciendo daño por Minho y se veía algo de desesperación en sus ojos ¿A los demonios pueden importarle otros demonios?
-¡Detente! – La chica habló al fin y arrancó la mano del chico de cabello café y algo bajito de mi muñeca. – Te estás lastimando – dijo sujetando la mano con delicadeza – sabes que no puedes detener a Minho una vez que escogió una presa, ya déjalo, la vida del chico es corta, cuando termine el volverá.
-No creo volver – Minho habló ahora desde arriba de las escaleras – así que ya no vengan a buscarme y no vuelvan a tocar lo que me pertenece si no quieren que les arranque los brazos ¡Vamos Taemin!

El viaje de regreso fue algo incómodo, parecía que Minho se hundía en los recuerdos y miraba al exterior temiendo por las tres de la tarde. En cambio la conversación con los demonios me había dado un trago amargo. Sabía que iba a desaparecer pronto, pero el término moribundo me asustaba. Sabía lo que Minho deseaba de mí pero el simple hecho de oírlo de esa forma me causaba un sentimiento de inquietud. Pero esas cosas pasaron a segundo plano mientras intentaba descubrir el pasado del chico alto que se había vuelto a sentar del otro lado del pasillo con miedo a tocarme.
-Minho – decidí preguntarle, después de todo el autobús iba casi vacío – ¿Un ángel fue una de tus pertenencias, como nos llamas?
-El ángel nunca lo fue – dijo algo molesto – creí que había caído pero simplemente se fue – dijo suspirando y luego me volteó a ver con una sonrisa pícara – pero puedo comerme a cualquier ángel que yo quiera, solo que son tan poca cosa y no me llaman la atención.
En ese momento comencé a reír y él me miró asombrado.
-El ángel de esa mujer te miró como molesto – dije aun riendo – y luego dijo que si tú lograbas hacer un ángel caer con tus trucos él podía convertirte en un santo.
-Dile que se muestre al cobarde – dijo poniéndose de pie y todos en el autobús voltearon a verlo – siempre se esconden de nosotros – Me costó un buen rato para convencerlo de que se sentara.
-Es la primera vez que escucho un ángel hablar – dije después de un rato acomodándome en el sillón para tomar una siesta, el cansancio me invadía por completo.
-Parece que no queda mucho tiempo – dijo él y volteé algo cansado a verlo – si quieres estar más tiempo aquí, podemos hacer otro trato, puedes entregarme a tu hermano y te daré más tiempo – negué con la cabeza, sentía que estaba preocupado por mí, pero posiblemente solo se tratara del sueño que tenía en ese momento.
-No quiero más tratos – dije con palabras cansadas – menos por mi hermano.
-Pero no tienes mucho tiempo – dijo cambiándose de lugar para quedar a mi lado – solo un par de días. Puedo extender la marca y hacer que te quedes más, soy tan poderoso que puedo –volví a negar con mi cabeza y el sueño me ganó por completo.

Key
-Kibum, Kibum – escuchaba voces a mi alrededor que me llamaban y alguien me sostenía podía sentir un brazo debajo de mi cuello y una mano en mi hombro. Poco a poco abrí los ojos y mire a Jonghyun que me sostenía y Onew mirándome fijamente.
-¿Estás bien? – Onew preguntó primero.
-Sí – dije con una sonrisa. – Solo hablaba con una amiga – ahora confundí a los dos chicos.
-Onew creo que si se hizo daño – Jonghyun lo volteó a ver con curiosidad –el muerto viviente está diciendo disparates.
-No me hice daño Jonghyun – dije molesto e incorporándome aprisa – ella me quiso mostrar algo.
-¿Qué ella? – Onew preguntaba aun más asombrado.
-El ángel de Jonghyun – dije como si nada pasara y me puse de pie – ¿No teníamos que ir con el profesor? – dije caminando en la dirección que iban antes de introducirme en los recuerdos de esa chica. Llenos de un sentimiento cálido y tristeza.
-Espera Key – Jonghyun corrió a mi lado, llamándome Key. Eso era demasiado para mí -¿Tengo un ángel?
-Claro y ella cuida bien de ti – dije contento, pero no pensaba contarle sobre la historia de ella, parecía que no quería que se enterara. No por ahora – Ya casi es medio día, ya faltaste a clases Jonghyun, no hay mucho que podamos hacer por ahora más que ir a ver al profesor de Onew.
Onew afirmó y llegamos hasta ese lugar, claro en el camino fuimos discutiendo de todo como siempre lo hacíamos, pero ahora Jonghyun me trataba como un igual, aunque aun hacía los chistes de zombis, muertos vivientes y vampiros.
Al tocar el timbre salió el hombre que apenas conocía que nos había ayudado la última vez, cuando me desmayé. Era lato con cabello descuidado, llevaba lentes y estaba muy mal vestido, tanto que provocaba un deseo enorme de arrancarle las viejas ropas fuera de moda y quemarlas en el patio.
-Bienvenidos- saludó con una amplia sonrisa.
-Buenos días profesor – Onew saludó formalmente – ya tiene un nuevo plan para que probemos.
-Pasen primero – dijo abriendo la puerta y haciendo un ademán con su mano.
Nos sentó en la sala y nos invitó café por alguna razón acepté aunque aun no me acostumbraba a comer, simplemente nunca tenía apetito.
-Los resultados de Taemin llegaron esta mañana – dijo rompiendo una nueva discusión entre Jonghyun y yo sobre cómo debía comer cuando iba de visita.
-¿Y qué pasó? – Onew se puso de pie para preguntar -¿La marca le estaba quitando la vida? ¿Cuánto tiempo le queda?
-Aun no estoy seguro, el doctor dijo que vendría personalmente a explicarnos – dijo calmado dando un sorbo al café – por ahora quiero hacerle un examen médico al joven Kim Kibum, si él me lo permite, solo mientras llega el doctor.
-¿Para qué? – Jonghyun se puso de pie molesto – creí haberte dicho que lo dejaras en paz, Key no es ninguna rata de laboratorio.
-No deseo hacerle daño y sé que quieres que se quede contigo, pero tengo curiosidad de saber cómo funciona su cuerpo.
-No funciona – eso fue lo único que pude decir mientras veía a Jonghyun. Acababa de oír que deseaba que me quedara con él.
-Por eso solo haré un sencillo análisis médico, no tardará mucho y Jinki puede estar presente – decidí que no tenía nada de malo y terminé accediendo ante dicho examen médico. Aunque Jonghyun se molestó bastante y se quedó sentado en el sillón con los brazos cruzados.
-Haz lo que quieras – eso fue lo único que me dijo, no quería que se molestara así pero también tenía curiosidad.
-Primero quiero escuchar tus latidos – dijo tomando el estetoscopio. En ese momento solo pude reír.
-Mi corazón no late desde el día de mi muerte – dije aun entre risas y él se acercó deprisa para escucharlo. También descubrió que no respiraba, que no necesitaba comer ni dormir, para el todo era demasiado raro. Probó mis reflejos y eran perfectos, mis pupilas se dilataban de forma normal ente la luz, mis tímpanos aun percibían sonido.
Todo un misterio médico, mientras que el sufría por intentar entender mi cuerpo Onew solo se quedaba viendo su celular y revisaba la hora.
-No temas – dije mientras el profesor salía por comida para probar mi sentido del gusto –Taemin está bien, lo puedo sentir. – Dije al denotar su preocupación. – El dijo que regresaría por la tarde y así será.
-Aun así me preocupa, está con esa cosa y Taemin nunca había salido de noche y mucho menos pasaba la noche fuera de casa sin avisar y si no era contigo o con Jonghyun.
-Siempre lo envidié por eso – dije intentando llevar a Onew a otro tema, si seguía preocupándose así por su hermano se iba a desgastar – nunca pude quedarme a dormir con Jonghyun, nunca lo invité a mi casa y siempre decía que tenía algo más que hacer cuando me invitaba.
-¿Y eso por qué? – Me preguntó muy curioso, nunca le había podido decir esto a nadie, pero no sentía vergüenza, así que no importaba.
-Tenía ese sentimiento que me invadía, el deseo de querer tocarlo, de que me tocara, de que no podría parar si me lo ponían enfrente dormido e indefenso – por fin me liberaba de ese peso, se sentía muy bien decir los pecados.
-Pero eso es normal, uno piensa que no podrá detenerse, pero se asombra del autocontrol que puede llegar a tener – su respuesta me asombró bastante.
-Oh – lancé una risita -¿Onew –hyung tienes a alguien que te gusta? – El abrió grandes los ojos, como si hubiera descubierto su mayor secreto pero no obtuve ninguna respuesta por que el profesor entró con una charola con diferentes tipos de comida.
Las pruebas duraron un rato más hasta que apareció el doctor en la puerta bastante agitado y sosteniendo los papeles frente a él.
El doctor pasó como si nada a la sala y se sentó.
-Viejo amigo, tráeme un vaso con agua – mandó desde el sillón y luego preguntó -¿Quién es el chico?
-Mi hermano, pero no se encuentra aquí – dijo Onew algo molesto por la actitud de ese hombre.
-Pero debo llevármelo a la clínica en este mismo momento – al decir esto Jonghyun se levantó.
-Primero díganos usted lo que nos tiene que decir y luego nosotros decidiremos si lo llevamos o no – parecía exaltado por algo.
-Aquí está el agua – entró el profesor entregando el vaso y el hombre bajito y regordete lo tomó aprisa.
-El chico tiene una enfermedad terminal – fue lo primero que dijo, algo que no nos asombró tanto.
-Bueno eso ya nos lo suponíamos doctor Park, pero queríamos saber de qué se trata – dijo el profesor Kim bastante tranquilo, nosotros solo nos empezábamos a desesperar.
-No – el doctor se puso de pie – no entienden, el chico tiene una enfermedad terminal desde pequeño, una rara enfermedad en la que su sistema inmunológico ataca sus propios órganos, en este momento no debería ni poder moverse – ahora si nos había asombrado.
-¿A qué se refiere? – Onew fue el primero en hablar mientras todos nos lanzábamos miradas.
-A que es un defecto de nacimiento, las personas que la padecen rara vez llegan a los 8 años y es difícil detectarla porque tienen un alto número de defensas, pero la sangre de este chico está contaminada, el hígado, los riñones y hasta dudo que los pulmones estén funcionando, parece que viviera con otra cosa.
-Taemin nunca se enferma – Jonghyun habló primero y todos volteamos a verlo. Pero el tenía razón, todos sabíamos que era muy raro, pero Taemin nunca había tenido ni un simple resfriado, por lo menos eso nos contaba.
-¡La marca! – El profesor habló y corrió por un libro de estante, uno de los símbolos principales en la marca, en el pecho de Taemin es este. Levantó un libro sobre Egipto y en él se veía la cruz egipcia como todos la llamaban.
-Ank – Onew se levantó con dirección al libro – el símbolo de la inmortalidad, de la vida después de la muerte, de la vida eterna.- Parecía perdido dentro de las páginas.
-Creí que era una coincidencia porque de ella se bifurcaban más líneas y volutas – el profesor respondió y ahora el doctor era el que estaba confundido.
-Ahora me dirán que el chico sobrevive con una simple marca, Kim Minwoo deja esas tonterías y deja que el chico valla a la clínica, ha vivido más de lo que se esperaba, el doble de su tiempo pero aun así una falla cardiaca es inminente.- Me levanté en ese mismo instante al igual que Jonghyun.
-¿Quiere decir que Taemin de todos modos va a morir? – Me asustaba saberlo.
-¿Cuánto tiempo le queda? – Jonghyun preguntó un instante después de mí.
-El chico morirá a menos que le haga un trasplante, pero para entrar a la lista necesita estar en la clínica y en sus condiciones con todo y aquello que lleva reteniendo su colapso no tiene más que unos días – dijo sentándose como si perdiera las esperanzas – puedo convencerlos de que sea el primero en la lista porque en su sangre está una posible cura para esta enfermedad, pero aun así, las probabilidades son bajas.
-¡Ya basta! – Onew gritó – no quiero oír más.- Parecía dolido, el profesor empezó a acariciar su espalda pero Onew solo retiró su mano y se fue caminando de una forma lenta. Nadie pudo decir nada, el simplemente salió por la puerta lentamente mientras dejaba un camino de desesperación y tristeza.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 11+

11.- Ya nada niega la verdad

Tae
El sonido era estruendoso, el ambiente estaba cargado de olor a cigarro, alcohol y todo tipo de esencias, todo tipo de personas, todos disfrutaban el ambiente de forma diferente.
Me fijé bien en lo que me rodeaba, todos bailaban me quería unir a ellos, la música empezaba a invadir mis oídos de forma adictiva. Las vestimentas eran variadas, en el centro del club había unas cuantas plataformas donde diferentes bailarines se divertían, a las orillas había personas tomando, riéndose o en un estado más apasionado.
-Toma, apaga tu sed – me dijo el chico con el que ahora me encontraba en la pista. Por alguna razón eso y yo habíamos sido acogidos por ese grupo de chicos mientras que esperábamos la entrada al club.
-Gracias – contesté tomando la botella de cerveza, me moría de sed así que acepté el gesto del chico alto con cabello pintado de un tono claro. Desconocía su nombre o el de alguno de sus amigos, pero no me importaba en lo más mínimo me gustaba llevarme por la embriagante música, seguí bailando no dándole más importancia.
Los chicos de ese grupo entraban y dejaban la pista a ratos, las chicas parecían querer bailar todo el tiempo, pero no lo hacían sin pareja. Yo bailaba a ratos con ellas, porque no quería alejarme de ese lugar mi cuerpo me pedía a gritos bailar.
-Bailas muy bien y eres muy lindo – dijo una de ellas abrazándome, provocándome que me sonrojara. Su aliento apestaba a alcohol y se tambaleaba.
-Tranquila, no asustes al chico – dijo el tipo alto que se había quedado a mi lado casi toda la noche. La apartó y se la llevó de regreso, otro chico más me jaló con él y terminamos bailando energéticamente sobre una de las plataformas. Parecían chicos divertidos, me hubiese gustado ser su amigo, pero ya no tenía tiempo para eso, esa noche solo disfrutaría.
Las luces cambiaron un poco y la música se tornó más movida, el club se llenó de una nueva melodía, Hands Up, la conocía bien. Key y Jonghyun adoraban esta canción y siempre se ponían a saltar levantando la mano al escucharla. Seguí moviéndome con el ritmo, pronto vi como varias personas me observaban al moverme pero simplemente no me importo.
Luego alguien tocó mi hombro y decidí voltear.
-Toma – el chico alto había vuelto y me entregaba otra cerveza – tenemos que hacer lo que dice la canción – gritó cerca de mí y seguimos bailando.
Pasó un rato hasta que sentí que el sudor bajaba por mi espalda y el aire se escapaba de mis pulmones, ni mis fuertes y rítmicas bocanadas permitirían que me recuperara. Decidí ir a sentarme un momento, igual la canción que estaban tocando no era de mis preferidas.
-¿A dónde…? – No escuché bien al chico alto y me acerqué un poco más para oír lo que me preguntaba. -¿A dónde vas? – Ahora si había oído. Me acerqué a su oreja a contestar.
-Me sentaré un momento – le dije.
-Vamos a la barra – tomó mi mano y me jaló a ese lado.
-¿Por qué no vamos a la mesa? – Dije pero el volteó confundido -¿Por qué no vamos a la mesa? – Grité ahora cerca del oído.
-Tu amigo la está ocupando – me gritó de regreso y decidí voltear en la dirección de la mesa donde los chicos descansaban y dejaban sus bebidas y donde las chicas pusieron sus suéteres y bolsos.
Y ahí estaba el demonio haciendo sus tareas demoníacas. Ahora besaba a una chica de forma apasionada en uno de los pequeños sillones. La chica estaba prácticamente sobre él y la tomaba de la cintura con fuerza, ambos ya se mecían demasiado.
-¿Qué quieres tomar? – La voz del chico lo despertó de seguir viendo esa escena y apretando los puños con fuerza.
-Creo que nada, será mejor que me vaya ahora que esta distraído – dijo en tono de voz normal, lo cual no era fácil de escuchar en ese lugar. Me di la vuelta y me dispuse a salir.
-¿Ya te vas? – El chico me siguió y me preguntaba esto al oído. Solo afirmé –entonces te acompaño – caminó a mi lado hasta la salida. Tenía mis oídos aturdidos por la música, pero hasta el aire se sentía más limpio.
-¿Dónde vives? – El chico me preguntó aun con tono de voz alto.
-No te preocupes puedo llegar solo – dije sin problemas estaba algo mareado y feliz, por así decirlo, pero solo habían sido dos cervezas, podía aguantarlas.
-No lo creo – dijo riendo – caminas bastante raro. – Se acercó más y tomó mi mano – Yo te llevaré.
Me empezó a jalar con demasiada emoción y velocidad, si iba tan rápido claro que mi cabeza daría más vueltas. Ahora recordaba que Jonghyun siempre me decía que las personas debían aprender a beber, aunque era obvio que él no sabía cómo. Siempre terminaba poniéndose muy mal, simplemente no tenía autocontrol.
Y ahí estaba de nuevo llenando mi mente con sus recuerdos, a estas alturas esperaba haberlo olvidado o simplemente haberme rendido por completo. Pero el corazón es testarudo y la razón débil.
Cuando me fijé el chico me había arrastrado hasta un callejón y me empujó contra la pared de una forma muy brutal. Luego me tomó de las manos y las puso contra la pared.
-No me puedo resistir más a algo tan lindo como tu – dijo y luego me plantó sus labios sobre los míos.
¿Qué sentía en este momento? Confusión creo, simplemente no lo entendía, debería sentir miedo. Pero no lo sentía, debía estar preocupado, pero algo simplemente me decía que ese tipo tendría su merecido dentro de poco.
-Eres muy obediente – dijo alejándose de mis labios con su respiración acelerada y luego se dispuso a bajar a mi cuello.
-No me gusta compartir lo que me pertenece – una voz se hizo presente en el callejón y lo obligó a voltear. Detrás de él apareció la sombra negra a la que más temía y al ver mi cara de susto giró su cabeza sobre su hombro – ahora que has tocado lo mío debes ir directo al infierno – Minho tomaba su forma humana tras de él y lo empujaba con un solo brazo para que saliera volando directo contra la pared del frente. Golpeó el muro fuerte y luego cayó dos metros abajo sobre un montón de basura.
Me volteó a ver con una mirada de odio, pero ahora sus ojos no eran rojos. Volvían a tomar el tono café con solo un ligero toque de rojo en los bordes.
-¿Desde cuándo dejas que cualquiera te toque? – Dijo molesto avanzando hacía mi.
-No hay mucha diferencia entre él y tú – dije molesto y comencé a avanzar fuera de ese callejón.
-Creo que aun no entiendes que me perteneces bocadillo – dijo y luego vi una luz que provenía de detrás de mí. Gire y vi su mano en llamas, como cuando era pequeño, luego chasqueó los dedos y el cuerpo de ese chico se incendió en una llama verde.
El gritaba y se retorcía del dolor mientras que las llamas lo cubrían.
-¡Detente! – Grité viendo la horrible escena.
-Espero que te sirva para recordar quien soy – dijo chasqueando de nuevo y el chico estaba libre de las llamas y parecía no estar herido.
-Ni lo intentes, lo recuerdo a cada momento – dije girándome para regresar a casa.
-Debes seguir bailando – dijo parándose frente a mi – me estaba entreteniendo bastante con tu seductor bamboleo.
-Estabas más entretenido con otra cosa – seguía molesto por eso.
-No me dejas tocarte, tenía que quitarme la sed con otra cosa – dijo acercándose y soplando en mi oreja para luego volver a aspirar – pero creo que la comida chatarra no se compara con este fino bocadillo gourmet.
-Me regreso a casa – dije caminando otra vez, por un momento me había petrificado, pero no podía tocarme, aunque aun así intentaba provocarme.
-Es tu noche de placer – dijo a mi lado – ha de haber otra cosa que desees hacer en esta vida – me hizo pensarlo un momento, pero había otra cosa que deseaba hacer además de bailar sin control.
-Una película de terror – dije con la mirada perdida. Nunca había visto una, no me llamaban la atención me parecían absurdas. Mi hermano las adoraba y Kibum y Jong me habían invitado a una unos días antes de mi torpe confesión y la muerte de Key.
-Conozco un cine abierto, vamos – dijo empezando a avanzar. Nunca pensé que conociera un cine, que conociera algo.
-¿No me vas a decir que estoy desaprovechando o una de tus locas e inmorales lecciones sobre el placer? – Pregunté asombrado, no esperé que accediera tan fácil.
-Si quieres una lección de placer puedo ofrecértela mi bocadillo – dijo mirándome – pero esta es tu noche y tú decides – se giró para seguir caminando.
Caminé por la acera un rato y luego me tropecé sin caer.
-No quiero que te mallugues mi fruto prohibido – dijo mirándome y parecía que había tratado de detenerme por si me caía, pero era obvio la razón por la que no me había tocado – si solo bebiste dos cervezas, me asombra lo poco que aguantas.
-Vamos por mi película para que vuelva a casa – dije avanzando a su lado con orgullo, fingiendo que estaba bien – y deja de ponerme más apodos raros.
-El alcohol te vuelve aun más rebelde – dijo caminando detrás de mí. – Te ayudaría a caminar, pero debes quitarte el medallón.
-Creí que ayudar no estaba en tu vocabulario demonio posesivo – hablaba normal con él, lo que me asombraba – además no pienso quitármelo esta vez no me engañarás para que lo haga.
-No tengo que engañarte, al final tu mismo me permitirás tener todo, ya te lo había advertido, tu alma, tu vida y tu cuerpo me pertenecerán – volvía con su discurso habitual, ya me había acostumbrado, a lo que más le temía ahora solo parecía una molestia.
Seguí avanzando con un poco de dolor de cabeza y luego me di cuenta que había seres brillantes. No eran solo algunos, todo se empezaba a llenar de ellos.
-¿Qué son esos? – Presioné mi frente y cerré mis ojos tratando de acomodar mi vista.
-Son ángeles, eso deben ser, por el momento creo que son ángeles.
-Hay muchos – dije abriendo los ojos y entrecerrándolos intentado identificar las formas.
-Claro que sí, todos tienen un ángel – dijo caminando ignorando.
-¿Por qué están mirándote? – Pregunté al notar como todos se paraban o giraban al vernos pasar.
-Porque soy un demonio – dijo como si nada pasara.
-¿Por qué se quedan parados y no hacen nada? – Volví a preguntar, parecía que lo fastidiaba.
-Yo qué se, no los puedo ver – dijo molesto y avanzando más rápido – solo se muestran cuando quieren, malditos esclavos empáticos.
-¿Por qué los puedo ver? – Era raro que los viera de repente.
-Bien ahora me siento observado, tenías que decirme que me estaban viendo, aunque sentirme observado por ellos, me parece excitante – había cambiado el tema. Pero aun así me intrigaban tanto las criaturas, había tantas como personas en la calle, si una detrás o junto a cada persona.
-¿Todas las personas tienen ángeles? – Pregunté para ver si mi observación era correcta.
-Si casi todas – dijo girando en una calle.
-¿Jonghyun tiene uno? – Necesitaba saberlo.
-Deberías sacarlo de tu mente, esa también me pertenece. Pero sí el fastidioso tiene un ángel aun más fastidioso y odioso que él. No deja de estar jodiendo y no sigue las reglas como los otros – me alegré un poco al oír sobre esto.
-¿Y Key? – Sabía que Kibum era un caso diferente.
-El ya no tiene ángel, pero si tenía uno era un ser moralista y me encantó cuando se lo arrebaté, se sintió tan bien como cuando como carne – dijo enfrente del cine al que se refería. Me asombré que aun estuviese abierto. Nos paramos un momento ahí afuera, parecía que la plática relacionada con los ángeles le afectaba.
-¿Y mi ángel? – Pregunté a lo mejor él lo había visto alguna vez.
-No tienes – dijo serió.
-Tienes razón, hice un pacto contigo, supongo que no merezco un ángel – dije algo triste, pensé que si lo podría ver el me daría una solución para mi asunto – ¿Y mi hermano?
-Tu hermano puede ver pero no desea ver seres puros, solo los obscuros, pero si girara su vista vería el ser más perfecto y hermoso junto a él – me dolió, era la primera vez que decía algo así – bien para que no te quejes yo pagaré los boletos – sacó una cartera rosada de piel de su pantalón.
-¿De dónde sacaste eso? – Pregunté suponiendo la respuesta, cuando todos dejaron las cosas en la mesa del club él se ofreció a cuidarlas, eso había sido bastante raro.
-De la mesa del club – dijo pidiendo los boletos al hombre adormilado que veía la televisión en la taquilla – los humanos son demasiado ingenuos.
Tras decirle algunas cosas que solo ignoró entramos al cine, entonces descubrí que clase de lugar era. Estaba lleno de parejas que se besuqueaban en la obscuridad. No se podía ver mucho pero toda clase de gemidos y sonidos provenían de las butacas, decidí ignorar esto y me senté a ver la pantalla. Mi primera película de terror simplemente no me daba miedo, pero me hacía sentir algo emocionado. Me intrigaba la historia, era una película vieja pero famosa en corea. Dos hermanas que vivían con su madrastra, todo fue tan psicológico y retorcido, ahora entendía porque mi hermano le gustaba verlas aunque estuviera llorando de miedo todo el tiempo.
-Eso fue interesante – salió estirándose Minho – los humanos tiene una concepción muy tonta sobre los espíritus. Pero obtuve buenas ideas para divertirme. – eso no era buena idea no quería que se subiera a mi cuerpo en la noche debajo de las sábanas. Era una idea escalofriante.
-Está por amanecer – miré hacia las montañas para ver el tono naranja que empezaba a salir.
-Bien en ese caso escoge un último destino – me asombré. Sonaba como los tres deseos del genio de la lámpara. Volvía con Sherezada, parecía que ese libro me perseguiría por un largo tiempo.
-La playa, nunca fui a la playa – era demasiado por pedir, pero no me quería quedar sin decirlo.
-Pediste lo mismo – dijo agachando la cabeza y sacando algo de su pantalón – como no me dejarás tomar una motocicleta. Usemos esto para comprar boletos de autobús – sacó varias carteras negras, rojas, cuadradas, rectangulares. En este momento no me quedo otra más que reír.

Key
Llegamos a casa de Taemin muy temprano, apenas amanecía, pero nos asombramos al ver las patrullas al exterior. Varios oficiales estaban fuera de la puerta de la casa.
-Kibum quédate aquí – dijo Jonghyun dejándome al otro lado de la calle y corriendo hacía la casa. Miré a mi nueva amiga voltearme a ver confundida.
-Cuídalo- sonreí desde el otro lado de la acera y Jonghyun también volteo a verme, luego se giró rápido al verme sonriendo ahí. Me puse detrás de un árbol y decidí esperar y observar desde ahí.
Al principio pensé que la madre de Taemin había exagerado y llamado a la policía, pero tenía que pasar más tiempo para que lo consideraran como desaparecido. No entendía lo que pasaba, pero luego los policías fueron dejando el lugar poco a poco y las patrullas arrancaron para alejarse por la calle principal.
Pasaron unos momentos y Onew y Jonghyun llegaron corriendo hasta donde estaba.
-¿Qué pasó? ¿Qué hacían aquí? – Pregunté mientras los dos recuperaban el aliento.
-Vinieron por Taemin- dijo Jonghyun- parece que un testigo lo vio en el cementerio el día que profanaron tu tumba.
-Ese maldito demonio anda por ahí haciendo que Taemin luzca más culpable – dijo muy molesto el hermano del pequeño.
-Le hablaré al celular –dije tranquilo, no sentía ese tipo de preocupación, sentía necesidad de saber de Taemin, pero no temor a los policías.
-Ya lo intenté, pero no contesta – dijo Onew molesto.
-Bueno Taemin –me contestó al instante.
-Key, buenos días – tan atento como siempre, parecía bien, pero aun así debía decirle algo por no estar en su casa en toda la noche. Fingí un poco de enojo.
-¿Dónde estás? – Pregunté en un tono de demanda – Tu familia está muy preocupada ¿En qué pensabas?
-Lo siento Kibum – dijo algo arrepentido. – Voy en camino a la playa, siempre quise ir.
-¡Espera! –Jonghyun gritó – fuiste a la playa y no me llevaste – gritó contra el teléfono.
-Ese no es el punto Jonghyun – le dije empujándolo.
-¿Por qué? – Onew dijo por lo bajo y miraba el piso mientras presionaba con fuerza sus manos formando apretados puños – ¿Por qué no me contesta a mí?
-¿Hyung? – Se escuchó al otro lado del teléfono.
-¿Por qué te escapaste con eso? ¿Por qué no me dejaste que cuidara de ti? – Onew estaba por llorar.
-Lo siento hyung, me tengo que ir, perdóname, volveré esta tarde – la llamada se cortó.
-Onew vamos con el profesor – le dije tocando su hombro – debemos decirle que eso sigue por aquí.
-Vamos – dijo levantando la mirada y muy decidido.
Empezamos a caminar, pero luego noté que la chica no nos seguía.
-¿Sucede algo? – Siempre iba tras Jonghyun pero ahora solo se quedaba viendo a la casa de Taemin. Negó con la cabeza y luego extendió su mano para que la tomara.
Jong y Onew se me quedaban viendo pero no me importaba hablar con la nada. Tomé la mano pensando que quería decirme algo telepáticamente como siempre. Pero para mi sorpresa todo giró a mí alrededor y miles de rayos de colores me llevaron a otro lugar donde llovía.
Mire a todos lados, estaba en un lugar diferente, un poco más rural. Llovía con fuerza pero no me mojaba, simplemente sabía que no estaba en ese lugar. En un pequeño techo de una parada de camión se encontraba ahí ese ángel pero ahora con una forma más humana traía puesto un uniforme y veía hacía el otro lado de la calle. Frente a ella estaba el más lindo chico con la sonrisa más perfecta.
-Jonghyun – dije suavemente. Ante mis ojos estaba Jonghyun jugando en la lluvia una joven y tierna versión de Jong, debía estar en la secundaria. Vi de nuevo a la chica que estaba a mi lado viendo también la alegre escena, su mirada estaba llena de ilusión, alegría y tal vez amor.
Muchos sentimientos llegaron a mí con esa escena pero luego sentí el dolor, la tristeza, la separación y el deseo de proteger esa sonrisa. Ahora lo entendía ella se había vuelto ángel por Jonghyun.
-¿Por qué me muestras esto? – Le pregunté algo preocupado por la respuesta.
-Temo por lo que venga en el futuro – dijo en mi mente – por eso quiero que tu protejas esa sonrisa si todo termina mal.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 10+

10.- Golpea fuerte en mi pecho

¿En qué momento apareció? Me preguntaba mientras abría mis ojos poco a poco. Esa tarde había sentido dolor, extrañaba esa sensación que presiona tu cuerpo y te estremece, descubrí que no era fácil describirlo. Porque uno está acostumbrado a sentir dolor pero cuando no lo siente no puede describir de qué se trata. He escuchado de personas que nacen sin la habilidad de sentir dolor debido a una enfermedad en los nervios. Es muy peligroso porque no saben que se están haciendo daño a ellos mismos, muchos de los bebés que nacen con esto mueren a corta edad debido a que al no sentir no tienen señales de auto supervivencia. Por mi lado sabía que todo lo que hacía me estaba dañando, no sentía dolor pero tenía un razonamiento si me quedaba más tiempo en ese apartamento sería el único que sufriría. Pensaba todo esto mientras veía eso que había parecido simplemente no le di importancia.
La habitación estaba hecha un desastre, era el resultado de nuestra épica batalla en la tarde. Recordaba poco de lo ocurrido, pero todo se veía tan tranquilo, no sabía si se habían desecho de eso o no. Me sentía mal por no haber ayudado, revisé la habitación, en la obscuridad no pude ver nada irregular – Espero que todos estén bien- pensé mientras veía toda la obscuridad y las sombras que reflejaba esa luz de en medio de esa habitación -¿En qué momento apareció? – Me volví a preguntar al ver esa luz. La volví a ignorar y vi hacía la esquina de la puerta, mi maleta improvisada y mis cosas seguían en el mismo lugar.
Caminé hacia ellas. Quería saber cómo estaba Taemin, cómo estaba Jonghyun, si Onew lo había logrado, todas esas cosas rondaban por mi mente pero no podía quedarme más tiempo, si no me arrepentiría de irme. Pero no deseaba ver a Jonghyun con mi monstruoso ser y vivir una vida que ya no me pertenecía. Tomé mis cosas y decidí salir. Pero para mi sorpresa la luz se puso frente a mí.
-No piensas dejarme salir – la forma humana de esa luz negó con la cabeza -¿Sabes qué no soy una buena criatura? – le hablé de la forma más natural, como si siempre hubiese estado ahí, tal vez siempre había estado ahí, pero nunca me había dignado a verla.
Afirmó con una sonrisa ante mi última pregunta.
-Entonces lo mejor será que me vaya – le dije intentando avanzar de nuevo, pero puso sus brazos sobre mí tratando de detenerme. – No puedo quedarme aquí – sentí como algo cálido recorría mi piel ante su contacto. Ella afirmó, parecía que deseaba que me quedara.
-No quiero que te vayas – una voz resonó en mi cabeza, una voz suave y pacífica, me recordaba a una que había escuchado tiempo atrás.
-¿Eres un ángel verdad? –Pregunté y ella afirmó, al parecer solo podía comunicarse conmigo por pensamientos y di yo deseaba oír eso que me decía. – Entonces sabes que hice un pacto con un demonio y por eso no puedo seguir tu mismo camino – ella afirmó de nuevo. Volví a tomar la maleta que había dejado en el piso.
-Pero quiero que te quedes – su armónica voz me volvió a llenar de paz la mente. –Se que saliste de tu sendero y buscaste el mal por egoísmo, pero me pidieron que te vigilara, tu ángel está preocupada por ti, también tu familia. Además quiero ser egoísta también y pedirte que te quedes con Jonghyun – no entendí porque lo último era egoísta, parecía que esta chica me conocía más de lo que esperaba.
-Lo siento, no puedo seguir dañándome de esta forma, también tengo instinto de auto supervivencia – dije moviéndola a un lado suavemente.
-Vuelve este suplicio tu penitencia – la había pasado y volteé a verla asombrado – se que duele, a mí también me duele, pero todo tiene una razón de ser, y quiero que te quedes con nosotros Key – su armoniosa voz era muy convincente, simplemente decidí escucharla, era lo que debía hacer después de haber ignorado la otra y haber caído como un idiota en la mayor estafa de un demonio pervertido.
-Me quedaré por un tiempo – le dije y ella solo sonrió.
-¿Con quién hablas? – Jonghyun se apareció en el pasillo frotando un ojo como niño pequeño adormilado, despeinado y con su pijama de siempre, solo el pantalón. Mi acompañante solo sonrió y corrió tiernamente hacia él y empezó a brincar a su alrededor.
-Con ninguna persona – contesté al ver la tierna escena de la chica que lo veía como si se tratara el mejor regalo de la tierra. Deseaba yo también tener un sentimiento así de puro.
-¿Ya te encuentras mejor? – Dijo terminando de frotarse un ojo y viéndome con curiosidad. El Jonghyun adormilado era de lo más lindo.
-Sí, gracias – dije aun sin creerme su amabilidad – regresa a dormir – le dije empezando a recoger las maletas que había hecho. Le preguntaría sobre todo lo que había pasado la mañana siguiente.
-Buenas noches – dijo dando la vuelta – tu también intenta descansar un poco más – un vuelco en mi corazón hizo que sintiera un latido, lo que daría porque bombeara sangre por mis venas.
-Ya duérmete – le mandé con mi tono de madre del que siempre se burlaba Taemin – que los ángeles te acompañen – dije por lo bajo viendo como la chica saltaba con alegría detrás de él. – Jonghyun me preguntó ¿Si hubiese muerto por completo y viajado a donde tendría que ir ahora sería tu devoto ángel y me hubiese quedado a tu lado sin dañarte?

Amaneció en el departamento y yo ya me encontraba preparando el desayuno. La comida balanceada y saludable como a Jonghyun le gustaba pero nunca podía prepararse. Escuché un ruido detrás de mí.
-Más te vale que te hayas lavado la cara y las manos antes de presentarte en mi cocina – dije con una sonrisa, me gustaba hacer las labores domésticas para Jong.
-Rápido Kibum, vístete, Onew me habló, esa cosa estaba con Taemin anoche y nunca volvieron a casa – Tomó mi mano y me jaló al exterior de la cocina. Intentó moverme más pero yo me quedé estático mirando fijamente a Jonghyun -¿Qué pasa? – Me preguntó acercando su rostro.
-Me llamaste Kibum – me llené de alegría y luego recordé lo que había dicho después – luego celebro, debemos buscar a mi hijo -Corrí hasta la puerta. Jonghyun también estaba incrédulo de que me hubiese llamado por mi nombre, pero reaccionó rápido al verme en la puerta.

Tae

Mi madre me pasó a la sala y el chico ahora platicaba con mi padre alegremente, mi padre rara vez estaba en casa y ahora platicaba con él.
-¿Qué es lo que quieres? –Pregunté lleno de odio.
-¡Taemin! –Mi madre golpeó mi nuca – Esa no es forma de tratar a un amigo.
-No se preocupe señora Lee, es tarde y llegué de sorpresa – volvía a aparentar como odiaba que lo hiciera – creo que también me molestaría si fuera Taeminnie.
-No tienes derecho a llamarlo Taeminnie – Jinki llegó a la escena más que molesto.
-Hijo, tu también –mi madre lanzó una de sus miradas asesinas – saben que chicos, suban a la habitación de Taemin, yo les llevaré algo allá arriba.
Mi madre empezó a insistir y terminamos los tres lanzando miradas de odio entre nosotros en el pasillo de arriba.
-Hoy me divirtieron bastante – el primero en hablar fue Minho.
-Por qué no desapareces de una vez – Jinki trató de golpearlo.
-No quiero, me agrada estar aquí, deberíamos quedarnos más tiempo Taemin- dijo intentando acercarse a mí, yo seguía asustado de lo de la tarde por lo que intenté retroceder pero la pared se interpuso en mi huida.
-¡Déjalo! – El grito de mi hermano me hizo abrir los ojos que había presionado con fuerza al sentir el frio muro. Su mano tocó el borde de mi rostro y cerré de nuevo los ojos, empezó a acariciar pero…
-¡Un medallón! – Miré a la cosa de enfrente sujetando su mano con fuerza y como esta se veía quemada y aun salía humo y algunas cenizas caían.
-Perfecto – Jinki dijo poniéndose entre esa cosa y yo – parece que no puedes tocarlo, el medallón si funciona.
-Bravo bravo – dijo el chico aplaudiendo – un éxito entre todas las fallas del día de hoy.
-Por lo menos yo tuve un éxito, tu solo fallaste el día de hoy.
-Esta es la guerra Onew, por más que protejas a uno de los tuyos no debes olvidar que los otros también pueden caer – dijo esto acercándose a mi hermano y tomó su rostro con fuerza, Jinki intentó zafarse, pero sus rostros seguían acercándose, relamió sus labios con su larga lengua dispuesto a saborear a mi hermano, como el decía. No lo soporté más y lo empuje.
-¿Pero qué haces? – Gritó verificando las marcas donde lo había tocado, también se había quemado de la misma forma que su mano.
-¿Está todo bien haya arriba? – Mi madre preguntaba desde la sala.
-Si señora Lee – Minho me miró con un profundo odio – solo le contaba algo a Taemin.
-Está bien, pero no hagan tanto ruido – mi madre era una mujer muy ingenua – Jinki, ven a ayudarme a la cocina, deja a tu hermano con su amigo – la reina de la ingenuidad. Miré preocupado a mi hermano.
-Tranquilo todo está bien, no me tardaré, solo recuerda que no puede tocarte – Jinki me dijo tomando mi mano y soltándome suavemente.
-Vaya sabe desaprovechar muy buenas oportunidades – eso lanzaba una sonrisa pícara y lo volteé a ver con duda, me contestó de una forma muy rara – si yo fuera él ya te habría tomado por la fuerza hace mucho tiempo, puede que te hubiese gustado – dijo abriendo la puerta de mi cuarto y entrando como si nada.
-¿Cómo sabías que era mi habitación? – Dije mientras él se acostaba en la cama.
-Ya he estado aquí varias veces – dijo tomando mi pijama de debajo de mi almohada y aspirando su olor – tu aroma es tan tentador y te vez tan delicioso cuando te duermes, me he controlado tanto para no comerte.
-Pues sigue controlándote, dentro de poco te puedes llevar mi alma – respondí molesto al ver como empezaba a morder mi pijama.
-Me controlo bastante bien – dijo sentándose – todos estos años, viéndote tan delicioso, oliendo tan esquicito, el sabor salado de tu piel, tu exquisita sangre, me tomo mi tiempo para detener mis impulsos, pero cuando me molesto simplemente no puedo parar. Esta tarde creí que lo lograría que saborearía más de ti. Pero si piensas que solo quiero tu alma te equivocas, deseo tu cuerpo, tu vida, tu esencia, tu aroma, simplemente lo deseo todo – estaba parado muy cerca de mi suspiraba estas palabras a mi oído sin tocarme. Solo pude cerrar mis ojos, pero luego sentí como se alejaba.- No es tan divertido si no me permites tocarte – dijo acostándose en mi cama y descansando su cabeza en sus brazos para ver el techo – ponte a hacer lo que siempre haces ¿No piensas estudiar hoy como loco para la universidad a la que quiere tu padre que entres?
-¿También piensas meter a mi padre en esto? – Dije molesto al ver que conocía los deseos y ambiciones de mi viejo.
-No tiene sentido, la verdad casi no le tienes aprecio y mi objetivo es dañar todo lo que aprecias, no deberías culpar a ese hombre por arruinar tu vida, cúlpame a mi – dijo girándose para acostarse de lado en la cama y darme la espalda – fue por mi culpa que volviste tu vida tan aburrida, que alejaste a todas las personas, que no tienes sueños ni ilusiones para el futuro, porque sabes que me perteneces y al final vendrás conmigo – el tenía razón, si no tenía amigos y no salía era por temor a él. Por el simple hecho de saber que vendría por mi algún día y me alejaría de todo lo de aquí.
Me senté a estudiar al ver que no diría o haría nada más, por lo menos mi padre y mi madre estarían orgullosos de mí antes de desaparecer eso pensé.
-Key piensa quedarse con Jonghyun – dijo cuando avanzó un poco más la noche, me asombraba que Jinki no hubiese vuelto más que una vez para checar que hacía eso y otra para traer bebidas y algunas galletas. Ya era tarde, mi madre debió suponer que Minho se quedaría esa noche por que no había dicho nada más y todos creían que estaba ya dormido en mi cama. Pero no creo que eso durmiera, solo miraba la pared en silencio, algo me decía que era lo único que hacía.
-Eso es bueno – dije repasando varias fórmulas del libro y haciendo anotaciones con el lápiz.
-Puede que no te quede mucho tiempo en este mundo – dijo girando en la cama para ver de nuevo al techo- tú no eres como los otros con quienes he hecho tratos.
-Soy especial – dije anotando todavía, me había acostumbrado a su presencia en mi cuarto. Tenía varias horas ahí sin moverse – y tú estás herido – dije dándole a entender que sabía lo que pasaba.
-Mi bocadillo tan interesante como siempre – dijo sentándose en la cama –pero me repondré rápido, no debes preocuparte por mí – ahora se ponía de pie.
-Yo no me preocupo por ti – dije aun viendo el libro – no me interesa lo que te pase, si desapareces es mucho mejor para mí.
-Pero yo si me preocupo por ti – lo miré asombrado ante sus palabras ahora estaba recargado en mi escritorio – tu vida es muy aburrida y la piensas abandonar de la misma manera. Cada vez que hacía un trato las personas despilfarraban dinero, comían como locos, bebían sin control, pedían mujeres y se dejaban llevar por los placeres. Tú ni siquiera te has tirado a una chica – se detuvo un momento y luego lanzó una ligera sonrisa – bueno o un chico, comes mucho pero no excedes, rara vez te satisfaces a ti mismo, si no es que lo bajas con una ducha helada, y si lo haces es con la foto de Jonghyun que tienes debajo de tu colchón, ni siquiera vez a otras personas, eres un fiel y asqueroso puritano. Te estoy dando la oportunidad de que hagas las cosas sin control, por lo menos una noche deberías dejarte llevar por el placer.
-Yo paso – dije molesto ante sus palabras – es cierto soy un asqueroso puritano, pero así estoy bien.
-Ha de haber una cosa, solo una cosa que quieras hacer antes de morir – dijo son una pícara sonrisa.
-No quiero hacer eso – dije levantando mi mano dándole a entender que lo tocaría si se acercaba más.
-¿Pero qué tal bailar? – Abrí los ojos – bailar sin control toda la noche hasta no poder más – era lo que más me llamaba la atención, Key me invitaba a veces pero siempre me alejaba de algo tan divertido, si me llegaba a gustar mucho mi vida sería doloroso dejarla, eso pensaba cuando sugerían actividades divertidas – bailar representa el deseo del cuerpo humano, tu cuerpo está lleno de deseo, puedo sentirlo, es como un aroma que surge por los poros de tu piel. Mi delicioso bocadillo se movería a un ritmo exquisito.
Afirmé con mi cabeza y luego escuché a Jinki pasar por el pasillo.
-¿Vendrás verdad? – Minho había abierto mi ventana y ahora se disponía a salir por ella. Abrí los ojos ampliamente. Pensaba en ese momento todos los pros y contras de esa situación.
-Taemin ¿Sigues despierto? – Mi hermano preguntaba fuera de mi puerta.
Me levanté y decidí seguir los grandes ojos que me guiaban al exterior, había caído en su juego una vez más, pero esta vez mi deseo era mayor, simplemente no me podría detener, disfrutaría de esa noche para esfumarme luego.
-No soy Sherezada- repetí en mi cabeza – soy el sultán y estoy cayendo en el engaño.

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Tu mirada en la obscuridad +Capítulo 09+

09.- Mirada de obscuridad

Había corrido a consolar a Key, no deseaba oír nada más sabía que esa cosa lo quería manipular para que le hiciera algo a mi hermano. Vi como lanzó su mirada y entendí al instante que sus planes eran que me molestara con Kibum, pero yo no haría algo como eso. Sabía que ese trato estaba mal pero no podía culpar a mi amigo, el era demasiado valioso para mi, tanto como mi hermano, no quería un estúpido trato en donde fuera uno u otro.
Lo abracé con fuerza, su cuerpo estaba tan frio, supongo que eso era normal en el ahora.
-Tranquilo Kibum, ignóralo, creí que ignorarlo era la solución – acariciaba su cabello hincado a su lado quería protegerlo, era obvio que se trataba del mismo Kibum de siempre, pero esa cosa lo engañaba con su propio temor de volverse un monstruo.
-¿Taemin? – Me miró con sus ojos llorosos y con ternura, sentí como se aferró tomando mi playera.
-No te preocupes Kibum, el no puede cumplir su parte del trato, así que tu no debes cumplir la tuya – le dije dándole a entender que estaba enterado y no me importaba– quédate aquí con Jonghyun era obvio que él te necesita, yo ya no tengo esa clase de sentimientos por él – había decidido hace tiempo alejarme y eso lo sabía, solo había utilizado esa sucia técnica para deshacerse de Jinki, era obvio que los estudios de mi hermano representaban un peligro para él, bueno esa fue mi conclusión en ese momento. Le lancé una mirada retadora al ver como Kibum se calmaba ante mis palabras y yo arruinaba sus planes. Parecía que podía ser Sherezada.
-¡No me provoques pequeño bocadillo! – Sentí un fuerte jalón en mi brazo que acompañaba estás palabras me jaló un poco más y luego sentí un dolor asombroso en mi espalda provocado por la fría pared. – Tu no deberías meterte en mis planes – estaba muy enojado, no lo había visto así, ni siquiera cuando lo había insultado en el parque.
-¡Suelta a mi niño! – Key forcejeaba contra su brazo, su mano había tomado mis dos muñecas y las había puesto sobre mi cabeza, con una sola mano me levantaba del piso, mis piernas pataleaban tratando de zafarme pero era demasiado duro el amarre. Quise gritar pero mis gritos eran ahogados, vi como Key se levantaba de donde había sido aventado, pero cerré los ojos al instante que esa larga lengua se depositaba en mi cuello y luego los filosos dientes la acompañaban para marcar mi cuello y partes de mi pecho. Un fuerte sonido hizo que abriera los ojos, Kibum había roto una lámpara contra su cabeza, pero él no se detenía.
-Detente, por favor detente – mis lágrimas querían salir, al ver a mi amigo luchando por mí y a punto de presenciar una de las escenas más vergonzosas, parecía que no sería Sherezada, era demasiado débil y tonto. Su mano estaba en mi cintura, sentí como tocaba mi piel debajo de la camisa poco a poco fue subiendo tocándome con bastante calor hasta llegar a mi pezón y apretarlo con fuerza quise gemir pero su lengua se encontró de nuevo en mi paladar y todos los rincones de mi boca, volvía a morder y sofocarme de forma salvaje. Una silla se rompió en la espalda de mi atacante pero eso solo hizo que se separara por un momento.
-Que gracioso –giró su cabeza pero seguía tocando mi tórax y subiendo mi playera- pero ahora no quiero interrupciones – lanzó a Key con tal fuerza que aterrizó en una mesa que estalló ante su peso.
-¡KEY! – Mi corazón se detuvo al ver el cuerpo de mi amigo, atravesado por maderos y vidrios. Luego esa cosa se separó de mi y lanzó una mirada diferente, sus ojos eran más humanos y se veían llenos de tristeza, me quedé embobado viendo esa mirada, ya no me estaba tocando, ni acariciaba mi cuerpo con su asquerosa mano, solo me veía lleno de dolor.
-¡TAEMIN! – El grito de Key y el sonido de mi celular me hicieron voltear, cuando volví a ver a mi atacante su tenebrosa mirada había vuelto y volvía a acercarse a mi rostro, pero pasó de lado hasta mi oreja.
Mordió mi lóbulo una vez y se delimitó el borde de mi oreja con su lengua – Eres más delicioso de lo que recordaba, fueron duros días sin ti – volvió a morder y sentí una punzonada de dolor, mi oreja estaba sangrando el ahora lamía el cálido líquido que bajaba por mi cuello. Pude ver a Kibum con un vidrio en su mano pero al tocar el hombro de esa cosa se rompió en cientos de pequeñas piezas, Key se movía con dificultad pero seguía golpeando la espalda.
-Key – dije suavemente ante la excitación que me producía que lamiera con tanta suavidad y sin lastimarme.
-Eres demasiado puro – dijo alejándose un poco y lanzándome otra mirada confusa – te vuelves cada vez más delicioso, preocupándote primero por los demás cuando tú estás en una situación peligrosa – tomó mi barbilla y obligó a que abriera mi boca, me besó otra vez, pero también fue suave, es como si el odio y el rencor de hace unos momentos hubiera desaparecido, solo le quedaba el deseo.
Algo jaló el cuerpo de Minho y caí al piso, Kibum se me acercó y puso un trapo sobre mi lóbulo, debía de seguir sangrando pero yo ya no lo sentía.
Jonghyun golpeaba con fuerza el rostro del chico alto mientras este le devolvía los golpes.
-¿Key estás bien? – Su cuerpo seguía atravesado por varias cosas -¿No te duele?
-Estoy bien, vamos salgamos pronto de aquí – se levantó y me ayudó a pararme – pero Jonghyun…
-El me dijo que te sacara, ahora sígueme – salimos al pasillo y mi hermano entró con varias cosas velas, polvos y demás, luego se asomó y le entregó un collar a Key.
-Pónselo mientras intentamos esto – Kibum seguía presionando en mi oreja con ese pañuelo blanco y luego retiró un vidrio de su brazo para moverse mejor. Al instante que lo sacó la herida desapareció de forma gradual y no dejó ninguna marca, ambos nos quedamos asombrados.
-De verdad soy un monstruo – dijo viendo el brazo atravesado hace unos momentos.
-Yo creo que es una habilidad asombrosa – dije intentando animarlo – ahora el todopoderoso Key también es indestructible – me volteó a ver aun con los ojos muy abiertos y luego sonó el ascensor y apareció el profesor de Jinki con un libro y otra bolsa de objetos como los que traía mi hermano.
-¡Taemin! – Llegó corriendo a ver mi condición.
-Profesor Kim – lo saludé tranquilo.
-¿Tu hermano ya empezó? – Key asintió – le dije que me esperara, es muy peligrosos que trate de sellarlo él solo – el profesor corrió dentro del departamento y lo seguí, Key trato de detenerme pero terminé jalándolo hasta la puerta para que también lo viera.
Jonghyun y Minho seguían peleando en el interior, Jinki trazaba dibujos con sal en el piso y prendía velas, el profesor llegó a ayudarlo con esto. No comprendía el plan pero parecía ser una extraña ceremonia como la de las películas.
-¡ESTÚPIDO ÁNGEL DEJA DE ENTROMETERTE! – el grito me hizo voltear y vi como Minho le gritaba al aire sobre la cabeza de Jonghyun.
-Creo que le puede hacer daño por culpa de un ángel – volteé a ver a Key diciéndole esto, el afirmó desde el otro lado de la puerta – vamos a ayudar – jalé su mano. No podía quedarme ahí solo viendo mientras todos intentaban librarme de mi pesadilla.
– Me senté junto al profesor y comencé a prender velas
-Taemin – Jinki me lanzó una mirada y luego afirmó con la cabeza, sabía que no me quedaría con los brazos cruzados mientras ellos hacían todo lo posible por detenerlo –Está bien, pero ponte el amuleto que tiene Key – yo afirmé y tome el colguije lo pasé por mi cabeza y seguí prendiendo velas.
-¡Jonghyun mantenlo en ese lugar ¡ – Jinki gritó tomando una tiza y comenzó a correr alrededor de donde ambas figuras peleaban y se daban duros golpes. Escribía cosas que copiaba de un libro.
-¿El experto les dijo que hicieran esto? – Pregunté al profesor al ver la escena sacada de una película.
-Nos lo sugirió, tenemos otras técnicas por si esta no funciona, pero tu hermano quiso que intentáramos cuando escuchó de tu ataque – el profesor me contestaba mientras juntaba las velas encendidas y corría hacia el círculo.
Jinki corrió hacia la derecha para trazar algo más pero se tropezó y golpeo fuertemente el piso. Tomé esta oportunidad para tomar la tiza y continuar lo que hacía siguiendo el diseño del libro mientras el se recuperaba de la caída. Key ponía las velas donde indicaba el profesor y cuando mi hermano se paró y trazó un último diseño gritó.
-¡Está todo listo Jonghyun, sal de ahí! – Así que Jong empujó a Minho y luego saltó fuera del círculo, mi hermano abrió una botellita con agua de color rosado y la lanzó, una luz salió del piso con una brisa con un olor suave entre lavanda y rosas, parecía que la luz rodeaba el círculo.
Minho estaba en medio repasando los símbolos con la mirada en el piso, luego vio a mi hermano.
-Nada mal mi delicioso bocadillo, parece que me has atrapado aquí adentro – rió fuertemente y jaló la cabeza hacia atrás mostrando mayor demencia en su risa.
-¡Minwoo te toca! –Mi hermano lanzó el libro al profesor y el tomó unas tijeras.
– Lo siento Taemin – dijo mientras cortaba un mechón de mi cabello – empezó a hablar en un idioma extraño y luego lanzó el cabello al centro del círculo y cuando pasó por la luz con brisa aromática se transformó en mi. Key estaba a mi lado me abrazó sorprendido, del otro lado Jonghyun abría la boca demasiado grande ante tal escena.
-Ese es tu bocadillo – Jinki dijo cuando el chico que era idéntico a mi dio un paso hacía donde estaba Minho.
-Tienes razón, es igual de lindo que mi interesante bocadillo – dijo tocando el rostro del chico suavemente con su mano – hasta su aroma es el mismo – se acercó más al cuerpo del chico, por un momento me estremecí al ver esto, creo que es por que rara vez puedes ver como aprovechan de ti desde otro ángulo. Pero me dolía que lo tocara de esa manera – pero es un truco barato comparado con el verdadero Taemin – tomó su cuello y comenzó a presionar su garganta el chico llevó sus manos hacia las manos del demonio que lo sofocaban.
-¡Detenlo! – Key gritó – lo está matando – ahora comenzaba a llorar mientras se aferraba a mi brazo.
-Taemin tiene inocencia en su mirada, tiene una sonrisa apagada por su pasado, sus pensamientos son para sus amigos, su mayor emoción es estar enamorado, su conciencia es su mayor carga y su pureza hace que su sabor sea esquicito – seguía presionando, Jonghyun quiso acercarse molesto pero mi hermano jalo su brazo y negó con la cabeza. Yo solo veía asombrado por la forma en que me conocía tan bien – esta solo es una sombra barata de Taemin, no acepto simples retratos, quiero al verdadero – lanzó su mirada hacía mi.
-¿No se supone que no puede ver al exterior? – Jinki preguntó.
-No entiendo lo que está pasando, se supone que no se daría cuenta, que sería engañado por el círculo – la presión en el cuello de mi sombra fue demasiado, un crujido sonó y el chico soltó los brazos que habían forcejeado todo este rato, ahora colgaban inertes a ambos lados del cuerpo del chico. Minho sacó sus manos y luego el cuerpo cayó con la cabeza en una dirección distinta al cuerpo y el cuello con una horrible protuberancia, escondí mi cabeza en el pecho de Key, no podía ver la escena de mi mismo con los ojos sin vida y un cuerpo inerte.
-¿Tienes otro truco verdad? Te espero mi delicioso bocadillo, se que quieres a tu hermano solo para ti.
-Calla de una vez, Minwoo, pasa al plan B.
-Ya lo tengo preparado Onew – volvió a decir otras cosas y Kibum se desmayó, sentí el peso de su cuerpo e intenté detenerlo, veía como se empezaba a convulsionar, estaba por gritar para que parara ese extraño cántico.
-¡Detente! – Jonghyun se me adelantó – le estás haciendo daño a Key –miraba asustado la escena. Pero Minho solo comenzó a reír.
-Es obvio que las criaturas obscuras menores desaparecerían primero – su risa retumbaba en mis oídos.
-¡Cambio de plan Onew! – El profesor Kim lanzó el libro y tomó unos cubos de la maleta, luego le lazó uno a Jinki y otro a Jonghyun – ¡Taemin necesito tu ayuda! Puedes dejar a Key por un momento. Yo también recibí un cubo nos colocamos en cuatro esquinas y ahora Onew y el profesor recitaba juntos raras palabras. Creo que esa había sido la razón por la cual mi hermano no había llegado a casa la noche anterior, me sentía algo inútil viéndolo intentar tanto y yo habiéndome rendido hace muchos años atrás. Vi todo esto con un poco más de esperanza pero mi esperanza aumentó cuando Minho tomó su cabeza con ambas manos y empezó a gritar de dolor. Fue bajando hasta el piso y parece que se retorcía por el sufrimiento. Giré mi cabeza no podía seguir viendo esto. Sentí demasiado calor viniendo de enfrente y volví a levantar la mirada solo para ver como el círculo explotaba como si fuera de vidrio.
El silencio invadió la habitación un rato mientras todos veíamos de un lado al otro, esperando encontrar eso a lo que temíamos.
-¿Lo logramos? – Jonghyun fue el primero en preguntar.
-Parece que si – mi hermano me veía sorprendido.
-¡Nos deshicimos de esa cosa! – el profesor gritó de alegría.
Todos empezamos a saltar por la habitación. Gritábamos, nos abrazábamos e inclusive mi hermano me cargó y me hizo girar de la alegría. Reímos un rato, repasamos la anécdota y al final debíamos salir de ahí.
-Yo puedo llevarme a Kibum – el profesor dijo mientras recogía las cosas. Kibum seguía inconsciente en el sillón. Nos habíamos asustado un rato, porque no respiraba, pero bueno Key no podía respirar. Pero no tardo en quejarse y acomodarse, así que estábamos aliviados de ver que aun tenía su segunda vida.
-Depende de Jonghyun – dije volteando a verlo.
-Está bien aquí – dijo lanzando una mirada al profesor que daba algo de miedo – no es ningún experimento científico, aunque no sea Key, aun es un chico o algo parecido.
-Bueno, pero aun así vendré a verle después – dijo tomando su abrigo y luego salió del departamento.
-¡Gracias Minwoo! – Mi hermano estaba completamente feliz – hora de volver a casa Taemin.
Salimos solo despidiéndonos y viendo como Jonghyun tapaba a Key con una manta, la verdad parecía que ahora lo aceptaba un poco más.
-Creo que Jonghyun y Key se llevarán muy bien de ahora en adelante – dije contento sosteniendo la mano de mi hermano.
-Parece que ahora todo saldrá bien – dijo aun con su enorme sonrisa.
-Muchas gracias hyung – dije acercándome y le di un beso en su mejilla. El se sonrojó al instante y luego solté su mano y corrí para adelantarme – ¡Vamos a casa a cenar! – grité contento corriendo y mi hermano intentó alcanzar mi paso, reía como nunca, ahora quería disfrutar un poco más la vida. Llegué primero a la puerta y la abrí jadeando de alegría, sentí una pequeña punzonada en el pecho.
-Hijo que bueno que llegaste – mi madre me recibió – tú también Jinki, aun me debes explicaciones de anoche – dijo algo molesta. Me disponía a subir para no involucrarme en el regaño de Jinki. –Taemin tu amigo te espera en la sala.
Giré la cabeza ante esas palabras y luego quise asomarme, pero algo me lo impedía, después de tantos años me sentía libre, no me lo podían quitar. Negué con la cabeza, podía ser alguien más.
-Vamos Minho ya estuvo buen rato esperándote, ve con él -mi madre ahora dictaba mi triste sentencia.

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Tu mirada en la obscuridad +Introducción+

Tu mirada en la obscuridad
*Introducción*

Aun recuerdo la primera vez que sentí ese escalofriante miedo, un temor enorme que me invadió hasta los huesos, no se podía comparar a nada de lo que había sentido a mi corta edad de 6 años, era la primera vez que algo me aterraba de esa manera.
-Camina más rápido Taemin – mi hermano me jalaba con fuerza – vamos muy tarde, ya obscureció en el patio –dijo mientras abría la puerta de la casa de mis abuelos, ellos vivían en un pequeño poblado en una casa donde el gran patio conectaba a todas las habitaciones.
-Está muy obscuro Jinki hyung– dije con un miedo infantil, un miedo muy simple, no era parecido al terror que penetraría mi cuerpo en unos momentos, solo era un simple susto, una incomodidad por lo desconocido.
-Tranquilo, yo te cuido, solo guarda silencio para que mamá no escuche – dijo mientras ponía su dedo frente sus labios y luego tomaba mi mano. Habíamos jugado con los chicos del pueblo hasta tarde y ahora que volvíamos no quería que mi madre se enterara que me había tenido fuera todo ese rato.
-Gracias hyung- mi gran amor cuando era pequeño solo podía tratarse de mi hermano, no había nada mejor en este mundo para mí, lo admiraba, imitaba y aunque a veces me hacía maldades, como cualquier hermano, debía seguir siempre a su lado, eso era en todo lo que pensaba.
Caminamos silenciosamente por el obscuro patio mientras el sostenía con fuerza mi mano y volteábamos a un lado y al otro siguiendo los diferentes ruidos que alcanzaban nuestros oídos.
-¿Qué fue eso hyung? – dije ante el silbido de alguien, miraba de un lado al otro tratando de encontrar la fuente de ese sonido.
-No lo sé – dijo Jinki también buscando – apresurémonos – dijo esto y me jaló para empezar a correr pero se detuvo en seco y choqué con él.
-¿Estás bien hyung? – en este momento mi leve temor se transformó en miedo al ver en la dirección que mi hermano estaba observando. Frente a nosotros en la azotea veíamos una figura humana, esbelta y bastante alta, pero por simple sentimiento sabía que eso no era humano.
-Hermosos bocadillos – ahora eso hablaba me escondí detrás de mi hermano mientras el miedo penetraba mi carne y hacía que me entumiera en ese lugar – no deberían salir de noche – de la nada estaba debajo, en el patio y se interponía entre la puerta y nosotros. La sombra seguía completamente obscura y solo podía observar dos puntos brillantes de color rojo en su cabeza.
Sus ojos estaba encajando su tétrica mirada hacía mi, Jinki estaba congelado frente a mí, no decía nada, no hacía nada. Intentaba moverlo pero no podía, estaba congelado en ese lugar – Hyung, vámonos hyung – lloraba sin parar al ver cómo me observaba la extraña sombra que parecía estirarse anticipando algo.
-Me agrada como me vez – la sombra dijo agachándose frente a nosotros – puedes sostener tu mirada ante mí, pareces ser un bocadillo interesante – se acercó hasta mi, haciendo que retrocediera y callera en el piso del patio, estaba por soltar el llanto más profundo.
-Déjalo – mi hyung se movía y empujaba a la alta criatura.
-Otro bocadillo interesante – dijo dando unos pasos para atrás y se puso en cuclillas inclinando la cabeza de lado como examinándonos – me vas a necesitar en el futuro – dijo suavemente y se puso otra vez de pié.
-Déjalo – Jinki gritó de nuevo, pero eso seguía avanzando hasta mí de un momento a otro ya estaba frente a mi rostro y lo tomó con su mano.
-Cuando me necesites solo llámame y llegaremos a un interesante trato – empezó a desabotonar mi camisa y Jinki corrió hasta el lugar para empezar a golpearlo por detrás – solo debo dejar una marca para que me contactes – sus ojos rojos bajaron a mi pecho luego soltó mi cara levantó su mano y luego solo un dedo, dio un pequeño giro a su muñeca y su dedo se encendió rojo fuego, yo me quedaba ahí sollozando levemente mientras mi hyung gritaba como loco. Puso su dedo en mi pecho, quemó mi piel, dolía pero sentía un miedo mayor. Me volvió a observar en otro momento y luego se levanto.
-¿Qué le hiciste? – Mi hermano de 11 años seguía golpeando y empujando, luego me vio y me sostuvo viendo al ser con odio – ¡Contesta qué le hiciste!
-Delicioso bocadillo dos, nos volveremos a ver – le dijo revolviendo su cabello – crece más delicioso para mí, lo mismo para ti interesante bocadillo – como en un solo instante ya se encontraba otra vez en el viejo techo de la casa, clavando sus ojos en nosotros – esperaré tu llamado Taemin – el susurro se escuchó en el aire de todo el patio, el miedo me invadió de una forma horrible, la figura desapareció y rompí en llanto. Mi pecho me dolía, sentía esos ojos rojos clavados en mí y mi cabeza daba demasiadas vueltas, la cicatriz de mi pecho ardía demasiado y Jinki gritaba desesperado por nuestros padres.
Después de eso ya nada me daba miedo, mi peor experiencia me había enseñado que nada daba tanto miedo, pero ahí me encontraba en esa azotea gris de la escuela sosteniendo con fuerza la maya que la rodeaba esperando mientras veía la pequeña puerta por donde pasaría esa persona.
Esta era la segunda vez que sentía este miedo, escuche pasos en las escaleras tras la puerta esta se abrió frente a mí y ahí estaba la persona que había estado esperando, no creí que llegara en algún momento, sabía que no era posible, pero me aferraba con fuerza a mis últimas esperanzas.
-Taemin – agaché mi cabeza, su tono de voz hacía que conociera la respuesta, me había aferrado todo este tiempo hasta este momento – lo siento – mi corazón lo esperaba pero aun así se rompió en mil pedazos –no estoy interesado en los chicos – un pretexto, lo sabía, era porque tenía a alguien en mente ¿Por qué no solo me decía la verdad? Solo necesitaba decirme: me gusta alguien más, tú nunca me llegarás a gustar, déjame de una buena vez.
-Gracias por venir Jonghyun–hyung – dije volteándome viendo hacía el patio de aquella escuela, 3 pisos debajo de mí nadie se había dado cuenta de lo que pasaba, como la otra vez que me había invadido el miedo, solo nosotros dos lo sabíamos y nunca lo olvidaría porque me había dejado esa marca, esa cicatriz igual que la otra me dolería por las noches o cuando el recuerdo invada mi mente.
-¿Taemin estás bien? – escuché su voz detrás de mí. Sabía que él nunca me correspondería pero era mi mayor deseo intentarlo.
-Estoy bien – dije mirando abajo y viendo un rostro familiar entre todas las personas que caminaban, una de las personas que más odiaba pero más quería en todo el planeta, esperándonos como siempre – solo me preguntaba cuánto tiempo dolerá esta cicatriz.

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El Quinteto de Arlequia +Capítulo 17+

Capítulo 17

Un nuevo problema

Esa mañana ya estaba todo arreglado, Taemin se encargaría de llevar al duque por sus maletas y yo me encargaba de los últimos detalles en la mansión con Lord Minho. Bueno Lord Minho se encarabada de los detalles, yo solo me encargaba de cuidar a Jonghyun que caminaba de un lado al otro sin estar tranquilo y desaparecía de la vista de todos continuamente. Sus ansias hacían que se me complicara todo mi trabajo dentro de la mansión y la vajilla disminuía constantemente por el estrés, cosa que de seguro afectaría mi sueldo.

-Señor tenemos noticias de la casa principal – escuche a uno de los sirvientes que llegaba con la correspondencia.

-Está bien déjelas sobre el escritorio del señor, lo organizaré todo después de que aborden el barco – dije mientras buscaba las pertenencias Jonghyun que se encontraban por toda la mansión. Era un milagro que su prometida le hubiese dejado tomar algunas de sus cosas. Bueno en realidad las había aventado al mar y todos estuvimos atrapando ropa de Jonghyun. Por alguna razón no deseaba la ropa que Minho quería obsequiarle y tampoco quería incomodar a Key.

-Ya tengo todo empacado – dijo Jong bastante feliz y discpuesto a salir con una hora y media de anticipación.

-Te encuentras bastante emocionado – lo dije viendoló con una mirada picara.

– Es por que nunca he salido del puerto y me llama la atención ver que hay más allá – dijo bastante apenado y con sus mejillas de color rojo.

-Te adbierto que viajar con Key no es cosa fácil – dijo Minho entrando al vestíbulo con su sombrero de copa y bastón listo para salir.

-No es como si no supiera evadir las tareas dificiles – dijo Jong riendo, mientras levantaba la maleta y salía por la puerta principal.

-Sr. Jinki ¿Se encuntra todo preparado?

-Si, mi Lord – contesté mientras hacía una reverencia – El Duque y mi asistente nos alcanzaran en el puerto. Tenían un plan para evadir a los sirvientes de Key sin problema.

-¿Qué plan? – preguntó Minho bastante asombrado.

-Lo ignoro, no se me ha dado ningun detalle.

Estuvimos esperando en el puerto un largo rato, el sol quemaba mi piel y aun así debía sostener la sombrilla para Lord Minho. Jonghyun bastante listo se había sentado sobre su maleta junto a Minho para aprovechar la sombra. Parecía que el único que se encotraba en un estado deplorable era yo.

-Onew – escuché una voz que me llamaba. Posiblemente me estaba volviendo loco, sufría de insolación por que escuchaba la voz de Taemin, pero no lo veía en ningun lado.

– Con que aquí se econtraban chicos – llegó una dama de cabello negro con un amplio vestido rosa entallado hasta la cintura y una sombrilla de encaje frente a nosotros.

El silencio invadió la escena por un rato.

-¿Key? – el grito y las carcajadas de Jong azotaron todo el puerto.
-Callate Jonghyun se supone que estoy de incognito – decía la femenina Key intentando tapar la boca de Jong, quien reía incontrolablemente. En este momento nadie podía dejar de reir sin parar. Pero mi asombro fue ver a lord Minho detener su risa, mirar fijamente a otro lado y luego estallar con una mayor fuerza.

Voltee a ver hacía donde minho había observado uno segundos atrás y vi a una chica de cabello rojo y vestido amarillo no tan elaborado como el de Key que llevaba una gran cantidad de maletas. La chica soltó el equipaje y llegó directamente con Minho.

-A mi no me parece gracioso – dijo bastante molesta y amenzando a Minho.

Mi risa no podía contenerse, pero en el momentó que volteo a verme intentando taparme la boca para no dejar escapar la carcajada pusó una cara bastante apenada.

-Yo solo quería ayudar – dijo con una voz tan dulce y de una forma tan inocente y apenada que hizo que me paralizara y quedara completamente sonrojado.

-Pero ¿Por qué debías disfrazarte tu también? – dijo Minho entre risas, depués de que me había quedado como un tonto observando a Taemin.

-La verdad fue mi idea – dijo Key con orgullo llevando a cabo muy bien su papel femenino – supuse que se vería tan lindo, que no me pude resistir – reía mientras se abanicaba.

-Tienes razón parece una hermosa jovencita – decía Jong aun riendo y haciendo molestar más a Taemin, que gritaba y decia cosas con tal de que se callará de una vez.

Aunque todas las risas y la belleza de Taemin llenaban de alegría la escena, terminó siendo una triste despedida. La hermana de Jonghyun también se presentó y el no podía parar de llorar. Minho terminó abrazandolo y dandole palabras de coraje. Al final Jong terminó tomando la mano de Key y entrelazando sus dedos para abordar la nave mientras continuaban despidiendose y llorando.

-Bien es hora de volver – dijo Minho tratando de ocultar su rostro con su sombrero de copa.

-Traeré el carruaje – dije intentado caminar por el muelle

-No, esta bien iremos caminando – interrumpió mi viaje – los tres – añadió junto a una sonrisa picara.

-Estas loco verdad, lo que intentas hacer es una crueldad – dijo Taemin cansado ya de su vestimenta.

-Tiene razón mi Lord, deja que se cambie primero – no quería que más gente lo viera así de lindo y apenado.

-Vamos Onew, si vamos caminando te compraré algo de pollo – mi rostro delató mi felicidad, pollo, pollo, pollo, eso era lo único que escuchaba. Luego vi el rostro de Taemin.

-Onew… – dijo con una gran cara de tristeza que me llegó hasta lo más profundo.

– Lo siento Taemin, pero situaciones como esta no se deben desaprovechar – le dije mientras tomaba sus hombros. Estaba bien comería pollo y vería a un lindo Taemin femenino por un rato más nada podría arruinar ese día.

Esa tarde de regreso en la mansión me disponía a salir junto con Taemin. Minho había decidido trabajar más tiempo, por lo que me permitió salir antes.

-Lider Onew, nuestro Lord lo busca parece que surgió algo de último momento – dijo uno de los sirvientes deteniéndome antes de salir por la blanca puerta de empleados.

-En un momento voy, Taemin adelántate, pídele de una vez a la tía que mañana compre lo que necesitamos para el picnic de nuestro día libre – un día libre que pasaría solo con Taemin, ya lo necesitábamos los últimos días habían sido pesados y no había podido estar a solas con el. Jonghyun siempre aburrido en la mansión y Key viviendo en nuestra casa era la situación más estresante. Todo aumentaba con la enfermedad de la madre de Taemin y su hermano, su padre y mi tío en el mar pescando. Pero ahora no desaprovecharía mi oportunidad, estaría junto Taemin todo el día y tal vez hasta podría explicarle mis sentimientos, después de todo lo sucedido no tenía oportunidad de ser un cobarde y dejar que Jonghyun, Key y Minho me ganarán. Esa se había vuelto mi nueva meta, no le temía al rechazo y en el otro caso tendría una linda recompensa.

Llegué hasta la oficina de Minho, estaba bastante obscura aunque el candelabro y la lámpara de aceite del escritorio del Lord estaban encendidos.

-Onew solucionaremos esto, mi hermano no se saldrá con la suya. – dijo Minho sacando papeles de atrás de su escritorio.

-¿Qué vamos a solucionar? – pregunte bastante confundido, aun me encontraba sonriendo.

– Es cierto, lo siento, mi mente está dispersa por las noticias – tomo una carta de debajo de unos papeles y me la entregó. Yo simplemente la abrí y comencé a leer.

A mí apreciado hermano:

La siguiente carta no tiene más responsabilidad que dar buenas nuevas para todos. Por lo que seré extremadamente breve conforme los sucesos que han ido sobreviniendo estos últimos meses.

La primer buena nueva son mis futuras nupcias con Lady de Anumaria, por lo que me mudaré al campo de nuevo. La falta de mayordomo en la gran mansión de Anumaria me permite llevar conmigo a nuestro viejo y fiel sirviente. Sin embargo nuestro padre requiere un mayordomo nuevo.

Se que el joven Jinki ha sido un excelente mayordomo por las confidencias que he recibido a la casa principal. También me he enterado que ha sido su más ferviente deseo desde que llegó a trabajar con nosotros volver a la capital. Y quién no ama Hirania en estos días todo es tan bello y tan moderno, estar en ella hace parecer que nuestra pequeña Arlequia se quedó en el siglo pasado.

Sin más que comentar espero que el joven Jinki se presenté en la ciudad en pocos días para empezar con su cargo de mayordomo de la casa principal. Es un honor para nuestra familia tener sirvientes tan leales y trabajadores. Hasta mi padre lo espera con grandes aspiraciones.

Sinceramente tuyo tu hermano.

La carta tenía razón ese era mi sueño, pero ahora me parecía una pesadilla. Minho seguía buscando varios papeles. Posiblemente se tratara de mi contrato, no recordaba lo que decía ya que lo había firmado a la corta edad de los 10 años. Pero de algo estaba seguro no podía desobedecer un mandato de la casa principal.

-Perdóname Onew, yo no quería – decía Minho hincado en el piso entre todos los papeles – no debí haber mencionado lo excelente mayordomo que eras, por que también eres mi buen amigo y hoy ya me alejé de muchos amigos.

– Lord Minho – apenas susurré esas palabras, puesto que la tristeza del chico que siempre había cuidado ahora invadía toda la habitación. Y mi tristeza me fue empezando a abrumar a mí también. Acaso me alejaban de Taemin, de mi nueva vida, de la felicidad que hasta hace poco había conocido. Parecía que mi sueño de verdad se había transformado en mi pesadilla.

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El Quinteto de Arlequia +Capítulo 16+

Capítulo 16

Un nuevo viaje

El plan de Minho era simple, bueno todos lo entendimos sin problemas. Aunque a veces sentía que intentaba mantenerme alejado de Key. Pero entendía su preocupación, los sirvientes lo buscaban con frecuencia por el puerto y en la casa de Minho. La desaparición del joven Duque se volvió todo un suceso, las noticias viajaban por todo el país de Traviata, en la capital, Hirania, inclusive se había alzado un comunicado y se había publicado en unos cuantos periódicos.

Toda esta conmoción se volvía demasiado para mí, que fastidio. Aunque por el momento nadie me relacionaba con el duque, sentía que todo era mi culpa. Yo había alejado a un noble del buen camino, lo había vuelto un prófugo y lo había cambiado por completo. El vivía con pocos lujos con Taemin y Onew, lo cual debería ser un enorme castigo para alguien de su clase. Una persona fina y tan elegante como él había terminado en la casa de unos pescadores de la pequeña Arlequia. Pero lo que más me desesperaba es que no podía ir a visitarlo muy seguido.

Mientras tanto yo vivía como un príncipe en la casa del Lord, es cierto los primeros días me divertí como loco, con todas las cosas que nunca había experimentado de la vida de un noble. Pero entre más experimentaba de esta vida más me sentía mal por Key, como lo extrañaba. Cómo podía extrañar tanto a una persona que solo conocía pocas semanas.

-En Hirania las cosas no van bien – la voz de Minho cortó mis pensamientos – tenemos que poner en marcha el resto del plan.
– Prepararé todo mi lord – dijo Onew mientras hacía una reverencia con su mano en el pecho y servía el té en esa gran terraza con barandal blanco que daba al lago.

-¿Dónde está Taemin?- pregunté esperando oir noticias de Key, estaba por volverme loco, saltar desde la terraza en este momento no parecía una mala idea. De hecho era una mejor idea que volver a casa donde mi temperamental ex-prometida me estaba esperando. Después de salir herido cuando rompí nuestro compromiso, mi hermana insistía que no volviera por un tiempo.

– Su madre no se encuentra muy bien y quiere pasar más tiempo con ella Además se ha quedado con Key, parece que se han vuelto buenos amigos. Key se la pasa enseñándole cosas y lo utiliza como sirviente personal, inclusive le está enseñando varios vals y cuadrillas – mientras decía esto Onew presionaba con fuerza un vaso y su rostro aunque tenía una sonrisa parecía ser una sonrisa bastante tenebrosa…Un ruido detuvo en mi mente la imagen de Key bailando al ritmo del vals, se trataba del vaso de vidrio que sucumbió ante la presión de Onew.

-¿Estás bien Onew? Eso parece doler – me levanté con prisa para ver su mano – pero si estas sangrando – empecé a ir de un lado al otro en el balcón y dando círculos buscando que hacer.

-Toma esto – era Minho al rescate, quien tomó una de las servilletas de tela de la mesa y la amarraba haciendo presión en la mano de Onew – sigue presionando mientras llamó para que te den primeros auxilios y se levantó a buscar más sirvientes.

-Onew, disculpa a veces me cuesta decidir qué hacer –dije apenado – pero tu fuiste muy torpe al romper un vaso en tu mano – y me ataqué de risa, por que la situación al fin y al cabo era bastante graciosa.
-Deberías dejarte de reír de la desgracia ajena y ser más decidido – me dijo molesto mientras presionaba su mano y el vendaje improvisado – y no me refiero a estas situaciones. Key dejó muchas cosas por ti, así que debes estar orgulloso de él y no te sientas mal todo el tiempo.

Minho no tardó en volver con un sirviente que se llevó a Onew, pero mis pensamientos me llevaron a otro lado. Key había decidido muchas cosas, parecía que yo me había quedado atrás. Todo este tiempo estaba cuidando de mí, para que nadie creara rumores como dos años atrás, para que mi familia estuviera bien y para que mi prometida no me matara con su furia, creo que esto último era lo que más temía.

-Jonghyun – la voz de Minho me interrumpía – la segunda parte del plan está por comenzar.

-¿Segunda parte? –pregunté confundido.

– Si, de ahora en adelante ustedes tendrán que encargarse de todo. Pero antes debes saber algo de Key – yo moví mi cabeza afirmando y esperando que iniciará con la vital información para nuestra misión – Key es el único heredero, por lo que tiene el puesto de Duque asegurado. Sin embargo todos estos años quienes lo han controlado son los sirvientes y consejeros de su familia. Nunca se ha podido revelar ni desobedecer, pero esto puede acabar cuando cumpla 20 años. En esta edad según su testamento el tendrá el control completo de los bienes y actividades como Duque, pero es obvio que algunos se opondrán.

– ¿Te refieres a sus asistentes y otros nobles? – pregunté bastante interesado.

-Exacto, si cualquier escándalo o problema grave se presenta antes de su cumpleaños número 20 perderá muchos de sus derechos. Por eso tengo que pedirte que lo suyo no salga a la luz.

– Eso no me parece justo – dije mientras hacía un puchero.
-Solo es por estos meses después cuando tenga el poder de su título podrá hacer lo que quiera. Inclusive podrán estar juntos. Sería un escándalo pero su poder los protegería – Minho terminó de decirlo y tomó un sorbo de su te.

-¿Qué puedo hacer estos meses? – Dije acongojado – debo quedarme esperando, solo viendo como él sigue alejándose de mí. Haciéndose más importante y con mayor elegancia y esplendor.

– Estaba pensando que deberías acompañarlo – dijo bajando su taza y viéndome con una sonrisa – pienso que lo mejor para evitar cualquier escándalo y problema es mandarlo de viaje de compras. Nunca ha estado en Duhalo y he escuchado que las sedas, telas, alfombras y pañuelos son hermosos en ese lugar. El barco sale mañana y necesitará una persona confiable con quién ir. No pueden ir demasiados porque en lugares como ese uno debe pasar desapercibido.

No pude contenerme y salí corriendo al otro extremo de la mesa a abrazar a Minho.

–Gracias Minho bonito, mi carismático amigo.

-Deja de hacer eso, si no te alejas te golpeo – decía furioso tratando de empujarme – vas a llegar tarde porque Key está esperando esta noticia.

Salí corriendo solo le dije gracias otra vez a Lord Minho con una reverencia y corrí por las escaleras con alfombra roja hasta el gran salón, pasé por la amplia puerta de madera. Camine el empedrado frente a la mansión, pasé junto a la fuente y cruce la reja. Seguí corriendo las calles de adoquines y pasando todas las edificaciones blancas que me separaban de mi destino. Por fin llegué bastante cansado frente a la casona donde vivía Onew.

-Jonghyun – escuche a Taemin detrás de mi – ¿Qué te trae por aquí?

-¿Dónde está Key? – dije jadeando.

-En el cuarto de huéspedes, buscando ropa que le convine. ¿Quieres que le hable?

-No, yo voy a buscarlo – y rápidamente entré a la casa, subí las escaleras y llegué hasta el cuarto donde estaba Key.

-Jong…

-Nos vamos mañana –interrumpí rápidamente – Minho arregló todo –mi respiración seguía cortada.

-¿Qué? ¿A dónde? ¿Te encuentras bien?

-Nos vamos a Duhalo – dije – estoy bien solo tenía que decirte que mañana nos vamos-me quedé en silencio. ¿Había corrido tanto solo para decirle eso? Me encontraba pensando que era una tontería pero era una tontería que me volvía la persona más feliz del planeta.

-¿Vamos a ir juntos? – preguntó Key al verme ahí recomponiendo las fuerzas.

-Si te acompañaré y cuidaré de ti, ese es mi trabajo.

-Excelente – dijo con brillo en sus ojos, un brillo que nadie podría ignorar. La felicidad de su rostro podía mover al mundo, de hecho aun creo que su felicidad mueve al mundo. Por eso estoy seguro que la tierra gira. – Te aseguro que si vas de compras conmigo no te vas a aburrir.

-No creo que pueda aburrirme – no podía dejar de ver su rostro – porque te amo y se que viendo este rostro no puedo aburrirme nunca – dije esto mientras tomaba con mi mano su barbilla y acercaba su rostro a mi. Podía ya sentir su respiración en mi mejilla…

– Espera tía, nuestra visita tiene compañía, puede que estén discutiendo asuntos importantes – alguien estaba gritando desde el vestíbulo.

-Por eso mismo debó ofrecerles una taza de té Taemin, deberías saberlo, no llevas ya mucho tiempo trabajando para la mansión – los pasos empezaron a sonar en las escaleras.

Key se separó rápidamente de mí y no tardo en entrar la tía de Onew.
-Oh Jonghyun ¿Cuándo llegaste? , Taemin – grito de nuevo la señora – ¿Cuál visita importante? Solo es Jonghyun.

En ese momento me decidí sería una persona importante, alguien de quien estuviesen orgullosos y alguien capaz de permanecer junto a mi Duque.

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Entre mi fantasía y mi realidad

Introducción

-La media noche – sonó el viejo reloj de su abuela marcando la media noche. Mientras toda la casa se encontraba en penumbra la luz de una pantalla alumbraba el rostro de un joven chico con cabello rojizo. El silencio era quebrado por el sonido de las teclas escribiendo a gran velocidad. De un momento a otro el sonido se detuvo.

-Esto no está bien. Hace falta algo, así no se volverá interesante. – Decía mientras golpeaba con fuerza la tecla de borrado.

Volvió a escribir con entusiasmo de nuevo. – Creo que suena mejor, pero aun no estoy seguro.

Su nombre era Taemin, su mayor afición era escribir, aunque solo publicaba en páginas de fans y foros su talento era innato y su pluma, bueno su teclado, era ágil y agraciado.

-El chico recorrió la tela con su mano buscando el lugar dónde el portal pudiese estar oculto. Ante cada palpitación de la tela que parecía estar viva, sentía que se acercaba un poco más al portal que su padre había bordado. Una luz iluminó su rostro, sus grandes ojos de color marrón brillaron ante las expectación, una suave brisa movía su largo y desalineado cabello. El chico estaba listo para a travesar… – su lectura se vio interrumpida por los pasos de su madre. Rápidamente apago su computadora y se acostó cobijándose con tal velocidad para no ser descubierto.

La escuela para él no era nada interesante, aunque escribía historias en su cuaderno no encontraba una forma de entretenerse. El día pasaba lento mientras el esperaba para encontrarse de nuevo con el héroe de su mundo de fantasía.

Cuando las clases terminaron, como siempre, el mismo grupo de chicos lo esperaba en la salida. –Mira que bien, nuestra amiga vino a vernos – dijo un chico con cabello oscuro y lentes de sol.

-Crees que nos tenga un nuevo regalo, esta niña tan linda – dijo otro chico con grandes cejas mientras apagaba su cigarro.

Taemin solo pasaba intentando ignorarlos, no le gustaban para nada, siempre lo molestaban y golpeaban, pero había aprendido que entre menos cosas dijera o hiciera era mejor.

-Parece que nos está ignorando nuestra mariquita amiga ¿Qué podemos hacer para que nos escuche? – dijo uno frente a Taemin y luego lo empujó con fuerza. El chico de cabello rojizo calló al suelo y solo bajó la mirada. Las lagrimas no saldrían, el lo sabía, ya se había acostumbrado. Nadie lo iba a ayudar, todos los estudiantes pasaban intentando evadir o ignorar la escena. Muchas veces pensaba que si el héroe de sus cuentos existiera, su vida sería más sencilla, el llegaría sin problemas y lo defendería por que se trataba de alguien con un buen corazón que protegía a los demás. Pero sus expectativas no estaban en lo equivocado.

-Oigan ustedes ¿Qué están haciendo? – llegó un joven corriendo hasta el lugar.

Los chicos al verlo se alejaron y dejaron a Taemin tirado en el piso. El chico tropezó mientras corría hacía ellos por lo que no pudo ni verlos bien. Luego llegó jadeando al lugar donde estaba el chico sentado en el piso preguntándose que había sucedido. Por lo general ni los maestros se entrometían en este tipo de líos.

-Te encuentras bien – un chico mayor con traje y cabello un poco largo le ofrecía su mano.

– Si – dijo levantándose por si solo – y caminando hasta la salida, sin siquiera voltear a ver de nuevo a la persona que lo había ayudado.
Llegó a su casa aun pensando que podía que la realidad no fuese tan mala como había imaginado. Pero aun así prefería su mundo de fantasía, sin pensarlo dos veces encendió su computadora y comenzó a escribir de nuevo. El chico cruzaría el portal sin lugar a duda…
Escuchó pasos en el techo, se detuvo al instante, luego escuchó voces. Miro alrededor y no escucho nada. Se froto los ojos y cerró el computador. Decidió seguir escribiendo después. Por ahora tomaría una siesta.
Tan solo cuando se acostó no tardo en dormirse, no durmió mucho tiempo. Por que antes de empezar a soñar empezó a oír una voz.
-Pequeño ya despierta, quiero seguir leyendo, ahora no escribiste nada ¿Qué hay dentro de la cobija? – Alguien lo estaba moviendo – ¡DESPIERTAAAAAAA!

El chico sorprendido al ver a otra persona frente a su rostro saltó y se calló de la cama. Se escondió debajo de una cobija y se decía constantemente que se encontraba soñando, que nada de eso podía ser real. Luego pensó un ladrón, un asesino, un enfermo mental, eso puede ser, pero aun así ninguna respuesta era buena.

-Disculpa ¿Podrías hacerme caso? – el chico seguía ahí, insistiendo. El miedo invadía a Taemin, pero se armo de valor y decidió quitarse la cobija del rostro lentamente para ver el chico que había quebrantado en su casa.

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El Quinteto de Arlequia +Capítulo 15+

Capítulo 15

Un nuevo duelo

Un duelo, repetía esa palabra en mi cabeza, sentía como el color abandonaba mi cuerpo y me empalidecía mientras veía a mi amigo desde hace años alejarse del salón. De un instante a otro la fuerza me abandonó y sentí como mis piernas se volvían de hule y se doblaban ante la presión. Antes de darme cuenta me encontraba sentado en el piso.

Key ¿te encuentras bien? – era la voz de Jonghyun, quien se encontraba agachado delante de mí y ahora me brindaba su mano.
-Estoy bien, solo un poco sorprendido, no esperaba que las cosas terminaran así – definitivamente así terminarían.
– Pero que le pasa, ire a hablar con él, no entiendo en qué cabeza cabe, me las pagará ese Minho – parecía que Jonghyun estaba que ardía de la furia. Debía detenerlo.
– No – le dije sosteniendo su brazo – el tiene razón.
-¿Cómo que él tiene razón? ¿Cómo es que alguien tiene que morir? – acercó su rostro lo más que pudo a mí y fue ahí como vi sus ojos vidriosos se encontraban restringiendo sus lágrimas.

– Es cuestión de Honor, los nobles deben aceptar estos duelos pare resolver sus diferencias – agregó Onew tratando de que Jonghyun entendiera algo que para mí era lo más normal que existía – pero por lo general para un duelo a muerte se escoge el duelo de pistolas o algún otro donde todo sea más rápido, donde uno muera y el otro no salga herido.

-Está bastante molesto conmigo – dije de pie en ese salón donde había estado tan feliz hasta hace un momento – y no lo culpo. – Sabía que había hecho algo terrible pero ahora debía hacer todo lo posible para enmendarlo. Aunque todavía no me hacía la idea de que debía hacerlo con mi muerte.

– Entonces ¿El duelo termina cuando alguien muere? – Taemin no había dicho nada todo este rato, parecía que él tenía aun menos idea de cómo funcionaba un duelo.

– Si – contesté – termina con la muerte de alguien y posiblemente se trate de la mía.

– Pero que dices Key, aun no se ha definido nada, debes ir con actitud positiva – me decía Taemin con una gran sonrisa frente a mí.

– El problema es que Minho es campeón de esgrima – agregó Onew en una esquina de la sala yo solo moví mi cabeza en señal de afirmación.

-Pero… – la cara de Taemin cambió completamente.

-Debo detener esto – Jonghyun grito y estaba por salir de la sala, pero Onew se puso en su camino.

-Lo siento pero no puedes- dijo Onew con gran seriedad en su rostro – debes confiar en Key.

Al escuchar estas palabras estaba decidido ahora definitivamente debía hacerlo.

-Onew consígueme equipo, ya casi es hora del duelo.

Al entrar al gran salón con los techos altos pude ver a Minho calentando en una esquina, ya se encontraba preparado con su equipo blanco y solo faltaba que se pusiera la mascara. Se veía bastante serio mientras escogía su florete entre varios dispuestos en un carrito frente a él.

Al ver que entrabamos caminó desde la esquina que se encontraba hasta la mitad del salón y puso su florete frente a su rostro y ponerse en guardia. Yo torpemente camine hasta ahí, recordaba poco de las clases de esgrima. Nunca llamó mi atención, pero ahora necesitaría todo lo que sabía sobre ello. Si por lo menos tuviese mi propio equipo, así moriría fabuloso con el equipo blanco y rosado que había mandado a hacer. A veces compro cosas que nunca voy a usar, ahora que lo pienso va a haber muchas cosas que nunca voy a usar.
Sin darme cuenta de nada pensando en todo lo que no iba a poder hacer, vestir o comprar, a penas y escuche a Onew gritando allez!. Solo vi a Minho empezar a marchar frente a mí mientras yo rompía con prisa tratando de no tropezar.

-Despierta Key, debes atacar – era la voz de Jonghyun quien tenía el rostro rojo y los ojos vidriosos, a su lado Taemin y Onew que me miraban fijamente. Todos se veían bastante preocupados. Debía defenderme, debía hacer algo, no podía dejarlos preocupados, no quería dejar a Jonghyun.

Intenté acertar varias líneas y fondos, luego solo me podía mover por la ira. No podía lograr nada a cada ataque que hacía solo podía oír pas de touche. Desesperado intenté atacar una vez más, parecía que Minho no estaba nada cansado y eso me hacía enojarme más. Cuando marché con mi pierna sentí un fuerte dolor en mi tobillo, intenté romper con mi peso a la pierna de atrás pero no logré nada. Me encontraba en el piso cuando vi a Minho frente a mí con su florete en alto. Era mi fin, todo había terminado, pero por alguna razón me encontraba satisfecho. Por primera vez en mi vida sentía que había luchado por algo. Solo sonreí y esperé sentir el toque de la delgada espada pero…

-No deberías de poner tanto peso en tus piernas – escuche estas palabras y luego sentí como algo blando caía en mi cabeza. – Sécate el sudor. Pero que fácil te cansas.

Solo levante mí mirada mientras quitaba la toalla de mi cabeza, estaba bastante confundido. Por alguna razón mi rival ahora se encontraba de pie frente a mí y extendía su mano para que yo la tomara.

-Vamos levántate, debemos revisar ese pie – lo dijo acercando más su mano. Yo solo pude tomarla y comenzar a llorar. Me llevó caminando torpemente a una de las sillas junto al salón y me sentó ahí. – Onew trae algo con que curar a nuestro invitado.

-Aquí lo tengo ya señor – y Onew se acercó hasta donde me encontraba y abrió una cajita con vendajes, pomadas y otras cosas. Minho caminó hasta el otro lado del salón donde se encontraban Jonghyun y Taemin.

-Jonghyun, debes cuidar mucho a Key, siempre ha sido demasiado sobreprotegido y cuando las cosas no van bien es fácil verlo llorar – mis lágrimas no podían parar, pero no lloraba por que las cosas no fueran bien, si no porque todo iba bien. Me encontraba muy conmovido. – Ahora tu también estas llorando – se escucho desde el otro lado del salón.

-No puedo evitarlo, me tenían tan preocupado – decía Jonghyun entre lágrimas.

– No te me pegues. Tampoco te le pegues a Taemin. Ya deja de hacer eso – las risas invadían la habitación – Quédate quieto de una buena vez.

-Parece que todo está bien por aquí – dijo Onew mientras vendaba mi pie – pero que piensa hacer con sus sirvientes, aun no saben donde se encuentra. – Lo había olvidado completamente, lo de ser el único heredero, las expectativas de mis subordinados y mi escapada desde hace dos días.

-No lo fastidies con eso, ya tengo un plan – Minho decía del otro lado de la habitación con confianza en su mirada. Sabía que su plan podría funcionar, pero aun no comprendía todo lo que estaba por pasar.

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El Quinteto de Arlequia +Capítulo 14+

Capítulo 14

Un nuevo escape

Podía sentir destellos cálidos en mi rostro, un brillo que me fastidiaba todas las mañanas, pero por alguna razón este día odiaba ese brillo con toda mi alma. Escuchaba a alguien llamándome y empujando mi cuerpo. No deseaba que me fastidiaran no hoy, solo quería estar ahí acostado. La voz se hacía cada vez más fuerte y continua, hasta que sentí el golpe del piso frio. Atontado abrí mis ojos para encontrar las patas de la mesa y las cobijas de mi cama. Me fui incorporando poco a poco y haciéndome una idea de lo que estaba pasando. Mareado, confundido y con todo el cuerpo adolorido escuche las primeras palabras claras de ese día.

-Por fin se ha despertado mi Lord – me dijo mi joven sirviente.

– No creo que tirarme de la cama sea despertarme- respondí mientras sobaba mi espalda.

– Usted no se quería despertar y ya es bastante tarde, además se lo busco – dijo acercándose a mi – no debería de patear y golpear a sus sirvientes.

-Supongo que te debo una disculpa por eso, pero no quería despertar hoy – en realidad no quería despertar nunca – ¿Dónde se encuentra mi mayordomo?

– El estaba atendiendo el desayuno de sus invitados mi Lord – contestó el joven sirviente mientras dejaba una charola de plata con varias tazas y platos sobre la mesa de noche, mientras me sentaba en la cama.

– Siento como si me hubiesen pateado el estómago – definitivamente nadie me había golpeado, lo sabía. Se trataba del sentimiento de la traición, el engaño y mi propio odio. La tristeza me invadió por completo al ver los alimentos en mi charola sentí nauseas hasta el aroma del cálido te, me podría provocar el vómito.

– ¿No piensa comer amo? – me reprochó mi sirviente, se notaba que le fastidiaba tratarme con respeto. Pero podía ver en sus ojos la lástima dibujada. Lo que me faltaba que me tratase bien solo porque sentía compasión de mí. En este momento solo podía sentir eso su lástima invadiéndome con la mirada.

– No tengo hambre, deja de verme con ese rostro si no deseas que te lo arranque – ahora la ira me invadía, estaba tan molesto como la noche anterior cuando quería destrozar a Jonghyun. Por momentos los celos me invadían y me decía a mi mismo mientras repetía cada golpe sobre su cuerpo si no puede ser mío, no puede ser de nadie.

-No puedo verlo de otra forma – me dijo mi simple sirviente – así que deje de ser una reina del drama y afronte la realidad como un hombre.

– La realidad no está hecha para mí – contesté a mí ingenuo sirviente. El qué podría saber de amor, era solo un niño bueno para nada que rondaba por mi mansión. Viviendo una vida simple y feliz, como podía llegar a odiarlo por momentos.

– La realidad no está hecha para nadie – me regaño de repente – usted debe hacer su propia realidad, lo que me faltaba, que el lord bueno para nada solo se quedará llorando en su habitación mientras todo pasa.

Al oír esto me paré de golpe, levante mi brazo y con toda mi fuerza forme cerré puño.

-Pero qué estás diciendo – estaba por golpearlo, mi ira estaba de nuevo controlando mi cuerpo junto con la melancolía.

– Señor buenos días – entró mi mayordomo a la habitación – por favor no se desesperé con mi joven asistente, yo creo que tiene razón.- En este momento se detuvo frente al armario y abrió la gruesa puerta de madera con figuras talladas pintada de blanco.

-Taemin – continuó mi sirviente mientras revisaba todos los trajes del armario – Jonghyun está regalando pastel, parece que está muy cómodo como invitado en esta mansión, deberías ir antes de que se acabe.- Dicho esto el muchacho salió corriendo de la habitación, de verdad era un niño.

– Gracias por todo Onew, creo que no habría podido contenerme si no llegabas – le dije a mi mayordomo mientras observaba la charola y su contenido cubriendo todo el piso que rodeaba mi cama.

– No permitiré que le haga daño – dijo Onew bastante molesto, que sentía como una nube de odio saliendo del gran ropero.

– No tenía la intención, me disculpo – creo que temía por mi vida en este momento por que no sabía de donde salieron esas palabras, por lo general me ganaba el orgullo, o simplemente era porque ya no tenía ni una pizca de orgullo en mí.

– Entiendo su enojo, pero debe lidiar con él y tomar una decisión de una buena vez, ¿Si no qué otra razón existe para que sus dos amigos de la infancia estén aquí después de lo que pasó? –preguntó mi sirviente mientras ponía un traje sobre mi cama.

– No tengo ganas de ver a esas dos personas, no quiero volver a escuchar sus nombres o ver nada relacionados con ellos… algo así debería estar diciendo. Pero por más que lo pienso no puedo decirlo – mi cabeza daba vueltas y vueltas.

– Minho siempre creí que tu tendrías un peor carácter cuando perdieses algo así de importante por la manera que actúas cuando pierdes un partido de polo o un negocio. Pero ahora que lo pienso haz madurado bastante. Siempre los quisiste a los dos, lo supe desde que llegue a está mansión, ambos son importantes para ti. No puedes dejar que se vayan de tu lado ¿Verdad?

Todo lo que decía mi sirviente mientras acomodaba los zapatos y otros accesorios junto a mi traje era verdad. Todos esos pensamientos eran claros para mí, aunque sentía la traición, los celos y el desprecio no podía evitar sentir lo demás. No saber cómo actuar ante ello era mi principal preocupación.

-Mi lord me debo marchar, puesto que yo también deseo pastel – agregó mi mayordomo, no, mi amigo con una sonrisa en su rostro – por favor vístase, luego mandaré a alguien a que limpie este desastre… Estaremos en el comedor esperándolo.

El dolor de la patada en el estómago no se podía detener para nada. Sentía como me perforaba por dentro. Solo me vestí y camine por los largos pasillos, baje por las amplias escaleras y abrieron para mí dos de mis sirvientes las puertas del amplio comedor.

La escena que vi me hizo retorcer el corazón esas 4 personas frente a mi reían mientras yo sufría. Compartían pastel mientras yo estaba solo y dos de ellas se tomaban la mano mientras yo necesitaba apoyo. El odio recorrió todo mi cuerpo como una onda de calor mis manos se contrajeron hasta formar mis puños bien cerrados, la sangre me hervía, sentìa que me habían dejado de lado. Cuando Key me vio se levantó al instante

-Minho estaba por decirles que…

-No quiero que finjas nada – le dije frente a frente mientras veía en sus ojos la culpa – aun no hemos solucionado nada, no pienso perdonarte fácilmente – podía ver el llanto estar por comenzar.

-No le hagas nada a Key – se levantó Jonghyun de golpe y se puso entre mi y el duque.

– Tu quién te crees para hablarle así a alguien de mi clase – lo regañe rápidamente y luego voltee mi rostro hacía donde estaba Key – No he olvidado mi promesa de ayer estoy completamente dispuesto a golpearte, pero lo haré como un noble que soy y tú debes responderme como el noble que eres. Nos vemos en el salón en 30 minutos tendremos un duelo a muerte de esgrima.

Salí del salón tratando de rescatar un poco mi orgullo y caminando con la frente en alto en 30 minutos por fin todo se decidiría.

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